TITULO: Tierra de sabores - Adra, un pueblo con tradición y alma marinera ,.
Cocinamos - Adra, un pueblo con tradición y alma marinera ,.
foto / Una joya costera donde la historia y el sabor se mezclan con la brisa marina. Antiguo puerto fenicio y romano, Adra es uno de los pueblos más antiguos de Andalucía y uno de los que mejor guarda el alma marinera,.
Nuestro presentador, Bosco Benítez, nos llevará a conocer a María José , una fiel seguidora de la cocina de toda la vida, con la que Bosco cocinará dos recetas llenas de sabor: gurullos con marisco y pulpo con parmentier.
Antes de prepararlas, Bosco visitará unos enormes invernaderos, conocerá una lonja tradicional, recorrerá las calles de este precioso lugar de la manera más peculiar y acabará haciendo mosaicos.
Todo un paseo por el recetario de Adra que nos llevará también a conocer sus tradiciones y costumbres, que se mantienen vivas gracias a María José, a sus amigos y familiares, y a los increíbles vecinos de este maravilloso pueblo.
TITULO
: Un trío en la cocina - Rabas de Calamar ,.
TITULO : Un trío en la cocina - Rabas de Calamar ,.
Un
trío en la cocina - Rabas de Calamar ,
fotos,.
Rabas de Calamar ,.

Un trío en la cocina - Rabas de Calamar , fotos,.
Rabas de Calamar ,.
Con el paso del tiempo y algunas variaciones en su preparación, este plato, popular y humilde, se ha convertido en exquisitez y seña de identidad de la cocina cántabra,.
Los historiadores de la gastronomía cuentan que, en origen, se denominaba rabas a las patas de pulpo que los pescadores montañeses, allá por el siglo XVIII, dejaban curar y después rebozaban y freían. Con el paso del tiempo y algunas variaciones en su preparación, este plato, popular y humilde, se ha convertido en exquisitez y seña de identidad de la cocina cántabra.
En Santander, casi todos los bares ofrecen raciones de rabas, cada cual con su propio estilo y receta: las hay de pota, de peludín, de cachón... de cualquier cefalópodo envuelto en harina que se deje llevar hasta la sartén. Las del Bar La Pirula (Peña Herbosa, 21), con justa fama, son de calamar.
Miguel Cabaniñas, al frente del negocio, explica que unas rabas, para estar perfectas, deben tener la dureza justa. Para ablandar la carne del calamar, lo que se hace es congelarlo, un proceso que rompe sus fibras musculares. Después se limpia, se lava, se escurre bien, para que no se apelotone la harina con la humedad y, por último, se fríe. Dicho así parece sencillo, pero no es raro que a uno le sirvan rabas con consistencia de gominola o duras como tiras de cuero.
Él recomienda acompañar este aperitivo con un buen vermú de solera, pero dice que también casan de maravilla con una caña o un vino blanco.