domingo, 13 de abril de 2014

LA CHICA DEL DOMINGO,.RAFAELA CARRASCO, EL FLAMENCO SE MERECE UN MAYOR RECONOCIMIENTO CULTURAL EN ESPAÑA,./ TELEVISION Y RADIO, " ZAPPING" CULTURAL,.

TÍTULO: LA CHICA DEL DOMINGO,.RAFAELA CARRASCO, EL FLAMENCO SE MERECE UN MAYOR RECONOCIMIENTO CULTURAL EN ESPAÑA,.

Sociedad

«El flamenco se merece un mayor reconocimiento cultural en España»

-foto-Rafaela Carrasco rememora en su nuevo espectáculo el concurso de cante jondo de 1922 que impulsaron García Lorca, Turina y Falla

Doce mil pesetas. Esa fue la cantidad que personalidades de la talla de Manuel de Falla, Joaquín Turina, Fernando de los Ríos, Federico García Lorca o Juan Ramón Jiménez solicitaron al Ayuntamiento de Granada en una carta colectiva fechada el 31 de diciembre de 1921. Con ese dinero querían organizar un concurso de cante jondo que revitalizase este arte en España. La alcaldía granadina se lo concedió y a partir de ese momento hubo un antes y un después para la historia de este género.
Miguel Cerón fue el encargado de organizar el certamen, el primero de cante flamenco a nivel nacional, los días 13 y 14 de junio de 1922 en la plaza de los Aljibes de la Alhambra. Junto con Manuel de Falla, idearon el concurso con el fin de que el cante jondo no desapareciera víctima de la profesionalización. Convocaron así un certamen de cantaores no profesionales, personas que no fueran figuras ya consagradas. A partir de ese momento, los organizadores fueron buscando por toda Andalucía participantes que deberían saber cantar los palos según los cánones clásicos.
 
 
 
La decoración de la plaza de los Aljibes corrió a cargo del pintor Ignacio Zuloaga. Antes de que comenzase el concurso, al que acudieron alrededor de 4.000 personas, se celebraron actos culturales como el concierto de guitarra de Andrés Segovia y la lectura del poema 'Paisajes' por el propio García Lorca. El jurado estuvo presidido por grandes autoridades del flamenco como Antonio Chacón, Manuel Torre y Pastora Pavón, 'La Niña de los Peines'. El ganador de las 1.000 pesetas del primer premio fue Manuel Ortega Juárez, un niño gitano de 13 años que se convirtió en uno de los más grandes cantaores del siglo XX bajo el nombre de 'Manolo Caracol'. Esta histórica reunión artística sirvió de modelo para el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, que nació en 1956 y continúa hoy su andadura como uno de los mayores espectáculos de este arte en el mundo.
'En la memoria del cante'
Ahora, 92 años más tarde, el Ballet Flamenco de Andalucía estrena su espectáculo 'En la memoria del cante: 1922', que rememora aquel concurso que revolucionó la historia del flamenco en España y en el mundo. Y lo hacen con esa misma intención. «Hace 90 años se dieron cita todas estas figuras para ensalzar el cante jondo y otorgarle el reconocimiento cultural que se merecía, algo que aún hoy es necesario», explica la directora artística del espectáculo, Rafaela Carrasco.
Esta sevillana comenzó a bailar a los ocho años y desde entonces todo han sido éxitos en su carrera. El último, haber sido seleccionada el pasado mes de septiembre como la coreógrafa del Ballet Flamenco de Andalucía. Es una enamorada del flamenco que cree que este arte está más valorado fuera que dentro del país. «Hay que conseguir que en España se le comience a considerar como un arte culto, porque está considerado en los mejores teatros del mundo», señaló.
El espectáculo, que se estrenó el pasado viernes en Madrid, intercala grabaciones originales que aún se conservan para tener presentes las voces y el carisma de los personajes que estuvieron en el concurso de Granada en 1922. Con ello consiguen rememorar «sus voces y su carisma», lo que es una gran ventaja porque «es complicado evocar un concurso de cante con danza», según explicó la artista.
Clásico pero contemporáneo
Carrasco aseguró que todos los que vayan al Nuevo Teatro Alcalá disfrutarán de «un espectáculo de cante y baile tal cual», aunque conocer el origen histórico del montaje «hará que la gente disfrute aún más».
Y es que es «una propuesta de lo que pudo haber ocurrido en Granada aquella noche de 1922» pero, como reconoció la coreógrafa, «son piezas preciosas que por sí solas también tienen identidad».
Además, Carrasco señaló que, a pesar de evocar a un espectáculo de hace 92 años, a nivel escénico «nos sitúa en 2014». La artista explicó que tiene un tono muy contemporáneo y que todos los espectadores podrán disfrutar de lo que ocurre en el escenario durante los noventa minutos de función. Gracias a aquel concurso de cante, el flamenco se elevó a la categoría de arte y comenzó a ser reconocido internacionalmente. Hoy el Ballet Flamenco de Andalucía representa a España en todo el mundo bailando e interpretando los orígenes de este arte.
 
TÍTULO:  TELEVISION Y RADIO, " ZAPPING" CULTURAL,.
 
-foto,.  TELEVISION Y RADIO

  1. Quienes tienen la edad suficiente para poder visualizar la televisión en blanco y negro se acuerdan de aquellos programas culturales que ...
     
    Quienes tienen la edad suficiente para poder visualizar la televisión en blanco y negro se acuerdan de aquellos programas culturales que hicieron historia, como 'Encuentros con las letras' o 'Popgrama'. Eran los tiempos de la Transición y de la apertura después de años de asfixia, y los dos únicos canales se permitían el lujo de dar las entrevistas de 'A fondo' de Joaquín Soler Serrano con Julio Caro Baroja o Gabriel Celaya en 'prime time'. ¿Y ahora?
    De los pocos programas culturales que hubo en las privadas, a horas intempestivas, no queda rastro. Pero las teles públicas siguen cumpliendo con sus estatutos y funciones, y acogen la cultura a pesar de las bajas audiencias. Quienes están dentro, los programadores, reconocen las limitaciones de estos contenidos, pero insisten en que haberlos, haylos, y que además perviven con dignidad. Los expertos que se sientan en el sofá con el mando a distancia en la mano son, por decirlo suavemente, más pesimistas.
    Un 56% de los encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) opina que la tele actual es «vulgar y de mal gusto», los números indican que los programas exquisitos y sofisticados apenas tienen seguidores comparados con los más zafios.
    Desde La 2, donde se concentra la oferta cultural de Televisión Española, indican que la audiencia no es un problema, aunque bajar del 2,5% estaría mal visto por la alta jefatura.
    Francisco Rodríguez Pastoriza trabajó en la sección de Cultura de TVE y ahora es profesor en la Universidad Complutense de Madrid. También ha escrito una obra clave en esta materia, 'Cultura y televisión: una relación de conflicto' (Gedisa). «Ahora que las cadenas públicas no se financian con publicidad, se echa en falta una apuesta más decidida por la cultura, por ejemplo, con informativos especializados», comenta.
    En su opinión, el formato de los programas ha pasado de las posturas estáticas y los medios planos de los presentadores literarios, sentados con cara seria y pertrechados detrás de sus mesas, a los movimientos de cámara y las escenografías de impacto de 'Página 2', el programa de Óscar López. «Es un intento de captar a espectadores jóvenes», explica.
    También hay espacios históricos como 'Metrópolis', estrenado a mediados de los años ochenta y especializado en nuevas tendencias artísticas, en la parrilla a pesar de sus bajas audiencias porque su desaparición «daría mala imagen a TVE», según Rodríguez Pastoriza.
    Formatos nuevos es lo que propone Toni Garrido, que empezó en 'Los 40 Principales', continuó en programas como 'Caiga quien caiga' y siguió en la radio hasta crear su propia productora. 'Un lugar llamado mundo' es su primera criatura. Un espacio musical que reúne a artistas por lo general 'indies' y que se emite en Canal Plus, Europa FM e Internet. La versión televisiva cuenta con la dirección de David Trueba y la radiofónica está presentada por el productor musical Javier Limón y la periodista Mónica Carrillo. En la Red se pueden ver tanto las imágenes de televisión como la grabación en el estudio de radio. Miembros de grupos como Supersubmarina o Smile y cantantes como Jorge Drexler han pasado por el espacio. «La separación absoluta entre los medios de emisión ha dejado de tener sentido. Ahora todo puede ser en televisión, en la radio, en la página web, en Facebook y en Twitter. Tenemos la obligación de investigar los formatos. Me duele que en los canales en abierto no haya un programa musical de referencia como lo hay en el Reino Unido, en Francia o en Italia».
    Salvado por la parabólica
    La comparación entre países resulta inevitable. Por mucho que los encuestados del CIS dejen caer sus preferencias por la finura cultural, los hechos contradicen sus afirmaciones. «Los conocimientos y los hábitos culturales flojean», mantiene Rodríguez Pastoriza. En Francia, el periodista especializado en literatura Bernard Pivot ha permanecido en la pequeña pantalla desde 1975 a 2001, a veces en programas tan populares como 'Apostrophe'. En España no ha existido nada que se le parezca de lejos.
    «Aquí hay buenos profesionales, capaces de hacer un papel como el de Pivot. Pero falta convicción y tradición. Me sigue asombrando que en tantas películas francesas haya escenas en que los personajes están leyendo. No ocurre lo mismo en el cine español. Será por algo», explica el profesor de la Complutense.
    De parecida opinión es Román Gubern, catedrático emérito de la Autónoma de Barcelona y gran experto en cultura audiovisual. «Tengo parabólica y eso me salva. Me gustan los documentales sobre la vida de los gorilas, pero me parece que ya he visto suficientes», dice en alusión a los programas de naturaleza de La 2.
    A su juicio, la cultura tiene poca cabida en el mercado televisivo de España. «Hay una clara sobreoferta y las cadenas compiten elevando el sensacionalismo como arma para tener audiencia. Parecía que con la TDT íbamos a alcanzar el paraíso, pero resulta que nos hemos quedado con las echadoras de cartas. Y luego también sufrimos el raquitismo de nuestra televisión, en una continua operación de bajada de costes», considera.
    Sin desfallecer
    Iniciativas como Arte, el canal cultural francoalemán, no han cuajado en España, al contrario que en los países en los que surgió. «Los contenidos culturales son marginales. Quienes los buscan utilizan otros medios más directos, los libros, las películas, los discos, Internet, que ahora es el gran difusor de la cultura».
    Quien se ocupa de la programación de La 2, Manel Arranz, reconoce que el espectador actual busca en la tele dos cosas, «información y entretenimiento». «Fuera de eso, entramos en lo minoritario, pero en nuestro canal tenemos mucha moral y no desfallecemos», añade.
    El programador pide que no se considere lo que es un programa cultural con estrechez de miras. «Emitimos cine español, europeo y americano independiente. Hace unos días, 'Deprisa, deprisa', de Carlos Saura, llegó a los 800.000 espectadores, y un documental sobre la Segunda Guerra Mundial superó el millón».
    En La 2, además de 'Metrópolis', emiten otros programas clásicos como 'Días de cine' y 'Versión española'. Entre los más recientes destacan '¡Atención, obras!', el magazine cultural al que Cayetana Guillén Cuervo pone la cara, así como 'Alaska y Coronas', presentado por la cantante y el humorista Javier Coronas. «En este programa sale gente a la que de otro modo no se le vería jamás en la tele. Para mí es un programa cultural al que vestimos de entretenimiento. Tenemos que enviar el mensaje de que la cultura no es un rollo», incide Arranz.
    es el objetivo de audiencia que se marcan en la cadena cultural de TVE.
 

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