sábado, 26 de diciembre de 2015

REVISTA MUJER HOY PORTADA DE CERCA - Paula Ortiz e Inma Cuesta: A la luz de Lorca,./ SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - Un regalo para Marian,.

TÍTULO: REVISTA MUJER HOY PORTADA DE CERCA -- Paula Ortiz e Inma Cuesta: A la luz de Lorca,.

Entre directora y actriz han convertido en puro cine los versos de amor, pasión y celos de 'Bodas de sangre'.  Paula Ortiz e Inma Cuesta: A la luz de Lorca, foto.
 
Entre directora y actriz han convertido en puro cine los versos de amor, pasión y celos de 'Bodas de sangre'. Una versión Una versión libre que, con 12 nominaciones, es una de las favoritas para los Goya. 
Una mujer arrastra los pies por la tierra seca y polvorienta de un paisaje desértico. Tiene la mirada vacía, sus enaguas de novia cubiertas de sangre y lleva de las riendas un caballo cansado bajo el peso de dos hombres muertos. Así es como arranca 'La Novia', segunda película de la directora Paula Ortiz, una adaptación libre y fiel de 'Bodas de sangre', protagonizada por Inma Cuesta. Y que nadie nos acuse de desvelar el final, porque es la primera escena y porque, además, el drama es bien conocido. Es una gran historia de amor y una de las tragedias más bellas del imaginario español.
  • Viviendo en verso
"Porque tú crees que el tiempo cura y que las paredes tapan, y no es verdad. ¡Cuando las cosas llegan a los centros, ya no hay quien las arranque!". Paula Ortiz e Inma Cuesta coinciden al elegir sus versos favoritos y los recitan cediéndose la palabra la una a la otra. Pero tienen otras muchas cosas en común, entre ellas, la misma edición de esta obra de Federico García Lorca que era su libro de cabecera cuando eran dos adolescentes ávidas de lecturas y emociones.
Comparten confidencias con una complicidad fraguada en la dureza del rodaje, en el que se vieron las caras no solo con la intensidad de la historia, la dificultad del verso y del complejo universo lorquiano, también con la dureza física de un terreno desolado y azotado por un cierzo feroz. El resultado es una película de belleza hipnótica (con 12 nominaciones a los premios Goya), que consagra a Paula Ortiz como una directora a la que no debemos (ni queremos) perder de vista y a una Inma Cuesta que cambia radicalmente de registro para sumergirnos en un drama sobrecogedor.
"No había otra forma de llevar a este personaje a la altura que se merece más que sufriendo, abriéndome en canal el alma y el corazón. Ha sido lo más salvaje, visceral y sobrehumano que he hecho hasta ahora". Una historia que nos enfrenta con todas las contradicciones de la naturaleza humana: vida y muerte; pasión y razón; libertad y represión. De todo eso conversan directora y actriz, empezando por el principio: ¿por qué volver a Lorca?
Paula Ortiz. ¿Y por qué no? Es una de las figuras más lúcidas y más luminosas que hemos tenido; uno de los faros de nuestra cultura. El mundo de Bodas de sangre es tremendamente atractivo, esa luna, esa tierra, esa novia, esa madre... Es la primera obra de Lorca que descubrí y para mí es la más esencial porque habla de una manera muy de entrañas sobre el amor y la muerte. ¿Quién no querría sumergirse en esa historia?
Inma Cuesta. Cuando éramos adolescentes, las dos teníamos la misma edición de Austral, en la que venían Bodas de sangre y Yerma. A mí me la regaló un tío mío cuando soñaba con ser actriz. Desde ese día se convirtió en uno de mis libros de cabecera: memorizaba textos y los recitaba. Así que cuando Paula me ofreció ser la novia, se me desbocó el corazón... ¡Pero ya me sabía media obra!
Paula. Descubrir a Lorca te conmociona, porque su obra tiene una gran potencia a muchos niveles: emocional, estético, ético... Yo agradezco a mis pades que me ayudaran a mirar en verso.
