sábado, 21 de noviembre de 2015

REVISTA MUJER HOY PORTADA DE CERCA - Cara Delevingne Kate Moss Juego de reinas ,./ SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - VERDASCO Y LA MARCA CRUSSET,.

TÍTULO: REVISTA MUJER HOY PORTADA DE CERCA - Cara Delevingne Kate Moss Juego de reinas ,.

Kate Moss y Cara Delevingne juntas-foto--Cara Delevingne & Kate Moss: Juego de reinas,.

Las normas se hicieron para ellas. Son las antimodelos con más éxito de la historia. Sus vidas están llenas de paralelismos y ahora se cruzan gracias a Mango. Hablamos un tándem cómplice y ganador. 
Es prácticamente imposible ir por la calle y no mirarlas, incluso esbozar una sonrisa, cuando te topas con un cartel de la campaña de Mango para este otoño-invierno. Ahí están. Son Cara & Kate. O Kate & Cara. Hasta la unión de sus nombres suena bien. Como Thelma & Louise o Bonnie & Clyde. Una tándem compenetrado y letal.
Burberry las retrató juntas por primera vez luciendo la quintaesencia del british style, una gabardina marca de la casa, y Mango ha tomado el relevo bajo el eslogan #SomethingInCommon. Toda una declaración de intenciones. Porque ambas son típicamente londinenses, transgresoras, divertidas, auténticas y poseedoras de una belleza con personalidad. Una pareja a la que nunca dirías que no si te invitaran a una fiesta.
"Las dos vivimos la vida a tope, sabemos disfrutar con lo que hacemos", explica Kate Moss mientras Cara Delevingne asiente con una divertida mueca. La primera de las muchas que hace a lo largo de la entrevista que conceden a Mujerhoy en la megatienda que la firma española acaba de inaugurar en el Corso Vittorio Emanuele de Milán.
Son las 11 de la mañana y cae el diluvio universal, pero eso no ha impedido que miles de jóvenes pasen la noche en la calle para verlas de cerca. Llegan sin apenas retraso y posan durante unos minutos en el photocall con una banda sonora de fondo inconfundiblemente italiana. Es decir, muchos (y muy estridentes) gritos. "¡No me atrevía a salir del coche!", diría luego Cara Delevingne.
Cada una, fiel a su estilo. Kate, con ese outfit tan suyo que podrías reconocerla aunque la vieras de espaldas: pitillo negro, chaqueta corta del mismo color, camisa blanca y botines de tacón. "Me hubiera gustado ser una estrella de rock y salir de gira en autobús con mi banda", reconoce Kate Moss en un guiño a su look. Y Delevingne, parka verde, vestido corto negro, botas militares y las manos cuajadas de anillos que comparten protagonismo con el famoso león tatuado que ruge en su índice derecho. "Yo taxista, así no tendría que ir nunca al trabajo andando. ¡O astronauta!", bromea Cara Delevingne. Y otra mueca más...
  • Mucho más que colegas
Casi dos décadas las separan. Cara Delevingne acaba de cumplir 23 años y Kate se acerca a los 42. Y se nota. No solo por las incipientes arrugas que Kate Moss, sabiamente, se niega a borrar. La ley de vida respeta a las modelos menos que a nadie, y si una encarna el pasado y el presente de la moda ¡que nadie cometa el error de pensar que Kate está en las últimas!, la otra es el futuro.
La prueba es que, según la lista Forbes de modelos de 2014, Kate Moss descendió al puesto número 13 y ganó cuatro millones de euros, mientras que Cara Delevingne ocupó la segunda posición e ingresó exactamente el doble. Tampoco está mal para alguien que, como Kate Moss, lleva 25 años en primera línea de fuego.
"Yo solo me imagino el futuro trabajando -asegura-Soy adicta al trabajo, lo he sido siempre, pero ahora me tomo las cosas de otra manera. Al principio de mi carrera no paraba las 24 horas del día, me pasaba la vida en aviones y hoteles, pero ahora solo hago aquello que es tan bueno que no puedes negarte. Si hay algo que aconsejo a las modelos que están empezando es que sean ellas mismas y no digan que sí a todo".
Y Cara Delevingne no ha dudado en hacerle caso. Lo reconoció públicamente hace unas semanas en la cumbre Women in the World que se celebró en Londres. "Sé que soy una afortunada, pero tuve psoriasis y me provocó una depresión. Necesitaba que alguien me dijera que me tomara un descanso y parara. Y fue Kate Moss quien lo hizo y quien me ayudó a levantarme".
Practicar yoga y escribir, sobre todo poesía, hicieron el resto. Porque lo que no está tan claro es que el futuro de Cara Delevingne pase por la moda. De hecho, llegó a correrse el rumor de que la abandonaba por el cine ha participado en 'Pan y en El rostro de un ángel', dirigida por el prestigioso Michael Winterbottom, y tiene pendiente 'Escuadrón suicida,' pero ella lo desmiente: "Me gusta la moda y no voy a dejarla, pero sé que puedo hacer muchas más cosas. Desde que era pequeña, lo que me fascina es la música y la interpretación. Me encantaría dirigir una película o, si fuera lo suficientemente rica, crear una discográfica. Admiro a las mujeres que logran sus sueños, como Angelina Jolie o Meryl Streep". ¿Y Kate Moss, a quién admira? "A las mujeres fuertes e independientes que no tienen miedo a mostrarse como son, como Anna Wintour", dice.
  • La revolución Moss 
Kate es una de las mejores modelos de la historia. Si no la mejor. Y no es un eslogan publicitario. Cuando a finales de los 80 todavía reinaban las grandes tops Naomi, Cindy, Claudia y compañía, nadie daba un duro por esa quinceañera aparentemente frágil, de aspecto aniñado y belleza imperfecta.
Pero llegó un desfile para John Galliano, su auténtico mentor junto con el fotógrafo Mario Testino, la mítica portada de The Face en la que luce pecas y un penacho indio y la polémica imagen desnuda para Calvin Klein Jeans, y la adolescente de clase media descubierta en un aeropuerto a la vuelta de unas vacaciones familiares se transformó en el objeto de deseo de todo el que tenía algo que decir en el universo de la moda. Y hasta hoy.
Ha posado para más de 300 revistas, ha prestado su imagen para todas las firmas de moda imaginables y ha inspirado a artistas como Bansky, Damien Hirst o Lucian Freud, autor de un desnudo de la modelo que se vendió por cinco millones y medio de euros en una subasta. Da igual que apenas llegue al 1,70 de estatura, que tenga las piernas más torcidas que hayan subido a una pasarela o que su sonrisa muestre unos dientes imperfectos.
Mira a cámara, alza sus majestuosos pómulos y el mundo se detiene. "Es guapa y carismática. Diferente. Tiene una gran presencia y transmite mucha energía", ha dicho el diseñador Marc Jacobs. Ni siquiera las acusaciones de anorexia que le acompañaron en sus comienzos, su turbulenta vida sentimental o el polémico episodio de la cocaína han hecho mella en su leyenda. Entre otras cosas, porque decidió seguir al pie de la letra el consejo que le dio el actor Johnny Deep cuando eran novios: "Nunca te quejes, nunca te expliques".
