TITULO: Un, dos, tres... responda otra vez - Alicia en el país de las maravillas,.
Un, dos, tres... responda otra vez,.
Un, dos, tres... responda otra vez fue un programa y concurso de televisión creado en 1972 por Narciso "Chicho" Ibáñez Serrador y que consta de 10 temporadas. El programa siempre ha sido emitido por Televisión Española y en la actualidad es considerado como uno de los clásicos de la cadena.Presentador Luis Roderas, etc.
Alicia en el país de las maravillas,.
foto,.
Todo comienza cuando Alicia se encuentra sentada en un árbol al aire
libre, aburrida, junto a su hermana. La hermana leía un libro "sin
ilustraciones ni diálogos", lo que hace que Alicia divague por el
aburrimiento.

Repentinamente, aparece junto a ella un
conejo blanco10
vestido con chaqueta y chaleco, que corre murmurando que llega tarde,
mirando su reloj de bolsillo. Alicia siente curiosidad por él y decide
seguirlo e incluso entrar a su madriguera. La madriguera resulta ser un
túnel horizontal más profundo que lo esperado, el cual súbitamente se
convierte en un pozo vertical sin asidero alguno, por donde Alicia cae
durante un largo período de tiempo recordando a su gato, cosas que había
aprendido en su escuela y preguntándose si algún día llegaría al suelo.
En el trayecto, Alicia se pregunta si el túnel la hará llegar a las
"antipáticas", término que confunde con "las
antípodas".
Al finalizar su caída y sin haberse hecho daño, Alicia entra en
un mundo de absurdos y paradojas lógicas. Desaparecido el conejo, Alicia
encuentra una pequeña botella, la primera de varias que encontrará en
su aventura, con una etiqueta que dice «BÉBEME», lo que Alicia hace
atraída por la curiosidad. La poción encoge a Alicia hasta hacerla medir
veinticinco centímetros de altura.
Enseguida, Alicia intenta abrir una pequeña puerta para continuar
explorando el mundo nuevo. A través de la puerta se atisba un atractivo
jardín, pero la llave que abre la puerta está sobre una mesa que Alicia
no puede alcanzar, debido a su nueva estatura. La niña intenta entonces
recuperar su estatura original, comiendo un pastel que encuentra con la
etiqueta «CÓMEME».
El
pastel tiene el efecto esperado, y Alicia crece más de tres metros. Con
su nueva altura, Alicia consigue tomar la llave, pero al no dejar de
crecer, choca contra el techo y queda imposibilitada de acceder a la
puerta. Alicia comienza a llorar, e inunda la habitación en un charco de
lágrimas de diez centímetros de profundidad. Mientras tanto, el Conejo
Blanco pasa nuevamente frente a Alicia, apresurado. Sin querer, el
conejo deja caer un abanico que Alicia utiliza para refrescarse. El
abanico resulta ser mágico, pues consigue que Alicia comience a
encogerse de nuevo, hasta que lanza lejos el abanico para detener el
proceso.
El charco de lágrimas es ahora un mar donde Alicia se ve forzada a nadar para no ahogarse. A su lado pasa nadando un
ratón,
y Alicia intenta entablar conversación con él. El ratón se ofrece a
guiarla hasta la orilla. En el camino, Alicia ve que otros animales
también se encuentran nadando y tratando de salir del mar de lágrimas.
Entre los animales, Alicia distingue a un
pato, un
dodo, un
aguilucho y un
loro.
11
Alicia
y los animales consiguen llegar a tierra firme. El dodo organiza una
carrera para secarse. La carrera no tiene reglas ni duración definida,
salvo correr en círculos, lo que hacen todos hasta quedar secos. El dodo
también decide declarar ganadores de la carrera a todos los
participantes, y decide que Alicia es quien otorgará los premios. Ante
el acoso general, Alicia hurga en sus bolsillos y encuentra varios
confites, que reparte entre todos. Como ella también fue ganadora de la
carrera pero no recibió confite, su premio es un dedal que ella misma
tenía en el bolsillo, y que da al dodo para que, simbólicamente,
entregue el premio..
El capítulo finaliza con el relato del Ratón, donde explica la razón de
su odio hacia los gatos y los perros. Imprudentemente, Alicia menciona a
su gata Dina y su habilidad para cazar ratones, y consigue así hastiar a
todos los animales, que se retiran hasta dejarla sola nuevamente. El
nombre del capítulo es un juego de palabras en
inglés. En este idioma, el Ratón cuenta un "cuento" (
tale, en inglés), y Alicia se confunde con la palabra
tail, cuya pronunciación es igual pero significa 'cola'.
TITULO:
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - RADIO - TELEVISION
- -«Sin el Ejército, España no sería el país que conocemos ahora»,.
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - RADIO - TELEVISION
- -«Sin el Ejército, España no sería el país que conocemos ahora» , fotos.

'La
historia militar de España analizada en todos sus aspectos'. Es el
título de la conferencia que Hugo O'Donnell (Madrid, 1948) pronunciará
mañana en Cáceres (a las 20.15 horas en el salón de actos de
Cajalmendralejo, en el Chalé de los Málaga, en la avenida de España) y
el martes en Badajoz (a la misma hora en la sede del Colegio Oficial de
Farmacéuticos, en la calle Ramón Albarrán). Comenzará así un nuevo curso
de Aula HOY.
Noble y militar, O'Donnell ha dirigido a un
centenar de historiadores para culminar la Historia Militar de España,
un trabajo editorial con un enfoque más historiográfico que castrense.
La obra, de doce tomos, la han impulsado el Ministerio de Defensa y la
Real Academia de la Historia.
-¿La historia militar de España es tan entretenida como la historia general del país?
«Si hay una historia amena e ilustrativa es la historia militar, que no incluye solo a las batallas o los sitios»

-Yo diría que es el motor de la Historia
general de España. Para bien o para mal, el hombre es belicoso, consigue
sus logros a través de la competencia, porque hablamos de la
competencia militar, que a lo largo de la Historia es la más
característica de todas las competencias. Para mí, y yo creo que para la
mayoría, si hay una historia amena, ilustrativa, es la historia
militar. Y digo militar en el sentido más amplio posible de la palabra,
que no incluye únicamente las batallas.
-Difícilmente se puede entender la Historia general sin la historia militar, ¿no?
-Así
es. Es una forma de ver la Historia general. Porque lo que estudiamos
en la historia militar de España no son solo las batallas o los hechos
singulares o los sitios, sino la preparación para la defensa de una
nación, en este caso España, que es la primera nación de Europa.
-¿Destacaría un hecho por encima de cualquier otro en la historia militar de España?
-No
elegiría ninguno. Porque el hombre está encajado en su tiempo, e
inevitablemente me vería influenciado por las circunstancias de mi
tiempo. Yo creo que la caída del Imperio Romano fue una hecatombe de tal
magnitud que se pensaba que el mundo no iba a seguir. Y con lo que
aconteció en el 98 se pensó que era la aniquilación de la España
tradicional en su mentalidad no imperial pero sí transatlántica. Hay
hechos capitales en la historia de España, pero son plurales, y dependen
de la apreciación social del momento y del historiador.
-¿Nuestra historia militar reciente se limita a las misiones de paz?
-La
historia militar de España, insisto, no son solo los actos bélicos. En
este sentido, podría decirse que sí, porque un acto bélico es evitar la
guerra por medio de la fuerza armada. Pero si consideramos que hay otras
muchas cosas dentro de la actualidad, de la vida militar, como es la
vida cultural militar, o la social, o la mentalidad de los defensores
militares de la patria... Aunque ahora no haya hechos bélicos tan
resaltados, sigue existiendo un mundo militar digno de ser analizado.
-¿La vida social militar ha evolucionado de forma paralela a cómo lo hacía la sociedad del país?
-Sí.
La gran revolución del antiguo al nuevo régimen es la idea de nación y
de pueblo que defiende como tal su entidad y su historia. Socialmente se
aprecia de forma distinta. A lo mejor es una vuelta al primitivismo,
porque los pueblos primitivos solo piensan en su colectividad, y el jefe
es la cabeza de la colectividad. Luego se pasa a otra época, que es la
del defensor del pueblo desde el punto de vista del patriarca, elevado a
déspota ilustrado, una denominación con dos connotaciones, porque
déspota es un término negativo pero ilustrado lo es positivo. Llega un
punto en el que los pueblos alcanzan su mayoría de edad. Hablamos de los
frutos positivos, porque tuvo muchos negativos, de la Revolución
Francesa, que es el tiempo que vivimos ahora, el del ejército del
pueblo.
-Al margen de lecturas ideológicas, en lo cultural es
clara la contribución del ámbito militar al patrimonio cultural de
España...
-Y no solo al patrimonio cultural de España, sino a ser
como somos. El Ejército es una de las columnas básicas de la nación
española. Sin Ejército, España no habría sido España, por lo menos tal
como la conocemos ahora, y ninguna nación habría conseguido sobrevivir.
El mundo militar es consustancial con la cultura y la tradición y el
devenir de España.
-¿Hasta qué punto la desaparición del servicio
militar obligatorio fue un punto de inflexión en la forma de entender
el militarismo en nuestro país?
-Pese a lo que se cree, la
supresión del servicio militar obligatorio no es una cuestión moderna.
Nunca fue obligatorio hasta que las circunstancias impusieron que lo
fuera. Hasta el siglo XIX, los militares eran profesionales. Y eso fue
válido para un periodo de tiempo. Para otro no lo es, y no sabemos lo
que el futuro puede exigir de España. De hecho, algunas naciones
europeas están considerando la posibilidad de volver al servicio militar
obligatorio, quizás limitadamente, pero creando una reserva preparada
para el combate.
-Suecia decidió el año pasado recuperar el
servicio militar obligatorio, y Marruecos ha hecho lo mismo este año, en
el que también Italia ha puesto el asunto sobre la mesa. Sin embargo,
aquí no parece que sea un tema a debate...
-Ese debate existe,
pero no es público. Existe a nivel de especialistas, de estudios sobre
la defensa nacional, a nivel del propio Ministerio de Defensa. Creo que
es algo que tienen presente continuamente, aunque no trascienda a la
sociedad porque parece que los temas militares tienen una aureola
negativa, que son temas tabú, cuando estamos hablando de una necesidad y
no de una preferencia.
-¿Y cuál es su opinión sobre este asunto?
-Yo
creo que hay que estar prevenidos, y soy partidario de un sistema lo
suficientemente ecléctico como para que se pueda uno arrepentir de los
errores. Un sistema en el que haya que retroceder o volver a cero si se
quiere introducir una mejora no es un sistema perfecto. Yo creo que las
circunstancias imponían la supresión del servicio militar obligatorio,
al menos en el concepto que se tenía antes, un concepto desfasado de
España separada de la colectividad europea. Pero ahora que se piensa en
un Ejército europeo, hay que tener la ductilidad suficiente como para
poder llevarlo acabo. Y esto es lo que pongo un poco en duda, porque no
sé hasta qué límites podemos contribuir con Europa. Pasados esos
límites, me temo que tendríamos que empezar de cero para incluso
planteárnoslo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario