martes, 10 de julio de 2018

LUNES -16- JULIO - 'Madridistas por el mundo' - Billy y el Putín,./ LUNES -16- JUNIO - En el punto de mira - El macho alfa de la manada,.

TITULO: LUNES -16- JULIO - 'Madridistas por el mundo' - Billy  y el Putín,.
Realmadrid TV  el lunes -16- julio a partir de las 22:30 horas, una nueva entrega de Madridistas por el mundo. En esta ocasión el destino elegido es Billy  y el Putín,.
 Billy  y el Putín,.





'Muchachos' mayores paseando por Cánovas. :: HOY/
fotos - 'Muchachos' mayores paseando por Cánovas.

Cáceres se ha convertido en la ciudad del amor septuagenario,.



Resultado de imagen de madridistas por el mundo caceresEn el pueblo de mi suegra, Aldea del Cano, un muchacho es muchacho hasta que se muere. «Ayer vi a un muchacho muy simpático de mi pueblo», me comenta ella mientras tomamos un poco de queso en la terraza de casa. Yo pongo cara de extrañeza porque me llama la atención que conozca a muchachos de Aldea del Cano si no va por allí nada más que a los entierros. Pero mi suegra aclara inmediatamente mis dudas: «Ese muchacho salía con nosotras en la pandilla cuando éramos jóvenes, aunque él era un poco más chico que yo».
¿Qué edad tiene entonces ese muchacho? Pues resulta que 84 años. Lo dicho: en Aldea del Cano, uno es muchacho a los 18 y adquirida esa condición, ya no la pierde para los restos. Aunque el caso de mi suegra es bastante general entre las personas mayores, sean del pueblo extremeño que sean. Los abuelos se reencuentran con otros abuelos y, por autodefensa o por autoilusión, se consideran muchachos, como si el tiempo no hubiera pasado y esos saludos en medio de la calle fueran los mismos que aquellos saludos en medio de una verbena popular en el año 1950.
Supongo que lo de llamar Billy el Niño al famoso policía torturador, natural también de Aldea del Cano, no tiene nada que ver con esta costumbre de mantener la juventud o la niñez en el apelativo hasta el final de los días. Pero lo cierto es que en el pueblo de mi madre también hay una estirpe motejada con un remoquete referido a la infancia. Se trata de los Putines.
En Ceclavín, estaban El Putín, patriarca de la familia, la Patro Putina, una de sus herederas, y siguen viviendo allí Los Putines, descendientes de esta saga de nombre tan sorpredente. Recuerdo que una vez conté esta historia de los Putines en la revista de los jubilados extremeños de Telefónica. Lo hice porque mi abuelo, que llevaba la central de teléfonos de Ceclavín, tenía unas hojas de color amarillo (sostengo que fue el inventor de las famosas páginas amarillas) donde escribía los motes de los abonados y sus números telefónicos. En el pueblo de mi madre, no pedían a mi abuelo que los pusiera con el 25 ni con Julián Amores, sino con El Pelillo, con Canchalá, con Clavija o con El Putín.
El caso es que esta historia del Putín fue luego publicada en varias revistas de jubilados de Telefónica de España e incluso me llamaron de España Directo para hacer un reportaje sobre las primeras páginas amarillas de España y sobre personajes de nombres tan inesperados y chocantes como los Putines.
Cuento todo esto porque lo de Putín no tiene nada que ver con el 'zar' de Rusia ni con el oficio más antiguo del mundo. Putín significa niño en portugués, Ceclavín es pueblo rayano y a aquella familia, quizás descendiente de Portugal, se la motejó como si fueran niños para los restos: putines-niños de nacimiento y hasta la muerte. Billy el Niño hubiera sido Billy el Putín en Portugal y en Ceclavín.
En la conversación con queso de la Serena y vino, un semidulce Eva Beba que le encanta a mi suegra y un tinto Payva muy equilibrado para mí, la conversación tomó derroteros cotillas y hablamos de un muchacho de la vecindad que se ha enamorado de una chica de Portugalete. Tras el planteamiento del comadreo, me interesé por la edad de los novios y, como no podía ser de otra manera, resultó que el muchacho del barrio tiene más de 80 y la chica de Portugalete frisa los 70.
Me encanta esta eterna juventud enamorada que llena Cáceres los fines de semana. Mi ciudad se ha convertido en una de las capitales españolas del amor maduro. Los sábados y los domingos, se ven en los restaurantes, las terrazas y los cafés a decenas de parejas muy maduras, chicos y chicas sexagenarios y septuagenarios, que se arriman, se acurrucan y se entregan al arrumaco. Suelen conocerse por internet y quedan en esta ciudad bonita y tranquila, donde recuperan la pasión y son felices. En fin, muchachos.

TITULO:  LUNES -16- JUNIO - En el punto de mira -El macho alfa de la manada,.

 LUNES -16- JUNIO - En el punto de mira,.

 En el punto de mira es un programa de televisión que se emite en el canal Cuatro y que se estrenó el 26 de julio de 2016.1​ En este se tratan temas de actualidad y de investigación, ofreciendo como novedad en el formato, imágenes de cámaras 360° junto a grabaciones panorámicas hechas desde drones y sistemas de grabación oculta. Así, a manos de varios reporteros, profundizan en temas como la trata de animales, el negocio de las farmacéuticas o la caza ilegal, Lunes a las 22:40h, etc.

 El macho alfa de la manada,.


Agustín Martínez Becerra, en una de sus comparecencias en la puerta de la Audiencia de Navarra. :: efe/

El 'macho alfa' de La Manada

Agustín Martínez Becerra, en una de sus comparecencias en la puerta de la Audiencia de Navarra. foto,.

Padre, golfista y lector de Murakami, el defensor de cuatro de los condenados se curtió en tribunales y platós de Sevilla,.

Las tertulias de fútbol fueron la escuela escénica del abogado Agustín Martínez Becerra, quien, antes de defender a cuatro de los miembros de La Manada, salía en la televisión regional andaluza como apasionado hincha del Sevilla F. C. frente a antagonistas del Betis. Acaloradas disputas en las que se curtió hace más de 15 años, en programas como 'Con las botas puestas', donde ensayaba, con ágil labia, una retórica frente a las cámaras: alternar argumentos técnicos con menosprecios a su interlocutor. «Vosotros hacéis tal interpretación de la realidad que, a veces, es hilarante», decía en uno de estos programas.
Por su afición al Sevilla F. C. denunció a uno de sus presidentes, José Castro, y conoció a José María Aguilar, lugarteniente de la peña ultra Biris Norte, quien le pidió representar a José Ángel Prenda. «Entendió que yo podía encargarme de la defensa. Me llamó un 9 de julio. Yo ni siquiera había visto las noticias», confirma Martínez Becerra, que se autodefine como un «humilde abogado de provincias» con un «pequeñito despacho» en una primera planta de una céntrica avenida de la ciudad, que comparte con su esposa, Manuela Martín, directora de Manel Detectives desde principios de los noventa. Un nexo que levantó sospechas cuando la defensa presentó un informe sobre la vida privada de la víctima. «La empresa de detectives la contrató el letrado Juan Canales. Quiero dejar perfectamente claro que mi mujer no tuvo ninguna participación. Pudimos haberlo hecho, pero no queríamos perder la imparcialidad. No era lógico que lo hiciera ella», explica.
Padre de una hija y un hijo, cuyas conversaciones de sobremesa prefiere mantener en la estricta intimidad, Martínez Becerra tiene «un trato exquisito» detrás de cámara, asegura una de las personas que ha coincidido con él, e incluso habla del caso con naturalidad. Está convencido de la versión que sostienen sus defendidos: no hubo violación. Pero cuando se encienden los focos, se transforma con notable uso de las inflexiones de voz, de la gestualidad, de la imagen. Como en la época de las tertulias futboleras, menoscaba la posición de su interlocutor con señalamientos personales: desconocimiento de las leyes, posiciones feministas, mala praxis periodística o simple sandez. Conduce al terreno del careo. «No lo planteo así», refuta Martínez Becerra, que se graduó en 1985 en la Universidad de Sevilla, está colegiado con el número 6.287 y se declara lector de Murakami y Machado. «Estos debates se organizan como un fusilamiento de mi persona. Yo primero escucho cómo se ataca y a partir de ahí intento defender jurídicamente y, en muchas ocasiones, explicándoles a determinadas personas que no saben de lo que están hablando o no entienden la trascendencia de lo que dicen».
Se convirtió en abogado de El Prenda a petición del número dos de la peña ultrasevillista Biris Norte
Como cualquier abogado penalista, ha confrontado otros casos de violencia machista. Uno de ellos logró la atención de la prensa local en 2013. Una «procuradora de tribunales» denunciaba a su marido por años de «maltrato físico y psicológico». Enfrentado el acusado a 30 meses de cárcel, Martínez Becerra logró su absolución al sembrar «serias dudas sobre la veracidad de las imputaciones», una línea legal que repite ahora. Del caso de La Manada opina que «no es más que la utilización política de un terremoto que se forma en Pamplona cuyas ondas llegan al resto del país».
Ajeno a la intimidación, las alocuciones de este exalumno de un colegio de la congregación de misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús suelen generar reacciones encendidas. A finales de abril, por ejemplo, al llegar al juzgado de Pamplona, un grupo de mujeres le increpaba: chupacámara, chulo, machista, qué cara tienes. Él, siempre afeitado y vestido de traje, se detenía unos pasos más allá para declarar ante una veintena de micrófonos, como si se interpusiera entre el peligro y los suyos. Si sus clientes son una manada, él es el 'macho alfa', una definición que le irrita: «Yo soy el abogado de cuatro personas. La Manada para mí es una marca comercial, un concepto que no existe. Ni yo soy su líder, ni tengo nada que ver con ese grupo».
Aficionado al golf, deporte en el que asegura tener un buen 'handicap', Martínez Becerra nunca ha pedido cobrar ni ha aceptado cuando se lo han ofrecido, revela un productor. Varios analistas coinciden en señalar que, en términos mediáticos, sin Martínez Becerra el caso de La Manada se hubiera disuelto en la actualidad, como la centena de violaciones mensuales que se denuncian en España. Y él, a pesar de estar «agotado de televisión, que es una bronca», muestra gran disposición a aparecer en estos programas. La audiencia, mientras tanto, responde bien.

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