Las dos últimas citas en el Príncipe Felipe le deben servir
de aprendizaje al Cacereño. Hace un mes, ante el Lucena, salió a
madurar el partido, sin prisas, tanteando al rival y a la situación... y
cuando se dio cuenta ya perdía 0-2, en las dos primeras llegadas de los
visitantes. Con el marcador en contra, aceleró, pero pudo más la
ansiedad que el fútbol. Y hace quince días, frente al Albacete, sufrió
en primera persona lo que significa realmente salir a por un partido: en
la primera jugada 0-1, a las quince minutos 0-2 y a la media hora 0-3.
Moraleja: si el Cacereño se juega mucho y el Melilla casi nada, es el
equipo de Ángel Marcos el que le tiene que meter intensidad y nervios
desde el principio al partido.
Si lo hace, tendrá muchas más posibilidades de ganar que de
pinchar. Si se decide, en cambio, por madurar el partido, puede ganar, o
puede que se le queden al final corto los noventa minutos, o puede que
el Melilla le sorprenda y le entren luego las prisas y la angustia, con
lo malas consejeras que son. En fin, que Marcos y su cuerpo técnico
sabrá qué le conviene más.
Da igual que juegue de inicio con Dani Pérez en el
mediocentro o que lo haga con Gaspar al lado de Checa y Pizarraya por la
izquierda. «Nosotros jugamos siempre igual. El que pierde el balón es
el que empieza la presión. No tenemos presión baja, alta o media.
Jugamos de la misma manera en casa que fuera, jueguen los hombres que
jueguen», explica el técnico verde, que no podrá contar con los
lesionados Aarón Fernández, Belforti, Miguel y Medina.
Lo cierto es que el Cacereño necesita ganar de una vez por
todas en casa para recortar distancias respecto al playoff y que el
Melilla está tan desahogado por abajo como falto de estímulos por
arriba, con lo negativo y positivo que resulta eso a la vez. Al jugar
sin presión, puede que lo borden o puede que le pasen por encima.
«El Melilla siempre ha sido un equipo potente, con buenos
jugadores de la categoría que nos gustaría tener a la mayoría», descifra
Marcos. «Es verdad que tiene cierta irregularidad: es capaz de ganar
1-6 fuera de casa como perder 7-0. Puede ganar en campo de La Balona y
perder en casa con uno de los de abajo. No sé la causa de esa
irregularidad. Pero sé que si les dejas manejar el partido, no te van a
fallar. Lo digo por experiencia». Sí sabe, en cambio, cómo va a ser el
Cacereño el técnico del Melilla, Juan Moya: «Es un equipo muy sabio, muy
agresivo y que tiene mucha paciencia. No le entran las prisas por
ganar». «En la primera vuelta, sin ir más lejos, llegaron una vez y se
llevaron el partido que habíamos controlado nosotros», recuerda Mahanan.
Viaja el Melilla con las importantes bajas de Nando y
Sufian, pero con el recuperado David Vázquez y el extremeño Fran
Miranda, «uno de los futbolistas más importantes del grupo», le halaga
su técnico.
TÍTULO: DON BENITO-2-CASTUERA-0- LIGA FUTBOL, TERCERA GRUPO 14,.

Puntos urgentes para objetivos bien distintos se pondrán en liza esta tarde en el Vicente Sanz. El Don Benito busca recuperar la credibilidad ...
Puntos urgentes para objetivos bien distintos se pondrán en
liza esta tarde en el Vicente Sanz. El Don Benito busca recuperar la
credibilidad perdida tras una nefasta dinámica de resultados: seis
partidos sin ganar. El Castuera, por su parte, necesita seguir sumando
para agarrarse a la salvación, después de ver cómo aprietan por detrás
Fuente de Cantos y Cacereño B. Y quien sabe lo que ocurra con el Arroyo.
«Ya no vale con jugar bien. Tenemos que ganar como sea».
Claro y contundente. Así se explicó a este diario Miguel Rubio, técnico
del Don Benito. Cansado de elogios por el buen juego, el preparador
rojiblanco tiene claro que necesita tres puntos para cambiar la moral de
los suyos. «Es un partido de mucha tensión. Ellos también se juegan
mucho, pero nosotros necesitamos dar una alegría a los nuestros».
Hasta última hora se mantiene la duda de Dani Aparicio con
problemas musculares. El resto estará disponible para el partido, algo
que tranquiliza a Miguel Rubio. «Por fin podremos contar con plan B»,
suspira.
Antonio Riballo, entrenador del Castuera, no esconde sus
cartas. «Necesitamos un partido largo. Tenemos que ser fuertes atrás,
mantener la puerta a cero y esperar nuestra oportunidad». El Castuera
es un equipo que suele incomodar como visitante, especialmente por su
excelente orden defensivo. Además, Riballo no se escuda en las últimas
polémicas arbitrales: «excusarse en los árbitros es de perdedores. Yo
nunca lo haré», asevera.
Quintana y Kuske, por sanción; y Dioni, por motivos
personales, son las únicas bajas del Castuera para este envite. Se
espera una nutrida representación de aficionados turroneros en las
gradas del Vicente Sanz, dada la cercanía entre ambas poblaciones.
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