jueves, 12 de abril de 2018

Maneras de educar - Sabado -14- Abril - El título no lo es todo,./ PLANETA CALLEJA - DOMINGO -15- ABRIL -A ojo de los halcones de metal ,.

TITULO:Maneras de educar - Sabado -14- Abril - El título no lo es todo,.

Maneras de educar - Sabado -14- Abril ,.
Espacio semanal que recorrerá junto al profesor James Van der Lust diferentes colegios de nuestro país para conocer los proyectos educativos más innovadores. El sabado -14- abril a las 9:30 por La 1 , etc.


El título no lo es todo




Las empresas ya se han acostumbrado a ver másteres, ahora buscan personas que demuestren lo que valen más allá del currículo,.foto.

El título no lo es todoEn condiciones de igualdad entre dos candidatos prima el que tiene más títulos», afirma Carlos Abelló, directivo de Spring, marca integrada en la compañía de recursos humanos Adecco. A partir de ahí los másteres cada vez tienen menos que decir, al menos desde el punto de vista empresarial. Si todos los aspirantes a un empleo cuentan con uno de estos títulos, se vuelve difícil establecer un criterio de selección a no ser que el máster tenga pedigrí. «No los hay mejores ni peores, sino centros mejores o peores», dice Rafael Rodríguez-Alberola, socio director de Círculo Formación, firma organizadora de la Feria Internacional de Estudios de Posgrado (FIEP). Por ese motivo, asegura que «merece la pena fijarse en el tipo de centro que imparte el máster y no en lo más barato». En el fondo, dice, «es una inversión económica en esfuerzo y en tiempo».
Solo con este tipo de referencias el aspirante a un empleo logrará impresionar a una empresa acostumbrada a recibir currículos repletos de títulos pero que pide algo más. Un máster ya no fascina a nadie salvo, al parecer, a los representantes políticos que se empeñan en empapelar sus currículos con ellos. Por lo que se refiere al mundo de la empresa es solo un elemento más y no precisamente el más importante.
«Las empresas no piden mucho el expediente, ya no miran el máster», asegura el profesor Jenaro Guisasola. «Se fijan en otro tipo de cosas además de que la persona que tengan enfrente sea el número uno de la carrera. A una empresa no le interesa un perro verde sino alguien que sepa trabajar en grupo, que tenga capacidad de análisis, que sepa reconocer problemas y enfrentarse a ellos y que sepa argumentar», dice.
Carlos Abelló Adecco «Un máster es una inversión económica en esfuerzo y tiempo» Luis Miguel Olivas Telefónica«El sistema educativo no ofrece el perfil que piden las empresas» Rafael Rodríguez-Alberola FIEP «Hay una gran distancia entre la universidad y el día a día laboral» Jenaro Guisasola UPV «Interesa alguien que sepa trabajar en grupo, no el número uno de la clase»

Algo diferente

Carlos Abelló coincide con estas palabras. «Cuantos más idiomas y estudios tengas más puedes optar a un buen empleo, pero el máster ya no es un elemento determinante», asegura. Lo que ahora buscan los empleadores es algo diferente, quizás porque la formación ya se da por recibida. «Se requiere titulación pero, por encima de un posgrado, lo principal es la experiencia y, sobre todo, una serie de competencias que coincidan con la cultura de la compañía».
Y esto es lo que no ofrece el sistema educativo. «Hay distancias importantes entre la formación universitaria y el día a día laboral», señala Abelló. Son palabras que desde hace años no han dejado de repetir tanto los responsables universitarios como los empresariales. El desajuste entre la preparación de los jóvenes con estudios superiores y los conocimientos que demandan las empresas se ha convertido en una enfermedad crónica cuya existencia todos conocen pero nadie logra atajar.
«Las empresas privadas podemos montar un curso rápidamente, pero los tiempos de la universidad son mucho más lentos», afirma Luis Miguel Olivas, director de Empleabilidad de Fundación Telefónica. La rigidez de los programas académicos choca con la rapidez de los cambios sociales y científicos, que es algo que se ve en las nuevas tecnologías, donde lo que estudian los alumnos ya ha quedado obsoleto cuando dejan la facultad. El resultado, indica Luis Miguel Olivas, es que «el sistema educativo no ofrece los perfiles que demandan las empresas».
Fundación Telefónica ha puesto en marcha Conecta Empleo, un programa de formación digital y emprendimiento dirigido a formar a jóvenes en las profesiones tecnológicas del futuro. No ofrece másteres sino una alternativa que pretende ser mucho más flexible y próxima a la realidad empresarial. «Nosotros hemos visto las necesidades de las empresas y las competencias que requieren; no se busca a gente solo con titulación sino personas con conocimientos específicos y capacidad de adaptación».
«¿De qué te sirve un máster si no mantienes un aprendizaje continuo?», se pregunta el responsable de Fundación Telefónica. Las empresas miran más allá de un título que ha dejado de ser la estrella de los currículos y que, según el investigador del IVIE Joaquín Aldás, va a experimentar un cambio en el futuro. «El máster era antes un añadido por encima de la formación básica pero ahora va a empezar a formar parte de este tipo de formación. Las universidades comenzarán a ofrecer paquetes en los que vendrán incluidos un grado más un máster». Que este cambio funcione o no lo dirá la experiencia. Y el mercado de trabajo.


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PLANETA CALLEJA - DOMINGO -15- ABRIL ,.
Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España.
 Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes del mundo., etc.


 A ojo de los halcones de metal ,.

Klyuchevskaya. La actividad de este volcán ruso deja un manto de ceniza sobre la nieve que lo cubre. . / FOTO,.

Resultat d'imatges de a ojo de los halcones de metalLa mayor constelación de nanosatélites del mundo obtiene imágenes del planeta a una resolución sin precedentes y con volúmenes de su orografía nunca vistos hasta ahora


Hace 72 años que la humanidad empezó a tomar conciencia de sí misma, de cómo era el planeta que habitaba, a verlo con perspectiva gracias a la primera fotografía de la Tierra tomada desde el espacio exterior. «Así se les aparecería a unos visitantes de otro planeta que llegaran en una nave espacial», escribió Clyde Holliday, el ingeniero que desarrolló la cámara de 35 mm. con la que hizo historia el 24 de octubre de 1946 a bordo del cohete V-2 a más de 100 kilómetros de altitud. Nacía la era de la fotografía espacial.
Pero hubo que esperar una década hasta lograr que un satélite artificial, el 'Explorer 6', enviara una foto de una zona terrestre. Lo que se observaba, aunque mal y borroso, era un punto del océano Pacífico iluminado por el Sol y cubierto por las nubes.
Los rascacielos emergen entre una masa de viviendas de baja altura en el 'downtown' de Riad.
Los rascacielos emergen entre una masa de viviendas de baja altura en el 'downtown' de Riad.
Hoy, son más de 5.000 satélites artificiales los que, con distintas funciones, están en la órbita terrestre. Gracias a ellos se puede saber con exactitud cuántas casas hay en un país; detectar la deforestación; planificar el uso agrícola de una tierra o mapear desastres naturales. Las posibilidades son infinitas y la resolución de esas fotografías está a años luz de aquella primera que se tomó en el Pacífico. Las vistas actuales del espacio son espectaculares, pero siguen siendo planas, como si fueran mapas. Carecen de volúmenes y del relieve necesario para saber cómo es la orografía.
La solución al problema la ha encontrado Robert Simmon, uno de los tres extrabajadores de la Nasa que en 2010 fundaron Planet Labs. En apenas ocho años, esta compañía aeroespacial ha puesto en órbita la mayor constelación mundial de satélites (300, aunque solo operan 200), que capta imágenes multiespectrales de la Tierra de resolución media y alta a una escala y frecuencia sin precedentes para el mercado comercial. Con sus nanosatélites o 'Dove' (palomas), del tamaño de una caja de zapatos y apenas cuatro kilos de peso, han podido abaratar costes y enviar un mayor número de aparatos al exterior. A diferencia de los satélites tradicionales, que captan solo una fracción de la superficie cada día, las constelaciones de Planet Labs cubren el 100% de la masa continental y pueden obtener casi un millón y medio de imágenes diarias: unas 440 de promedio de cada enclave.
La Perla de Catar es un archipiélago artificial de cuatro millones de metros cuadrados y 12.000 habitantes.
La Perla de Catar es un archipiélago artificial de cuatro millones de metros cuadrados y 12.000 habitantes. 
Trece de ellos han retratado a la Tierra desde un ángulo distinto. Mejor dicho, con ángulo. El resultado son imágenes excepcionales, tomadas en una altísima resolución, de algunos de los rincones más asombrosos del planeta que, ahora sí, exhiben con detalle casi microscópico su complicada geografía. Rascacielos, valles, islas, picos aparecen en toda su dimensión. En algunas de esas imágenes tomadas por Planet Labs puede comprobarse el fenómeno de la dispersión urbana con núcleos de edificios altos y emblemáticos y una vasta extensión de viviendas residenciales de baja altura rodeando el 'downtown'. Es el caso de la densa Osaka (Japón) y la árida Riad, capital de Arabia Saudí, en la que casi puede sentirse el aire seco que envuelve a sus rascacielos. También el relieve fotográfico evidencia la relación del ser humano con su entorno geográfico.
Bilbao es un ejemplo: una ciudad a medio camino entre los rigores de sus montañas y la riqueza de la ría del Nervión. Lo es también la Perla de Catar, un archipiélago tan artificial como exclusivo, solo al alcance de unos pocos y a la vista de todos gracias a la nitidez pasmosa de estas fotografías. La imagen del satélite de Bora Bora constata la maravilla natural que es esta isla volcánica, donde el aire del Pacífico interactúa con ella surtiendo permanentemente de nubes el monte Otemanu. Las continuas emisiones de gas del volcán Klyuchevskaya (Rusia), obliga constantemente a desviar muchos vuelos hacia la península de Kamchatka, pero dibuja un excepcional manto de ceniza sobre la nieve que cubre permanentemente su ladera.
Arriba, Bora Bora, isla volcánica, rodeada de arrecifes, que asoma en mitad del Pacífico como un lugar paradisiaco; abajo a la izquierda, Bilbao, la metrópoli vasca, custodiada por las montañas y dividida por la ría del Nervión; y a la derecha, Osaka, con su imponente castillo aparece etre la densidad urbanística de la tercera ciudad más grande de Japón.

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