En sus palabras: "Solo me siento responsable de mis actos de cara a algunas de las personas que me rodean. Si vives pendientes de los demás, que tienden a juzgarte, no vives tu vida". Eso explica que no haya ni rastro de Kate Moss en las redes sociales. "Es opuesto a mí, no podría hacerlo", afirma.
  • Todas adoran a Cara 
Todo lo contrario que Cara Delevingne, que tiene 21 millones de seguidores en Instagram y cuatro en Twitter, que son fieles a sus andanzas, su compromiso y su sentido del humor. Porque lo mismo muestra imágenes de ella semidesnuda que se suma al movimiento por la aprobación del matrimonio gay en EE.UU. o sube sus famosos vídeos de Dubsmash, en los que canta, baila y hace el payaso.
Porque sí, Cara Delevingne es una gamberra adorable y las más jóvenes la idolatran por eso. Pero ella desmitifica su profesión a la primera de cambio "la moda mueve demasiado dinero, ¿no?", dice al final de la entrevista, da muestras de su carácter cuando es necesario "parezco un animal en un zoológico, solo espero que los paparazzi se sientan alguna vez como hacen sentirme a mí", declararía al día siguiente en Milán y vive ajena a los comentarios sobre su ambigua vida sexual.
No había más que verla en el front row de la última London Fashion Week mirando con dulzura a su acompañante, la cantante Annie Clark, más conocida como St. Vincent y 10 años mayor que ella. Porque, a pesar de sus orígenes aristocráticos es descendiente de vizcondes y lores, y hermana de la it girl Poppy Delevingne, le gusta rodearse de otros espíritus libres, como Rita Ora, Rihanna o Kendall Jenner.
Empezó posar a los 10 años influida por su madre, exmodelo y actual jefa de compras de los almacenes Selfridges, y se curtió como imagen de la firma on line Asos, pero hasta que el maestro Karl Lagerfeld no posó su varita mágica sobre ella, no ascendió a primera división.
Todo un soplo de aire fresco entre las clónicas modelos de su generación. Un rostro diferente y expresivo que emerge tras su seña de identidad: unas cejas grandes y pobladas. "Mi hija también la adora reconoce Kate Moss espontáneamente. No le interesa este mundo y no quiere venir a una sesión de fotos, porque si has crecido entre fotos acabas odiándolas, pero si trabajo con Cara Delevingne, me lo suplica".
El tiempo ha pasado rápido y toca apagar la grabadora. Fuera continúa lloviendo y sus admiradores siguen esperando ante la puerta de Mango. Cara Delevingne capta la escena para subirla a Instagram y Kate Mosssale a fumar un cigarrillo. Pues eso. Cara & Kate. O Kate & Cara, que para algo están los galones.
Kate, En el foco
  • Pese a que su físico no le auguraba una carrera exitosa, su carisma le ha permitido estar en lo alto durante más de dos décadas.
  • La revista Time la seleccionó en 2008 como una de las personas más influyentes.
  • Según Forbes, sigue estando entre las modelos con mayores ingresos, en el puesto decimotercero.
Cara, Difícil de clasificar
  • La singularidad se cotiza al alza y de esto sabe mucho esta joven londinense.
  • Modelo del año por duplicado, en los Premios de la Moda Británica 2012 y 2014, y la segunda mejor pagada del mundo.
  • Sus intereses no se restringen a la pasarela. Ya ha hecho trabajos en el cine y la música.
 TÍTULO:  SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - VERDASCO Y LA MARCA CRUSSET,.

-foto--Verdasco y la 'marca' Crusset,.

  • Rocío Crusset y Fernando Verdasco. :: R. C.«Soy un hombre muy clásico», confiesa el tenista. «Me he cambiado el apellido para no tener que hablar de mis padres», advierte la hija de Mariló,.

    Un chico, una chica. Un aeropuerto. Y un flechazo. «¿Puedo seguirte?», le pregunta él a ella (en inglés). Y ella le responde escribiéndole su número de teléfono en el dorso de la mano. Él es el tenista Fernando Verdasco. Ella, la modelo Rocío Crusset. Ambos se han convertido en los protagonistas del spot navideño de la marca de ropa Springfield, un anuncio en plan 'Vuelve a casa, vuelve', pero en versión 'fashion'. A pesar de la evidente química y fotogenia que emana de esta nueva pareja artística, lo cierto es que cada uno mantiene por su parte una relación estable. Verdasco sale con Ana Boyer, la hija de Isabel Preysler. Y Crusset, con Jaime Soto, hijo del cantante José Manuel Soto. Pero el miércoles pasado, Fernando y Rocío volvieron a ser pareja ante los focos para presentar oficialmente el spot. Y los dos (ella más que él) dieron lugar a momentos imborrables...
    Ser la hija de Carlos Herrera y Mariló Montero no es cualquier cosa. Sin embargo, Rocío Crusset prefiere obviarlo. La prensa quería conocer su opinión sobre las comentadísimas intervenciones de sus padres en el programa de Bertín Osborne 'En la tuya o en la mía'. Y Rocío, que en temperamento ha salido a mamá, no quiso colaborar. «Me he cambiado el apellido para crear una marca propia y para seguir un camino propio. Así que no voy a contestar a eso. Hay preguntas mucho mejores que me podríais hacer». Y acto seguido pasó a enumerarlas: «¿Qué tal Springfield? ¿Cómo me ha ido la campaña? ¿Qué tal con Fernando? ¿Cómo me veo en el mundo de la moda? ¿Qué como o qué dejo de comer...?».
    Curioso que la hija de Mariló (una de las pocas modelos estupendas y en su peso) desee que le interroguen sobre su dieta, pero así es ella: genio y figura. Crusset, la modelo (no la marca) se instalará en breve en Londres y todavía no se ha planteado cómo afectará la distancia a su relación de pareja. «No le tengo miedo a nada», afirma. Y, como el anuncio del Euromillón, tampoco tiene sueños pequeños. Anhela comerse algún día la Gran Manzana. «De momento, voy a empezar por Europa». Como actriz, dice haberse sentido cómoda en el corto compartido con Verdasco, pero nunca se desnudaría ante la cámara... «Eso es algo cultural, una forma de expresar arte -asegura-, sin embargo, no es el perfil que estoy buscando». De ideas clarísimas, Rocío no le pide consejos a su madre. «Se los pido a mi agente, que es el que sabe».
    Menos rotundo, Fernando Verdasco restó como pudo las bolas de 'break' que le llegaban desde todos los ángulos... ¿Qué tal es la convivencia con Ana Boyer? ¿Qué te ha regalado por tu cumpleaños? ¿Queréis casaros, tener hijos? ¿En qué orden? ¿Qué tal te llevas con Isabel Preysler? ¿Qué te parece Vargas Llosa? ¿Se casarán ellos antes que vosotros? ¿Quién cocina en casa? ¿Compartís perro?
    Faltan los muebles
    Tras condenar los atentados de París, ciudad en la que estuvo hace dos semanas («El mundo está un poquito loco, pero no podemos estar a expensas de esa gente»), el tenista pasó a hablar de su nueva vida en pareja. Y la realidad es que aún no se han podido instalar del todo en su nuevo nidito de amor, «porque estamos esperando a que nos traigan los muebles». Cuando están juntos, Ana es la que cocina. «Cosas muy sanas y sencillas, tampoco hay que ser Master Chef. Y para un cocido ya tenemos los restaurantes», precisó Fernando. Volvió a desmentir que Ana Boyer haya huido del hogar materno ante la llegada inminente de Vargas Llosa y reiteró su admiración por Isabel Preysler, «una mujer increíble». «Si se casa y me invita a la boda iré encantado».
    Verdasco, que fue séptimo en el ranking de la ATP y ahora ocupa el puesto 43, cumplió el pasado domingo 32 años y su novia le regaló un reloj. «No es de pedida», se vio obligado a aclarar el tenista. En cuanto a su boda, «llegará algún día, pero sin forzarlo». Los hijos vendrán después de casados porque «para eso soy un hombre muy clásico». «La verdad es que Ana y yo tampoco pasamos mucho tiempo juntos. Yo no paro de viajar y ella trabaja muchísimo», declaró el tenista en un ataque de sinceridad... Rasgo que se agradeció, en contraste con el frío hermetismo de Crusset. La marca, no la modelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario