
Carolina, Amy y Adriaan saludan, algo apabullados,
a todos los que les felicitan mientras se dejan fotografiar. Son tres
de los estudiantes beneficiados por las becas Alumni, concedidas por la
Universidad Carlos III a estudiantes con excelente expediente y bajos
recursos. Sin embargo, los tres agraciados son conscientes de que deben
parte de esta ayuda a la generosidad de antiguos alumnos y profesores de
dicha universidad. Personas como Guillermina, que terminó sus estudios
de Derecho en la Carlos III hace más de una década y que, tras recibir
un correo de la asociación de ex alumnos informándole de tan pionera
iniciativa, no lo dudó. «Me pareció una magnífica idea», asegura. No fue
la única. Hasta 98 antiguos estudiantes del centro se sumaron a la
segunda edición de estas becas en la que también participan 16 docentes y
personal de administración, además de nueve empresas o fundaciones. Su
contribución ha hecho posible conceder doce becas de 3.000 euros para
cada año de carrera.
La crisis y los recortes en becas obligan a las
universidades a buscar nuevas y originales fórmulas para captar a
estudiantes más allá de los límites de su provincia o comunidad
autónoma. La desaparición de las becas de movilidad o la cuarentena de
las Séneca -que fomentan el intercambio de estudiantes entre
universidades españolas- han supuesto una seria barrera para el
desplazamiento de miles de jóvenes. Para tratar de paliar en parte este
problema la Carlos III puso en marcha el año pasado las becas Alumni. El
objetivo es facilitar que estudiantes de fuera de Madrid con buen
expediente académico y pocos recursos puedan realizar su estudios en
dicha universidad.
«Nos dimos cuenta que había estudiantes de otras
comunidades que querían optar a nuestra universidad pero que no podían
desplazarse», explica María Luisa González vicerrectora de estudiantes.
Entonces se les ocurrió crear un fondo de ayuda a cargo de antiguos
alumnos con el que financiar becas de futuros estudiantes. Sin embargo,
no es un requisito tener o haber tenido relación con la universidad. La
iniciativa está abierta a la contribución de cualquier persona.
Una de las singularidades de esta ayuda tiene que
ver con el compromiso de los becados de devolver la mitad del dinero
cinco años después de acabar la carrera (aunque el plazo se extiende
hasta diez años) para reinvertirlo en nuevas becas en una especie de
cadena de favores. González insistió en que no se trata de ningún
préstamo, ya que no existen intereses ni obligación legal de devolverlo.
«Es un compromiso moral, no jurídico». Sin embargo, están convencidos
de que la mayor parte de los becados cumplirá ese acuerdo.
«Vivir fuera de Madrid supone un gasto y los 3.000
euros ayudan un montón a poder seguir con los estudios», explica Amy
Louise Paterson. Esta estudiante de origen británico obtuvo una nota de
12,79 sobre 14 en Selectividad. Residente en Almería, quería completar
sus estudios superiores en Madrid, donde puede a conocer a más gente y
tener más oportunidades. Asegura que, sin beca de movilidad, esta ayuda
es indispensable para ella porque sus padres no tienen capacidad para
costearle la estancia. Algo similar le ocurre a Carolina Rodríguez, que
cursa primero de Derecho y Economía. Con un 9,85 de media en el
Bachillerato este año se quedó sin la beca de excelencia por un aumento
de los requisitos.
Otro de los beneficiados, Adriaan Sonneveld,
estudia Derecho y Administración de Empresas. Su nombre denota su
ascendencia holandesa. Su media en Bachillerato era de 9,88, pero este
año, a diferencia del anterior, se quedó sin beca de excelencia y la
ayuda del Ministerio no incluye la movilidad. Reconoce que la Beca
Alumni le da seguridad para poder afrontar con tranquilidad el pago del
alquiler. Todos ellos, para seguir manteniendo las becas deben mantener
unos mínimos resultados académicos. Además, los benefactores les hacen
un seguimiento. «La universidad nos informa puntualmente del grado de
desarrollo y merecimiento del alumno», explica Fernando Moroy, director
de relaciones institucionales de la Caixa en Madrid. Son una de las
empresas que colaboran en el proyecto. «Somos una institución que
tenemos en el ADN nuestra vocación social», asegura Moroy, quien se
muestra encantado con colaborar en una iniciativa que premia el
«merecimiento» y el «esfuerzo».
Sin embargo, este sistema de mecenazgo entronca
con la polémica idea de la presidenta del a CRUE, Adelaida de la Calle,
de apadrinar estudiantes. «Lo óptimo sería que el Estado lo cubriese»,
explica la vicerrectora de la Carlos III. Sin embargo, asegura que si el
Gobierno no lo hace «no podemos quedarnos parados». «Es nuestra
responsabilidad ponernos manos a la obra y conseguir nuestra
financiación».
TÍTULO; LA CORANA, ENROSCADA, MOTOCICLISMO,.
Motos / moto gp
El piloto de Yamaha consigue la victoria en Motegi para evitar el alirón de Márquez, segundo, Pedrosa, tercero
No tenía otra opción que hacer valer su primera posición en
la parrilla de salida y salir a por todas para alargar un poco más la
vigencia de su reinado como campeón mundial.
Jorge Lorenzo
no se defraudó a sí mismo ni a su equipo y logró una salida
espectacular para poner tierra de por medio desde el apagón del
semáforo. El de Yamaha
gana en territorio enemigo
y evita que Márquez se proclame el debutante más joven en ganar el
título mundial. Será en Valencia donde el de Honda pueda ganarlo, pues
con los 13 puntos de diferencia con Lorenzo le basta ser cuarto aunque
su rival gane en el circuito
Ricardo Tormo.
[Resultados del GP de Japón de MotoGP]
Tras una salida espectacular, Lorenzo contó con la ayuda de Valentino Rossi
para que hiciera tapón con las Honda desde la segunda posición que
logró el italiano. Por desgracia, la presión le hizo mella demasiado
pronto y perdió la oportunidad de seguir ayudando a su compañero de
equipo. Fue suficiente porque Lorenzo metió la directa con los
neumáticos más blandos y ya no perdió la primera posición. Las Honda le
atosigaron durante buena parte de la carrera, pero dos pequeños errores de Márquez, que llegó a estar a tres décimas, le permitió levantar el brazo como campeón en Japón.
Dani Pedrosa,
que siempre estuvo en tercera posición, sufre con la Honda porque no
conseguía acercarse a los dos primeros. A pesar de eso, en Motegi se
vivió un hito fantástico para sumar al libro de récords del motociclismo
español. Cuatro españoles coparon los cuatro primeros puestos de la
máxima categoría. Lorenzo, feliz a medias, sabe que no tiene que hacer
otra cosa que ganar y esperar una nueva carambola que le permita en
Valencia luchar por defender su reinado. Lo tiene difícil, pero en este
final de temporada todo puede pasar.
Valencia,
como en Moto3, dirá la última palabra.
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