miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA TRAVIATA, TEATRO,El escritor Vicente Molina-Foix , Me gusta leer poesía ante el público, como en la vieja Grecia»/ Internet y las nuevas formas de contar historias


  1. «Me gusta leer poesía ante el público, como en la vieja Grecia»El escritor Vicente Molina-Foix leyó ayer sus poemas en el Aula Díez-Canedo de Badajoz ante los alumnos de varios institutos. Aunque ...
     
    El escritor Vicente Molina-Foix leyó ayer sus poemas en el Aula Díez-Canedo de Badajoz ante los alumnos de varios institutos. Aunque reconoce que esta faceta de su creatividad se ha mantenido «semioculta» por su desbordante actividad en otros campos de la creación, la realidad es que Molina-Foix desembarcó en la literatura muy joven cuando José María Castellet le reconoció como uno de sus famosos poetas «novísimos». Sus dos libros de poemas se titulan 'Los espías del realista' y 'Vanas penas de amor' y este mismo año ha salido el compendio de su poesía bajo el título de 'La musa furtiva'.
    Ha dirigido también dos películas, aunque él no se considera director y sí «un escritor que ha dirigido dos películas». Y es dramaturgo y adaptador. Bajo esta faceta ha estado dos veces en el Festival de Teatro de Mérida, la última con la 'Electra' que protagonizó Ana Belén en 2012.
    -Un escritor como usted, que ha escrito de todo, ¿qué ventaja encuentra en hacer una lectura poética como la que va a hacer aquí en Badajoz?
    -Es una de las cosas que más me gustan, lo digo sinceramente. Yo me di a conocer con la poesía, con la antología 'Nueve novísimos' y luego he tenido una relación más bien discreta, por no decir clandestina, con la poesía. He publicado poco, pero este año publiqué mi poesía completa hasta hoy, que ahora tiene más añadidos. Siempre me ha gustado mucho hablar con la gente y cuando me han llamado he ido, porque me recuerda lo más antiguo de la literatura, cuando en la vieja Grecia el poeta era más bien un cantor ante el público. Me gusta leer poesía ante el público.
    -Usted es uno de los «novísimos» de la clasificación de Castellet. Y se ha escrito tanto de ella que supongo que no le ha perjudicado pero ha debido tener significado en su carrera.
    -En contra se escribió en aquel momento; ahora todo son alabanzas. Como ya somos viejos, ahora todo son alabanzas. Pero cuando apareció en los años 70 nos llovieron muchos improperios. En el extranjero tuvo mucha repercusión. A mí me ha favorecido en la medida en que me gustó formar parte de un grupo con el que me identificaba y que luego, eso lo ha dicho la historia, -no lo decíamos nosotros entonces, que éramos muy jóvenes y yo inédito por completo- se trató de un libro y una generación que cambió la historia de la poesía por completo. Pero en aquel momento nosotros tan sólo queríamos expresar un cambio de sensibilidad que el libro revelaba.
    -Por este Aula Díez-Canedo han pasado muchos de esos «novísimos»: Valente, Vázquez Montalbán, Gimferrer... Ya le tocaba. A lo mejor le han dejado para este momento porque el resto de sus actividades han ocultado esta faceta suya.
    -Semiocultado. Algunos la conocían y he publicado dos libros. Quizá ahora con la salida del libro que recopila treinta años o más, cuarenta años de trabajos, haya sido el momento. Hay algunos de mis colegas de antología que ya no quieren comparecer. Lo sé porque me lo han dicho. Félix de Azúa, por ejemplo, que ha dejado de escribir poesía, no quiere leer. Bueno... son decisiones propias.
    -¿Sigue escribiendo poesía en este momento?
    -Constantemente. Este verano he escrito cinco o seis poemas. Aquí voy a leer alguno inédito. Yo nunca he dejado de escribir poesía...
    -En algún sitio he leído que lo ha hecho de forma constante aunque intermitente.
    -Sí. Intermitente en la publicación y en la redacción, porque la poesía se hace cuando llega. Así como la novela, que es lo que yo más he hecho, exige una continuidad, llega un momento en que se hace un poema.
    -Ha recordado su presencia en el Festival de Teatro Romano de Mérida. ¿No hubo oportunidad de volver?
    -Aparte de que he ido como espectador, yo he hecho dos cosas en el Festival de Mérida, ambas muy distintas, aunque unidas por la misma actriz y el mismo director. Hice hace muchos años el texto al castellano de una adaptación de un musical clásico, 'La bella Helena', de Offenbach, con Ana Belén y dirigida por Plaza. Y el año pasado hice una 'Electra' de la que estoy muy orgulloso y que quedó muy bien. Era una 'Electra' libre, muy de Molina-Foix como dijo una crítica y que se basaba muy libremente en la de Eurípides. Salió redonda, con Ana Belén de Electra y Julieta Serrano de Clitemnestra y un elenco muy distinguido. Fue un espectáculo del que me siento muy orgulloso.
    -A veces es inevitable echar mano a la Wikipedia. Lo primero que dice de usted es que de pequeño iba mucho al cine porque utilizaba un pase de su padre.
    -¡Eso dice! Pues es verdad. He seguido siempre yendo al cine incluso cuando no era gratis. He tenido mis veleidades con el cine y soy un cinéfilo aún ahora en que amigos de mi generación a lo que les gusta el cine, que son muchos (Gimferrer, Javier Marías, Félix de Azúa), ya no salen y ven las películas en video en su casa. Yo soy de los que aún van al cine.
    -Pues tal y como está el cine, habrá mucha gente que tenga que dejar de ir por el tema del 21% o quizá se pierdan vocaciones como la suya.
    -Tengo que decir, inmodestamente, que tengo pase aún. Ahora ya no por mi padre sino porque, como he escrito mucho sobre cine, tengo pase para los cines a los que voy que son los de versión original, películas de autor que son las que me gustan y de los que hay bastante. Están los Renoir, los Verdi, los Golem... Para esos tengo pase.
    -¿Puede desaparecer el espectador de cine como consecuencia de la crisis?
    -Lo que yo temo es que desaparezca el cine mismo, el buen cine. Pero ese es un tema muy amplio.
    -¿Tiene algún proyecto cinematográfico?
    -De momento no. He hecho dos películas de las que estoy muy contento. Si surgiera no diría que no, porque el cine fatiga y hace sufrir pero es muy fascinante. De momento estoy muy a gusto: hoy como poeta y en enero con un nuevo libro narrativo.
    -¿Cual es el título?
    -'El invitado amargo'. Es un libro muy original porque no lo he escrito sólo yo.



    1. Interaccción es la palabra. Los usuarios de los medios de comunicación ya no son pasivos, han pasado de ser meros receptores de la ...foto,.
       
      Interaccción es la palabra. Los usuarios de los medios de comunicación ya no son pasivos, han pasado de ser meros receptores de la información a vivir una experiencia, se integran en la narración. En ello trabaja Charo Marcos del Río, que compartirá su experiencia y sus conocimientos mañana jueves con los alumnos del Máster de Periodismo Multimedia UEx/HOY y con todos los pacenses a los que les interesen los medios audiovisuales y quieran acudir al centro de negocios del nuevo edificio de Caja Badajoz a partir de las 19.30 horas.
      Ha titulado su conferencia 'Nuevas formas de contar historias en la era de Internet', y bajo ese paraguas hablará a los alumnos del máster de nuevas narrativas y contenidos transmedia, «que es lo que hacemos nosotros en el Laboratorio de RTVE.es, que es un departamento de innovación audiovisual que creamos hace unos años y que ofrece enfoques creativos que tratan de no dejar a nadie indeferente, en el que buscamos fórmulas narrativas nuevas, bien sean reportajes interactivos, webdocs, documentales concebidos para ser consumidos en Internet... lo que hacemos es utilizar todas las herramientas que nos facilita la Red para contar las historias de la forma más completa posible, tratamos de que leer una historia, un reportaje o consumir un documental sea una experiencia más allá de una simple lectura o recepción pasiva del contenido».
      En la búsqueda de nuevas formas de contar las cosas, la creatividad es muy importante, según Marcos del Río, «pero más aún el hecho de estar abierto a muchas posibilidades, no sólo para captar las historias que queremos contar, sino también en las formas de hacerlo».
      Ayuda de las redes sociales
      La subdirectora del equipo transmedia y del Laboratorio de RTVE.es considera que las redes sociales están ayudando muchísimo a los medios de comunicación: «Los hacen mejores porque la inteligencia global que hay ahí fuera nos permite mejorar. Los medios utilizan las redes sociales como medio difusor de sus contenidos, pero algunos ya están empezando a utilizarlos también como esa inteligencia global de la que nos podemos nutrir. El periodismo ciudadano no lo ha inventado Internet, pero hace que la forma en la que la gente te hace llegar la información, puntualizaciones, errores... fluya de una forma más rápida. Las redes sociales han sido una especie de sacudida para los medios que estaban dormidos, les han dicho: estamos aquí fuera, os leemos y os criticamos también, eso es muy bueno».
      Charo Marcos del Río afirma que el periodismo ha cambiado de una forma radical desde que empezó a trabajar hace quince años, «el medio hasta ahora ha condicionado mucho la forma en la que se narraban las historias, en la radio la herramienta principal es el sonido, en la televisión manda la imagen, en los periódicos y revistas la palabra escrita, y ahora en Internet el medio no te limita para trasladar el mensaje, sino que pone a tu disposición todas las herramientas posibles para que esa historia llegue de la mejor manera. Al final el oficio sigue siendo el mismo: contar historias, lo que ha hecho Internet es transformar la forma en la que las hacemos llegar a la gente, y además lo hace mucho más rápido, y a nosotros como periodistas nos provee de una herramienta magnífica para tener la respuesta de la gente de una forma más inmediata para saber si llega nuestro mensaje, cómo llega, si se entiende, si lo hemos contado bien, nos enriquece a nosotros como profesionales y la forma en la que hacemos nuestro trabajo».
      La periodista insiste en que los medios de comunicación se enfrentan a un grupo de usuarios que no son pasivos, sino tremendamente activos, que demandan información y que además son muy exigentes con la información que demandan y quieren participar, opinar y que su opinión sea tenida en cuenta, «y creo que debemos prestarles mucha atención. Twitter es un aldabonazo de la gente que dice 'estoy aquí y te leo, te escucho y además tengo opinión sobre lo que tú opinas', eso nos tiene que recordar todos los días que nuestro trabajo es ser rigurosos y tiene que hacernos mejores».

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