A su manera, Jared Diamond es un hombre del renacimiento.
Geógrafo, biólogo y fisiólogo, además de ornitólogo y lingüista, este
profesor de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA) es uno de
los escritores científicos más conocidos y respetados. Considerado por
algunos como el Darwin del siglo XXI, Diamond consigue en sus libros una
sorprendente mezcla de erudición y divulgación. Con 'Armas, gérmenes y
acero' logró el Premio Pulitzer en 1998, después llegó el imprescindible
'Colapso' (2006) y ahora la trilogía se cierra con 'El mundo hasta
ayer' (Debate, 2013), una inmersión en las sociedades tradicionales,
especialmente en las que aún sobreviven en la isla de Nueva Guinea,
donde Diamond ha viajado regularmente desde hace 50 años para conocer
los secretos de las tribus.
-¿En qué nos pueden enseñar más las sociedades tradicionales?
-En todos los ámbitos de la actividad humana porque las
miles de sociedades tradicionales son como miles de experimentos de cómo
se pueden llevar una sociedad. Ellos hacen las mismas cosas que
nosotros, tienen hijos, los educan, comen, envejecen, enferman, se
enamoran, hablan, discuten, tienen una religión y finalmente mueren,
como todos. Nuestra sociedad es más fuerte, tenemos tecnología y armas
avanzadas, ellos no tienen eso. Pero el hecho de que nuestras armas sean
más grandes que las suyas no significa que nosotros sepamos educar
mejor a nuestros hijos.
-¿Y en qué aspectos nuestra sociedad es más fuerte que una sociedad tradicional?
-En las sociedades tradicionales, mucha gente pasa hambre.
Nosotros tenemos más seguridad alimentaria (yo sé que voy a comer tres
veces al día) porque acumulamos más alimentos y los obtenemos de
superficies más amplias. Más ventajas: normalmente no morimos de
enfermedades infeccionas porque tenemos médicos. La vida es menos
peligrosa para nosotros, no debemos preocuparnos del hambre, de árboles
que nos puedan caer encima, de las guerras tribales.
-¿Qué es lo más urgente que deberíamos hacer por el mundo?
-Para empezar, no hacernos esa pregunta. ¡Esa pregunta es
el primer gran error! Igual que cuando un matrimonio en crisis pregunta
qué es lo más urgente que hay que hacer para salvar la relación. Cuando
hacen esa pregunta, yo tengo clarísimo que se van a separar. Con el
mundo pasa igual: tenemos problemas de falta de agua, de
sobreexplotación pesquera, de cambio climático. Son muchas cosas las que
hay que hacer con la misma urgencia, pero por supuesto, falta voluntad
política. En EE UU principalmente, pero también en Europa. España, por
ejemplo, podría hacer mucho más en cuestiones pesqueras, pero no lo hace
porque no hay voluntad política.
TÍTULO; La crisis y las nuevas leyes amenazan la adopción internacional de niños
Adopciones (2011)
En el 2007, año previo al inicio de la crisis económica, tuvieron lugar 3.648 adopciones. En el 2011, 2.573
Las adopciones de niños nacidos en el extranjero
se han visto mermadas por la crisis económica y las nuevas
legislaciones, más protectoras con la infancia, en los países de origen.
Las cifras hablan por sí solas. Según datos
facilitados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad,
en el 2007, año previo al inicio de la crisis económica, tuvieron lugar
3.648 adopciones. Desde entonces, la cifra ha ido cayendo anualmente
hasta quedar en 2.573 durante el 2011, último año cerrado y en el que se
iniciaron 3.234 procesos de adopción, muchos de ellos aún no cerrados.
Fuentes de las entidades colaboradoras en
adopción internacional, las llamadas ECAI, aseguran que los elevados
precios de los billetes de avión y las largas estancias que algunos
países exigen a los futuros padres antes de darles a los pequeños «han
hecho mella en la solidaridad, amor y entrega de estas parejas» que
deciden optar por la adopción en un niño, que, en muchos de los casos,
«tendría un futuro más que incierto».
Pero a ello se suman las nuevas legislaciones
promulgadas en los países de origen que «aumentan las garantías de
protección de los pequeños, potenciando las ayudas a las familias que
iban a abandonarlos».
Los últimos datos oficiales ponen, por primera
vez, a Asia a la cabeza del ránking, con 978 niños adoptados en España;
seguida por Europa del Este (que hasta ahora había ocupado primer
lugar), con 833 pequeños en el 2011; África, con 537 y América Latina,
con 225.
Contenciosos internacionales
A la crisis económica se están sumando otros
contenciosos. A nivel internacional la legislación que manda es la del
país de origen del menor. El más destacado es el abierto por las
autoridades rusas, que han establecido un veto para conceder las
adopciones en función de la sexualidad de las parejas que solicitan la
adopción. Ante esta situación, y dado que Rusia es el principal país de
procedencia de los niños adoptados en España, con 500 expedientes
abiertos desde agosto a la espera de su resolución, el Ministerio de
Sanidad ha tomado cartas en el asunto.
El acuerdo alcanzado permitirá que esos
expedientes pendientes, entre los que se encuentran 150 niños que ya
conocen a sus futuros padres, puedan continuar su curso con normalidad.
Para ello, España emitirá un certificado en el que garantiza la
idoneidad de las familias a los jueces rusos encargados de hacer entrega
de los menores.
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