El sabado -28- octubre a las 18:00 por Telecinco,.
fotos - Dafne Fernández confiesa: "Antes tenía problemas con mi pecho",.
Una chica acomplejada por su cuerpo que de mayor se convierte en codiciada actriz e inapelable objeto de deseo. Nos revela sus inquietudes,.
A Dafne Fernández le parece sexy Pablo Iglesias. También Yanis Varoufakis, el exministro de Finanzas griego. Y Cristiano Ronaldo. No se atreve a situarlos en un podio, pero expone el punto fuerte de cada uno. “Cuando vi el otro día a Pablo Iglesias con el pelo suelto, pensé: ‘Míralo. Sí, es sexy”, dice sobre el líder de Podemos. ¿Varoufakis? “Es un tío cabal y no te engaña, valiente, inteligente. Eso a las mujeres nos vuelve locas”. El clímax llega cuando le toca definir a Cristiano Ronaldo. Se le escapa un “uf”, entorna los ojos y exclama: “¡Es una bomba sexual!”. Después de esa primaria reacción, la actriz madrileña enumera una serie de cualidades del jugador del Real Madrid que acaban con una conclusión que resulta confesional: “Es trabajador, ambicioso y disciplinado. Me veo muy reflejada en él. Cuando se le ve enfadado no es por la gente: se mosquea con él mismo porque es superexigente. Lo veo y le entiendo. Creo que él también va a tener que hacer mucho trabajo de psicología”. ¿También?Puedo ser sexy si quiero, pero la verdad es que no me veo tan sexual como la gente cree”
Durante toda esa época tuvo que compatibilizar el baile con el cine. Empezó de niña, después de que su padre (químico) y su madre (psicóloga) las presentaran a ella y a su hermana (dos años menor; también tiene un hermano, dos mayor) a un casting para hacer anuncios. Tras un par de experiencias en este campo empezó, todavía de niña, a participar en películas de directores curtidos y haciendo cine nada convencional: Pajarico, de Carlos Saura (1997, cuando ella tenía 12 años), o Resultado final, de Juan Antonio Bardem (1998).
Ya de adolescente llegó la oportunidad de participar en la serie juvenil del momento: Un paso adelante. “Ahora, tras la carrera de danza, soy estricta con todo lo que hago. Si no estoy al 100% en cada momento me fustigo. Y eso es lo peor, porque a veces no puedes dar el 100%. Sólo puedes dar el 30 o el 60. Y no pasa nada: lo das y no debes sentirte mal. Pero yo me flagelo. Hay días que he estado con 40 de fiebre y he ido a trabajar. Y me he sentido mal por no estar a tope. Sé que es algo que tengo que cambiar. Es que también lo hago con otras personas: les exijo mucho”.
Antes me quejaba de mi poco pecho. Es que hay una edad en la que los chicos sólo se fijan en las tetas. Ahora estoy a gusto”
Dafne está a la espera de la emisión (en Telecindo no terminan de concretar la fecha) de la nueva temporada de la serie El chiringuito de Pepe. Es la segunda y la última en la que ella aparecerá. “Después la serie seguirá, pero sin mí. La he tenido que dejar por otro proyecto del que todavía no puedo decir nada porque no está cerrado. Pronto se sabrá. Me he ido de El chiringuito de una forma preciosa. Cuando se emita ya se verá”. Su representante llegó hace tiempo y se fue educadamente a otros menesteres. Confiesa que le tiene reparo a los encuentros con la prensa porque ha pasado por alguna experiencia que no le ha convencido.
TITULO: En busca de la hora perfecta,.
En busca de la hora perfecta,.
Expertos apuestan por mantener el horario invernal en España, mientras los gobiernos europeos piden más plazo para decidir qué hacer, foto.
La Comisión decidió llevar el asunto a los ciudadanos. ¿Qué querían? ¿Les gustaba el cambio horario o lo suprimirían? La consulta se llevo a cabo en la red y 4,6 millones de europeos votaron. El resultado fue abrumador: el 84% de los encuestados se mostraron a favor de poner fin al cambio de hora bianual. Con estos parámetros, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, anunció el 12 de septiembre el fin del cambio de horario. «Es que no tiene ningún sentido», recalca José Luis Casero, presidente de la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe). El 31 de marzo de 2019 será el último cambio horario obligatorio en la UE y antes los Estados miembros deberán decidir qué hacer. Si mantienen el horario de verano, no tocarán el reloj; si desean volver al horario de invierno, el 27 de octubre de 2019 se retrasará el reloj una hora por última vez en la historia.
Ahora son los gobiernos los que tienen que ver qué quieren hacer. En España, la Secretaría de Estado de Igualdad coordina un grupo de expertos que deben ofrecer su dictamen en los próximos meses al Ejecutivo. De momento, según fuentes gubernamentales, prosiguen los trabajos de campo. Para Casero no hay ninguna duda de cuál sería la mejor opción. «Nos tenemos que quedar con el horario de invierno. Es el más lógico», señala el presidente de Arhoe. «Si se mantiene el horario de verano como el habitual, en el centro de la península a las 9:00 de la mañana sería de noche. No tiene ningún sentido. Los niños irían al colegio de noche. No tiene sentido», recalca Casero. «En el oeste, Galicia o Huelva, el sol no saldría hasta las 10:00 de la mañana con un horario de verano en otoño», apunta, por su parte, la doctora Marian Rol, miembro del grupo de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES). También se decanta por dejar el reloj en GMT+1, el horario que se inaugura en la madrugada del domingo. «Es el más equilibrado. Tenemos mañanas con más luz, sobre todo en invierno», razona la especialista, que añade que cualquier cambio horario afecta al ser humano, aunque no mucho. «Nos provoca fatiga, somnolencia y a veces irritabilidad. Afecta sobre todo a los niños y a los mayores, que tienen los relojes biológicos menos estables», añade Rol.
«Pero nos afecta mucho más el cambio de marzo que el de ahora. Dormir más siempre es mejor», incide la doctora Elena Urrestarazu, del Servicio de Neurofisiología y de la Unidad de Sueño de la Clínica Universidad de Navarra. Depende de cada persona, el periodo de adaptación varía entre un día y una semana. «Debemos acercanos hacia el horario solar», apunta, por su parte, Rodrigo Irurzun, de Ecologistas en Acción, que destaca que «ya no hay ahorro energético».
Más profundidad
La gente del campo también apuestan por dejar el reloj con la hora de invierno. «Durante la cosecha, en pleno verano, tenemos una diferencia horaria de dos horas con la hora solar. Como resultado, empezamos bastante tarde y a veces tenemos que terminar por la noche», explica Luc Smessaert, miembro del sindicato agrícola francés FNSEA. «Los agricultores deberíamos tener la misma hora todo el año», afirma a AFP. «Además, tanto cambio estresa a los animales», añade. En el ordeño, por ejemplo, necesitan una regularidad horaria.Pero el cambio de hora debe ser la punta de lanza de unas modificaciones más profundas. «Que a las 7:00 de la tarde la gente no esté en la oficina y salga dos horas antes; eliminar las comidas de trabajo larguísimas o cambiar el 'prime time' de las televisiones», enumera Casero, miembro del comité de expertos del Gobierno, donde otros miembros como el catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, Jorge Mira, se muestran contrarios a la eliminación del cambio propuesto por Bruselas. «El día dura más en verano y es necesario mantenerlo», razona.
Unos intensos debates que a lo mejor se quedan para otro momento. Los gobiernos están estudiando llevar el próximo lunes a una reunión informal de ministros de Transportes y Medio Ambiente en Graz (Austria) una propuesta para retrasar el cambio hasta 2021. Alegaron que la idea es «muy ambiciosa» y que necesitan más tiempo de adaptación.
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