viernes, 20 de junio de 2014

EL MIKOLAPIZ HELADO, EL TRISTE FINAL DE UNA BELLA HISTORIA, ESPAÑA-0- CHILE-2-EL MUNDIAL,/ LA CHICA JUEVES, VIERNES, LADY GAGA SE AUTOCENSURA,.

Silva, Busquets, Costa, Iniesta y Alonso, abatidos 
tras  el segundo gol chileno. TÍTULO: EL MIKOLAPIZ HELADO, EL TRISTE FINAL DE UNA BELLA HISTORIA, ESPAÑA-0- CHILE-2-EL MUNDIAL,.

EL MIKOLAPIZ HELADO, EL TRISTE FINAL DE UNA BELLA HISTORIA, ESPAÑA-0- CHILE-2-EL MUNDIAL,.-fotos,.

Desconocida, mostrando todas las razones de su declive ante una combativa Chile, España escribe su epitafio en Maracaná y se despide del Mundial de Brasil,.

Con Maracaná por testigo, la selección española se despidió ayer del Mundial de Brasil en un partido gris que vino a ser su epitafio: el de un equipo histórico que ya ha completado su ciclo en el fútbol. Se confiaba en que España resurgiera ante Chile tirando de su orgullo de campeona, que los artistas volvieran a reunirse y a tocar como en los viejos tiempos, pero muy pronto se vio que no era posible. Lo de Holanda no había sido un accidente, sino el síntoma de un deterioro que no se ha podido o no se ha sabido evitar. Las dudas, nacidas de múltiples factores, han llegado a 'La Roja' y la han enterrado. No tenía anticuerpos contra ellas. Y lo peor es que el final de esta bella historia ni siquiera pudo tener en el campo el mínimo de grandeza que se esperaba. Fue un adiós sumido en la penumbra, triste como el final de un bello sueño, sin nada de fútbol que rescatar y con la única honra de la exquisita deportividad mostrada en la derrota. Porque España ha sabido ganar y ha sabido perder. Aunque todavía no pueda ser un consuelo, no convendría olvidarlo. Histórico a su manera, el partido comenzó con un sofoco para España, que estuvo a punto de encajar un gol en los primeros segundos por culpa de un error defensivo. Fue todo un presagio. Iba a tocar sufrir. La jugada dejó un mal cuerpo, sobre todo porque hizo inevitable el recuerdo del desaguisado frente Holanda y reafirmó la certeza de que el mal seguía ahí. El equipo de Del Bosque ha perdido la consistencia defensiva que siempre le había distinguido y le había llevado a los títulos. Y sin ella no hay nada que hacer, salvo las maletas.
El juego se aplanó con el paso de los minutos. Chile no quiso desbocarse, que es su estado natural. Respetaba mucho a su rival como para ponerse a lanzar flechas al galope y, además, era consciente de que el empate le abría la puerta de la clasificación. España, sin embargo, no supo manejar ese escenario. Lo cierto es que no era fácil reconocer a los jugadores españoles. Eran otro equipo distinto, surgido de la ansiedad, el peor lugar posible, y de las primeras dudas profundas sobre su rendimiento colectivo. Porque no sólo se trataba de que faltara fortaleza atrás, sino de que 'La Roja' tampoco tenía la pelota. Xavi Hernández había sido, junto a Gerard Piqué, el gran sacrificado del 5-1. Es evidente que el jugador de Tarrasa está ya para dar el salto a Qatar o a otro destino exótico, pero el seleccionador quizá subestimó el peso que tendría su ausencia a la hora de que España mantuviera su estilo, la cadencia de su viejo mecanismo, y al menos se reconociese en el campo. De hecho, ni siquiera puso en su lugar a un futbolista de un corte parecido, como podría ser Koke, salvando las distancias.
Del Bosque optó por mantener en el once a Silva jugando de media-punta, pero su apuesta no resultó. El canario tuvo unos de sus días de apagón. Fue incapaz de asociarse, lo mismo que les sucedió a Busquets y, sobre todo, a un Xabi Alonso desconocido. El guipuzcoano, que no salió tras el descanso, vivió una pesadilla en la primera parte. Incomodísimo ante la presión chilena, falló la primera ocasión que tuvo el equipo en el minuto 14 y cometió la pérdida de la que llegó el primer gol de Chile, obra de Vargas a los 20 minutos. Fue otro error defensivo que terminó de extender las peores sospechas y, sobre todo, una esencial: la de que España se estaba despidiendo del Mundial en Maracaná, ante 40.000 chilenos y con los ojos del mundo puestos en su decadencia.
Despersonalizada, la selección ni tocaba ni defendía. Los laterales no existían, el entrejuego era un borrón continuo salvo en alguna intervención esporádica de Iniesta, y Diego Costa continuaba siendo una presencia extraña, un personaje desenfocado. Lo que no ha dejado de ser todavía en la selección, vaya. Dicho de otro modo: España no hacía nada de lo que ha hecho siempre. Viéndole en el campo, sin un plan, impotente, no era posible detectar ninguna de sus señas de identidad. No era ella misma sino un extraño sucedáneo que quería y no podía ante la Roja chilena, un grupo lleno de entusiasmo y hambre de gloria. Si Casillas no ha perdido estas virtudes, lo cierto es que ha perdido otras cosas, entre ellas su duende. A los 43 minutos, no se atrevió a atajar una falta lanzada por Alexis. Preferió meter los puños y se encontró con que su despeje le cayó a Aranguiz. Un duro disparo del futbolista del Internacional de Porto Alegre se convirtió en el 2-0 para delirio de la afición chilena, tan ardiente que un centenar de sus integrantes asaltó la sala de prensa para colarse al estadio.
España estaba ya en el otro barrio. Resultaba impensable una remontada de tres goles en un equipo que para hacer uno necesita una complejísima confabulación de los astros. Se demostró con las ocasiones desperdiciadas en el arranque de la segunda parte por Diego Costa y, sobre todo, por Busquets, que a los 57 minutos cometió un error tan garrafal que, cuando la jugada se repitió en los marcadores electrónicos, el público no pudo reprimir un grito de asombro. La selección continuó por sus tristes derroteros, llena de buena voluntad pero nula de acierto. Nada cambió la entrada de Koke, ni tampoco la de Fernando Torres o la de Cazorla, con quien Del Bosque tuvo el detalle de permitirle debutar en un Mundial. A nadie le extrañó. Porque, en el fondo, todo el mundo sabía que no se trataba de una cuestión de que jugara un futbolista u otro, sino que de algo mucho más profundo. Sencillamente, se había terminado una época.

