sábado, 24 de mayo de 2014

Mi heroína, por Cristina Morató,./ EL HOROSCOPO, Teresa Perales ¿ te atreves a cambiar tu vida?


  1. En un programa de televisión al que acudo para promocionar mi último libro, me piden el nombre de una heroína del siglo XXl. Pienso en la ... 
     En un programa de televisión al que acudo para promocionar mi último libro, me piden el nombre de una heroína del siglo XXl. Pienso en la larga lista de mujeres valientes y luchadoras a las que he dedicado esta columna. En las protagonistas de grandes historias de superación personal y de lucha por la dignidad femenina. Y en las que se atreven a enfrentarse al crimen organizado y pagan con su vida. Como María Santos Gorrostieta, un extraordinario ejemplo de lucha y compromiso. Cuando, hace dos años, apareció su cuerpo sin vida en una cuneta del estado de Michoacán, apenas fue noticia. En México, donde cada día seis mujeres son asesinadas, era una víctima más de la guerra contra el narcotráfico. 
    María fue elegida alcaldesa de Tiquicheo, una pequeña ciudad devastada por la violencia de los cárteles de la droga. Casada y madre de tres hijos, fue muy valiente al aceptar el cargo, teniendo en cuenta que en su país los ediles son las principales víctimas de los sicarios. Su elección no gustó a las mafias porque les plantó cara públicamente. Sufrió su primer atentado cuando fue herida por varios impactos de bala en una emboscada. La acompañaba su esposo, que murió en el acto; pero ella sobrevivió y no se dio por vencida. Continuó, desafiante, al frente de la alcaldía para cumplir con su responsabilidad. Tres meses más tarde, unos hombres con el rostro cubierto y rifles de asalto volvieron a dispararle en la carretera, cuando viajaba de gira en su coche oficial. Esta vez le alcanzaron seis balas en todo el cuerpo pero, milagrosamente, se salvó. 
    En apenas dos años, su vida había dado un vuelco. De ser una mujer felizmente casada, sana y muy activa, ahora padecía graves secuelas. Harta de que sus adversarios políticos, y hasta los miembros de su propio partido, la acusaran de que todo era un montaje para aumentar su popularidad, difundió unas duras imágenes, que mostraban las cicatrices de su cuerpo, y un mensaje: “Sigo en pie a pesar de las heridas y las desgracias que han golpeado a mis hijos y a mi familia, y a la lucha constante por mejorar como persona y como dirigente de un pueblo que aún confía en mí”. 
    A pesar de las amenazas, la exalcaldesa regresó a su trabajo. Se presentó a congresista de la Unión Mexicana y se volvió a casar. No logró el puesto y se retiró de la política, pero su destino ya estaba marcado. El 12 de noviembre de 2012, llevaba a su hija pequeña al colegio cuando un coche se cruzó en su camino. Fue obligada a salir del vehículo y agredida ante varios testigos. Al conocer su secuestro, su familia esperó una llamada pidiendo un rescate. Pero nunca llegó y ocho días más tarde encontraron su cadáver con signos de haber sido torturada. Tenía 36 años y no llevaba escolta en un país donde la valentía se paga con la vida. Ella es una de mis heroínas anónimas, una mujer que no quiso doblegarse ante el terror y la sinrazón.

     TÍTULO:  EL HOROSCOPO, Teresa Perales ¿ te atreves a cambiar tu vida?

    Teresa Perales: "Lo mejor de los sueños es que la realidad puede superarlos",.

    La piscina no es el único recinto donde esta campeona gana medallas. Tras convertirse en la primera mujer que recibe la Gran Cruz al Mérito Deportivo, nos desvela algunas claves de su éxito.
    Teresa Perales Está eufórica y se nota. A -foto-Teresa Perales, la vida no deja de darle premios. Tal vez porque se los merece. Y porque los busca. Después de los 22 metales que ha acumulado en cuatro Juegos Paralímpicos, S. M. el Rey acaba de otorgarle la Gran Cruz del Mérito Deportivo, la distinción más alta que puede recibir un deportista español. Solo 17 pueden incluirla en su palmarés. Ella es la primera mujer. Y la primera paralímpica. Aunque el auténtico protagonista del acto fuera Nano, su hijo de cuatro años, el amor de su vida. 
    La distinción le llega en un momento dulce a esta zaragozana de 38 años, que desde los 19 va en silla de ruedas por una enfermedad y que hace dos años recibió el premioMujer hoy. Ha vuelto a la competición tras unos meses de sequía y se siente “muy fuerte, muy competitiva”. En la mente, los Juegos de Río de Janeiro, en dos años. Pero hay más: nuevos proyectos profesionales y el libro que presenta, 'La fuerza de un sueño'.
    Mujer hoy. ¿Cuál es el sueño que le ha dado tanta fuerza? 
    Teresa Perales. He tenido muchos. El deportivo está en evolución: empecé por aprender a nadar y ahora es ganar más medallas. Ha ido creciendo y es ambicioso, porque seguir con 38 años tiene su aquel. Nunca me planteé lograr 22 medallas. De hecho, no me planteo cuántas ni cuáles quiero ganar en Río. Eso sí, a la mínima posibilidad que vea, voy a por ello.
    MH. ¿Le queda algún sueño todavía por cumplir? 
    TP. El profesional, que me tiene atrapada. Estoy viviendo un momento intenso, me he abierto camino en el mundo del “coaching”, trabajando con ejecutivos y empresas.
    MH. ¿Y personalmente? 
    TP. Estoy tan feliz que, por ahora, no me planteo nada más.
    MH. Su libro comienza con una frase muy dura: “Si alguien me dijera que podría volver atrás y no quedarme en una silla de ruedas, le diría que no, si eso significase que no iba a vivir las experiencias que he tenido desde el día que dejé de caminar”. 
    TP. Es una frase que refleja lo que soy. Si te quedas con la primera impresión, no sirve; lo que sirve es todo lo que he hecho con la silla de ruedas. No gracias a ella, pero sí con ella. Y ha sido muy chulo, he hecho cosas interesantes, lo he pasado muy bien y no tengo por qué cambiarlo. Sobre todo, porque si tuviera que olvidar lo que he hecho y no tener a mi hijo... No, no, por favor.
    MH. Usted reconoce que ha conseguido cambiar las miradas de pena por las de admiración. 
    TP. Sí, es muy bonito. Primero, porque ya no tengo que explicar nada, hay mucha gente que me conoce. Ya nadie se plantea: “Pobrecita, se ha quedado en una silla de ruedas”, sino, “¡Ostras! ¡Ha ganado 22 medallas paralímpicas!”. Es distinto, lo noto cuando voy a un colegio. He visto a niños y a mayores llorar, emocionarse, hacerse fotos conmigo... Eso es muy bonito. Y cuando lo ve mi hijo, es el doble de bonito.
    MH. Su biografía es el mejor ejemplo de que los sueños se cumplen, pero se ha sacrifi cado mucho. ¿Qué le ha costado más?
    TP. No vale con tener motivación, con querer algo, vale con ponerte a hacerlo, con sacrificarte y esforzarte. Así disfrutas más de las cosas: cuando las consigues y en el camino. No es negativo levantarme todos los días a las cinco de la mañana para entrenar. ¿Me cuesta? Claro, pero es tan chulo el sueño que hay en el horizonte que merece la pena. Y eso da sentido a la vida.
    MH. En su libro asegura que no sabría definir la felicidad, pero a la vez dice ser una mujer feliz. 
    TP. Soy feliz, pero es un término que se me queda corto y es distinto para cada persona.
    MH. Y asegura que es algo que todos podemos conseguir. 
    TP. Sí, absolutamente. Creo que hay gente que no se atreve a querer ser feliz. Tenemos tendencia a ser protagonistas de nuestros dramas, y yo prefiero destacar por ser feliz que por todo lo contrario.
    MH. Pero hay problemas, situaciones que marcan, como la crisis... 
    TP. Sí, pero en momentos determinados. ¿Qué necesitas para ser feliz? ¿Un nivel de vida muy alto? Pues he conocido a gente que no tenía nada que llevarse a la boca y era muy feliz. Eso te hace reflexionar sobre nuestro concepto de felicidad. Y descubrimos cuál es la esencia cuando se nos suprimen cosas, cuando volvemos a lo básico, a la esencia.
    MH. Usted ha desarrollado una teoría, el “espiralismo”, que dice que podemos rodearnos de una espiral de felicidad. ¿Quiénes le ayudan a seguir en ella? 
    TP. Mi familia y los pequeños gestos me mantienen en el centro. Pero hay que esforzarse. A veces, las cosas no me salen. Y yo también vivo la crisis: ¡soy autónoma!! [Risas]. Sé lo que es el vértigo de pensar qué va a pasar el mes que viene, o en verano, cuando estaré entrenando y no podré trabajar... Vivo esa agonía, pero procuro bajar un poco el escalón. Y esos momentos de presión muchas veces te hacen sacar lo mejor de ti, la creatividad, la imaginación. En plena crisis, he conseguido montarme un trabajo, lo he creado y me siento muy orgullosa.
    MH.También dice que “no hay peor sensación que echar la vista atrás y arrepentirte de lo que no has hecho”. ¿Hay algo que no haya intentado? 
    TP. ¡Eso es horrible! Es mejor decir: “Me he equivocado, no me ha salido”. Creo que no me he dejado nada, al menos lo importante. Al principio, en la competición, había algo que me frenaba. Tenía miedo a ganar, pero perdí ese miedo.
    MH. ¿Eso sucede porque nos “autosaboteamos”? 
    TP. Sí, yo vivo esa pelea: “Teresa, no vayas hoy a entrenar, llevas un montón de años, y para qué”. Y por otro lado piensas: “Quieres ir a Río y no de turismo, así que ponte las pilas”. Podemos frenarlo haciéndolo consciente, dándonos cuenta de que caemos en él al decir: “No puedo, no sé, no me sale, no soy capaz”. Está en tus manos hacer las cosas y cambiarlas, ese es el primer paso.
    MH. ¿Por qué no nos atrevemos? 
    TP. Porque pensamos qué haremos cuando lo logremos. Pero siempre hay un después, otro sueño por cumplir. El deporte te enseña que todos tenemos capacidad de superación, de resiliencia, de sobreponernos a todo. Otra cosa es que queramos hacerlo. No me sirven las excusas, no me sirve pensar que hay crisis para buscarme la vida. Lo único que no se cumple es lo que no intentas.
    MH. “Lo mejor de los sueños es que la realidad puede superarlos”, afirma. ¿En su caso ha sido así? 
    TP. Sí, totalmente, por más que en mi cabeza intentaba imaginarme como sería ganar o tener una familia, siempre me he quedado corta. La vida está siendo mejor de lo que podía imaginar con 15 años, cuando perdí a mi padre, o con 19, cuando me quedé en una silla de ruedas. Nunca podía haber imaginado una vida tan plena.

    Entrenar las emociones 
    ● El libro que ha escrito Teresa Perales revela algunas claves de la actitud positiva y la voluntad transformadora que le han llevado a convertirse en la deportista española más laureada. 'La fuerza de un sueño, editorial Conecta.

     

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