domingo, 7 de septiembre de 2025

MAS QUE COCHES - La red de carga en España supera los 48.000 puntos, con un auge de los cargadores de alta potencia ,. / Para Todos La 2 - Felipe VI, un año después ,. / Gigantes de La 2 - A la deriva - Maribel Vilaplana ,. - Jueves - 18 - Septiembre ,. / ¡ Atención obras ! - Cine - Oliver Laxe invita a Cannes a "caer al abismo" con 'Sirat', su nueva película ,.

 

TITULO : MAS QUE COCHES - La red de carga en España supera los 48.000 puntos, con un auge de los cargadores de alta potencia,.

 

 La red de carga en España supera los 48.000 puntos, con un auge de los cargadores de alta potencia,.

 

 Las infraestructuras de recarga pública en España superan los 48.000 puntos operativos hasta el 31 de agosto

foto - Las infraestructuras de recarga pública en España superan los 48.000 puntos operativos hasta el 31 de agosto,.

La infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en España sigue creciendo a un ritmo constante, superando los 48.070 puntos operativos a fecha de 31 de agosto de 2025. Según los datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), esta cifra representa un incremento del 5,92% desde finales de 2024.

El dato más destacado de este informe es el fuerte impulso de los puntos de recarga de alta potencia. En los primeros ocho meses del año, los cargadores de 50 a 250 kW han experimentado un crecimiento del 75,69%, mientras que los que superan los 250 kW han aumentado un 57,14%. También los puntos de carga rápida (de 22 a 50 kW) han crecido un 17,93% en este mismo periodo.

Este auge de la alta potencia se alinea con el objetivo de los operadores de facilitar los viajes de larga distancia y ofrecer una experiencia de recarga similar a la de un repostaje de combustible tradicional.

Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE, subraya el «enorme esfuerzo inversor y tecnológico» de los operadores, que refuerzan el despliegue de infraestructuras para que los conductores puedan viajar por toda la península con total confianza.

En cuanto a la distribución geográfica, el informe confirma que Cataluña, Madrid y Andalucía se mantienen a la cabeza, concentrando más del 48% de todos los puntos de recarga del país. Estas comunidades, con una mayor densidad de población y de tráfico, siguen siendo los motores principales en la adopción de la movilidad eléctrica.

AEDIVE ha implantado una nueva metodología para la recopilación de datos, que ahora solo contabiliza los puntos de recarga que están activos y operativos en el momento de la medición.

Esta actualización, que incorpora bases de datos de referencia europeas y técnicas de big data, busca proporcionar una información más robusta, fiable y coherente con los estándares internacionales, ofreciendo una «foto» más precisa del estado de la red de carga en España.

TITULO: Para Todos La 2 -  Felipe VI, un año después ,.

 Felipe VI, un año después ,.

 Felipe VI, un año después

fotos / Lo que Don Felipe y su entorno han dicho y hecho durante el año siguiente al que cumplió una década al frente de la jefatura del Estado sintoniza a carta cabal con lo del Rey prudente, a lo que sumo ahora el de Rey que sabe estar a la altura de las difíciles circunstancias políticas por las que España atraviesa,.

 

Las obras en casa son una auténtica tortura; casi es un milagro salir indemne de ellas. Las he sufrido estos últimos meses y, como casi nada es totalmente negro ni blanco, sino que suele ser gris, color que el filósofo alemán Peter Sloterdijk en un reciente libro considera como el de la contemporaneidad, el ineludible traslado de un lado a otro de libros que forman parte de mi vida me ha brindado la oportunidad de zambullirme de nuevo en algunos leídos hace bastantes años. Entre ellos, el curioso opúsculo de Antonio Muñoz Molina 'Días de diario', publicado en 2007. En él el escritor y académico escribía: «Leyendo los periódicos españoles estos días parece que las obras no cuentan nada ni importan a nadie, que sólo tiene crédito público el griterío y el insulto». Imagínense hasta qué extremo hay que alzar desgarradamente la voz para describir lo que ocurre en la España de 2025, en la que, por desgracia, se multiplica por mucho la situación de la que se quejaba dicho autor. El lamentable debilitamiento de las instituciones del Estado, la repugnante corrupción, las mentiras como regla de oro, los engaños como instrumento político habitual, el enfrentamiento cainita como pauta permanente de la acción política y la generalización del enemigo político irreconciliable mucho más allá del mero rival, todos ellos son los ingredientes con los que los españoles solemos desayunar, comer y cenar jornada tras jornada desde hace bastante tiempo. Este cúmulo de males de la escena pública que van calando en la privada, además de otros que omito por no ahondar más en la herida, nutren una sensación que se enrosca angustiosamente en el cuello: la de que no hay límites jurídicos ni políticos, la de que, cuando llegamos a uno que política e institucionalmente parecía infranqueable, no tarda en ser rebasado, la de que la incertidumbre es casi total y que no se sabe en qué puede desembocar todo si no se pone un punto y aparte y, al menos, el oxígeno de unas elecciones generales acaba vivificando los pulmones políticos de España.

Hace algunas fechas José María Mohedano, un querido amigo, excelente abogado y político de buena ley que ha dejado mucha y generosa vida en la promoción y defensa del Estado social y democrático de derecho, me comentaba con amarga decepción: ¡qué contradicción, tantos años luchando por las instituciones democráticas y resulta que hoy las dos que no tienen base democrática directa, la Corona y el Ejército, son las que concitan más respeto y son mejor valoradas!

En estos días de hace un año se conmemoraba la década de reinado de Felipe VI. En medio de enormes dificultades, el balance que ofrece esta etapa es positivo. Como en esas fechas manifestó Miquel Roca, «hay otro aspecto relevante que nos debería servir para confirmar la contribución fundamental de la Corona a la España constitucional: funciona». Pero dejemos esto de lado y, sin olvidar que en palabras de Einstein «la separación entre pasado, presente y futuro es una ilusión», centrémonos en el año que ha transcurrido desde entonces.

En el inquietante panorama aludido líneas atrás en el que no es fácil zafarse de caer en el abatimiento, la jefatura monárquica del Estado encarnada por Felipe VI está dando muestras de estabilidad y equilibrio al mismo tiempo que ejerce con el ejemplo de los hechos y de la palabra la función arbitral y moderadora que le confiere el artículo 56 de la Constitución. Esta función tan difícil de concretar se sustancia, además de a través de la ponderada acción directa en casos excepcionales y extremadamente graves, por medio de hechos que conforman un estilo y de palabras que lo plasman, de lo que el Rey ha hecho a menudo gala en este último complicado año.

Por otro lado, Felipe VI en sus frecuentes intervenciones orales y con ocasión de sus viajes por España, entre los que han sido numerosos los que le han llevado a Cataluña, no ha cesado de transmitir serenidad y templanza y de postular la necesaria unidad en el esfuerzo imprescindible para lograr las metas fundamentales de la sana convivencia social y política; en suma, ha procurado que el jugo de la ilusión y el soplo vigoroso de la esperanza no se extingan en nuestra azacaneada vida política y social.

Asegurar la continuidad es clave en un régimen monárquico, y en la monarquía actual esta exigencia no se agota en dejar que el tiempo pase sin más aguardando que acaezca la sucesión. La continuidad debe estar empapada de una de las vertientes capitales de la legitimidad monárquica en el presente, la de ejercicio o funcional. En este año la Princesa de Asturias ha dado numerosas muestras de su empeño en prepararse debidamente para ejercer la Jefatura del Estado en el futuro. Su sentido del deber, la capacidad demostrada de aprender adaptándose a muy diferentes y sencillas circunstancias, la ilusión y el esmero por hacer bien lo que corresponde a la difícil función que le ha tocado desempeñar son, para mí, encomiables en una joven de su edad. A veces me pregunto cómo una mente de 19 años consigue superar con éxito el sometimiento a tan variados e intensos requerimientos desarrollados, además, bajo la incisiva mirada de muchos ojos ávidos de captar cualquier detalle de Doña Leonor no siempre con las mejores intenciones.

El comportamiento de Felipe VI ante la descomunal tragedia de las inundaciones del pasado otoño padecidas principalmente por la Comunidad Valenciana, junto a ser valiente y propio de dar la cara, concuerda con el temple equilibrado, la cordialidad medida y el sonreír suave y significante que no le abandonan por muy adversas que sean las dificultades que deba afrontar.

Por si todo esto fuera poco, en el periodo que nos ocupa se han dado pasos encomiables en un terreno que no suele ser acreedor del ruido mediático aunque revista gran importancia. La Casa del Rey, entidad que pertenece por cometidos y financiación al ámbito de lo público, ha seguido adaptándose a las formas de actuar propias de su naturaleza. A su vez, con la llegada de la letrada de las Cortes Generales Mercedes Araújo, primera mujer que desempeña la delicada función de secretaria general del órgano de apoyo directo al Rey, se ha dado un paso más en el camino de proporcionar el impulso inicial en este campo que supuso el nombramiento de jefe de la Casa del Rey en la persona del diplomático Camilo Villarino después de la eficaz y sacrificada etapa de Jaime Alfonsín, reconocida con todo merecimiento por Felipe VI al otorgarle muy recientemente el título de marqués de Alfonsín. En suma, lo que Felipe VI y su entorno han dicho y hecho durante el año siguiente al que cumplió una década al frente de la jefatura del Estado sintoniza a carta cabal con el calificativo que me atreví a atribuirle en una Tercera anterior: el Rey prudente, a lo que sumo ahora el de Rey que sabe estar a la altura de las difíciles circunstancias políticas por las que España atraviesa.

 

TITULO:  Gigantes de La 2 -  A la deriva - Maribel Vilaplana,.Jueves -  18 - Septiembre ,.

Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2  Jueves - 18 - Septiembre , 23:50 de Televisión Española,.

 

  A la deriva - Maribel Vilaplana,.

 

La periodista que comió con Mazón habla por primera vez del día de la dana: «He vivido sometida a una presión insoportable» ,.

La periodista Maribel Vilaplana, en una foto de archivo.

foto - Maribel Vilaplana explica en una carta lo que sucedió aquel día y sus consecuencias posteriores,.

 

Diez meses después la agenda de Mazón el día de la dana sigue siendo un asunto candente en el debate político. La periodista Maribel Vilaplana, que comió con el presidente en aquella jornada y desde entonces ha evitado pronunciarse sobre el tema, ha enviado este viernes una carta a los medios de comunicación explicando lo que pasó en aquellas horas y denunciando un «acoso constante, de insultos, de burlas y de un escrutinio injusto desde entonces».

Reproducimos a continuación la carta completa:

Antes de nada, quiero expresar mi respeto y mi solidaridad más profunda hacia todas las víctimas de la DANA y hacia sus familias. Soy plenamente consciente del sufrimiento que provocó aquella tragedia. Lamento de corazón si en algún momento mi decisión de mantenerme en un segundo plano pudo haber generado dolor. Esa decisión la tomé para no avivar el circo mediático y para evitar que mi nombre pudiera ser utilizado como un instrumento político, como lamentablemente ha sucedido.

Dicho esto, me he decidido a escribir estas líneas después de la continua oleada de ataques, falsedades y mensajes de odio que he recibido en redes sociales, amplificados además por otros canales, tras mi reciente intervención como consejera portavoz del Levante Unión Deportiva, una responsabilidad que asumo desde 2023.

Soy la primera interesada en que se clarifiquen absolutamente los hechos que acontecieron aquel día, porque es imprescindible que no se desvíe el foco hacia historias paralelas que lo único que han hecho es generar más dolor a los afectados. Pero también porque las consecuencias que esta situación está teniendo sobre mi persona, sobre mi familia, sobre mi vida laboral y sobre mi estado psicológico están siendo brutales.

Ese día mantuve mi agenda laboral tal y como estaba prevista, como cualquier otro día, porque no era consciente de la magnitud de la tragedia que se avecinaba. Mi jornada comenzó a las 9:30h en Ford Almussafes, donde impartí un curso de formación para sus profesionales que finalizó sobre las 14:00h. Cuando los asistentes se marcharon, me quedé unos 30 minutos más en el aula, como hago habitualmente, para elaborar el informe de la sesión y dejar todo documentado.

Después recogí mis cosas, fui a por mi vehículo y me trasladé desde Almussafes al centro de Valencia, donde había sido citada por el presidente de la Generalitat para una comida de carácter profesional. Estacioné el coche en un aparcamiento cercano y llegué al restaurante pasadas las 15:00h.

Acudí a esa cita a petición del presidente, con el objetivo de explorar posibles vías de colaboración profesional. Durante la conversación se me plantearon varias opciones, entre ellas presentar una candidatura a un cargo en la televisión autonómica, que rechacé de forma clara por convicción personal y profesional. A partir de ahí, me pidió mi opinión sobre la situación de la televisión: qué aspectos consideraba que funcionaban bien o mal y qué cambios podrían aplicarse. Desde mi experiencia, expuse mi punto de vista, lo que derivó en un intercambio de pareceres y acabó en una sesión de consultoría de comunicación en la que se abordaron cuestiones propias de mi especialidad.

En un momento determinado de la comida, el presidente empezó a recibir llamadas que interrumpieron nuestra conversación de manera continuada. Yo seguí en el restaurante, completamente ajena a esas comunicaciones: no pregunté, no participé, ni conocí en ningún momento su contenido, y el presidente tampoco me trasladó ninguna inquietud al respecto. Actué, como siempre he hecho, desde la discreción y el respeto que me caracterizan.

Esas interrupciones, sumadas a la espera y a la despedida, demoraron también mi salida del restaurante, que se produjo finalmente entre las 18:30 y las 18:45. En su momento, en medio de la vorágine con que se desencadenaron los hechos, el desconcierto y la presión vivida, sinceramente no dimensioné la importancia de ese desfase horario inicial que se hizo público. Sin embargo, con la distancia del tiempo y tras hablarlo con las personas más cercanas, he considerado necesario aclarar también ese punto.

Quiero dejar claro que en el momento en que me marché de la reunión no era consciente de la gravedad de lo que estaba sucediendo en otras localidades valencianas, porque en la ciudad no llovía y eso me hizo sentir todavía más ajena a la situación. Al regresar a casa, empecé a tomar verdadera dimensión de lo ocurrido. Nada más entender la magnitud de lo que había pasado, me puse en contacto con el presidente cuando le fue posible. En esa conversación le trasladé mi angustia y también le pedí, de forma muy clara, que por favor mi nombre no saliera. Le expliqué que me parecía profundamente injusto quedar vinculada a un capítulo tan doloroso cuando no había tenido absolutamente nada que ver. Ese fue mi error, porque ese silencio, aunque bienintencionado, alimentó la especulación y, cuando finalmente se supo, desembocó en un acoso brutal.

Los días posteriores fueron una auténtica pesadilla. Me sentí absolutamente perdida. Y cuando finalmente se dio a conocer públicamente que yo era la persona que había estado con el presidente durante aquella comida, mi cabeza estalló. Entré en un shock que me llevó a un ingreso hospitalario.

Cuando salí del hospital, mi situación seguía siendo extremadamente delicada. No me sentí con fuerzas para tomar yo las riendas y exponerme directamente. Por eso pedí a una persona de mi total confianza que explicara de mi parte lo sucedido. Así se hizo público entonces el relato de los hechos.

Pero con el paso del tiempo he comprobado que no fue suficiente. Hoy entiendo que es necesario hablar en primera persona. Hasta ahora no lo había hecho porque confiaba en que el tiempo y el sentido común bastarían para que se entendiera lo evidente: que yo no tengo nada que ver en esta historia. Pensé que quedaría claro por sí solo, pero no ha sido así.

La realidad es que me he convertido en una diana. Una diana utilizada políticamente y alimentada con insinuaciones machistas que han condicionado esta historia desde el principio. Y por eso hoy hablo: porque ya no puedo seguir soportando que este relato eclipse lo verdaderamente importante, que es esclarecer qué pasó aquel día y asumir las responsabilidades que correspondan.

Durante estos diez meses he vivido sometida a una presión insoportable. He sido objeto de un acoso constante, de insultos, de burlas y de un escrutinio injusto. Estoy en tratamiento psicológico con un diagnóstico de estrés postraumático. Es una terapia dura y compleja, que afronto con esperanza, pero la realidad es que mi salud mental se ha visto gravemente dañada. Cada nuevo golpe reabre heridas que aún no han cicatrizado.

Este proceso no solo me ha afectado a mí. Ha golpeado también a mi familia, que sufre al verme sufrir. Ellos han tenido que soportar conmigo este acoso, y ese es, sin duda, el dolor más grande de todos. Dicho esto, no puedo obviar una triste realidad que me ha roto desde el principio y quisiera que estas líneas sirvieran de reflexión: ¿realmente habría pasado lo mismo si en lugar de una mujer hubiera sido un hombre quien se reunió con el presidente? ¿Se habrían dicho las mismas cosas, con el mismo tono y el mismo juicio? ¿Habría despertado tanto morbo, tanto machismo rancio y tanto prejuicio? Ese enfoque profundamente sexista ha servido como cortina de humo para desviar la atención de lo verdaderamente importante: esclarecer las responsabilidades que se derivaron de aquella jornada. No se puede construir un relato cargado de insinuaciones y morbo para distraer el foco de lo que realmente importa. Es realmente triste y decepcionante, porque no solo me ha hecho daño a mí, sino que ha distorsionado una historia que merece ser abordada con rigor y respeto.

Estar allí aquel día fue una maldita coincidencia y un horrible golpe de mala suerte. Pudo haber sido cualquier otro, pero fue ese día. El día más difícil y duro para miles y miles de valencianos. Ese es y será siempre mi tormento, y tendré que aprender a sobrellevar esa carga durante toda mi vida.

Lo único que pido ahora es respeto. Respeto hacia mi persona, hacia mi familia y hacia mi vida privada. Respeto para poder seguir adelante sin que mi nombre se siga utilizando como arma política ni como entretenimiento morboso. Pero, sobre todo, pido respeto para las víctimas. Porque a ellas es a quienes les debemos sensatez. Les debemos que su dolor no se utilice ni se banalice.

Y a los responsables les corresponde dar las explicaciones que yo no puedo dar, porque nunca he ostentado ningún cargo público ni ese día tuve capacidad de decisión alguna. Ojalá hubiera estado en mis manos hacer algo, pero no fue así. Por eso el foco debe estar donde corresponde: en las personas que aquel día tenían responsabilidades y poder de decisión. Son ellas las que deben dar explicaciones.

Y para concluir, me gustaría agradecer a todas aquellas personas que me han acompañado en este proceso. Han sido muchas: desde mi círculo más cercano hasta mi entorno profesional, compañeros de medios de comunicación y ciudadanos completamente anónimos que han querido hacerme llegar su solidaridad y su apoyo.

 Gracias de corazón, porque es lo que me ha sostenido en pie ,.

TITULO:  ¡ Atención obras ! - Cine -  Oliver Laxe invita a Cannes a "caer al abismo" con 'Sirat', su nueva película ,.

Oliver Laxe invita a Cannes a "caer al abismo" con 'Sirat', su nueva película,.

Nacido en París, aunque de padres gallegos, el director asegura sentirse como "un buen aldeano" de Ancares, Lugo,.

CANNES (France), 15/05/2025.- Director Oliver Laxe attends the premiere of 'Sirat' during the 78th annual Cannes Film Festival, in Cannes, France, 15 May 2025. The film festival runs from 13 to 24 May 2025. (Cine, Francia) EFE/EPA/GUILLAUME HORCAJUELO
 
foto - Oliver Laxe, el jueves por la noche en la presentación de 'Sirat' en Cannes,.

'Sirat' es, según el Corán, un estrecho puente que permite pasar del infierno al paraíso. Y ese es el recorrido que hacen los protagonistas del filme con el que el gallego Oliver Laxe compite en el Festival de Cannes y con el que invita a "caer al abismo" para que surja "lo mejor del ser humano".

"Yo soy de los que piensan que en realidad todos los seres humanos somos niños heridos de alguna manera. Hay una fractura dentro de nosotros, pero unos somos más conscientes que otros", explica el director en una entrevista con EFE antes de la presentación de 'Sirat', su cuarto largometraje y cuarto que lleva a Cannes, aunque este es el primero en la competición por la Palma de Oro.

En el filme, que se estrena el 6 de junio en España, la mayor parte de los personajes viven muy ligados a esa herida porque "tenemos esa tendencia a crear una imagen idealizada de nosotros mismos", pero al final la película "invita al personaje principal también a romperse, a caer al abismo".

Ese personaje principal es Luis, interpretado por Sergi López, el único actor profesional de la película. Es un padre que viaja al desierto de Marruecos con su hijo pequeño, Esteban (Bruno Núñez), a buscar a su hija desaparecida en un ambiente de raves, fiesta y drogas que le es completamente ajeno.

Eso fue precisamente lo que atrajo a López de esta historia, ese "universo de un señor como convencional, normal, con un hijo, que se encuentra con este mundo, que lo ves como un pulpo en un garaje". "Es una historia incomparable", agrega el actor, que apunta entre risas que siempre le han gustado "las historias un poco marcianas".

"Yo creo al final que la película es una película de amistad, de familia" en la que todos los personajes, pese a sus diferencias, se cuidan los unos a los otros, reflexiona el realizador. Es la muerte la que hace "que explote la individualidad y aparezca el colectivo", porque es en esas experiencias próximas al fin donde "puede salir lo mejor del ser humano".

Una película tan compleja como los trabajos anteriores de Laxe -'Todos vós sodes capitáns' (2010), 'Mimosas' (2016) y 'O que arde' (2019)- y que pretende que el espectador mire a su interior.

La muerte como la puerta a una oportunidad de crecer,.

"Tenía ganas de remover, de rascar dentro del espectador. Y creo que la muerte es algo que nos configura", señala Laxe sobre una historia en la que planean temas como la desigualdad o las diferencias sociales.

Y que es además una meditación sobre la muerte "no como un fin de algo, sino como la puerta a otra cosa o, por lo menos, una oportunidad de crecer".

Eso es lo que le ocurre al personaje de Luis, al que ves madurar en directo, como explica López. "Al principio tienes la impresión de que el más maduro es el niño casi y la vida le va a hacer madurar de golpe y después tiene que llegar a un campo de minas y atravesarlo sin pensar y asumir que la vida es esto, que en cualquier momento te puedes morir".

Una muerte que afecta por igual a todos esos personajes que el realizador encontró en raves auténticas porque lo único que le importaba era "la verdad" que podían transmitir.

"Me conmueve mucho la gente frágil, la gente que asume sus heridas, que las muestra, que no las esconde", explica Laxe, que eligió a López como contraste con la inexperiencia, por sus "horas de vuelo" y por su "instinto".

"Tenía ganas de remover, de rascar dentro del espectador",.

Para López, trabajar con actores no profesionales supone una inspiración porque cada vez está más convencido de que el objetivo de un actor "es dejar de actuar, es no actuar", algo más fácil para la gente que no tiene técnica pero que a cambio "tiene un porcentaje muy alto de algo que les sobrepasa, que es una presencia, una energía ... A mí esto me inspira".

Nacido en París de padres gallegos, Laxe se siente cómodo en Cannes porque lo conoce bien pero es "un choque brutal" salir de su aldea de Ancares (Lugo) para rodar o para viajar a festivales. "No te creas que conviven bien esas dos facetas, el campesino y el cineasta", asegura.

"Me siento un buen aldeano de allí, de Ancares, de las montañas donde vivo. Me identifico con esas montañas. Mi sensibilidad asilvestrada, salvaje, es de allí y mi temperamento también".

Se considera además un cineasta de acentos más que de nacionalidad. "Hablo el francés con acento español, hablo el español con acento galego, hablo el árabe con acento francés, hablo el francés con acento galego. En fin...", remata con una sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario