miércoles, 23 de julio de 2025

España a ras de cielo - Noelia Núñez ,. - PLANETA CALLEJA - Domingo - 20 , 27 - Julio ,. / Centenarios - Francisca Corbacho ,. / Aquí la tierra - El club de Lectura Viva abre curso en Castelar el 12 de septiembre ,. / Tramoyista - Esos malditos recuerdos ,.

 

TITULO: España a ras de cielo -  Noelia Núñez  ,. - PLANETA CALLEJA -Domingo - 20 , 27 - Julio ,.

 

España a ras de cielo  ,.

 

España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo Martes a las 22h30,.
 El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista., etc,.


PLANETA CALLEJA - DOMINGO -  20 , 27  - Julio  ,.
 

   Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,. Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes ., etc.

 

Noelia Núñez,.

La diputada del PP Noelia Núñez reconoce que no tiene el doble grado en Derecho que aparece en su perfil del Congreso,.

  • "Nunca he tenido intención de engañar a nadie", asegura la diputada sobre la titulación que figura en su currículum,.
  • El PSOE ha exigido su dimisión por haber "mentido de forma reiterada" sobre su formación académica,.
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  •  La diputada del PP Noelia Núñez reconoce que no ha acabado sus estudios de  Derecho

    foto - Noelia Núñez,.

    La vicesecretaria de Movilización y Reto Digital y diputada del PP Noelia Núñez ha reconocido este miércoles que no tiene el Grado combinado de Derecho y Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas de la UNED que figura como "doble grado" en su perfil en la página del Congreso y ha asegurado en un mensaje en redes sociales, que esa titulación aparece por error en su currículum.

    Núñez ha aclarado su formación académica después de que el ministro de Transportes, Óscar Puente, publicara un mensaje en X expresando dudas sobre sus estudios. En un extenso hilo de once mensajes en la misma red social, Núñez ha respondido a Puente para "disipar" las dudas del ministro y ha asegurado que por su parte no ha habido "intención de engañar a nadie".

    Fuentes del Congreso han explicado a RTVE que los diputados no están obligados a aportar sus títulos universitarios o de estudios, pero firman una declaración responsable donde se comprometen a que toda la información que se aporta es veraz.

    Noelia Núñez es una de las nuevas caras del Comité de Dirección del PP en el reciente Congreso Nacional del PP del pasado 4 de julio.

    Fuentes del PP acusan al ministro Óscar Puente de haber generado una confusión y de ocuparse en tuitear sobre la oposición en lugar de ocuparse de la "situación crítica" que vive el transporte en España y señalan que la diputada ya ha aclarado esa confusión en sus mensajes en la red social X.

    No he acabado los estudios, pero pretendo retomarlos

    La diputada del PP explica en sus mensajes que decidió estudiar Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y trasladar luego el expediente a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), donde después comenzó el Grado en Estudios Ingleses.

    En 2019, continúa en el hilo en X, cambió el Grado de Derecho por un Grado Combinado de Derecho y Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas en la UNED, estudios que admite no haber terminado, aunque asegura que pretende retomar. "No he acabado los estudios, pero pretendo retomarlos", argumenta la edil.

    No ha finalizado los estudios, según ha explicado ella misma, porque su carrera política ha ocupado su "tiempo y esfuerzo", con responsabilidades en el Ayuntamiento de Fuenlabrada desde 2015, en la Asamblea de Madrid (2021-2023) y ahora en el Congreso de los Diputados y el Comité de Dirección del PP.

    Pedirá que se cambie la información errónea sobre su formación

    La diputada del PP explica que en el currículum del portal de transparencia del Ayuntamiento de Fuenlabrada, donde es concejal portavoz del PP, que ha remitido "apenas unos meses antes" del que pasó al Congreso, se detalla su trayectoria sin confirmar la finalización de esos estudios.

    Argumenta que si hubiera tenido intención de engañar a alguien no habría remitido versiones distintas en tan corto periodo de tiempo y dice que no ha querido explicarlo antes para que este asunto "no tapara las derrotas del Gobierno" en el pleno de este martes.

    "Ya quisiera Sánchez que le ayudáramos a desviar la atención de donde corresponde, que es de su precariedad parlamentaria", afirma la diputada, que asegura que pedirá de inmediato que se cambie la información errónea sobre su formación que aparece en la web del Congreso.

    No obstante, arremete contra el ministro de Transportes, de quien critica que esté más preocupado de su perfil académico que de "los miles de ciudadanos que quedan atrapados cada día en unos trenes que dependen de su (nula) capacitación profesional". Y advierte de que no se va a dejar "amedrentar por la izquierda" ni va a aceptar lecciones "del partido de ese Pedro Sánchez que copió su tesis y que es marido de esa 'catedrática' que es Begoña Gómez".

    El PSOE exige la dimisión de Núñez por haber "mentido de forma reiterada"

    El PSOE ha exigido la dimisión a Noelia Núñez, por haber "mentido de forma reiterada" sobre su formación académica. Su portavoz parlamentario, Patxi López, entrevistado en La Hora de La 1, ha asegurado que "no es solo una equivocación", como afirma la diputada porque "no solo lo ha puesto aquí en su currículum en los papeles del Congreso es que lo ha dicho permanentemente en las entrevistas que le hacían". Se trata de "una forma de hacer política engañando es muy del PP", ha agregado.

    También ha reaccionado a las explicaciones de la diputada el ministro de Transportes, Óscar Puente, que considera que "la única salida que tiene" es dimitir. "Tiene tres currículum y los tres son diferentes Pero lo grave es que ninguno de los tres es cierto", ha afirmado este miércoles en declaraciones a la prensa.

    Fuentes socialistas han señalado que la también presidenta del PP en la localidad madrileña de Fuenlabrada afirmó en varias entrevistas a medios ser licenciada en Derecho, Filología Inglesa o Ciencias Jurídicas de la Administración Pública, pero que "nada de eso es cierto".

    "No es un error menor ni una exageración: es una falsedad consciente y reiterada que vulnera los propios estatutos del Partido Popular, donde falsear el currículum se considera motivo de sanción o expulsión", ha recordado el PSOE, recalcando que es "insostenible" que una responsable política mantenga su cargo "tras haber engañado sobre su trayectoria académica".

    Los socialistas han lamentado que "su continuidad desprestigia a las instituciones" y lanza "un mensaje inaceptable a la ciudadanía", por lo que le reclaman "su dimisión inmediata". "Lo contrario solo evidenciaría que en el PP se permite mentir sin consecuencias", han zanjado.

    TITULO: Centenarios -  Francisca Corbacho,.

     

      Francisca Corbacho,.

     

     Víctor Rodríguez con su madre, Francisca Corbacho .

     

    foto - Víctor Rodríguez con su madre, Francisca Corbacho,.

    Una mujer de 92 años pasa nueve horas esperando a que una ambulancia la devolviera a su casa tras recibir el alta,.

    Recibió el alta las 14:00 horas y no pudo volver a su casa hasta el filo de medianoche, denuncian sus familiares,.

Una mujer de 92 años fue tratada en el hospital de Badajoz por una cardiopatía severa. Fue dada de alta el pasado martes a las 14:00 horas. Sin embargo, la señora no pudo volver a pisar su casa en el pueblo de Guadiana, de 2.500 habitantes, hasta pasada la medianoche. El municipio se encuentra a 35 kilómetros del centro hospitalario, pero la mujer tuvo que soportar una espera de nueve horas hasta que un vehículo medicalizado la pudiese llevar de vuelta a casa.

Es lo que denuncian sus familiares. En concreto su hijo, que ha denunciado el caso en el periódico extremeño Hoy. Víctor Rodríguez es el hijo de Francisca Corbacho, y considera que aquella tardanza que tuvo que aguantar su madre es "un escándalo".

Por ese motivo ha presentado una reclamación ante la Defensora del Paciente del Servicio Extremeño de Salud. Rodríguez señala directamente a la gerencia del servicio de ambulancias y a la Junta de Extremadura en su escrito, al que ha tenido acceso Hoy.

"No es normal que una mujer mayor ante a esas horas por las carreteras", denuncia el hijo. "Nada ni nadie pudo justificar tal retraso de nueve horas. Tanto el resto de la familia como yo mismo, que estaba con ella, vivimos una situación que no se merece ningún paciente, y menos aun si tiene 92 años".

"El Servicio Extremeño de Salud tiene que solucionar la prestación de este servicio por ser quien paga, con nuestros impuestos, a quienes lo prestan de forma subsidiaria", continúa.

