sábado, 14 de marzo de 2015

LIGA FUTBOL, VALENCIA -2- DEPORTIVO -0-./ LIGA FUTBOL , ESPANYOL-0- AT. MADRID -0-,./ LIGA FUTBOL, RAYO-3 - GRANADA-1-,. / LIGA FUTBOL EIBAR-0- BARCELONA-2-,./ TRAZOS, A QUEMARROPA, LAS MANZANAS VERDES, IÑAKI URIARTE O VIVIR Y DEJAR VIVIR,..

TÍTULO: LIGA FUTBOL, VALENCIA -2- DEPORTIVO -0-.
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VALENCIA -2- DEPORTIVO -0-.

El equipo de Nuno tiró de su pegada al contragolpe para llevarse la victoria frente a los gallegos. Parejo y Alcácer mantienen la racha como locales,.
Los hombres de Nuno Espíritu Santo se mantienen en la lucha después de su meritorio empate frente al Atlético de Madrid la pasada jornada, y no pierden desde que los hicieran contra el Málaga en la jornada 21. Por su parte el Deportivo de la Coruña no consigue la victoria desde la jornada 22 cuando se impusieron al Eibar.
En el minuto 59, una buena contra dirigida por André Gomes permitió a Piatti disparar desde dentro del área, paró bien Fabricio pero en el rebote un Juanfran pasado de revoluciones derribó claramente al argentino. Penalti a favor del Valencia que transformaba Parejo desde los once metros. Con la ventaja del Valencia el juego se esclareció y llegaron los cambios en los locales, Rodrigo y Negredo dejaron paso a Feghouli y Paco Alcácer, y fueron ellos precisamente los protagonistas del gol de la tranquilidad.
Una jugada embarullada dentro del área dejó el balón a Piatti, el argentino encontró casi sin querer al recién entrado Feghouli que colocó un pase de la muerte para que Alcácer, en el segundo balón que tocaba, colocase el segundo en el marcador.

TÍTULO:  LIGA FUTBOL ,  ESPANYOL-0- AT. MADRID -0-,.
 RESULTADO FINAL / foto,.
ESPANYOL-0- AT. MADRID -0-,.

Miranda y Kiko Casilla frenan al Atlético y le dejan cuarto

El central fue expulsado en el 46’ por un duro codazo y el portero evitó una victoria que el equipo colchonero mereció. El Valencia supera al Atleti en la tabla

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  RESULTADO FINAL / foto,.

  RAYO-3 - GRANADA-1-,.

El Rayo Vallecano remonta con dos goles más de Bueno,.

TÍTULO:  LIGA FUTBOL  EIBAR-0- BARCELONA-2-,.

  RESULTADO FINAL / foto,.

 EIBAR-0- BARCELONA-2-,.

El doblete de Messi le asegura al Barça llegar líder al Clásico

Solventó la papelete en Ipurua a balón parado: marcó uno de penalti y otro de cabeza en una estrategia de córner. El 10 ya es pichichi en solitario antes de recibir a Cristiano.

 TÍTULO: TRAZOS, A QUEMARROPA, LAS MANZANAS VERDES, IÑAKI URIARTE O VIVIR Y DEJAR VIVIR,.


TRAZOS, A QUEMARROPA, LAS MANZANAS VERDES, IÑAKI URIARTE O VIVIR Y DEJAR VIVIR,. fotos,.
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Reseña del libro de Iñaki Uriarte “Diarios (2008-2010)”(http://bit.ly/1AFyDPr)
[Iñaki Ezkerra, ‘ElCorreo’, Marzo 2015]

Iñaki Uriarte publicó en 2010 el primer volumen de sus ‘Diarios’, que correspondía, como señalaba la portada, a un período comprendido entre 1999 y 2003. Quien, al comprarlo, pensó que lo que le había sucedido a su autor en el paréntesis temporal de esos cuatro años en el que se centraban aquellas páginas debía de ser algo muy importante (tanto que merecía que se publicase una década después) se equivocaba de cabo a rabo. En aquel libro no pasaba nada relevante ni en un sentido colectivo ni en el personal. Ni nos contaba los secretos mejor guardados de cómo se planearon los atentados de las Torres Gemelas ni “todo lo que debíamos que saber” sobre la primera legislatura del aznarismo ni la experiencia de alguien que ha salido victorioso de su lucha contra la mafia o la adicción al bingo. Nada menos ambicioso ni ejemplar que la propuesta literaria de este escritor. Iñaki Uriarte nos hablaba de su gato, de cómo se lo encontró en la puerta del Parador de Teruel y le puso de nombre Borges; de los placeres medianos y razonables de una vida tranquila; de su aversión al trabajo; de sus lecturas, sus preferencias intelectuales y sus ocurrencias siempre ingeniosas, francas y muy personales. El libro tuvo una excelente acogida hasta el punto de que recibió el Premio Euskadi y el Tigre Juan. Desde entonces, Uriarte ha ido ganando más y más lectores, muchos incondicionales. Al año siguiente, en 2011, nos llegó una segunda entrega (‘2004-2007’) y ahora nos llega la tercera, que abarca del 2008 al 2010. La propuesta sigue siendo la misma: fragmentos sueltos y cortos que ocupan rara vez una página entera y a veces no alcanzan a las cinco líneas en los que sigue informándole al lector de lo que piensa de la vida y de la gente; de un viaje por la campiña francesa o una breve estancia en Berlín; de un paseo con periódico incluido o de su tendencia a leer en internet a personajes que le disgustan; del alivio que siente cuando uno de esos personajes cierra su blog por vacaciones; de anécdotas y recuerdos familiares de los que jamás extrae una moraleja sino la sonrisa del lector; de autores vivos a los que, por una confesa incapacidad para el elogio, nunca les pone muy bien, y, por supuesto, de su gato, para el que reserva las mayores delicadezas dando la razón a la tesis de Paloma Díaz. Mas de que son esos felinos lo que domestican a sus dueños y no a la inversa. Si el gato de Iñaki Uriarte escribiera, no le veo diciendo lo que, con valiosa sinceridad, dice de Vargas Llosa: que “su obra no emite esa resonancia propia de los mejores”.

En realidad, el peor parado en estos ‘Diarios’, como en los anteriores, es el propio autor y por voluntad propia. En un momento dice: “Soy un erudito en citas que me desaniman a publicar”. Es cierto. Estamos ante un criticón desinteresado que no se propone como modelo de nada y que tira piedras contra su propio tejado; que no quiere convencer de anda a nadie ni vender ninguna moto. No estamos ante un sibarita ni ante un vividor sino más bien ante un epicúreo de la calle Elcano que no se excede ni en el epicureísmo siquiera y que agradece los regalos grandes o pequeños que le ha dado la existencia: esas lecturas de las que sabe siempre extraer un comentario lúcido y divertido, el gusto por la conversación y la amistad sin fines utilitarios, la indolencia que adora y se ha podido permitir o los platos que saborea y tolera su diabetes. No es un sibarita un tipo que sabe disfrutar de un sitio como Benidorm. Estamos ante el excepcional caso de alguien que denuncia que “la vida ha sido injusta con él pero a su favor”.
Probablemente, la clave del éxito de Iñaki Uriarte y de sus ‘Diarios’, de los que ahora se edita un tercer volumen que no desmerece en anda de los anteriores, reside en que su propuesta –ese canto a la modesta felicidad de la vida privada- nos llega en una época caracterizada por el más estrepitoso fracaso de lo público. Frente a los expresidentes de gobierno que publican unas memorias de automaquillaje en las que no reconocen los errores que les arrebataron el poder y en las que siguen haciendo extemporáneas campañas de sí mismos, o frente a los que toman las tribunas para erigirse en grandes moralistas, Uriarte vive y deja vivir hablándonos de lo que le pasó y pensó un donostiarra que nació en Nueva York, que reside en Bilbao y que da la casualidad de que es él mismo. Nos habla con una voz que suena a verdadera y eso es mucho. Más que ser importante. La voz de un señor particular que, contra su naturaleza, nos abre la puerta de su casa y de sus costumbres. El reproche de que cuenta solo minucias cotidianas no es una objeción sólida. ¿De qué otra cosa hablan los ‘Ensayos’ de Montaigne y todos los libros que adoramos sino de esa minucia que es la vida?

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ñaki Uriarte publicó en 2010 el primer volumen de sus ‘Diarios’, que correspondía, como señalaba la portada, a un período comprendido entre 1999 y 2003. Quien, al comprarlo, pensó que lo que le había sucedido a su autor en el paréntesis temporal de esos cuatro años en el que se centraban aquellas páginas debía de ser algo muy importante (tanto que merecía que se publicase una década después) se equivocaba de cabo a rabo. En aquel libro no pasaba nada relevante ni en un sentido colectivo ni en el personal. Ni nos contaba los secretos mejor guardados de cómo se planearon los atentados de las Torres Gemelas ni “todo lo que debíamos que saber” sobre la primera legislatura del aznarismo ni la experiencia de alguien que ha salido victorioso de su lucha contra la mafia o la adicción al bingo. Nada menos ambicioso ni ejemplar que la propuesta literaria de este escritor. Iñaki Uriarte nos hablaba de su gato, de cómo se lo encontró en la puerta del Parador de Teruel y le puso de nombre Borges; de los placeres medianos y razonables de una vida tranquila; de su aversión al trabajo; de sus lecturas, sus preferencias intelectuales y sus ocurrencias siempre ingeniosas, francas y muy personales. El libro tuvo una excelente acogida hasta el punto de que recibió el Premio Euskadi y el Tigre Juan. Desde entonces, Uriarte ha ido ganando más y más lectores, muchos incondicionales. Al año siguiente, en 2011, nos llegó una segunda entrega (‘2004-2007’) y ahora nos llega la tercera, que abarca del 2008 al 2010. La propuesta sigue siendo la misma: fragmentos sueltos y cortos que ocupan rara vez una página entera y a veces no alcanzan a las cinco líneas en los que sigue informándole al lector de lo que piensa de la vida y de la gente; de un viaje por la campiña francesa o una breve estancia en Berlín; de un paseo con periódico incluido o de su tendencia a leer en internet a personajes que le disgustan; del alivio que siente cuando uno de esos personajes cierra su blog por vacaciones; de anécdotas y recuerdos familiares de los que jamás extrae una moraleja sino la sonrisa del lector; de autores vivos a los que, por una confesa incapacidad para el elogio, nunca les pone muy bien, y, por supuesto, de su gato, para el que reserva las mayores delicadezas dando la razón a la tesis de Paloma Díaz. Mas de que son esos felinos lo que domestican a sus dueños y no a la inversa. Si el gato de Iñaki Uriarte escribiera, no le veo diciendo lo que, con valiosa sinceridad, dice de Vargas Llosa: que “su obra no emite esa resonancia propia de los mejores”.
En realidad, el peor parado en estos ‘Diarios’, como en los anteriores, es el propio autor y por voluntad propia. En un momento dice: “Soy un erudito en citas que me desaniman a publicar”. Es cierto. Estamos ante un criticón desinteresado que no se propone como modelo de nada y que tira piedras contra su propio tejado; que no quiere convencer de anda a nadie ni vender ninguna moto. No estamos ante un sibarita ni ante un vividor sino más bien ante un epicúreo de la calle Elcano que no se excede ni en el epicureísmo siquiera y que agradece los regalos grandes o pequeños que le ha dado la existencia: esas lecturas de las que sabe siempre extraer un comentario lúcido y divertido, el gusto por la conversación y la amistad sin fines utilitarios, la indolencia que adora y se ha podido permitir o los platos que saborea y tolera su diabetes. No es un sibarita un tipo que sabe disfrutar de un sitio como Benidorm. Estamos ante el excepcional caso de alguien que denuncia que “la vida ha sido injusta con él pero a su favor”.
Probablemente, la clave del éxito de Iñaki Uriarte y de sus ‘Diarios’, de los que ahora se edita un tercer volumen que no desmerece en anda de los anteriores, reside en que su propuesta –ese canto a la modesta felicidad de la vida privada- nos llega en una época caracterizada por el más estrepitoso fracaso de lo público. Frente a los expresidentes de gobierno que publican unas memorias de automaquillaje en las que no reconocen los errores que les arrebataron el poder y en las que siguen haciendo extemporáneas campañas de sí mismos, o frente a los que toman las tribunas para erigirse en grandes moralistas, Uriarte vive y deja vivir hablándonos de lo que le pasó y pensó un donostiarra que nació en Nueva York, que reside en Bilbao y que da la casualidad de que es él mismo. Nos habla con una voz que suena a verdadera y eso es mucho. Más que ser importante. La voz de un señor particular que, contra su naturaleza, nos abre la puerta de su casa y de sus costumbres. El reproche de que cuenta solo minucias cotidianas no es una objeción sólida. ¿De qué otra cosa hablan los ‘Ensayos’ de Montaigne y todos los libros que adoramos sino de esa minucia que es la vida?

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