TÍTULO:  LA CHICA JUEVES,  VIERNES, LADY GAGA SE AUTOCENSURA,.

  1. Lady Gaga BTW Ball Antwerp 02.jpgLady Gaga, tumbada en la camilla, y Robert Kelly, en el fragmento del vídeo que ayer subió la web de cotilleos TMZ.-foto,.

    La artista decidió no publicar un vídeo en el que aparece desnuda con el polémico fotógrafo Terry Richardson. Pero la web TMZ lo acaba de colgar,.

     Dejadme ser la diosa que sé que soy, dejadme mostraros las visiones que han estado en mi mente durante los últimos dos años. Os amo. Perdonadme, sois todo mi mundo". Así se disculpaba Lady Gaga ante su legión de fans el pasado mes de enero por el retraso en la publicación del esperado vídeo de su single 'Do what u want' (Haz lo que quieras), de su disco Artpop. Cinco meses después, y con el clip aún durmiendo el sueño de los justos, la incisiva web de cotilleos norteamericana TMZ ha revelado que, en realidad, el vídeo de la canción sí existe. O, al menos, una copia del trabajo que en su día realizaron la propia ‘mother monster’, en pelota picada y poses más que sugerentes, el cantante y productor musical Robert Kelly y el fotógrafo Terry Richardson. El primero, envuelto desde hace años en truculentos líos de faldas... colegiales. En 2008, un tribunal le absolvió de los cargos de pederastia y abusos sexuales. Richardson, en cambio, acaba de entrar en el túnel de la sospecha. Desde hace un tiempo, varias chicas le han acusado de forzarlas en sus sesiones de fotos y él solo ha podido defenderse, de momento, a través de un artículo en el 'New York Magazine' titulado de forma clara: '¿Artista o depredador sexual?'

    El caso es que TMZ, una de las publicaciones más sensacionalistas al otro lado del charco, colgó ayer en su página una parte de ese vídeo. Apenas 30 segundos que son más que suficientes para comprobar el subidísimo tono de la última creación de la artista neoyorquina. La tónica general de esta reina de la provocación. Lady Gaga tumbada en una camilla, Kelly haciendo de doctor salidorro que mira por debajo de la sábana, ella que gime, él que pone posturitas... Y Terry Richardson que aparece por allí echando fotos mientras Stefani Joanne Angelina Germanotta se reboza, como Dios la trajo al mundo, sobre un montón de recortes de periódico. Un trabajo que, sin embargo, y según la propia página de cotilleo, Lady Gaga desechó poco antes de ver la luz «por falta de tiempo, traiciones y otras excusas vagas". Fuentes citadas por el New York Post señalan, en cambio, que la decisión de parar la publicación del vídeo se debió al escándalo en el que se ha visto envuelto Richardson, y que hizo recular a los asesores de la cantante y a la propia Lady Gaga.
    Que se sepa, es la primera vez que Lady Gaga se autocensura. Sin embargo, ya está acostumbrada a que otros metan la tijera desde fuera. Las autoridades chinas, por ejemplo, se las ven y se las desean para bendecir sus discos (que salen al mercado con importantes modificaciones, eso sí) y algunos de sus temas más célebres, como Alejandro (uno de los primeros, en el que se vestía de monja con una cruz invertida y en posturas eróticas con varios hombres a la vez) no han obtenido el visto bueno ni en su propio país, adalid del puritanismo. Eso ya ocurría, por cierto, cuando Miley Cyrus todavía no había salido de Hannah Montana.

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