Mérida A.D: Manu; Regino, Chiettino,
Mansilla, Jonhy; Santi Amaro (Jorge Caballero, 83'), Troiteiro; Juan
Germán, Cristo, David Alejo (Borja, 61'); y Sunny (Pisky, 75').
C.D. Coria: Jiménez; Carlos (Jairo,
46'), Asiel, Liberal (Pino, 46'), Rubén Alegre; Mahillo, Juanqui,
Alvarito, Edu Santos, Jetu (Pitor, 72'); y Chema Martín
Goles: 1-0, Min. 28: David Alejo (de
penalti). 1-1, Min. 39: Chema Martín (de penalti). 2-1, Min. 42:
Chiettino. 3-1, Min. +45: David Alejo. 4-1, Min. 62: Sunny.
Árbitro: Aparicio Álvarez, de Don
Benito. Expulsó por doble amonestación a Juanqui (28' y 35'). Además,
amonestó a los caurienses Jiménez, Asiel, Mahillo, Chema, Alvarito y
Pitor. Y a los emeritenses Regino, Mansilla y Borja.
Incidencias: Alrededor de 5.000
espectadores en el estadio Romano, con presencia de seguidores
visitantes. Se guardó un minuto de silencio por Daniel García, el
jugador de 7 años del C.D. San Miguel de Plasencia, que falleció el
sábado en un accidente de tráfico. Los hermanos González Tirado, Sergio y
Jorge, ganadores de tres medallas en piragüismo en los Juegos Mundiales
de Policías y Bomberos, realizaron el saque de honor. Terreno de juego
en lamentables condiciones.
Pues lo primero es lo primero: el patético césped del
estadio Romano impidió a 5.000 espectadores disfrutar ayer otra vez de
un mejor partido, como ya sucediera también ante el Villanovense y el
Extremadura. El padre de la idea de echarle arena al terreno de juego se
ha ganado la gloria bendita y eterna: por intentar hacer una resiembra
en octubre y porque allá donde no hay arena (como, por ejemplo, desde
las líneas de banda hasta las gradas) está el césped mucho mejor que
donde se juega. No obstante, sea de quien sea la culpa, el caso es que
al Romano le regalaron una alfombra en verano del 2009 y, cuatro años
después, es una auténtica vergüenza. Y va camino de seguir abochornando
al club, a los jugadores, a su afición y a la ciudad durante muchos
partidos más. Una pena que haya coincidido tal desastre con el proyecto
más serio y el mejor equipo que se le recuerda al Mérida en años.
Y disculpen las molestias, pero es que no se puede explicar
lo que dieron de sí ayer Mérida y Coria sin apuntar primero al piso.
Sin embargo, a pesar de que no se podía regatear, combinar, tirar
paredes, etcétera... el Coria exhibió maneras de equipo hecho y sólido, o
sea de aspirante puro a playoff. Durante la primera media hora de
partido maniató y hasta superó al Mérida, tanto tácticamente como en el
despliegue. Recuperaba muy arriba y encontraba rápido a Chema Martín.
Como no le salían los pases en corto, el Mérida intentó jugar en largo.
Pero tampoco. No se encontraba a gusto el bloque de Plaza, con regalos
atrás e imprecisiones arriba. Sus dos cerebros, Amaro y Troiteiro,
sufrían buenos marcajes al hombre.
Pero entonces se llegó el tramo polémico del partido, para
desgracia de Aparicio Álvarez. Como aquí no existen prismas grises, sino
blancos o negros según qué afición, el lío está montado. Ahí va lo que
se protesta:
Uno: el Mérida, al que no le hace falta mucho juego para
asestarle un buen sopapo a cualquiera, llegó por fin con relativo
peligro al área rival en el 27' de partido. Y entre rebotes, trompicones
y mala salida de Jiménez, el balón le llegó a Juan Germán, al que
trabaron por detrás justo cuando iba a disparar. Penalti y amarilla a
Juanqui. Parece clarísimo. El Mérida pidió la roja. La pena máxima la
transformó David Alejo.
Dos: siete minutos después de eso, una falta en el círculo
central de Juanqui sobre Cristo provocó la segunda amarilla del
mediocentro celeste. Para los caurienses no fue amarilla; para los
emeritenses, en cambio, fue clara.
Tres: Carlos, un verdadero suplicio para Jonhy durante toda
la primera parte por la banda derecha del ataque cauriense, cayó ante
Mansilla en el 38'. Penalti. No parece tan claro abajo, pero los
protagonistas advierten que le agarra por la cintura. Gol de Chema
Martín.
Y cuatro: poco después, en el 42', tras un gran disparo de
Troiteiro y una mejor parada de Jiménez, el córner venidero da lugar al
gol de Chiettino desde casi la misma línea de gol. El Coria reclama
falta en la salida sobre su guardameta, que lo parece, y fuera de juego
de Chiettino cuando remata, que da lugar a muchas dudas.
Y a partir de ahí, el Coria se queja y señala al colegiado y
el Mérida opina todo lo contrario y recuerda que fueron cuatro goles.
Lo cierto es que, por muy valiente que se mostró siempre el equipo de
Rus, el Mérida fue superior a partir del 1-0. Le conviene la locura, se
deleita en los espacios. Así, el equipo de Plaza es imparable. De hecho,
continúa invicto.
Tras la vorágine de jugadas polémicas, David Alejo se
encargó del 3-1 segundos antes del descanso tras un mano a mano bien
ejecutado. Y ya al cuarto de hora de la segunda parte, Sunny llegó antes
que Jiménez a un pase en profundidad de Juan Germán para regatear al
guardameta celeste y batir a placer con la cabeza.
Ir a ver un partido de fútbol y comprobar que el árbitro quiere ser el protagonista del mismo no tiene precio. Eso fue lo que pasó ayer.
TERCERA
Nicolás Salcedo Pampón mostró 15 tarjetas amarillas y tres rojas
OLIVENZA RACING VALVERDEÑO0-0
Olivenza FC: Ciga, Chinda, Capa, Germán, Aton, Peka, Pitu, Pedrotelli (Monchu, 58´), Juanjo, Borja (Fau, 76´) y Domi (Fran, 68´).
Racing Valverdeño: Javi, Michel, Josu,
Nico, Alex (Botello, 59´), Miguel, Borja Romero, Cruz (Mendi, 70´),
Borja Bravo, Antonio (Kiko, 76´) y Caparrete.
Árbitro: Salcedo Pampón. Amonestó a
Atón, Domi, Pedrotelli, Ciga, Peka, Monchu y Fran por parte del
Olivenza. Y a Josu, Javi, Michel, Botello, Miguel y Kiko por parte de
los visitantes. Expulsó a Peka y a Monchu tras doble amonestación y a
Pitu con roja directa. Todos ellos al final del partido.
Incidencias: Ciudad Deportiva de Olivenza. Unos 400 aficionados.
Ir a ver un partido de fútbol y comprobar que el árbitro
quiere ser el protagonista del mismo no tiene precio. Eso fue lo que
pasó ayer. Ni el Olivenza ni el Racing Valverdeño fueron capaces de
anotar un gol, de acuerdo. Pero es que el árbitro tampoco ayudó con sus
continuas interrupciones. Así el resultado acabó como empezó, con empate
a roscos.
Los oliventinos y los valverdeños disputaron un partido
trabado y sin demasiadas ocasiones.
El juego físico se impuso al 'jogo
bonito' y el protagonista del partido acabó siendo quien tenía,
precisamente, que pasar inadvertido, el árbitro. Su mérito fue mostrar
15 tarjetas amarillas y tres rojas, algunas muy rigurosas que no
permitieron disfrutar del espectáculo futbolístico.
Ambos conjuntos intentaron disputar el choque como si de un
derbi se tratara. Y las cosas empezaron muy bien, con alternancia para
unos y otros. Así surgieron las dos ocasiones más claras con dos
lanzamientos al palo. Uno por cada equipo. El primero de Pitu, tras una
falta desde la frontal del área. El segundo para el Racing, de las botas
de Cruz tras un rechace dentro del área. Sin embargo, la jugada más
destacable de la primera mitad nació en una contra rápida, cuando Domi
regateó al guardameta visitante y el central del Valverdeño, Michel,
sacaba el balón en la línea de gol.
En los últimos minutos, los locales intentaron conseguir la
victoria pero Javi, el portero visitante, fue decisivo al detener un
uno contra uno a Monchu. Al final de partido, el árbitro expulsó a tres
jugadores locales en tres minutos. Lástima que, en una crónica como
ésta, el árbitro ocupe más líneas que lo que de verdad importa, el juego
limpio y el espectáculo.
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