LA PRUEBA QUE HACE HABLAR A LOS MUERTOS, AMENAZADA - Willard Libby ,.
Willard Libby - foto.
Willard Frank Libby | ||
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Información personal | ||
Nombre en inglés | Willard Libby | |
Nacimiento | 17 de diciembre de 1908 Grand Valley (Estados Unidos) |
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Fallecimiento | 8 de septiembre de 1980 Los Ángeles (EE.UU.) |
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Nacionalidad | estadounidense | |
Familia | ||
Cónyuge | ||
Educación | ||
Alma máter | Universidad de California en Berkeley Universidad de Princeton |
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Supervisor doctoral | Wendell Mitchell Latimer | |
Información profesional | ||
Área | Química nuclear, Radiactividad | |
Conocido por | Datación por radiocarbono | |
Empleador | Universidad de Columbia Universidad de Chicago Universidad de California en Los Ángeles |
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Miembro de | ||
Distinciones | Premio Nobel de Química (1960) | |
Biografía
Realizó su educación primaria la zona de Sebastopol, California, entre 1913 y 1926. Estudió química en la Universidad de California en Berkeley, donde se licenció en 1931, doctoró en 1933 e inició su tarea docente. En 1943 fue nombrado profesor de química en la Universidad de Chicago. Posteriormente se trasladó a la Universidad de California en Berkeley donde permaneció durante 10 años, tras los cuales obtuvo una beca de la Guggenheim Memorial Foundation con la que trabajó en la Universidad de Princeton, hasta que, en diciembre de 1941, tuvo que interrumpir su beca durante la Segunda Guerra Mundial, ya que fue llamado a colaborar en el proyecto Manhattan en la Universidad de ColumbiaEn 1943 fue nombrado profesor de química en la Universidad de Chicago, donde permaneció hasta su nombramiento por el presidente Dwight D. Eisenhower en 1954 como miembro de la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos de Estados Unidos. En 1959 renunció a dicho cargo para volver a enseñar química como profesor en la Universidad de California en Los Ángeles, aunque entre 1960 y 1962 continuó siendo miembro del comité consultivo general de la AEC (Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos), puesto al que también renunció en 1962 al ser nombrado director del Instituto de geofísica y física planetaria.
Investigaciones científicas
Durante la Segunda Guerra Mundial participó activamente en el desarrollo de un procedimiento de separación de los isótopos de uranio que se realizó en la Universidad de Columbia, como fase inicial del conocido Proyecto Manhattan de fabricación de la bomba atómica. Durante su estancia en el Proyecto Manhattan trabajó al lado de Harold Clayton Urey y fue el responsable de la separación y enriquecimiento de los isótopos del uranio-235, los cuales fueron usados en la bomba atómica lanzada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima.Especializado en el estudio de la radiactividad en los tejidos vivos, en 1949 introdujo el cómputo cronológico basado en la radioactividad del carbono-14 contenido en los restos orgánicos la edad de las cuales se trata de determinar y conocido como datación basada en el carbono 14.
En 1960 fue galardonado con el Premio Nobel de Química por el desarrollo del método carbono 14 para el análisis temporal., etc.
TITULO:EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - FORMAS DE EGOISMO,.
foto - FORMAS DE EGOISMO,.
Todo lo que hacemos en la vida
lo hacemos por nosotros mismos. Eso sí, existe una notable diferencia
entre el “egoísmo egocéntrico”, el “egoísmo consciente” y el “egoísmo
altruista”.
Que nos tachen de “egoístas” es una de
las peores etiquetas que nos pueden poner. En general lo asociamos con
ser “mezquino”, “ruin” e incluso “mala persona”. Curiosamente, es
difícil –por no decir imposible– encontrar a un ser humano que no sea
egoísta. De hecho, cada vez que señalamos el egoísmo de otra persona, lo
hacemos porque se ha comportado de manera que no nos beneficia o
directamente nos perjudica. Así, tildamos de “egoístas” a todos aquellos
que piensan más en sus necesidades que en las nuestras.
Etimológicamente, la palabra “egoísmo”
procede del latín “ego”, que significa “yo”. Lo cierto es que ser
egoístas no es bueno ni malo; es necesario. Necesitamos pensar en
nosotros mismos para sobrevivir física y emocionalmente. Por más que nos
cueste de reconocer, todo lo que hacemos en la vida lo hacemos por
nosotros mismos. ¿Por qué nos emparejamos? ¿Por qué decidimos ser
padres? ¿Por qué cultivamos relaciones de amistad? ¿Por qué trabajamos?
¿Por qué ayudamos a los demás?
Al analizar en profundidad las
motivaciones que residen detrás de nuestras decisiones y conductas,
siempre encontramos una ganancia, por pequeña que sea, que justifica que
las hayamos llevado a cabo. Ahora bien, en función de cuál sea nuestro
nivel de consciencia, nuestro grado de comprensión y nuestro estado de
ánimo, este egoísmo puede vivirse de tres formas muy diferentes.
EL EGOÍSMO EGOCÉNTRICO
“Un egoísta es aquel que se empeña en hablarte de sí mismo cuando tú te estás muriendo de ganas de hablarle de ti.”
(Jean Cocteau)
El primer tipo de egoísmo se denomina
“egoísmo egocéntrico”. Es decir, aquel que nos mueve a orientar nuestro
comportamiento a saciar únicamente nuestro propio interés. De ahí que
nuestro vocabulario esté monopolizado por pronombres como “yo”, “mi” o
“mío”. Cegados por nuestros deseos, aspiraciones y expectativas, vamos
por la vida sin tener en cuenta la repercusión que nuestras palabras y
actos ocasionan sobre los demás. Paradójicamente, al esperar que el
mundo gire alrededor de nuestro ombligo, nuestra existencia suele estar
marcada por la lucha, el conflicto y el sufrimiento.
Tiranizados por este egocentrismo, nos
empachamos tanto de nosotros mismos que somos incapaces de empatizar con
las personas con las que interactuamos. Nuestro ego ocupa tanto espacio
que apenas dejamos sitio para los demás. El egoísmo egocéntrico se
nutre de nuestra sombra o lado oscuro, esto es, nuestras carencias,
frustraciones y miedos. Estas son las armas con las que guerreamos contra nosotros mismos y, por ende, contra los demás.
Este egoísmo egocéntrico es la raíz
desde la que vamos construyendo una personalidad victimista y reactiva,
quejándonos y culpando siempre a algo o alguien externo a nosotros cada
vez que las cosas no salen como esperábamos. Y pone de manifiesto
nuestra permanente sensación de vacío e insatisfacción, que nos lleva a
buscar de forma obsesiva fuentes de evasión y narcotización las 24 horas
al día. Irónicamente, cuanto más egocéntrica es nuestra visión del
mundo, más tachamos de egoístas a los demás.
EL EGOÍSMO CONSCIENTE
“Nadie ni nada pueden hacerte feliz. Sólo tú puedes hacerte feliz a ti mismo.”
(Gerardo Schmedling)
Desde el mismo día de nuestro
nacimiento, cada uno de nosotros hemos ido perdiendo el contacto con
nuestra “esencia”, también conocida como “ser” o “yo verdadero”. La
esencia es el lugar en el que residen la felicidad, la paz
interior y el amor, tres cualidades de nuestra auténtica naturaleza, las
cuales no tienen ninguna causa externa; tan sólo la conexión profunda
con lo que verdaderamente somos. En la esencia también se encuentra
nuestra vocación, nuestro talento y, en definitiva, el inmenso potencial
que todos podemos desplegar al servicio de una vida útil, creativa y
con sentido.
Eso sí, para reconectar con nuestro
bienestar perdido, necesitamos cultivar el denominado “egoísmo
consciente”. Es decir, aquel que nos permite resolver nuestros
conflictos internos por medio del autoconocimiento. Para llevar un
estilo de vida saludable es importante dedicarnos algo de tiempo cada
día para darnos lo que necesitamos y preservar así nuestro equilibrio
emocional. Y es que ¿cómo podemos estar bien con otras personas si no
sabemos estar a gusto con nosotros mismos?
En este punto es cuando sentimos la
necesidad de decir “no” a los demás. Y es que a menos que aprendamos a
ser felices por nosotros mismos, difícilmente podremos ser cómplices de
la felicidad de la gente que forma parte de nuestro entorno familiar,
social y laboral. Por medio de este egoísmo consciente sanamos nuestra
autoestima y fortalecemos la confianza en nosotros mismos.
EL EGOÍSMO ALTRUISTA
“El amor beneficia más al que ama que al que es amado.”
(Anthony de Mello)
El egoísmo consciente es el puente que
nos permite evolucionar del egoísmo egocéntrico al “egoísmo altruista”.
Este deviene de forma natural cuando reconectamos con nuestra esencia.
Entonces disponemos de todo lo que necesitamos para sentirnos completos,
llenos y plenos por nosotros mismos. Sabemos que estamos en contacto
con nuestro yo verdadero cuando independientemente de cómo sean nuestras
circunstancias externas, a nivel interno sentimos que todo está bien y
que no nos falta de nada.
También estamos en contacto con nuestra
esencia cuando somos capaces de elegir nuestros pensamientos, actitudes y
comportamientos, cosechando resultados emocionales satisfactorios de
forma voluntaria. Cuando dejamos de perturbarnos a nosotros mismos,
haciendo interpretaciones de la realidad mucho más sabias, neutras y
objetivas. Cuando conseguimos ver el aprendizaje de todo cuanto nos
sucede. Cuando experimentamos una profunda alegría y gratitud por estar
vivos. Cuando confiamos en nosotros mismos y en la vida.
Por medio de nuestra habilidad para
aprender y evolucionar, los seres humanos tenemos la capacidad de poner
nuestro propio interés al servicio del bien común de la sociedad. Es
decir, hacer un bien al mundo y que, como resultado, eso nos
haga bien, tanto emocional como económicamente. Este egoísmo altruista
consiste en hacer algo que nos gusta hacer y que además reporta beneficios para otras personas. El altruismo no es un acto moral. No lo hacemos porque tengamos que hacerlo. Y no tiene nada que ver con la caridad. Tampoco lo hacemos para ser buenas personas. Somos altruistas simplemente porque hacer el bien nos hace sentir bien. Nos genera bien-estar.
Por todo ello, demonizar el egoísmo nos impide hacer un adecuado uso de
él. Saber diferenciar entre estos tres tipos de egoísmo es clave para
disfrutar más plenamente de nuestras relaciones.
TITULO: LIGA FUTBOL - VALENCIA -2- BETIS -0-,.
Resultado Final - VALENCIA -2- BETIS -0-,foto.
El Valencia estaba urgido de volver a ganar para aferrarse a la cuarta plaza y, eventualmente, presionar al Real Madrid en la pugna por el pase directo a la próxima Liga de Campeones. Este domingo recibía al Betis, conjunto sorpresa que está enfrascado en la senda de la Europa League. Pues bien, etc.
Resultado Final - VALENCIA -2- BETIS -0-,foto.
El Valencia estaba urgido de volver a ganar para aferrarse a la cuarta plaza y, eventualmente, presionar al Real Madrid en la pugna por el pase directo a la próxima Liga de Campeones. Este domingo recibía al Betis, conjunto sorpresa que está enfrascado en la senda de la Europa League. Pues bien, etc.
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