Agradecimientos

La familia de Francisca agradece en cualquier caso la entrega del personal sanitario del Hospital Perpetuo Socorro, donde la mujer espero nueve horas hasta que apareció una ambulancia sobre las 23:00 horas que se la llevaría a su casa, a donde llegó ya en la madrugada del pasado miércoles.

El mismo hijo relata en sus declaraciones al Hoy que fue el personal el que se preocupó y encargó de darle merienda, cena y medicación a la mujer, con todas las complicaciones administrativas que ello conlleva, en tanto que la señora ya había sido dada de alta hacía horas.

TITULO : Aquí la tierra - El club de Lectura Viva abre curso en Castelar el 12 de septiembre,.

 

 

El club de Lectura Viva abre curso en Castelar el 12 de septiembre,.

 El escritor José Ovejero, en una de las sesiones del club de lectura de 2024 con Miguel Ángel Carmona del Barco.

foto -  El escritor José Ovejero, en una de las sesiones del club de lectura de 2024 con Miguel Ángel Carmona del Barco.

La iniciativa, que se desarrolla bajo el paraguas de la Concejalía de Cultura, se integra en la escuela de nuevas formas narrativas Mirada y Voz,.

El escritor Miguel Ángel Carmona del Barco tiene por delante todo un verano y 29 libros por leer. De las 28 novelas ,.

  TITULO:  Tramoyista -  Esos malditos recuerdos ,.
 
 Último concierto de la temporada de RTVE

foto -  Último concierto de la temporada de RTVE,.

El director Pablo González tuvo que interrumpir la estupenda interpretación de la monumental Sinfonía Resurrección de Mahler, en su despedida de la Orquesta de la RTVE, por unas inoportunas voces que se colaron desde la platea,.

El pasado 7 de mayo, el conocido director Yannick Nézet-Séguin decidió interrumpir un concierto en plena actuación con la Orquesta de Fildafelfia. En dos ocasiones. La primera, cuando apenas se había iniciado el tercer movimiento de la Novena sinfonía de Anton Bruckner. En ese instante sonó un móvil y el responsable musical del Met neoyorquino realizó una pausa hasta que reinara de nuevo el silencio. Pero una vez reiniciada la interpretación, otra llamada volvió a escucharse nítidamente en la sala. Esta vez, Nézet-Séguin, además de ordenarles a los músicos que se detuvieran, se dio media vuelta y dirigiéndose al público lanzó una pregunta al aire: «¿No podemos vivir sin el teléfono al menos por una maldita hora?».

Con unos pocos días de diferencia, una escena similar se ha producido ahora en el Teatro Monumental madrileño durante el concierto de clausura de la temporada de la Orquesta y Coro de la RTVE. Dirigía Pablo González el que debía ser su concierto de despedida como titular de esta agrupación cuando, justo al inicio del cuarto movimiento de la Segunda Sinfonía de Gustav Mahler, un molesto ruido de voces se coló inesperadamente entre los primeros compases. González, con gesto contrariado, firme y serio pero siempre educado, se giró entonces para solicitar que cesara ese murmullo que claramente estaba perjudicando la audición de uno de los pasajes más significativos de la obra, confiado a la contralto. En este caso, parece que se trató de algún inoportuno micrófono abierto por el que se colaban las instrucciones de uno de los miembros del equipo de realización encargado de la grabación de la cita: un incidente que debería haberse previsto, y evitarse, sin necesidad de llegar a interrumpir el acto musical; de hecho se subsanó en el acto y aquel rumor insistente ya no se escuchó más.

Durante el periodo pandémico, cuando los escasos actos musicales que se celebraban entonces parecían adquirir una trascendencia inesperada, como si se estuviera asistiendo a un hecho que quizá podría no volver a repetirse, sumidos como entonces estábamos en aquella atmósfera apocalíptica, los conciertos y las óperas que apenas se ofrecían volvieron a disfrutarse en un ambiente casi ideal, como de íntimo recogimiento, sereno y reposado. O eso semejaba, propiciado por un ya casi olvidado silencio de un espesor que podría cortarse con el filo de una navaja.

Quizá era el momento, que convertía aquellas privilegiadas experiencias en una suerte de liturgia, pero sin duda dos hechos prosaicos contribuían a propiciar aquella atmósfera relajada: cualquier amago de tos podría revelarnos como indeseables portadores del estigma, y la escasez de público (forzada, en ocasiones hasta el ridículo, por las restricciones sanitarias que imponían aforos limitados) situaba el foco más claramente sobre los asistentes. Ya se sabe que el ser humano se muestra mucho más dócil y obediente de las formas cuando se siente vigilado, o simplemente observado.

Como todo, aquellas jornadas de acceso limitado concluyeron, y de nuevo liberados de toda precaución los aficionados retornaron a teatros y auditorios dispuestos a volver a disfrutar, como antaño, de la música. Entretanto, de aquel trance vírico todos habíamos salido, según acertó a resumir en admirable síntesis el escritor francés Michel Houllebecq, «igual pero peor». Lo cual pudo rápidamente comprobarse en las salas de conciertos mediante el regreso de las indiscriminadas ráfagas de toses (que un principio hasta nos parecieron agradables porque de algún modo representaban el triunfo de la vida reflejado en las costumbres de siempre), más sonoras incluso que antes, y el inoportuno e incesante repicar de los móviles dispuestos a arruinar instantes sublimes como el delicado pianissimo de la soprano.

La «angustia difusa» de la vida actual

El otro día, mientras me parecía adivinar en el severo gesto de Pablo González la frustración de quien ha consagrado horas enteras a sumergirse en la partitura malheriana, tan rica y sugerente como complicada en la coherente plasmación de un universo tan absolutamente desmesurado, para que en un momento te la arruine un descuido que nada tuvo que ver con el fallo de un solista, pensé en lo que apunta Byung-Chul Han en El aroma del tiempo. «Las prisas, el ajetreo, la inquietud, los nervios y una angustia difusa caracterizan la vida actual. En vez de pasear tranquilamente, la gente se apremia de un acontecimiento a otro, de una información a otra, de una imagen a otra». Esa angustia que exige permanecer innecesariamente conectados durante todo el tiempo nos impide ya no sólo a nosotros mismos disfrutar de una experiencia tan enriquecedora como la de saborear plenamente los sonidos, y los mensajes y asociaciones, que transmite una obra de arte como la Resurrección, sino que llegan a inmiscuirse hasta entorpecer con nuestra irresponsabilidad el goce de los otros, su trabajo, su dedicación.

Precisamente, esa angustia fatal del hombre moderno (el «spleen» baudelaireano), enfrascado en mil tareas inútiles que lo privan apartándolo del cultivo de su propia espiritualidad hasta sumirlo en una depresión ontológica, es la que el propio Mahler expresa a través de ese enorme fresco que es su Segunda Sinfonía. Para concederle, al final, una posibilidad de redención, más allá incluso de su propia voluntad. Si en el primer movimiento asistimos a su funeral, el segundo y el tercero obedecen a una especie de flashback, una visión retrospectiva de los sueños de infancia seguida de la quiebra de esas mismas ilusiones que, ya en la edad adulta, explotan en todo su crudo realismo hasta convertirse en las frustraciones del hombre común entregado a una vida vacía, consagrada a la inmediata satisfacción de vanos deseos inaplazables con los que espantar ilusoriamente el tedio y la monotonía.

Y si el cuarto tiempo anuncia ya la luz, la esperanza de un más allá feliz para todos los hombres, justos o no, más que un lugar, otra dimensión que supere el sinsentido de la vida, el último le permite alcanzar esa definitiva plenitud que se logra al «despertar a través de Dios y el amor» (…) «no en el sentido de una creencia determinada sino más bien de la fe en la omnipotencia del amor. La resolución suprema del enigma es en Mahler puro amor de Dios, hombre y naturaleza», como sugiere Guido Adler.

Con semejante programa en manos de un autor proclive al exceso, la obra podría representar un desafío a la razón, tal como Celibidache entendía a Mahler: «Un hombre caótico, que no tiene sentido de la arquitectura, de la coherencia». Quizá como reflejo de su propia personalidad. «Todo en él era tensión», decía Stefan Zweig, que lo conoció: «El furor era su elemento». Pierre Boulez sostenía que precisamente este compositor «sería quizá menos fascinante si no resultara, en ocasiones, tan difícil». Una complejidad, para el compositor francés, ídolo de la vanguardia, derivada de una «ansiedad demiúrgica: la angustia de crear un mundo que prolifera más allá de cualquier control racional, el vértigo de crear una obra en la cual la armonía y la contradicción tengan igual peso, la insatisfacción de las dimensiones reconocidas de la experiencia musical, la búsqueda de un orden menos establecido y menos indulgentemente aceptado».

