La tienda madrileña Discos Melocotón abrió en
1980, pero, si queremos remontarnos hasta sus raíces más profundas,
tendremos que trasladarnos a 1967 y viajar a Dénia, en la costa
alicantina. Allí, en una sala de fiestas para extranjeros, un Eduardo
Cura casi adolescente tuvo una revelación que habría de marcar su
vocación y su vida: «Descubrí que los discos que nos vendían en España
eran de mentira: los de fuera tenían portadas abiertas, muchos de ellos
llevaban más canciones, hasta sonaban mejor. Así que, con 17 años, me
hice coleccionista», resumía ayer, a falta de tres semanas para
retirarse. Su jubilación supondrá también el cierre de la tienda, un
establecimiento mítico entre los aficionados al rock añejo, cuya fama
alcanza más allá de nuestras fronteras.
Y eso que, al bautizarla, se lo pusieron bastante
difícil a los extranjeros. El nombre, lo menos roquero de toda la
tienda, fue una manera como otra cualquiera de salir de un atasco
mental: Eduardo quería algo en inglés, su hermano prefería palabras en
castellano, y así se tiraron un par de días, proponiendo ideas que no
conducían a nada. «¡Vaya melocotón llevamos encima!», soltó uno de
ellos, con la cabeza abotargada por tanto debate, y vieron ahí la
solución al problema. El caso es que el comercio -primero en la calle
Toledo, después en Carretas y finalmente en la calle de la Salud- se
convirtió muy pronto en un lugar de referencia para conseguir vinilos
importados. De rock, claro, porque Eduardo jamás quiso traficar con
sonidos comerciales: «Aquí no ha entrado nada que no sea rock, más allá
de algo de blues o jazz. Nos dedicamos exclusivamente a eso».
Eduardo se ha pasado media vida viajando a
Inglaterra y EE UU, especialmente a California, para mantener bien
nutrido su 'stock' de tentaciones para coleccionistas. En Melocotón se
han vendido clásicos de la rareza discográfica, como el sencillo de Sex
Pistols con el sello A&M, del que se destruyeron casi todas las
copias, o el 'Yesterday And Today' de los Beatles con la chocante
portada original, en la que el cuarteto aparece ensangrentado, con
trozos de carne y muñecos decapitados. Por las manos de Eduardo también
ha pasado, por ejemplo, un autógrafo de Jim Morrison, aunque el precio
más alto que ha cobrado por una pieza, un millón de pesetas, corresponde
a un foto-disco de Paul McCartney extraordinariamente raro.
Ramoncín y Gabinete Caligari
También ha tenido clientes ilustres, algunos de
ellos inesperados. La anécdota más comentada de Melocotón se refiere a
la visita nocturna de John Frusciante, entonces guitarrista de Red Hot
Chili Peppers. Tras un concierto en Madrid, Frusciante conoció a la hija
de Eduardo y le dijo cuánto lamentaba no tener tiempo para comprar
discos en España, porque se marchaban pronto al día siguiente. La chica
dio una sorpresa al músico abriéndole la tienda a las tres de la
madrugada, y el músico dio una sorpresa al padre gastándose unos 4.000
euros. «Eso sí, me dejaron todo hecho unos zorros, pero la venta
compensó», se ríe Eduardo. Entre los artistas que han pasado por este
pequeño templo del rock figuran también Franz Ferdinand -que incluso
aprovecharon para hacerse allí un reportaje- o Johnny Thunders, además
de una amplia constelación española en la que destacan Ramoncín o los
miembros de Gabinete Caligari.
En un sector sacudido por el mp3 y el pirateo,
Discos Melocotón aparece como un caso excepcional: los coleccionistas no
se han pasado a los archivos digitales, y de hecho internet ha servido
como herramienta para alcanzar nuevos mercados. Estos días, con el
cierre ya confirmado, les han llegado correos electrónicos de clientes
afligidos de Francia, Alemania, EE UU, Argentina, el Reino Unido,
Australia, Nueva Zelanda, Brasil o Perú. Pero, aunque su negocio no haya
sido víctima de los tiempos, Eduardo no puede ocultar cierto desánimo,
sobre todo cuando habla de las radios: «Yo he estado, en el 71, leyendo
las letras de Pink Floyd o Frank Zappa en una emisora. Hoy solo te dejan
poner la tercera canción del cedé de Shakira, ni siquiera la quinta. No
hay censura política, pero sí una censura del dinero».
Aunque deje la tienda, Eduardo Cura seguirá siendo
coleccionista: sus rastreos por mil ferias servían para abastecer las
estanterías de Melocotón, pero a la vez iban enriqueciendo su discoteca
particular. Hoy posee «muchos miles» de vinilos, aunque nunca confiesa
la cifra exacta. Echa el cierre con la satisfacción de haber logrado lo
que quería en la vida -«viajar, algo que me propuse a los 14 años»- y
haber repartido mucha felicidad... y la porción inevitable de
infelicidad: «En la tienda hemos tenido tremendas broncas matrimoniales.
Alguna pareja se ha acabado insultando, casi pegándose, porque él
quería seguir viendo discos y ella quería marcharse».
TÍTULO: VIERNES, CINE, SEPARADOS,.
- Reparto
- Vince Vaughn, Jennifer Aniston, Joey Lauren Adams, Cole Hauser, Jason Bateman, Vincent D'Onofrio, Ann-Margret, Justin Long, Jon Favreau,.
-
- Relato sobre las consecuencias de una ruptura sentimental. Gary (Vince
Vaughn) y Brooke (Jennifer Aniston), tras dos años de noviazgo,
descubren que el amor que se habían profesado ha desaparecido. El
detonante es una pequeña discusión doméstica que acaba convirtiéndose en
una pelea desaforada. El problema es que ninguno de los dos quiere
dejar el apartamento; empieza así una batalla en la que no faltan amigos
y parientes que les aconsejan recurrir a la guerra "psicológica" para
conseguir que el otro abandone el hogar...
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