domingo, 24 de noviembre de 2013

REVISTA BLANCO Y NEGRO, BOMBON DE HELADO, Festividad sangrienta./ REVISTA QUO, PERIODICO LA RAZÓN, GUCCI DESDE LA ALCOBA,.

Festividad sangrientaTÍTULO; REVISTA BLANCO Y NEGRO, BOMBON DE HELADO, Festividad sangrienta.

-foto,.Festividad sangrienta.

No por repetida deja de impresionar la sangrienta escenografía que envuelve la festividad islámica de la Ashura. Los chiíes conmemoran ...

Sociedad,
REVISTA BLANCO Y NEGRO, BOMBON DE HELADO,-foto

Festividad sangrienta

Los chiíes conmemoran golpeándose con cadenas, espadas y otros objetos punzantes el aniversario del martirio del imán Husein

No por repetida deja de impresionar la sangrienta escenografía que envuelve la festividad islámica de la Ashura. Los chiíes conmemoran golpeándose con cadenas, espadas y otros objetos punzantes el aniversario del martirio del imán Husein, nieto de Mahoma, a manos de las tropas del califa Yazid, líder de la rama suní. El crimen, que ocurrió en la localidad iraquí de Karbala en el año 680, avivó el enfrentamiento entre chiíes y suníes, que comenzó por los derechos sucesorios del profeta y que se prolonga hasta nuestros días. Los ocasionales vetos a la Ashura, prohibida por el sha Reza Pahlevi en Irán y por Sadam Husein en Irak, no hicieron otra cosa que redoblar el fervor de los creyentes por la ceremonia.
La celebración suele coincidir con nuestro mes de noviembre y tiene hoy más aceptación que nunca en la comunidad chií, que agrupa al 15% de los musulmanes. La flagelación colectiva provoca un cierto escalofrío en nuestras descreídas mentes occidentales, aunque no está de más recordar que la sangre ha sido parte sustancial de infinidad de rituales religiosos desde la noche de los tiempos. Habrá que ver si los descendientes de los que aparecen en la fotografía siguen martirizándose.
 
TÍTULO; REVISTA QUO, PERIODICO LA RAZÓN, GUCCI DESDE LA ALCOBA,.

  1. Entre patrones y telares, la moda siempre se las ha ingeniado para ejercer de celestina y bendecir todo tipo de parejas que unieron su destino ..
     
    Gucci desde la alcobaEntre patrones y telares, la moda siempre se las ha ingeniado para ejercer de 'celestina' y bendecir todo tipo de parejas que unieron su destino sentimental y profesional para triunfar con sus marcas de diseño. Las hay para todos los gustos y lo suficientemente duraderas para dar fe de que en este mundo no se estilan los trapos sucios. Valentino Garavani y Giancarlo Giammetti forman desde hace cuarenta años el dúo masculino más remilgado y cardado del universo fashion. Amantes de la ostentación, jamás se han prodigado muestras de cariño en público.
    Yves Saint Laurent y Pierre Bergè mantuvieron una volcánica relación salpicada de despedidas y reconciliaciones hasta la muerte del diseñador francés de origen argelino. El creador de las saharianas y el esmoquin femenino siempre encontró consuelo en el empresario, que se convirtió en su saco de lágrimas mientras le sacaba de las numerosas depresiones en que cayó. Por su parte, Miuccia Prada y Patrizio Bertelli han montado un tándem espectacular. Si Patrizio triunfa en los despachos planificando multimillonarias inversiones, Miuccia, enrolada de joven en las filas comunistas, arrasa en las pasarelas. Solo Domenico Dolce y Stefano Gabbana rompieron amarras sentimentales, aunque siguen juntos en los negocios.
    Gucci ha sido la última gran firma de lujo en bautizar la unión del talento creativo y la responsabilidad empresarial al emparejar a los padres de la pequeña Greta. Frida Giannini (Roma, 1972) y Patrizio di Marco mantuvieron en secreto durante dos años y medio un apasionado romance cuyas primeras chispas saltaron en un viaje profesional a China. Ambos estaban divorciados cuando se enamoraron. Antes de hacer público su idilio, en octubre de 2011, acudieron por separado al despacho de su jefe para preguntarle si veía algún inconveniente en formalizar lo que era mucho más que un rollo de verano. «Tampoco queríamos estar en la clandestinidad. Somos dos profesionales que no estábamos bromeando», argumenta Frida Giannini, una diseñadora a la que le encanta montar a caballo y cocinar.
    En un artículo del 'Financial Times', periódico que difundió la exclusiva, el ejecutivo italiano mostró su preocupación «por la reacción del principal accionista» de la compañía y de la respuesta «del mercado». Con una larga experiencia en esta industria -desempeñó importantes puestos en Prada, Louis Vuitton y Bottega Veneta antes de aceptar a finales de 2008 el cargo de consejero delegado de Gucci-, Di Marco, que soñaba con ganarse la vida como dibujante de cómics, se preparó para lo peor, aunque llevaba un 'plan b' por si se confirmaban sus temores.
    No hizo falta, pese a que había apalabrado con su compañera la marcha de ambos de la compañía si François-Henri Pinault, heredero de un imperio que aglutina marcas como Yves Saint Laurent, Boucheron, Balenciaga o Alexander McQueen, «lo consideraba necesario» o les ponía mala cara. El marido de Salma Hayek fue comprensivo y les extendió un cheque a la felicidad compartida. «Soy consciente de lo que cuesta ser estricto con uno mismo y sabía que eso les haría más exigentes», dijo.
    Pinault dio en el clavo. Gucci sigue creciendo a ritmos anuales próximos al 20%, pese a la profunda crisis que sacude a los mercados europeos. «Estoy muy contenta. En el pasado estuve con alguien a quien no le importaba nada la moda ni lo que yo hacía, y a veces era frustrante. Puede que nos peleemos al tener que pasar más horas trabajando juntos, pero eso no tiene por qué afectar a la empresa», confiesa una creadora que ha perdido el miedo a las editoras, que han censurado en extremo su exitosa gestión.
    Cada uno a lo suyo
    Frida se considera «muy cuidadosa» con las críticas y asegura que de algunas «he aprendido». Pero su paciencia también tiene límites. «En alguna ocasión ha habido gente realmente grosera y cuando ha reincidido tres, cuatro y cinco veces he decidido dejar de invitarla al desfile al ser completamente inútil», recuerda. Si la directora creativa cada vez se siente «más segura» y contenta por potenciar el 'made in Italy' artesanal, Di Marco disfruta de la confianza que la ha otorgado su jefe -«es muy divertido trabajar con Pinault»- sin inmiscuirse para nada en el terreno de su compañera. Confianzas las mínimas y cada uno a lo suyo. «En serio: Frida es la que manda en la creatividad. Yo no me meto. Mi función -aclara- es simplificar el trabajo de los diseñadores. Yo no les digo nada más que '¡Volad!'». Di Marco atribuye la buena marcha de Gucci a que hace uso de un recurso «importante: el cerebro».
    Y si la empresa va viento en popa -facturó 3.143 millones de euros en 2011-, Frida y Patrizio sacan tiempo de donde pueden para cuidar de su hija, nacida el pasado marzo. Al estar juntos no tienen que «esperar a una reunión para tomar decisiones». A diferencia de Prada, Valentino o Yves Saint Laurent, ellos no son propietarios de la empresa para la que trabajan. Pero poco les importa. Hasta Gucci se ha rendido a un binomio que ha demostrado ser una «combinación ganadora» con total respeto «por sus responsabilidades y competencias individuales. Son dos de los más talentosos y respetados líderes en el sector». Por algo son la pareja de moda.

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