La primera sesión de clasificación en seco, y primera
nocturna en Baréin, fue para el único equipo que sigue sin fallar:
Mercedes. Nico Rosberg sumó la quinta 'pole' de su carrera deportiva,
con lo que iguala las conseguidas por su padre Keké, en una sesión
clasificatoria donde dos de los pilotos que han estado luchando por el
título en los años anteriores mostraron las vergüenzas de sus coches.
Fernando Alonso y Sebastian Vettel partirán uno al lado del otro, pero
muy lejos de la victoria: en la quinta fila. El español partirá noveno y
el alemán décimo, ambos impulsados una plaza por la sanción que
arrastra Daniel Ricciardo desde Malasia.
Ni el piloto de Ferrari ni el de Red Bull pueden estar
contentos por un resultado en clasificación que les deja demasiado lejos
de un podio que les mantendría vivos en la lucha por el campeonato. La
salida se convertirá en una de las principales bazas, precisamente un
punto donde ninguno de los dos, de manera más flagrante para el español,
ha brillado este fin de semana.
Por delante, la mínima emoción estará en ver qué Mercedes
es capaz de llegar primero a la meta. Hamilton o Rosberg. Uno de los dos
subirá con total probabilidad a lo más alto del podio, si es que no hay
ningún problema mecánico mediante. Tras ellos arrancará Valtteri
Bottas, que clasificó cuarto por detrás del sancionado Ricciardo, que
saldrá desde el decimotercer puesto. Se presenta para el finlandés un
gran premio perfecto para demostrar no sólo que la resurrección de
Williams es real, sino que sí es verdad que él es más rápido que Massa.
«En cada carrera decimos que vamos a dar el paso, pero el
paso no llega». Así de duro se mostró Fernando Alonso nada más bajarse
de un coche que saldrá noveno en el circuito donde ganó por primera vez
con Ferrari. El piloto asturiano no se mordió la lengua al hablar, una
vez más, de la inmovilidad que hay en la 'Scuderia' a la hora de tomar
soluciones para mejorar un coche que no está a la altura. De nuevo fue
la unidad de potencia, muy inferior a los Mercedes, la que le dejó fuera
de juego en la Q3. Tras pasar por los primeros cortes con relativa
solvencia, llegó a la tanda definitiva con la esperanza de clasificar en
una cuarta o quinta plaza que le daría bastantes opciones de pelear por
el podio.
Sin embargo, no fue así. Desde el inicio de la Q3 iba
perdiendo más de un segundo en cada vuelta con respecto a los hombres de
arriba, y al final son casi dos los que le separaron de Rosberg. Alonso
justificó su pobre rendimiento en la carencia de potencia, lo que sin
embargo no explica el quinto puesto de su compañero en la parrilla de
hoy.
Vettel, autocrítico
Esta pequeña rajada de Fernado Alonso llega, además, en
plena vorágine de rumores acerca de su posible regreso a McLaren. Emilio
Botín, máximo mandatario del Banco Santander (principal patrocinador de
Ferrari) señaló a los micrófonos de Movistar TV que es «absolutamente
imposible» que el asturiano regrese a la escuadra de Woking, pero en
Fórmula 1 el término 'imposible' siempre ha sido muy relativo. Lo que
está claro es que en Ferrari, según palabras del propio Alonso, no están
haciendo un buen trabajo.
En favor del espectáculo es que Sebastian Vettel no estará
muy por delante. El vigente campeón cayó por segunda vez en tres
carreras en la Q2, una situación prácticamente inédita en la Fórmula 1
de esta última época. El motor Renault de su monoplaza no está en
condiciones de pelear con los hombres de Mercedes, y en el caso de
Vettel empieza a ser preocupante.
Por segunda vez este año, Ricciardo clasificó por delante
de él, y esta vez el alemán sacó algo de autocrítica a la hora de
analizar su labor: «Había algo más en el coche y no supe sacarlo».
Sebastian Vettel se quejó de problemas de estabilidad en las reducciones
cuando las hacía en bajada, lo que supone todo un problema en un
trazado que es menos llano de lo que se aprecia a primera vista. Ganar
en Baréin es prácticamente un sueño imposible para Vettel y Alonso.
Nadie lo ha conseguido partiendo más allá del cuarto puesto, y la falta
de rendimiento de uno y otro no ayuda.
TÍTULO: EL FUTBOL ES DE CHICAS, CARMEN MENAYO ACARICIA EL CIELO,.
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La selección española Sub 17 logró en Costa Rica el mayor
éxito para el fútbol femenino en su historia. Y una extremeña de apenas
15 años figuraba entre sus protagonistas. Carmen Menayo salió de titular
para entrar en la historia con la conquista del subcampeonato del Mundo
Sub 17. España no pudo poner broche de oro a su mayor hito porque
perdió en la final ante una intratable Japón, que se coronó por primera
vez campeona de la categoría.
Carmen Menayo salió titular y fue sustituida por Aitana
Bonmati poco después del descanso. La jugadora del EF Puebla da brillo a
su palmarés con esta plata mundialista que añade al subcampeonato
conseguido en diciembre en el Europeo Sub 17.
Con goles de Meika Nishida al minuto 5 y de Fuka Kono al
79, Japón se llevó una merecida victoria que ratificó la superioridad
que demostró durante el torneo, en el que ganó sus seis partidos, marcó
26 goles y sólo encajó uno.
Cuando el partido apenas estaba en sus primeros compases,
Nishida abrió la cuenta tras recoger una pelota que se había estrellado
en el travesaño y ante el que la guardameta Elena De Toro había quedado
en el suelo. El gol tempranero le permitió a las japonesas controlar el
partido con su sólido bloque defensivo, que durante el torneo solo
permitió un gol y al que España intentó vulnerar con velocidad por los
costados. La rapidísima Nahikari García, solitaria en el ataque, fue la
jugadora más peligrosa de la 'Rojita' y lo fue aún más cuando Andrea
Falcón y Laura Domínguez se animaron a acompañarla por las bandas. Sin
embargo, el conjunto español no pudo realizar disparos de verdadero
peligro para probar a la guardameta Matsumoto.
En el segundo tiempo, España mantuvo la posesión de la
pelota pero se siguió estrellando contra el bloque defensivo de Japón,
que con su rápida salida tuvo varias oportunidades para aumentar el
marcador.
La guardameta Elena De Toro se convirtió en la figura
española al negarle el gol a Kobayashi y a Kono, quienes le remataron a
corta distancia tras sendas jugadas colectivas.
La '10' japonesa, Hina Sugita dio claridad al ataque y
asistió a sus compañeras en el área. Una buena jugada colectiva de
toques rápidos dejó a Kono de frente al marco y la delantera, que había
ingresado al campo unos minutos antes, marcó el definitivo 2-0 con un
toque suave a un costado de la guardameta española.
España no bajó los brazos e intentó ir al ataque sin éxito,
ante una defensa asiática que siguió haciendo alarde de su fuerza y
orden. Saihara estuvo cerca de aumentar el marcador con un disparo que
se estrelló en el travesaño en el 89.
Hina Sugita fue designada por la FIFA como la mejor
jugadora del Mundial y Pilar Garrote fue reconocida con el 'Balón de
Bronce'.
El tercer lugar fue para Italia, que derrotó en los penaltis a Venezuela, después de empatar 4-4.
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