TITULO: BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - ,. Miercoles -11- Noviembre - ¿Cuántas botellas de plástico se necesitan para hacer un abrigo? ,.
BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - ¿Cuántas botellas de plástico se necesitan para hacer un abrigo? ,. Miercoles - 11- Noviembre , fotos,.
El miercoles -11- Noviembre a las 22:30 por La 1,.
¿Cuántas botellas de plástico se necesitan para hacer un abrigo?,.
Con velas de barco, trozos de moqueta, algas marinas o conchas de moluscos se fabrican ya tejidos de textura, acabados y propiedades sorprendentes,.
La textil es la segunda industria más contaminante tras el petróleo. Conscientes de la enorme repercusión de ese estremecedor dato, las firmas 'low cost' se han puesto las pilas creando una agenda a medio y largo plazo cada vez más ambiciosa. La reutilización de tejidos para fabricar nuevas telas es una de las medidas más extendidas por su gran versatilidad y posibilidades entre marcas tan populares como Zara, Mango o H&M. Poliéster, cachemir, nailon, tul y algodón son algunas de las materias primas a las que dan una segunda vida para ahorrar energía y recursos y reducir los desechos textiles.
C&A es una de las que mantiene su apuesta por la moda circular como eje de su estrategia de sostenibilidad, siendo, por cierto, el mayor comprador de algodón orgánico certificado del mundo. Para este invierno la marca ha lanzado una colección de abrigos para la que ha utilizado cuatro millones de botellas de plástico PET (tereftalato de polietileno). El relleno de las prendas está hecho al 100% de botellas usadas, entre 14 y 24 para cada pieza. El resultado con este residuo tan habitual sorprende a la vista y al tacto.
Hay otros elementos menos conocidos que llevan tiempo aprovechándose. ¿Sabía que cada cuatro años un velero cambia sus velas para navegar mejor? Se pueden utilizar para convertirlas en mobiliario o crear tejidos de larga durabilidad para zapatos, por ejemplo. Con algas marinas se logra un tejido muy similar a la lona al mezclarlo con celulosa, pero con la ventaja de ser biodegradable. El mundo marino también ofrece conchas de moluscos, un recurso brillante para sacar provecho a las toneladas de deshechos de las empresas conserveras. Usadas en suelas de zapatos, multiplican hasta por siete los estándares de durabilidad de la Unión Europea. Restos de moqueta, o redes de pesca son también una mina para las firmas.
Pero no todo vale. Desde la firma española de calzado El Naturalista, referente en sostenibilidad y pioneros en la reutilización de muchos materiales, avisan de que la transformación de elementos como los neumáticos tiene un consumo energético brutal y es muy tóxico.
La estrategia de moda circular se complementa con la participación activa de los clientes, con quienes se afianza la piedra angular del futuro sostenible, invitándoles a llevar la ropa que no utilizan a los contenedores habilitados en sus tiendas para que la firma aproveche estos materiales creando otros productos. Algunas de las marcas recompensan esta acción con vales de descuento. Desde luego, es necesario cambiar la forma de consumir, y apoyar a las firmas responsables con el medio ambiente es la mejor opción.
¿Otra idea para seleccionar? Unas 170 marcas se han comprometido a adquirir el 100% de las fibras de celulosa sintética de proveedores que implementen prácticas que eviten la entrada productos de bosques antiguos o en peligro en su cadena de suministro en una iniciativa de CanopyStyle, auditora que cuenta entre sus filas a Inditex, H&M o Stella McCartney.
TITULO: El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - El silencio de la calle Betis ,.
El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - El silencio de la calle Betis . , fotos,.
El silencio de la calle Betis,.
La calle Betis de Sevilla, todo el mundo lo sabe, va desde el puente de Triana al de San Telmo. Enfrente, la Torre del Oro. En medio, el río, es decir, la dársena. En ella, como olvidados, yacen quietos, varados, los barquitos que hace apenas unas horas llevaban a los turistas en un paseo fluvial a la europea. El agua, teñida de un gris nocturno, solo da fe de vida con unos asomos de peces que se mueven cerca de la superficie. Y en las aceras, los bares cerrados, las terrazas desmontadas. Si algo tiene, tenía esta calle, si algo tiene, tenía Sevilla, es el bullicio y la proximidad humana al anochecer. La alegría de vida, charla, paseo, fragancias, aglomeración de gentes y lento caminar entre belleza a raudales. Hoy, tras el toque de queda, la calle Betis es un silencio esplendoroso y abrumador al mismo tiempo. Hoy, otra vez, Sevilla está cerrada, aunque ahora solo por la noche. Sevilla sin sevillanos, como la quiso don Antonio Machado.
Esta crisis, nos vienen diciendo desde aquel desdichado marzo, aflora lo mejor de nosotros. Quizá, pero a mí, de momento, lo que más ha sacado del fondo de mi alma es sorpresa, incertidumbre y amargura. Qué odiosas son esas teorías conspiratorias sobre el origen de esta plaga moderna. Qué infantiles los juicios bíblicos en clave contemporánea que culpan al creciente deterioro del planeta del origen de la imprevista pandemia, como si nuestra humana historia no estuviera repleta de otras plagas similares y aún peores. Qué vergüenza ajena ante bulos y noticias falsas que emponzoñan internet. Qué rabia ante políticos que intentan sacar rédito de una desgracia común
No obstante, no todo es infortunio, no todo es tristeza. Me ha tocado pasar el reinicio del confinamiento (ahora bajo formato 'light') en esta ciudad maravillosa, alejado de mi tierra extremeña, de mi Cáceres apacible, de mi sierra de Gata. Me gusta pasear y en uno de los paseos viene en mi socorro un pequeño, sencillo milagro. Es temprano, apenas unas horas después de levantarse el toque de queda. Muy poca gente en la calle. En el balcón de una casa, un anciano, un viejecito que reúne todos los caracteres
propios y tópicos de su edad, atiende y da de comer a un canario que canta maravillosamente. El anciano es, maldita expresión, población de riesgo. Si un puñado de esas microscópicas bolitas peludas se colase por el aire hasta sus mucosas, en muy pocos días se encontraría en una UCI de hospital, rodeado de química, técnica, plástico y horror de soledad. Y, sin embargo, ajeno a los miasmas, no hace sino darle una oportunidad al animalito para que hermosee el paisaje urbano con sus gorjeos. Debe ser que la edad me hace más cursi de lo debido, pero la imagen del viejecito y del pajarillo se me antoja una metáfora íntima de la vuelta a la normalidad definitiva que en algún momento tiene que llegar.
TITULO:
EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo
Valdano - El Santa vuelve a descoserse atrás,.
EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - El Santa vuelve a descoserse atrás ,. . fotos,.
El Santa vuelve a descoserse atrás,.
El Valencia endosa la segunda goleada consecutiva a las pacenses, que volvieron a cometer errores en defensa,.
Segunda goleada consecutiva que encaja el Civitas Santa Teresa tras la derrota en casa ante la Real Sociedad del pasado miércoles. El Valencia descosió (5-0) de nuevo la defensa del conjunto pacense, que concedió demasiado, sobre todo en la segunda parte. La falta de acierto arriba impidió a las visitantes meterse en el partido y pelear por sumar.
- Valencia CF:
- Enith; Pujadas, Cubedo (Jiménez, min. 69), Carro, Guerrero, Salmi, Asun (Candela, min. 46), Bautista (Flor, min. 25), Martín, Pozuelo, Jansen y Torroda (Kerlly, min. 69).
- Civitas Santa Teresa:
- Yoli; Ayuso, Amanda Visco, Van Slamboruck (Rovirola 75), Parralejo, Nayadet (Blanca, min. 75), Lordemann (Verdaguer, min. 46), Estefa (Tammik, min. 62), Belén, Mireya (Nerea Pérez, min. 62) y Mascaró.
- Goles:
- 1-0: Cubedo, min. 12. 2-0: Carro, min. 39. 3-0: Salmi, min. 66. 4-0: Candela, min. 79. 5-0: Candela, min. 85.
- Árbitra:
- Cebollada López. Mostró amarilla a la local Cubedo (22) y a las visitantes Lordemann (37) y Belén (43).
Empezó el Santa buscando la portería rival, con un primer remate de Estefa que se marchó alto. Tres minutos más tarde eran las locales las que probaban a Yolanda Aguirre, que atrapó en dos tiempos.
En el 11 llegó el primer tanto local con un centro desde la izquierda que remató Cubedo dentro del área pequeña. Las extremeñas siguieron intentándolo y en el 23 Belén gozó de un mano a mano con la guardameta que se marchó fuera por muy poco.
Cuando mejor estaba en el equipo extremeño, llegando con peligro y generando ocasiones, Carro hizo el segundo rematando un centro desde la izquierda.
Tras el descanso, el Santa trató de estirarse y Mireya disparó desde la frontal, pero su remate lo atajó la portera. Un minuto después, Mascaró, muy activa durante todo el partido, culminó un contragolpe con un disparo que se fue a córner. Las valencianas respondieron con otra contra que Yoli desbarató a saque de esquina. Acto seguido, la colegiada señaló penalti, pero Bonsegundo no consiguió transformarlo tras estrellar el balón en el poste.
En el minuto 66 llegó el tercer tanto local, obra de Salmi, tras rematar un pase atrás en el área. A diez minutos del final, Candela transformaba el cuarto gol con un gran disparo desde la frontal, y en el 85 repitió con un nuevo zapatazo desde fuera del área.
Revés inesperado, no tanto por la derrota como por lo abultado del resultado, ante un rival que se presume que también luchará por eludir los puestos de descenso. Este miércoles, la pacenses tendrán un nuevo compromiso, en El Vivero, ante otro equipo de su liga, el Espanyol.
TITULO: El país de Estadistas que frenen las estadísticas ,.
El Martes -10- Noviembre 22:00 por la Sexta,foto.
Estadistas que frenen las estadísticas,.
Recuerdo que un profesor de Ciencias Políticas nos repetía machaconamente que si usted se come un pollo y yo ninguno, la Estadística es aquella disciplina tramposa para la que ambos nos habremos zampado medio pollo, aunque yo siga pasando hambre. Por eso, el mayor peligro de la Estadística es llegar a convertirse en una gran falacia. Además de una gran pérdida de tiempo.
Si tecleo mi nombre en el buscador del INE descubro que tengo 12.948 tocayos repartidos por toda España, 761 censados en Extremadura. La provincia de Cáceres, con un total del 2,63% sobre el conjunto nacional, es la que más cultiva tan hermoso apelativo. Pero como lo que de verdad me escama es que la edad de mis homónimos arroje un pírrico 62,3 años de media, pienso que la consulta se ha llevado por delante cinco minutos de mi valiosa existencia.
Por eso compadezco a los encargados de ordenar, resumir e interpretar un conjunto de variables matemáticas sin caer en el subjetivismo. Una tarea titánica cuando, como en el caso de la actual pandemia, los guarismos rebasan lo inimaginable. A menos, claro, que suframos la prodigiosa hipermnesia de Ireneo Funes, que percibía cualquier objeto con una memoria exacta y rigurosa: los vástagos, racimos y frutos que poblaban una parra, las aborrascadas crines de un potro o el fuego cambiante y la infinita ceniza que producían sus brasas. Borges, que nunca fue capaz de precisar cuántas estrellas contemplaría en el cielo, dejó sin embargo escrito que aquel legendario portento de la naturaleza había reconstruido dos o tres veces un día entero; no dudó nunca, aunque cada reconstrucción minuciosa y detallada requirió también un día completo.
Cada jornada cuenta cuando la gestión de la información puede salvar millones de vidas. Pero las cifras de la pandemia son tan mastodónticas y apabullantes, que el bosque no deja ver los árboles. Sin contar con quienes se encargan de incendiarlo a diario. Son los tertulianos, opinadores y eruditos a la violeta que, en medio de la vorágine, han transmutado en yonquis voraces del sesgo estadístico e, incapaces de sobrevivir sin la dosis de turno, degluten cientos de miles de negativos, asintomáticos, contagiados, confinados y fallecidos, desdibujan sus rostros en el buche y vomitan más tarde una catarata de datos destinada por lo general a acompañar la bonita serie de infografías que inundan los medios. No todos, solo algunos. Por fortuna, la deontología corporativa funciona de cortafuegos en la mayoría de los casos, pero asistir a este inhumano y perverso ejercicio de flagelación minoritaria puede llegar a generar irreversibles problemas mentales al común de los mortales.
Aunque en realidad más grave resulta comprobar que no hay nadie al volante. Que ningún estadista mundial haya sido capaz de interpretar los datos y anticiparse a la enfermedad. Pienso que si la Gran Guerra mostró una generación de políticos que gestionaron brillantemente sus terribles consecuencias, la Gran Pandemia requiere con urgencia mujeres y hombres de Estado a la altura de la tragedia. Estadistas que frenen las estadísticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario