Los raros del bombo,.
Acabados en 13, en 666, capicúas o con los cinco ceros... hay números de la lotería de Navidad que unos desprecian y otros persiguen por todo el país, como las fechas de las victorias futbolísticas,.
Aquel torero había sobrevivido a mil cornadas. Estaba en la parte alta del escalafón y pensó que los toros son como la lotería. Tu suerte cambia en un segundo. El 'bombo' del albero había sido generoso con él y le dio una carrera larga y exitosa. Así que decidió comprarse toda la fortuna junta. Buscó a un coleccionista de décimos y le encargó una completa: del 00.000 al 99.999. «Pagó seis millones de las antiguas pesetas. Yo de mi colección no me deshago por 36.000 euros», reflexiona Andrés Cabello tras contar la historia del matador. Cabello es una autoridad en la loterofilia: el coleccionismo de billetes de los sorteos. Cada domingo monta su puesto en la Plaza Mayor de Madrid y por allí han pasado generaciones enteras de buscadores de rarezas. Tardó veinte años en reunir los 100.000 billetes que hoy entran en el bombo. Ahora está a punto de acabar la segunda. Lo que más preocupa hoy a los jugadores, la lista de premios, no le inquieta en absoluto.Un poco más de interés pondrán en la Peña Capitán del Athletic (Athletic-eko Kapitainaren Taldea) de Basauri (Vizcaya). En especial por si sale el número 14.516. 14 de mayo de 2016. «¿El día que el Barcelona se proclamó campeón de Liga? ¡Sí, pero a nosotros qué nos importa eso! Pasó algo mucho más interesante: ese día se retiró Carlos Gurpegui, nuestro capitán», brama un poco enfadado el presidente de la peña Peio Zulueta. Los 50 forofos de este grupo llevan tres años buscando fechas emblemáticas en su club para tentar a la suerte. «En realidad sí tenemos una fecha relacionada con el Barça: el año pasado elegimos el 17.815 (17 de agosto de 2015), el día que les ganamos la Supercopa», refresca Zulueta. Un año antes apostaron por el 01.898, año de la fundación del club de San Mamés.
Hoy resulta muy fácil localizar un número concreto. Basta escribirlo en un buscador de internet y aparecen todas las administraciones que lo ofrecen. Los peñistas rojiblancos lo localizaron en el despacho de lotería de Posada de Llanera (Asturias). Cuando encargó ese 14.516 su titular, Cristina Goizueta, ni se molestó en sacarlo a ventanilla. Sabía que era un billete 'premium' para los loteros. Se acabaría a las primeras de cambio.
Todos los españoles mirarán hoy sus décimos. Una gran mayoría mascullará la frustración rápidamente y romperá los billetes. Otros estarán pendientes de que no se pierda lo que muchos desprecian. A sus 73 años, Jesús García cumplirá con el año nuevo medio siglo de coleccionista. Sus álbumes superan los 65.000 ejemplares. En dos administraciones de su barrio de El Pilar de Madrid puede leerse este aviso: «Deposite aquí los décimos de Lotería Nacional no premiados. Un 'loco' coleccionista vendrá a recogerlos».
Pegado a la fortuna
Pero ninguno supera a Juan Antonio Jiménez. Si la lotería tuviera
nombre propio se llamaría como este sevillano. Coleccionista desde los
ocho años, dos premios 'gordos', aunque ninguno el Gordo (un cuponazo y
un euromillón) le permitieron dejar su plaza de funcionario y meterse de
lleno en la suerte. Ahora regenta nueve administraciones. Él es la
fortuna con mayúsculas. «Lo mío no es normal. Aparte de mi suerte
personal, el primer año di el Gordo. Y este he dado el segundo premio
del Día del Padre». Pasión y profesión han confluido en un amante de
fortuna (en todos los sentidos) y paciencia inabarcables.
No tiene claro cuántos millones de décimos atesora («¿unos diez?»), pero sus retos no están al alcance de casi nadie. Desde que España se lanzó al desenfreno del juego (tiempos de Fernando VII, 1812) ha habido unos 9.000 sorteos. Jiménez quiere poseer al menos un décimo de todos y cada uno de ellos. «No los cuento porque me agobio. Me quedan 300 o 400 y, aunque a veces suena la flauta y aparece algo, sé que es imposible rematarla». Ha llegado a comprar bloques completos, como el de 1864. Pero, con esos millones de billetes en su redil, asegura que «cada vez se encuentran menos cosas de interés». Y no será por el precio. A pesar de que estos días proliferan los buscadores de 'números raros' para luego revenderlos, pocos ejemplares merecen tanto esfuerzo. «El valor del coleccionismo se está perdiendo. Los hijos de las nuevas tecnologías no tienen nuestra paciencia y por un ejemplar se pagan unos pocos euros», resume Daniel Alonso, que preside la Asociación Española de Coleccionistas de Lotería (AECLOT). Aunque eso no impide que Jiménez haya llegado a abonar 6.000 euros por algún capricho.
¿Entre tanto número, tiene alguno favorito?
Claro. El 26.564. El día de mi nacimiento. Estoy abonado a él hace muchos años.
Hasta tal punto es «un friki de la lotería», como se llama a sí mismo (una expresión que se escucha también a otros coleccionistas), que se gastó un año cuatro millones de euros para comprar las 180 series de ese 26.564. Le habrían tocado 720 millones de euros.
Nadie sabe más de loterías que los dos centenares de coleccionistas que habrá en España. En los años 70 y 80, cuando los mercadillos dominicales de las capitales eclosionaron, llegaron a ser más de seis mil. Ellos mejor que nadie tienen claro que éste es un país de supersticiones y rarezas. De gente que llama a la puerta de la fortuna con cualquier excusa.
Unos soñaron que les iba a tocar un número y lo buscan con esmero. Otros por su fecha de boda o un nacimiento. O para regalárselo a los invitados de la boda o el bautizo. Hasta las fechas que deberían ser de luto tienen su tirón (tal vez por esa extraña relación entre lo negro y la suerte). «A mí me han llegado a pedir números concretos porque se les había muerto el abuelo y querían un billete con la fecha», confirman en la administración canaria de la calle Pintor Felo Monzón (Las Palmas). Cuando se produjo el terremoto en Lorca, el 11 de mayo de 2011, se agotó el 11511, un capicúa que no echó para atrás a los que distinguen entre números 'feos' y 'bonitos'.
Hay un turismo del horror, de personas que visitan lugares trágicos. Y una extraña relación entre la muerte y la numerología que entra en un bombo. Pero nadie ha superado al 11.901. El 11-S de 2001, el 'número de Bin Laden' como se le conoció. Las cuatro administraciones que lo vendían lo agotaron en apenas unos días. También en 2015 hubo una fuerte demanda de la fecha del accidente aéreo de Germanwings (24.315), según el estudio anual que realiza el portal de ventas 'online' Ventura24.es
Hitos y fechas
Al anónimo abuelo canario se añaden otros más ilustres este año, como
la muerte de David Bowie (10.016). Sin llegar al drama, el anuncio de
la separación de Brad Pitt y Angelina Jolie (20.716, el 20 de septiembre
de 2016) también tiene gran predicamento. Y otras fechas que parecen
menos simbólicas como el concierto de reencuentro de Operación Triunfo
en Barcelona. Fue el 31 de octubre y creó un problema a quienes la
demandaban. Como no hay un boleto con los dígitos 311016, la cosa quedó
en 31.116. Menos lógica se puede encontrar a otros asuntos que han
marcado este año como el día que se confirmó el 'brexit' británico:
24.616.
Pero, como todos los años, las fechas favoritas se las lleva otra pasión nacional marcada por el azar y lo irracional: el fútbol. La Champions League del bombo no la ganó el Real Madrid en Milán ante su eterno rival el Atlético, el 28 de mayo pasado. Se la llevó la administración nº 97 de Barcelona, ubicada en la céntrica plaza de Urquinaona y que vende este número en exclusiva. Sus 180 series. «Se agotó a mediados de octubre. Pero sigo recibiendo 30 llamadas diarias para pedirme algún número», reconoce su gestor. Se llama Pedro y tiene un apellido muy acorde con su oficio: Fortuño. Entre bromas, insiste en que no lo cogieron «para tocar las narices a los hinchas blancos». Es uno de esos números que llevan despachando toda la vida.
A veces, coleccionismo y afición se juntan. A sus 75 años, Antonio Espejo lleva 60 acudiendo a todo tipo de ferias y mercadillos. Está a punto de culminar la clásica numérica (todas las bolas del bombo), pero también busca ejemplares de todos los sorteos desde 1940, o los cinco ceros (00.000) de años completos, grupos de capicúas... Toda una «labor detectivesca para encontrar novedades», reconoce. Asegura que se suele pagar tan poco por las piezas que «cuesta más el material de archivo que lo que hay dentro». Cuánto más en su caso que incluso ha montado un museo particular y privado, un 'sancta santorum' que solo enseña a familiares y amigos muy cercanos.
Y, aunque no le preocupa demasiado el sorteo de hoy, Espejo se juega un buen montón de euros a números raros. Tiene algún billete de los trece 13 que hay en el bombo. Pero también un 55.555 y un 49.294, fracción 10, serie 10. «Si tocan bien. Y si no, para la colección», bromea.
Los reyes de los números y los loteros insisten todos en los mismos mantras. Que nadie recuerda que una fecha con efemérides del año haya ganado nada relevante y, sobre todo, que todos los billetes del bombo, por raros que nos parezcan, tienen la misma posibilidad de salir: una cienmilésima. Otras leyendas urbanas dicen que el Rey juega el 00000 o el 00001. En el despacho madrileño que más lo reparte no lo confirman. Solo saben que la gente «nos lo quita de las manos». Y que les dolió perder la exclusividad porque «les dieron una serie a Doña Manolita y otra para los de Sort, por ser quienes son». Los acabados en 13, los que repiten todos los números, hasta el 00.666,... billetes que muchos aficionados rechazan pero que los loteros adoran. En la administración Carlos Fernández de Vitoria se les agotó éste último hace un mes. «El número del diablo.. ¡veremos si hace una diablura!», pide su lotera.
LA GRAN ILUSIÓN
Todo al 5Desde aquel 18 de diciembre de 1812, el de hoy será el 205 Gordo que se sortea. El rey de las terminaciones es el 5, que ha salido en 32 ocasiones. En la cola está el 1, que solo ha regado de millones a la gente 8 veces.
euros por cabeza juegan los sorianos, con mucho los más aficionados de España. Lérida (por el efecto 'La Bruja de Oro') es la segunda con 129. Melilla y Ceuta son las que menos creen en la dictadura del bombo: no llegan ni a décimo por habitante.
seguro que los aficionados al fútbol ya están pensando en el 3 de junio de 2017 para reservar algún billete. Es la fecha en la que se jugará la final de la Champions League. Este año despachan ese billete entre tres administraciones repartidas entre Valencia, Córdoba y Almería.
TITULO: LA NOCHE TEMATICA - Charlot, entrañable vagabundo -SABADO -24- DICIEMBRE,.
La noche temática - Charlot, entrañable vagabundo
Pantalones grandes, zapatones, bombín y su inseparable bastón. En 1914 Charles Chaplin da vida por primera vez al inmortal Charlot. Un
personaje que llenó de risas una época y es uno de los grandes iconos
del cine. En 1916, después de una carrera de solo dos años, Chaplin ya
es el actor mejor pagado del mundo. Tiene su propio estudio y el control
total de la producción de sus películas. A través de comedias como El Inmigrante o Charlot, a la una de la madrugada se
convierte en el eterno vagabundo de modos refinados con ropa pintoresca
y la dignidad de un caballero. En su próxima edición, La noche temática se acerca a uno de los personajes más memorables del cine mudo.
En 1914 Charles Chaplin creó el famoso personaje del vagabundo, conocido como Charlot, que le haría mundialmente conocido. Chaplin tuvo una extensa carrera cinematográfica que fue más allá de la época y la moda. ¿Cómo un niño de la calle, nacido en uno de los barrios más desfavorecidos de Londres, llega a convertirse en uno de los hombres más famosos del mundo? Nada más comenzar el siglo XX, la vida del joven Chaplin, que ha abandonado el colegio a una edad muy temprana, transcurre entre las giras por los music-hall ingleses y pequeños trabajos mal pagados. La “escuela de la vida” y el examen del público serán indiscutiblemente las mejores lecciones para un joven artista que busca su camino.
Recordando su difícil infancia, Chaplin diría más adelante: “Incluso cuando estaba en los orfanatos o cuando vagaba por las calles en busca de comida, incluso entonces creía que era el mejor actor del mundo. Tenía que conservar aquella exuberancia procedente de una total confianza en uno mismo. Sin ella, uno está abocado al fracaso”.
Después de una etapa en la que realizó películas para Essanay, en febrero de 1916 Chaplin y su hermano Sydney viajan a Nueva York para estudiar las numerosas propuestas cinematográficas que llegan de todas partes. Ninguna propuesta puede rivalizar con la de la Mutual Film Corporation, que adquiere los servicios de la estrella más rutilante del cine por la módica suma de 10.000 dólares por semana, con un bonus de 150.000 dólares con la firma. Hasta la fecha, ningún artista había ganado una fortuna similar. Chaplin encarna entonces el triunfo del sueño americano. Cien años después del nacimiento de Charlot, cada nueva proyección de sus primeras películas constituye una verdadera resurrección.
Chaplin abandona en la segunda parte de la película la idea bohemia y se imagina una nueva situación. Esta vez Charlot debe hacer frente a un irascible camarero, papel que en un principio iba a ser interpretado por Henri Bergman pero que finalmente fue para Eric Campbell. Todo indica que es el personaje espantoso ideal que necesitaba la película, capaz de dar miedo con su simple presencia y de enriquecer la acción con nuevos gags.
El corto trecho que separa el umbral de ésta de su dormitorio se convierte en una odisea: tendrá que mantener el equilibrio sobre alfombras deslizantes o luchar con salvajes animales disecados. Subir a la habitación y acostarse será toda una aventura.
El nacimiento de Charlot
Para comenzar veremos el documental francés de 2013 El nacimiento de Charlot, con una duración de 60 minutos. Está dirigido por Serge Bromberg y Eric Lange y coproducido por Steamboatl Films, Lobster Films, Arte France, Roy Export S.A.S. A través de números de comedia salpicados de ternura, risas y pasos de baile, Chaplin logró que el cine cruzara el umbral de la modernidad y arrancara el brillo en los ojos de los espectadores, avivando sus sueños.En 1914 Charles Chaplin creó el famoso personaje del vagabundo, conocido como Charlot, que le haría mundialmente conocido. Chaplin tuvo una extensa carrera cinematográfica que fue más allá de la época y la moda. ¿Cómo un niño de la calle, nacido en uno de los barrios más desfavorecidos de Londres, llega a convertirse en uno de los hombres más famosos del mundo? Nada más comenzar el siglo XX, la vida del joven Chaplin, que ha abandonado el colegio a una edad muy temprana, transcurre entre las giras por los music-hall ingleses y pequeños trabajos mal pagados. La “escuela de la vida” y el examen del público serán indiscutiblemente las mejores lecciones para un joven artista que busca su camino.
Recordando su difícil infancia, Chaplin diría más adelante: “Incluso cuando estaba en los orfanatos o cuando vagaba por las calles en busca de comida, incluso entonces creía que era el mejor actor del mundo. Tenía que conservar aquella exuberancia procedente de una total confianza en uno mismo. Sin ella, uno está abocado al fracaso”.
Después de una etapa en la que realizó películas para Essanay, en febrero de 1916 Chaplin y su hermano Sydney viajan a Nueva York para estudiar las numerosas propuestas cinematográficas que llegan de todas partes. Ninguna propuesta puede rivalizar con la de la Mutual Film Corporation, que adquiere los servicios de la estrella más rutilante del cine por la módica suma de 10.000 dólares por semana, con un bonus de 150.000 dólares con la firma. Hasta la fecha, ningún artista había ganado una fortuna similar. Chaplin encarna entonces el triunfo del sueño americano. Cien años después del nacimiento de Charlot, cada nueva proyección de sus primeras películas constituye una verdadera resurrección.
El inmigrante
Continuamos con una comedia de corta duración, El inmigrante, protagonizada y dirigida por Charles Chaplin. De nacionalidad norteamericana, tiene una duración de 25 minutos y está producida por la Mutual Film Corporation. En 1917 Chaplin filma El inmigrante, también conocida como Charlot, emigrante: es la undécima comedia que rueda para la Mutual Film Corp. El personaje del vagabundo es un inmigrante que llega a los Estados Unidos en barco desde Europa. Acusado falsamente del robo a una chica, papel interpretado por Edna Purviance, traba amistad con ella, ya que en realidad ha intentado ayudarla dejándole dinero en el bolsillo.Chaplin abandona en la segunda parte de la película la idea bohemia y se imagina una nueva situación. Esta vez Charlot debe hacer frente a un irascible camarero, papel que en un principio iba a ser interpretado por Henri Bergman pero que finalmente fue para Eric Campbell. Todo indica que es el personaje espantoso ideal que necesitaba la película, capaz de dar miedo con su simple presencia y de enriquecer la acción con nuevos gags.
Charlot a la una de la madrugada
Terminamos nuestra emisión con la comedia de corta duración Charlot, a la una de la madrugada, protagonizada y dirigida por Charles Chaplin. De nacionalidad norteamericana, tiene una duración de 26 minutos y está producida por la Mutual Film Corporation. Charlot a la una de la madrugada, comedia conocida también como Charlot noctámbulo, fue rodada por Charles Chaplin en 1916. Considerada por muchos una de sus obras maestras, es el primer corto en el que actúa solo, salvo una breve escena en la que aparece Albert Austin en el papel de taxista. Charlot llega borracho a su casa a la una de la mañana y no encuentra en sus bolsillos la llave de la puerta de entrada, por lo que se cuela por la ventana, pero nada más entrar encuentra al fin la llave, por lo que vuelve a salir por la ventana para entrar por la puerta.El corto trecho que separa el umbral de ésta de su dormitorio se convierte en una odisea: tendrá que mantener el equilibrio sobre alfombras deslizantes o luchar con salvajes animales disecados. Subir a la habitación y acostarse será toda una aventura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario