El escritor Vicente Molina-Foix leyó ayer sus poemas en el
Aula Díez-Canedo de Badajoz ante los alumnos de varios institutos.
Aunque reconoce que esta faceta de su creatividad se ha mantenido
«semioculta» por su desbordante actividad en otros campos de la
creación, la realidad es que Molina-Foix desembarcó en la literatura muy
joven cuando José María Castellet le reconoció como uno de sus famosos
poetas «novísimos». Sus dos libros de poemas se titulan 'Los espías del
realista' y 'Vanas penas de amor' y este mismo año ha salido el
compendio de su poesía bajo el título de 'La musa furtiva'.
Ha dirigido también dos películas, aunque él no se
considera director y sí «un escritor que ha dirigido dos películas». Y
es dramaturgo y adaptador. Bajo esta faceta ha estado dos veces en el
Festival de Teatro de Mérida, la última con la 'Electra' que protagonizó
Ana Belén en 2012.
-Un escritor como usted, que ha escrito de todo, ¿qué
ventaja encuentra en hacer una lectura poética como la que va a hacer
aquí en Badajoz?
-Es una de las cosas que más me gustan, lo digo
sinceramente. Yo me di a conocer con la poesía, con la antología 'Nueve
novísimos' y luego he tenido una relación más bien discreta, por no
decir clandestina, con la poesía. He publicado poco, pero este año
publiqué mi poesía completa hasta hoy, que ahora tiene más añadidos.
Siempre me ha gustado mucho hablar con la gente y cuando me han llamado
he ido, porque me recuerda lo más antiguo de la literatura, cuando en la
vieja Grecia el poeta era más bien un cantor ante el público. Me gusta
leer poesía ante el público.
-Usted es uno de los «novísimos» de la clasificación de
Castellet. Y se ha escrito tanto de ella que supongo que no le ha
perjudicado pero ha debido tener significado en su carrera.
-En contra se escribió en aquel momento; ahora todo son
alabanzas. Como ya somos viejos, ahora todo son alabanzas. Pero cuando
apareció en los años 70 nos llovieron muchos improperios. En el
extranjero tuvo mucha repercusión. A mí me ha favorecido en la medida en
que me gustó formar parte de un grupo con el que me identificaba y que
luego, eso lo ha dicho la historia, -no lo decíamos nosotros entonces,
que éramos muy jóvenes y yo inédito por completo- se trató de un libro y
una generación que cambió la historia de la poesía por completo. Pero
en aquel momento nosotros tan sólo queríamos expresar un cambio de
sensibilidad que el libro revelaba.
-Por este Aula Díez-Canedo han pasado muchos de esos
«novísimos»: Valente, Vázquez Montalbán, Gimferrer... Ya le tocaba. A lo
mejor le han dejado para este momento porque el resto de sus
actividades han ocultado esta faceta suya.
-Semiocultado. Algunos la conocían y he publicado dos
libros. Quizá ahora con la salida del libro que recopila treinta años o
más, cuarenta años de trabajos, haya sido el momento. Hay algunos de
mis colegas de antología que ya no quieren comparecer. Lo sé porque me
lo han dicho. Félix de Azúa, por ejemplo, que ha dejado de escribir
poesía, no quiere leer. Bueno... son decisiones propias.
-¿Sigue escribiendo poesía en este momento?
-Constantemente. Este verano he escrito cinco o seis
poemas. Aquí voy a leer alguno inédito. Yo nunca he dejado de escribir
poesía...
-En algún sitio he leído que lo ha hecho de forma constante aunque intermitente.
-Sí. Intermitente en la publicación y en la redacción,
porque la poesía se hace cuando llega. Así como la novela, que es lo que
yo más he hecho, exige una continuidad, llega un momento en que se hace
un poema.
-Ha recordado su presencia en el Festival de Teatro Romano de Mérida. ¿No hubo oportunidad de volver?
-Aparte de que he ido como espectador, yo he hecho dos
cosas en el Festival de Mérida, ambas muy distintas, aunque unidas por
la misma actriz y el mismo director. Hice hace muchos años el texto al
castellano de una adaptación de un musical clásico, 'La bella Helena',
de Offenbach, con Ana Belén y dirigida por Plaza. Y el año pasado hice
una 'Electra' de la que estoy muy orgulloso y que quedó muy bien. Era
una 'Electra' libre, muy de Molina-Foix como dijo una crítica y que se
basaba muy libremente en la de Eurípides. Salió redonda, con Ana Belén
de Electra y Julieta Serrano de Clitemnestra y un elenco muy
distinguido. Fue un espectáculo del que me siento muy orgulloso.
-A veces es inevitable echar mano a la Wikipedia. Lo
primero que dice de usted es que de pequeño iba mucho al cine porque
utilizaba un pase de su padre.
-¡Eso dice! Pues es verdad. He seguido siempre yendo al
cine incluso cuando no era gratis. He tenido mis veleidades con el cine y
soy un cinéfilo aún ahora en que amigos de mi generación a lo que les
gusta el cine, que son muchos (Gimferrer, Javier Marías, Félix de Azúa),
ya no salen y ven las películas en video en su casa. Yo soy de los que
aún van al cine.
-Pues tal y como está el cine, habrá mucha gente que tenga
que dejar de ir por el tema del 21% o quizá se pierdan vocaciones como
la suya.
-Tengo que decir, inmodestamente, que tengo pase aún. Ahora
ya no por mi padre sino porque, como he escrito mucho sobre cine, tengo
pase para los cines a los que voy que son los de versión original,
películas de autor que son las que me gustan y de los que hay bastante.
Están los Renoir, los Verdi, los Golem... Para esos tengo pase.
-¿Puede desaparecer el espectador de cine como consecuencia de la crisis?
-Lo que yo temo es que desaparezca el cine mismo, el buen cine. Pero ese es un tema muy amplio.
-¿Tiene algún proyecto cinematográfico?
-De momento no. He hecho dos películas de las que estoy muy
contento. Si surgiera no diría que no, porque el cine fatiga y hace
sufrir pero es muy fascinante. De momento estoy muy a gusto: hoy como
poeta y en enero con un nuevo libro narrativo.
-¿Cual es el título?
-'El invitado amargo'. Es un libro muy original porque no lo he escrito sólo yo.
Interaccción
es la palabra. Los usuarios de los medios de comunicación ya no son
pasivos, han pasado de ser meros receptores de la ...foto,.

SOCIEDAD
Interaccción es la palabra. Los usuarios de los medios de
comunicación ya no son pasivos, han pasado de ser meros receptores de la
información a vivir una experiencia, se integran en la narración. En
ello trabaja Charo Marcos del Río, que compartirá su experiencia y sus
conocimientos mañana jueves con los alumnos del Máster de Periodismo
Multimedia UEx/HOY y con todos los pacenses a los que les interesen los
medios audiovisuales y quieran acudir al centro de negocios del nuevo
edificio de Caja Badajoz a partir de las 19.30 horas.
Ha titulado su conferencia 'Nuevas formas de contar
historias en la era de Internet', y bajo ese paraguas hablará a los
alumnos del máster de nuevas narrativas y contenidos transmedia, «que es
lo que hacemos nosotros en el Laboratorio de RTVE.es, que es un
departamento de innovación audiovisual que creamos hace unos años y que
ofrece enfoques creativos que tratan de no dejar a nadie indeferente, en
el que buscamos fórmulas narrativas nuevas, bien sean reportajes
interactivos, webdocs, documentales concebidos para ser consumidos en
Internet... lo que hacemos es utilizar todas las herramientas que nos
facilita la Red para contar las historias de la forma más completa
posible, tratamos de que leer una historia, un reportaje o consumir un
documental sea una experiencia más allá de una simple lectura o
recepción pasiva del contenido».
En la búsqueda de nuevas formas de contar las cosas, la
creatividad es muy importante, según Marcos del Río, «pero más aún el
hecho de estar abierto a muchas posibilidades, no sólo para captar las
historias que queremos contar, sino también en las formas de hacerlo».
Ayuda de las redes sociales
La subdirectora del equipo transmedia y del Laboratorio de
RTVE.es considera que las redes sociales están ayudando muchísimo a los
medios de comunicación: «Los hacen mejores porque la inteligencia global
que hay ahí fuera nos permite mejorar. Los medios utilizan las redes
sociales como medio difusor de sus contenidos, pero algunos ya están
empezando a utilizarlos también como esa inteligencia global de la que
nos podemos nutrir. El periodismo ciudadano no lo ha inventado Internet,
pero hace que la forma en la que la gente te hace llegar la
información, puntualizaciones, errores... fluya de una forma más rápida.
Las redes sociales han sido una especie de sacudida para los medios que
estaban dormidos, les han dicho: estamos aquí fuera, os leemos y os
criticamos también, eso es muy bueno».
Charo Marcos del Río afirma que el periodismo ha cambiado
de una forma radical desde que empezó a trabajar hace quince años, «el
medio hasta ahora ha condicionado mucho la forma en la que se narraban
las historias, en la radio la herramienta principal es el sonido, en la
televisión manda la imagen, en los periódicos y revistas la palabra
escrita, y ahora en Internet el medio no te limita para trasladar el
mensaje, sino que pone a tu disposición todas las herramientas posibles
para que esa historia llegue de la mejor manera. Al final el oficio
sigue siendo el mismo: contar historias, lo que ha hecho Internet es
transformar la forma en la que las hacemos llegar a la gente, y además
lo hace mucho más rápido, y a nosotros como periodistas nos provee de
una herramienta magnífica para tener la respuesta de la gente de una
forma más inmediata para saber si llega nuestro mensaje, cómo llega, si
se entiende, si lo hemos contado bien, nos enriquece a nosotros como
profesionales y la forma en la que hacemos nuestro trabajo».
La periodista insiste en que los medios de comunicación se
enfrentan a un grupo de usuarios que no son pasivos, sino tremendamente
activos, que demandan información y que además son muy exigentes con la
información que demandan y quieren participar, opinar y que su opinión
sea tenida en cuenta, «y creo que debemos prestarles mucha atención.
Twitter es un aldabonazo de la gente que dice 'estoy aquí y te leo, te
escucho y además tengo opinión sobre lo que tú opinas', eso nos tiene
que recordar todos los días que nuestro trabajo es ser rigurosos y tiene
que hacernos mejores».
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