Inma. Mi madre me cuenta que a los cuatro años era muy atrevida y ya andaba yo subida en las mesas recitando... Bueno, y haciendo estriptis. Sí, tenía vocación precoz para las dos cosas. Afortunadamente, una se me pasó... [Risas]
Paula. Mis padres eran profesores de Literatura. Nunca me obligaron a leer nada, que creo que es una de las claves de la educación, pero he tenido siempre a mi disposición todos los libros, las películas, los cuentos, las fábulas... y detrás casi sin remedio vas tú. Ellos me han dado la confianza en la imaginación y en la creatividad y me han dado vía libre. El librepensamiento, que no es tan fácil.
Inma. Yo tuve la suerte de tener un padre que todas las noches me contaba cuentos mitológicos (Ulises, Penélope, cíclopes, unicornios...) y todo eso me hacia imaginar. Pero lo de meterme en el mundo de Lorca fue intuitivo. Dice mi madre que yo era una niña con ansia por los libros.
  • El valor de la cultura
Paula. Yo he sido también muy feliz leyendo y viendo películas. En un texto que escribió Lorca para la inauguración de la biblioteca de su pueblo explicaba muy bien ese sentimiento. Decía que cuando leía un libro, asistía a un cocierto o a una obra de teatro era tan, tan feliz, que se ponía un poco triste porque quería que todo el mundo experimentara esa misma sensación. Ese es el poder de la cultura, que es un acto de solidaridad y de amor. Y eso se educa otorgándole ese valor como vía de felicidad y de unión.
Inma. A pesar de que muchas veces se considere como algo innecesario.
Paula. Exacto. Parece que es un adorno, la última capa superflua de la sociedad que se puede sacrificar. Yo en clase [es profesora de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Barcelona] insisto mucho porque quiero que mis alumnos asimilen que nuestra profesión es tan socialmente imprescindible como otras. Sin los hilos de esencialidad y de sentido vital que tejen los narradores, los intérpretes, los músicos... nos deshumanizaríamos.
Inma. Por eso este ha sido un reto y una gran responsabilidad, porque es una obra universal. Ser La novia de Bodas de sangre es un honor y un vértigo... Yo siempre digo que cuando me muero de ganas y a la vez de miedo es cuando tengo que lanzarme.
Paula. Sus temas siguen estando presentes en cualquier lugar del mundo. El amor, la venganza, los celos, pero sobre todo, la fuerza creadora y abrasadora del deseo.
Inma. Creo que Lorca estaría satisfecho con el resultado. Lo hemos tenido presente durante todo el rodaje. Lo invocábamos continuamente: "Federico, ¿te ha gustado? Federico, ¿estás contento?". Y sí he sentido que además nos contestaba, de alguna manera. Durante una secuencia importantísima se me posó una mariposa blanca, y yo me movía de un sitio a otro, y ella volaba de mi brazo al pelo, o al vestido, pero no se iba. Me pareció muy mágico. También en la escena en la que los dos hombres están a punto de matarse, cruza la mariposa por delante. Ha sido un rodaje muy mágico, con una energía muy espiritual.
  • Una presencia sutil
Paula. Y también había un búho que nos observaba siempre, estaba en la casa de la novia. El equipo le bautizó como Federico. Cuando tú estabas en la bañera, estaba en la viga.
Inma. ¡No me digas! ¡Federico me estaba viendo desnuda! [Risas] La película es absolutamente fiel a su obra, a ese mundo onírico y surrealista. Es poesía pura, es belleza en cada plano, y creo que él estaría muy contento de que ese universo femenino y esa visión tan delicada que tenía haya sido reinterpretada por una mujer.
Paula. Porque Lorca es un escritor de mujeres. Ha creado los más grandes personajes femeninos, madres, novias, criadas... Son diosas, fuerzas de la naturaleza: las destructoras, las criadoras... Tu personaje y el de la madre tienen dentro la fuerza de la creación y de la destrucción, y del amor y de la muerte. Él tenía esa sensibilidad para calar en su alma, en sus contradicciones.
Inma. Qué curioso que ciertos personajes te lleguen cuando puedes entenderlos, porque yo años atrás no hubiera entendido a la novia, en esa lucha interior por elegir. Ella quiere a esos dos hombres, pero uno es la pasión y la locura, y el otro es un compañero tranquilo. Uno está en la cabeza y en el corazón, pero el otro está aquí [señala el vientre] aquí [el pecho] y no lo puedes contener. La entendí muy bien desde el principio, porque eso me ha pasado. De repente, una vive un amor de esos que se te agarran y te vuelven un poco loca y entonces entiendes muchas cosas.
Paula. En la vida hay que experimentarlos los dos, el amor sereno y el arrebatado. Claro que aquel era un tiempo en el que vivían con una represión brutal, que García Lorca capta en toda su dimensión.
Inma. "¿Tú sabes lo que es casarse, criatura?", dice la madre. ¿Quién lo va a saber? Hasta que no te casas nadie lo sabe.
Paula. [Risas] Nos hemos ido a juntar dos que no creemos nada en la institución del matrimonio. Yo sí creo en el compromiso, pero los papeles...
Inma. En el corazón no hay papeles ni altares que manden. Yo creo en el amor absolutamente, pero no en firmas, ni en documentos. Jamás he soñado con bodas. Así que ya se lo he dicho a mi madre: "Si tenías ganas de verme de novia, ya me has visto!" [Risas]. Menos mal que mis padres son muy modernos y no nos dan la lata con esas cosas.
  • La belleza imperativa
Paula. Pero aquellos eran otros tiempos. Y Lorca capta muy bien esa ansia de libertad tan fuerte en el contexto de puerta cerrada en el que vivían las mujeres. Esa frase que dice "Un hombre, unos hijos y una pared de dos varas de ancho para todo lo demás" no puede ser más clara y reveladora. De hecho, la obra está inspirada en un suceso real, y Paca "la coja", la verdadera novia, vivió hasta finales de los 80 encerrada en su casa.
Inma. "Valiente y sola en tu casa a envejecer y a llorar"... Yo no me hubiera quedado en mi casa, ya te lo digo. No soy de las que siguen las reglas ni se amoldan a los convencionalismos. Pero soy de pueblo y entiendo la presión de los sitios pequeños.
Paula. Lo que yo he visto en mi familia es que en los pueblos, donde las condiciones de vida son mas duras, las mujeres se rescatan a sí mismas a través de la belleza. Esos momentos en los que se reúnen en torno al tocador, o se juntan a bordar, o a leer... son los pequeños detalles de la construcción diaria de la belleza que han hecho siempre a lo largo de la historia. Así hacen que el mundo sea mejor y que la vida merezca la pena. Porque la belleza importa, es imperativa. La estética va siempre pegada a la ética. La forma que tú le des a las cosas va muy pegada a su valor y significado.
Inma. También es verdad que en los entornos así se crean relaciones familiares diferentes. Tengo recuerdos de llegar Semana Santa, por ejemplo, y juntarnos a hacer roscos y a pasar el rato juntas. Hablar, reír cocinar, coser con mi abuela... son recuerdos que guardo con cariño, de esa transmisión entre mujeres.
Paula. Son momentos de no olvidar de donde vienes, de raíz. Tiene algo de cíclico muy bonito, de la naturaleza, las estaciones, de las generaciones...
Inma. Las cosas bellas inspiran sentimientos mejores. En 'La Novia' hay tanta belleza que emociona, que sobrecoge.
Paula. La película está construida como un viaje que te ensancha. Esto es algo que he aprendido de Juan Mayorga: que en realidad leemos o vemos historias para ensanchar nuestras existencias empequeñecidas.
Inma. Me siento especialmente orgullosa porque es una joya que pasará a la historia del cine. Y lo digo sin ningún pudor. Paula ha hecho algo extraordinario.
Paula. Al fin y al cabo, es una historia de amor. Y las historias de amor siempre son extraordinarias.

 TÍTULO: SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - Un regalo para Marian,.

Un regalo para Marian,foto.


El día que mi Maria José nació, en verdad no sentí gran alegría porque la decepción que sentía parecía ser más grande que el gran acontecimiento que representa tener hijo.
Yo quería un varón.

Resultat d'imatges de RELATO Un regalo para MariaA los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucia pálida y la otra radiante y dormilona. En pocos meses me deje cautivar por la sonrisa de Maria José y por el negro de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura, su carita, su sonrisa y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacia planes, todo seria para mi Maria José.
Este relato era contado a menudo por Randolf, el padre de Maria José.
Yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón mas grande para vivir de Randolf, según decía el mismo.
Una tarde estábamos mi familia y la de Randolf haciendo un picnic a la orilla de una laguna cerca de casa y la niña entablo una conversación con su papá, todos escuchábamos.
Papi, cuando cumpla quince años, ¿Cuál será mi regalo?.
Pero mi amor si apenas tienes diez añitos, ¿No te parece que falta mucho ara esa fecha?.
Bueno papi, tu siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí.
La conversación se extendía y todos participamos de ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas.
Una mañana me encontré con Randolf enfrente del colegio donde estudiaba su hija quien ya tenia catorce años. El hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. Con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de Maria José, eran notas impresionantes, ninguna bajaba de veinte puntos y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores, felicite al dichoso padre y le invite a un café.
Maria José ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y en el corazón de la familia, especialmente el de su padre. Fue un domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a misa, cuando Maria José tropezó con algo, eso creímos todos, y dio un traspié, su papa la agarro de inmediato para que no cayera. Ya instalados en nuestros asientos, vimos como Maria José fue cayendo lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento. La tome en brazos mientras su padre, buscaba un taxi y la llevamos al hospital. Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía de una grave enfermedadque afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, que debía practicarle otras pruebas para llegar a un diagnostico firme.
Los días iban transcurriendo, Randolf renuncio a su trabajo para dedicarse al cuidado de Maria José, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él. Una mañana Randolf se encontraba al lado de su hija cuando ella le pregunto:
Voy a morir, ¿no es cierto?. Te lo dijeron los médicos.

No mi amor, no vas a morir, Dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que mas he amado en el mundo. -respondió el padre.
¿Van a algún lugar?, ¿pueden ver desde lo alto a las personas queridas?, ¿sabes si pueden volver?
Bueno hija, respondió, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no te dejaría sola. Estando en el mas allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en ultima instancia utilizaría el viento para venir a verte.
¿Al viento? Replico Maria José. ¿Y como lo harías?
No tengo la menor idea hija, solo se que si algún día muero, sentirás que estoy contigo cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas.
Ese mismo día por la tarde, llamaron a Randolf, el asunto era grave, su hija estaba muriendo, necesitaban un corazón pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días mas.
!Un corazón!
¿Donde hallar un corazón? Lo vendían en la farmacia acaso, en el supermercado, o en una de esas grandes tiendas que propagan deán por radio y televisión. ¡Un corazón! ¿Donde?
Ese mismo mes, Maria José cumpliría sus quince años. Fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, las cosas iban a cambiar. El domingo por la tarde, ya Maria José estaba operada. Todo salio como los médicos lo habían planeado. ¡Éxito total! Sin embargo, Randolf no había vuelto por el hospital y Maria José lo extrañaba muchísimo.
Su mamá le decía que ya que todo estaba bien, seria él quien trabajaría para sostener la familia, Maria José permaneció en el hospital por quince días mas, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron. Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lágrimas le entrego una carta de su padre.
Maria José, mi gran amor: Al momento de leer mi carta, debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa de los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni remotamente cuanto lamento no estar a tu lado en este instante.
Cuando supe que ibas a morir, decidí dar respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenías diez años y la cual no respondí.
Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás ha hecho. Te regalo mi vida entera sin condición alguna, para que hagas con ella lo que quieras, ¡Vive hija! ¡Te amo!

Maria José lloro todo el día y toda la noche. Al día siguiente, fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá, lloro como nadie lo ha hecho y susurro: Papi ahora puedo comprender cuanto me amabas, yo también te amaba aunque nunca te lo dije. Por eso también comprendo la importancia de decir te amo. Y te pediría perdón por haber guardado silencio.
En ese instante las copas de los árboles se movieron suavemente, cayeron algunas flores y una suave brisa rozo las mejillas de Maria José.
Alzo la mirada al cielo, se levanto y camino a casa.

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