En el tiempo libre que le dejaban sus empeños como director orquestal, al «caótico» Mahler aún le quedaba tiempo para filosofar reflexionando sobre el futuro de la humanidad, unas aspiraciones metafísicas que raramente habían encontrado asiento en la música. «¿Por qué existimos?», parece plantearse en la Segunda, y el resultado es una obra todo lo excesiva que se quiera, en la que, a veces sin un orden, o un propósito concreto, se dan la mano lo grotesco y lo trágico, el sarcasmo conviviendo con el candor, en una elaboración musical que en ocasiones se complace en un cierto regusto kitsch en el que conviven los recuerdos de infancia, la música de las verbenas populares con la grandiosidad de las construcciones wagnerianas, mezclado con citas a Brahms. Una apuesta por lo híbrido que en útilmente término refleja el vigor de la sociedad vienesa de su época, la amplia cultura del autor, su ingenio y ansias de libertad, de volcar en la partitura todo aquello que agita su interior, sin reservarse nada, para bien o para mal.

Pero lo verdaderamente esencial es que el impulso creador de ese hombre aún hoy nos sigue cautivando, elevando, emocionando por su intacta capacidad de sugerir el misterio, más allá de esta o la otra interpretación: con los estándares actuales, cualquier orquesta bien entrenada puede conseguir un digno resultado interpretando sus obras. La diferencia entre lo bueno y lo sublime se aprecia en los detalles. Por ejemplo, uno hubiera deseado una presencia más nutrida del coro de la RTVE para dotar de una mayor fuerza los pasajes determinantes del último movimiento. Aunque en eso seguramente hayan hecho mucho daño las grabaciones: quién se ha resistido a elevar el sonido más de lo aconsejable, por ejemplo, en el registro referencial de Otto Klemperer con la Philharmonia Orchestra, justo en el momento en que el coro anuncia el consuelo de la verdad de la resurrección, hasta despejar todas las incertidumbres humanas.

Pablo González, que incluso físicamente guarda un cierto parecido con Klemperer, ofrece una lectura en algún modo emparentada con la citada del desaparecido maestro de Breslau, por sus ansias de exaltación espiritual y esa intensidad a veces opresiva. Observa la pausa, aunque no de cinco minutos, que Mahler preveía entre el primer movimiento y los siguientes. El incidente, aquí descrito, del cuarto movimiento no hizo que descarrilara su concentración, y el bien calibrado final desencadenó las exclamaciones del público, que se hicieron aún más ruidosas cuando salió a saludar en solitario. Tributo muy merecido, no solo por el excelente resultado que cosechó con esta interpretación, siempre fluida, plena de tensión y contrastes, si no por el magnífico trabajo que ha desplegado durante este tiempo al frente de la Orquesta de la RTVE, llevándola a altas cotas de calidad en un repertorio bien variado, con calificaciones muy elevadas en compromisos de tanto relieve como el aún reciente Réquiem Verdi o esta Resurrección, partituras que requieren un formidable despliegue de energía, solidez y una sabia administración de los recursos al alcance.

Aquí hubo una entrega encomiable de todas las familias, con una cuerda tensa y sedosa, unos metales de sonido pleno sin acideces, un viento transparente y dúctil, una percusión ajustada... Las intervenciones fuera de escena lograron ensamblarse perfectamente en el discurso general, sin esas indeseables dislocaciones que se producen en ocasiones. El coro sonó compacto, siempre afinado, a falta de mayores efectivos.

Las dos voces solistas convocadas cumplieron su cometido, algo más inspirada la mezzo, Gerhild Romberger, dando el justo sentido al anuncio esperanzador que trae consigo la luz, con admirable repliegue de unos medios generosos para adecuarlos a la pura expresión de la inocencia. La soprano Berna Perles, de timbre seductor pero escasa de matices, pareció como si se sintiera fuera de estilo, superada por la naturaleza del envite. El éxito colectivo resultó innegable y solo cabe desearle más suerte a González, uno de nuestros mejores directores en plena madurez, cuyo rigor es siempre el reflejo de ideas elaboradas a partir no solo del estudio sosegado y concienzudo y de su amplia cultura, sino de algo que tiene que ver sobre todo con el entendimiento del servicio a la música como una suerte de misión evangelizadora, algo que en estos tiempos líquidos adquiere un mérito añadido.

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