
Plaza del Callao, Madrid. Doce y media de la mañana. Tirado
en el suelo sobre una manta y cartones, junto a un cochecito de niño
cargado de paquetes y chismes, entorpeciendo el paso de la gente, un
fulano barbudo, sucio, corpulento, está quitándose pelotillas de entre
los dedos de los pies descalzos. La postura es de lo más relaxing cup de
café con leche in Madrid, que diría la alcaldesa Ana Botella: tiene una
pierna cruzada sobre otra -y quizá porque está tumbado al sol y hace
calor- los pantalones bajados hasta las ingles, mostrando unas carnes
mugrientas e hirsutas y unos calzoncillos de sospechosos tonos pardos.
Al llegar a su altura, la peña se aparta con precaución, creándole en
torno una pequeña tierra de nadie, un glacis en el que se ve un reguero
de algo líquido que proviene del vivac callejero del fulano, ignoro si
vino de un tetrabrik que figura entre sus posesiones o alguna clase de
líquido de origen más personal y orgánico que, con tal de no levantarse,
el individuo ha excretado directamente desde su cómodo apostadero.
Caminando
unos pasos delante de mí, dos policías municipales, hombre y mujer,
pasan ante la escena sin inmutarse, fijos los ojos en la lontananza, y
se alejan entre la multitud, en absoluto dispuestos a complicarse la
existencia, a que el fulano se rebote y les monte bronca, o a que
quienes pasamos por allí -no sería la primera vez- los llamemos esbirros
fascistas por meterse con un indefenso mendigo en pleno ejercicio de
tal. En ese ámbito concreto, Madrid es una relaxing cup de hacer lo que
te salga del ciruelo, les han recordado esta mañana en el Ayuntamiento
antes de mandarlos de patrulla. Que así lo marcó con su estilo, en plan
buen rollito y todos compadres, el ex alcalde Ruiz-Gallardón. Y ellos,
claro, cumplen. A ver si no. Como cumplen sus colegas que miran al
tendido, atentos a si un músico toca el violín sin pagar las tasas
municipales o un taxista pisa la continua, mientras en las aceras los
peatones zigzaguean entre muñones desnudos y perros drogados, y en los
semáforos los coches esquivan a viejecitas encorvadas y tipos sin
afeitar, jóvenes y absolutamente sanos, que limosnean en lenguas
balcánicas, metiéndose entre los coches para que los atropelles y te
busques la ruina mientras a ellos, con la oportuna indemnización, les
solucionas la vida.
Porque oigan. Si quieren ustedes una relaxing
cup de café con leche, con o sin juegos olímpicos, no se pierdan bajo
ningún concepto el centro de Madrid. Y no olviden una cámara de fotos o
el móvil con flash, porque en su pueblo no se lo van a creer si no media
testimonio gráfico del paisaje. ¿Imaginan el Barrio Latino o Saint
Germain de París, la Plaza Navona de Roma o lugares así, con este
ambiente tan descuidado y cutre? ¿A que no? ¿A que se les funden los
plomos de la fantasía? Pues ahí está el detalle. El hecho diferencial.
El relaxing cup de toda la puta vida. Y más ahora, que es el turismo
foráneo el que nos va a sacar del hoyo. Dicen. España, potencia
turístico-cultural y demás. Tela marinera. Ambiente de élite.
Les
propongo una ocasión inolvidable. Gratis y por la cara. Un paseo por la
Plaza Mayor, según la hora, puede ser una experiencia casi
gastronómica: aromas, jugos, decoración, paisanaje, ofrecen
posibilidades de relaxing cup inolvidables. Y si además te roban el
bolso, ya ni te cuento. Todo eso, oído al parche, en el barrio
emblemático de Madrid. En el corazón turístico de una de las ciudades
más sucias de Europa. A partir de media tarde, lo de pisar cucarachas
apenas llama la atención: van y vienen, pequeñas y rojizas, correteando
entre la porquería acumulada en los rincones, las papeleras repletas,
los montones de envases y restos de comida. Pero lo mejor llega de
noche, cuando docenas de indigentes duermen bajo sus divertidos cartones
y el elegante turisteo de chanclas, calzoncillos, poca higiene y rastro
de basura -no siempre coinciden los factores, pero a menudo hay
conexión lógica- se ha ido a sobar al hotel. Cuando las calles tienen su
castizo olor a orines y vómito habitual, y las ratas salen a tomar el
aire desde las alcantarillas y sótanos cercanos, echando partidas de mus
bajo la estatua de Felipe III y contándose sus cosas. Todo muy
exportable, o sea. Muy trendy. Cada vez que paso de noche por allí y me
cruzo con uno de esos bichos, actualizo para mi coleto un viejo chiste
donde le dicen a Ana Botella: «Oiga, señora alcaldesa, he visto en la
Plaza Mayor que una rata iba del brazo de un murciélago». Y ella
responde, sonriente, simpática, en plan relaxing cup of café con leche
total: «Oh, sí... Como novio el murciélago era feísimo, ¿verdad?... Pero
tenga en cuenta que es piloto».
TÍTULO; SILENCIO POR FAVOR, Ana Pastor entrevista a José Luis Rodríguez Zapatero en "El Objetivo",.
José Luis Rodríguez Zapatero visita esta noche el plató de El Objetivo de La Sexta. Ana Pastor entrevistará al ex presidente del gobierno ...
José Luis Rodríguez Zapatero visita esta noche el plató de "El
Objetivo" de La Sexta. Ana Pastor entrevistará al ex presidente del
gobierno después de un año de silencio.
José Luis Rodríguez Zapatero es el próximo “objetivo” de Ana Pastor. El ex presidente del gobierno visitará esta noche “El Objetivo” de La Sexta donde hablará por primera vez después de un año. Desde que se alejara de la vida política,
Zapatero también se alejó de las cámaras y de los medios de
comunicación y pocas son ya las ocasiones en las que podemos verlo en un
plató de televisión.
No es la primera vez que Ana Pastor y José Luis Rodríguez Zapatero se ven las caras. La periodista ya entrevistó al ex líder político cuando ésta se encontraba al frente de “Los desayunos de TVE”,
donde tuvieron una distendida charla. Las cosas han cambiado mucho
desde entonces y esta noche Zapatero rompe su silencio y lo hace frente a
una de las personalidades más polémicas del mundo del periodismo. La
presentadora de “El Objetivo”, que prometió que en su programa se
mantendría al margen de cualquier ideología, ya ha conseguido
entrevistar a varios políticos relevantes en nuestro país.
Frente a ella se sentó el actual líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba y hace unas semanas Ana Pastor entrevistó a Rosa Díez en “El Objetivo”. Esta era una de las entrevistas más esperadas, pues la presentadora y la líder de UPyD habían tenido algún que otro desencuentro por Twitter.
Esta noche La Sexta acoge a José Luis Rodríguez Zapatero y no nos cabe
duda de que será una entrevista muy comentada la próxima semana.
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