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En su obra Echar raíces, Simone Weil escribe: «El
arraigo quizá sea la necesidad más importante e ignorada del alma
humana. Un ser humano tiene raíces en virtud de su participación real,
activa y natural en la existencia de una colectividad que conserva vivos
ciertos tesoros del pasado y ciertos presentimientos del futuro.
[...] El ser humano tiene necesidad de echar múltiples raíces, tiene la
necesidad de recibir la totalidad de su vida moral, intelectual y
espiritual de los medios de los que forma parte naturalmente». Para
alcanzar la masificación de la que emerge el hombre nuevo democrático,
es preciso desarraigar al ser humano, arrancar las raíces que lo nutren
de una vida moral, intelectual y espiritual. Debe comenzarse, por
supuesto, con el desarraigo espiritual, pues es en su enraizamiento con
Dios donde el hombre encuentra explicaciones a su razón de ser en el
mundo, a su procedencia y destino final. Una vez logrado este
desarraigo espiritual, nada más sencillo que lograr su desarraigo
existencial, pues una vida privada de causa y destino es inevitable que
acabe pudriéndose, enmarañándose de angustia, entregándose al vacío
existencial, flotando en el marasmo del tedio o de la búsqueda
desnortada de analgésicos que mitiguen su pudrición, su angustia, su
vacío y su tedio.
Este desarraigo existencial, que es ruptura de los lazos cordiales que nos vinculan a una realidad iluminada desde lo alto, acaba inevitablemente engendrando también desarraigo intelectual, porque la insatisfacción con un mundo que hemos dejado de entender nos obliga a concebir idealismos y utopías que nunca se realizan, agigantando nuestra conciencia de fracaso. Y, a la vez, se produce también el desarraigo moral: una vez rotas las raíces con los mandatos religiosos, el hombre desarraigado se ve obligado a suplirlos con su flaca voluntad; pero ya explicábamos en un artículo anterior que a los hombres nuevos democráticos se les ha dicho que su voluntad soberana se expresa mediante el ejercicio de sus impulsos vitales, por lo que resulta lógico que (salvo unos pocos espíritus privilegiados) se guíen por el interés propio y la satisfacción de sus deseos, apetitos y conveniencias.
Este desarraigo conlleva la progresiva destrucción de los vínculos humanos, empezando por la familia, y hace imposible una comunidad política concordante en los fundamentos que garantizan su supervivencia. Pues lo que caracteriza a los hombres desarraigados es su discordancia en lo fundamental (cada uno profesa un idealismo o utopía distintos), su individualismo orgulloso y egoísta, que los conduciría a la aniquilación (bien porque acabarían a la greña, bien porque se resignarían al aislamiento y la incomunicación), si no fuera porque el poder, muy taimadamente, les ofrece, como garantía última de supervivencia, esa «uniformidad» a la que se refería Tocqueville. Una vez destruida aquella «colectividad que conserva vivos ciertos tesoros del pasado y ciertos presentimientos del futuro» a la que se refería Weil, a estos hombres desarraigados no les queda otra salida sino resignarse a convertirse en masa, en una sociedad de hombres unidimensionales en la que según explicase muy atinadamente Herbert Marcuse todo está estandarizado, uniformizado, pasado por el tamiz del conformismo social; y donde las necesidades de los individuos desarraigados están inducidas por los intereses del poder, que puede obligarlos (¡sin necesidad de ejercer la violencia!) a comprarse un automóvil, o a embrutecerse viendo la televisión, o a aprender el manejo de tal o cual maquinita o programa informático porque, una vez despojado de aquellos vínculos naturales que permitían aflorar las personalidades fuertes, el hombre desarraigado ya no tiene otro medio de afirmar su autonomía (¡su soberana voluntad!) sino realizar vulgares acciones que, sin embargo, el muy memo cree expresión de su irrepetible individualidad, aunque sean las mismas acciones que hacen con levísimas variantes millones de hombres masificados.
Para lograr que esa masa de hombres nuevos, a la vez que chapotean en su vulgaridad inducida, crean orgullosamente que sus acciones y pensamientos son distintivos, hay que infundirles la creencia irrisoria de que piensan y actúan 'por libre', de que todo lo que sale de su caletre es auténtico y originalísimo, cuando en realidad no es sino una morralla de prejuicios, lugares comunes y opiniones preconcebidas que otros les han implantado, a modo de chips. En un artículo próximo veremos cómo se consigue que ese hombre unidimensional se crea ilusoriamente lleno de ideas propias y originalísimas.
TÍTULO: LA CARTA DE LA SEMANA, EXAMEN AL BADAJOZ TRAS EL PARON,.
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Este desarraigo existencial, que es ruptura de los lazos cordiales que nos vinculan a una realidad iluminada desde lo alto, acaba inevitablemente engendrando también desarraigo intelectual, porque la insatisfacción con un mundo que hemos dejado de entender nos obliga a concebir idealismos y utopías que nunca se realizan, agigantando nuestra conciencia de fracaso. Y, a la vez, se produce también el desarraigo moral: una vez rotas las raíces con los mandatos religiosos, el hombre desarraigado se ve obligado a suplirlos con su flaca voluntad; pero ya explicábamos en un artículo anterior que a los hombres nuevos democráticos se les ha dicho que su voluntad soberana se expresa mediante el ejercicio de sus impulsos vitales, por lo que resulta lógico que (salvo unos pocos espíritus privilegiados) se guíen por el interés propio y la satisfacción de sus deseos, apetitos y conveniencias.
Este desarraigo conlleva la progresiva destrucción de los vínculos humanos, empezando por la familia, y hace imposible una comunidad política concordante en los fundamentos que garantizan su supervivencia. Pues lo que caracteriza a los hombres desarraigados es su discordancia en lo fundamental (cada uno profesa un idealismo o utopía distintos), su individualismo orgulloso y egoísta, que los conduciría a la aniquilación (bien porque acabarían a la greña, bien porque se resignarían al aislamiento y la incomunicación), si no fuera porque el poder, muy taimadamente, les ofrece, como garantía última de supervivencia, esa «uniformidad» a la que se refería Tocqueville. Una vez destruida aquella «colectividad que conserva vivos ciertos tesoros del pasado y ciertos presentimientos del futuro» a la que se refería Weil, a estos hombres desarraigados no les queda otra salida sino resignarse a convertirse en masa, en una sociedad de hombres unidimensionales en la que según explicase muy atinadamente Herbert Marcuse todo está estandarizado, uniformizado, pasado por el tamiz del conformismo social; y donde las necesidades de los individuos desarraigados están inducidas por los intereses del poder, que puede obligarlos (¡sin necesidad de ejercer la violencia!) a comprarse un automóvil, o a embrutecerse viendo la televisión, o a aprender el manejo de tal o cual maquinita o programa informático porque, una vez despojado de aquellos vínculos naturales que permitían aflorar las personalidades fuertes, el hombre desarraigado ya no tiene otro medio de afirmar su autonomía (¡su soberana voluntad!) sino realizar vulgares acciones que, sin embargo, el muy memo cree expresión de su irrepetible individualidad, aunque sean las mismas acciones que hacen con levísimas variantes millones de hombres masificados.
Para lograr que esa masa de hombres nuevos, a la vez que chapotean en su vulgaridad inducida, crean orgullosamente que sus acciones y pensamientos son distintivos, hay que infundirles la creencia irrisoria de que piensan y actúan 'por libre', de que todo lo que sale de su caletre es auténtico y originalísimo, cuando en realidad no es sino una morralla de prejuicios, lugares comunes y opiniones preconcebidas que otros les han implantado, a modo de chips. En un artículo próximo veremos cómo se consigue que ese hombre unidimensional se crea ilusoriamente lleno de ideas propias y originalísimas.
TÍTULO: LA CARTA DE LA SEMANA, EXAMEN AL BADAJOZ TRAS EL PARON,.
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BADAJOZ
Las peticiones para examinarse
estos días se multiplican y las autoescuelas no dan abasto Avalancha
también para obtener los permisos A y A1, ya que se endurecerán las
pruebas en septiembre
Las autoescuelas de Badajoz están
abarrotadas. Todos los alumnos intentan obtener el permiso de conducir
el próximo martes, antes del parón de agosto. Por si fuera poco, al
incremento de alumnos que se produce en el período estival se suman este
año aquellos que quieren obtener el permiso para conducir motos y
ciclomotores, ya que en septiembre las pruebas de este permiso se
endurecen.
Las calles de Badajoz se encuentran estos días repletas de coches de autoescuela yendo y viniendo de un lado a otro. Los puntos de salida de los exámenes prácticos también se encuentran saturados de gente esperando el turno para realizar la prueba. Aquí, tras el rato pertinente que dura el examen, se mezclan las llamadas a familia y amigos, las alegrías y tristezas de la gente al conocer el resultado.
Los profesores de autoescuela andan apurados ante la exagerada demanda de alumnos para conseguir hora para realizar el examen. En estas fechas los huecos son insuficientes para tapar todas las peticiones. Son días de auténtica locura. Todos quieren aprobar antes de irse de vacaciones. Además, al intentar realizar la prueba a toda prisa, muchos se presentan con un número insuficiente de clases. Y muchos de ellos, debido a esa carencia de clases, acaban suspendiendo
Para el examen teórico ocurre lo mismo: la gente quiere obtenerlo antes del parón de agosto. Durante estos días, los sitios en la autoescuela se cotizan al alza. Los espacios libres para realizar los test son escasos. Para los ordenadores son inexistentes. Alberto Espinosa, alumno de la autoescuela NASA, señala que «hay gente que llega antes de que se abra para coger sitio. Sobre todo para sentarse ante los ordenadores y así no tener que escribir para realizar los test».
Pero estas personas que aprueben en estas fechas no les dará tiempo a comenzar las prácticas debido a la demanda. Pilar, trabajadora de la autoescuela Jerez, afirma que «ahora no es como en invierno, que se obtiene el práctico y se comienzan al día siguiente las prácticas. Actualmente se suele esperar una semana e incluso dos hasta conseguir un hueco para empezar con las prácticas». La espera en el resto de las autoescuelas es prácticamente la misma, de 10 a 15 días.
Desde el pasado 1 de mayo conducir sin carnet es delito, lo que ha hecho que muchos que no habían pisado nunca una autoescuela se viesen obligados a ello. Julio Díaz, de la autoescuela Noca, asegura que «llamó gente preocupada tras la reforma del Código Penal en materia de seguridad vial». Porque conducir sin carnet resultaba en muchos casos más rentable que hacerlo con el permiso en regla.
Hasta el pasado verano, la reforma establecía penas de prisión, retirada del carné y multas severas para quien hubiera perdido todos los puntos y, a pesar de ello, siguiera conduciendo. Pero dejaba sin tipificar a los que ni siquiera habían pasado por la autoescuela. Tras la reforma, quien sea sorprendido conduciendo sin haber obtenido el permiso de conducir será enviado a un juzgado que lo podrá condenar a pasar entre tres y seis meses en la cárcel.
El bulo
A pesar de los rumores que corren sobre que el examen teórico del permiso B va a sufrir cambios, no es cierto. El permiso se mantendrá tal y como está ahora tras el verano.
Y es que año tras año, cuando llegan estas fechas, se corre la voz sobre futuros cambios en los exámenes, nuevas preguntas, mayor dificultad o un nuevo modelo con respuestas múltiples, como ha ocurrido ete año.
María Jesús Soriano, alumna de la autoescuela NASA, afirma que su hermana se ha presentado ahora «porque le habían dicho que en septiembre iba a ser más difícil, con mayor número de opciones en las respuestas»
Las motos
También es el momento de sacarse el carné de conducir motos y ciclomotores. El próximo septiembre los exámenes se endurecen.
Hasta ahora, para obtener la licencia de ciclomotor bastaba con un breve cursillo. Para conseguir el A-1, motos de hasta 125 centímetros cúbicos (c.c.), se necesitaba un examen teórico y uno práctico en un circuito cerrado. Y para el A, motos de más de 125 c.c., se requería un examen teórico y una práctico en circuito y en la calle. Pero quien llevase más de dos años con otro permiso estaba exento del examen práctico de calle; bastaba con la prueba teórica específica sobre motos y la práctica en el circuito.
A partir de septiembre, para obtener la licencia de ciclomotor será necesario una prueba de conocimientos específicos y una prueba de destreza en pista cerrada. Los cursos de autoescuela y colegios desaparecen.
Respecto a los nuevos exámenes de los permisos A y A1, se suprimen las exenciones por lo que todos los aspirantes deberán realizar las pruebas de destreza y circulación.
Las maniobras a realizar en la prueba de destreza en pista cerrada son las siguientes: zigzag entre jalones (lento), circular sobre una franja (lento), zigzag entre conos (rápido: 30 km/h.), evitar un obstáculo (rápido: a 50 km/h.), aceleración y frenado (rápido: a 30 km/h.) y frenado de emergencia controlado (a 50 km/h.).
Mamen Hernández, profesora de la autoescuela NASA, cree que este nuevo sistema será muy positivo y que «ayudará a evitar muchos accidentes». Mamen piensa que ahora hay mucha gente que monta en moto y «son un peligro porque no saben».
La media de permisos A expedidos, evidentemente, ha crecido. Según José Miguel Bláez, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, «es como cuando sabemos que va a subir el gasoil, intentamos llenar antes el depósito».
Nuevo permiso 'A2'
Y eso que la Dirección General de Tráfico ha decidido retrasar la medida que iba a elevar la edad para conducir ciclomotores de 14 a 15 años, que también debería haber entrado en vigor en próximo 1 de septiembre.
La Dirección General de Tráfico también ha anunciado la creación del nuevo permiso 'A2', que permite conducir motos de hasta 400 c.c. a partir de los 18 años, aunque para ello es obligatorio acreditar una experiencia de dos años conduciendo motos de 125 c.c.
Además, esta nueva licencia supone que para circular con motos de cualquier cilindrada (más de 400 c.c.) sea necesario tener al menos 20 años. Y ello porque para lograr el carné A, el que permite conducir motos de cilindrada superior a los 400 c.c., se exigirá haber circulado al menos durante dos años con el nuevo permiso 'A2'. A no ser que se tengan más de 24 años. A esa edad, sin haberse subido a una moto en la vida, cualquiera podrá hacerlo con pasar los exámenes pertinentes.
Las calles de Badajoz se encuentran estos días repletas de coches de autoescuela yendo y viniendo de un lado a otro. Los puntos de salida de los exámenes prácticos también se encuentran saturados de gente esperando el turno para realizar la prueba. Aquí, tras el rato pertinente que dura el examen, se mezclan las llamadas a familia y amigos, las alegrías y tristezas de la gente al conocer el resultado.
Los profesores de autoescuela andan apurados ante la exagerada demanda de alumnos para conseguir hora para realizar el examen. En estas fechas los huecos son insuficientes para tapar todas las peticiones. Son días de auténtica locura. Todos quieren aprobar antes de irse de vacaciones. Además, al intentar realizar la prueba a toda prisa, muchos se presentan con un número insuficiente de clases. Y muchos de ellos, debido a esa carencia de clases, acaban suspendiendo
Para el examen teórico ocurre lo mismo: la gente quiere obtenerlo antes del parón de agosto. Durante estos días, los sitios en la autoescuela se cotizan al alza. Los espacios libres para realizar los test son escasos. Para los ordenadores son inexistentes. Alberto Espinosa, alumno de la autoescuela NASA, señala que «hay gente que llega antes de que se abra para coger sitio. Sobre todo para sentarse ante los ordenadores y así no tener que escribir para realizar los test».
Pero estas personas que aprueben en estas fechas no les dará tiempo a comenzar las prácticas debido a la demanda. Pilar, trabajadora de la autoescuela Jerez, afirma que «ahora no es como en invierno, que se obtiene el práctico y se comienzan al día siguiente las prácticas. Actualmente se suele esperar una semana e incluso dos hasta conseguir un hueco para empezar con las prácticas». La espera en el resto de las autoescuelas es prácticamente la misma, de 10 a 15 días.
Desde el pasado 1 de mayo conducir sin carnet es delito, lo que ha hecho que muchos que no habían pisado nunca una autoescuela se viesen obligados a ello. Julio Díaz, de la autoescuela Noca, asegura que «llamó gente preocupada tras la reforma del Código Penal en materia de seguridad vial». Porque conducir sin carnet resultaba en muchos casos más rentable que hacerlo con el permiso en regla.
Hasta el pasado verano, la reforma establecía penas de prisión, retirada del carné y multas severas para quien hubiera perdido todos los puntos y, a pesar de ello, siguiera conduciendo. Pero dejaba sin tipificar a los que ni siquiera habían pasado por la autoescuela. Tras la reforma, quien sea sorprendido conduciendo sin haber obtenido el permiso de conducir será enviado a un juzgado que lo podrá condenar a pasar entre tres y seis meses en la cárcel.
El bulo
A pesar de los rumores que corren sobre que el examen teórico del permiso B va a sufrir cambios, no es cierto. El permiso se mantendrá tal y como está ahora tras el verano.
Y es que año tras año, cuando llegan estas fechas, se corre la voz sobre futuros cambios en los exámenes, nuevas preguntas, mayor dificultad o un nuevo modelo con respuestas múltiples, como ha ocurrido ete año.
María Jesús Soriano, alumna de la autoescuela NASA, afirma que su hermana se ha presentado ahora «porque le habían dicho que en septiembre iba a ser más difícil, con mayor número de opciones en las respuestas»
Las motos
También es el momento de sacarse el carné de conducir motos y ciclomotores. El próximo septiembre los exámenes se endurecen.
Hasta ahora, para obtener la licencia de ciclomotor bastaba con un breve cursillo. Para conseguir el A-1, motos de hasta 125 centímetros cúbicos (c.c.), se necesitaba un examen teórico y uno práctico en un circuito cerrado. Y para el A, motos de más de 125 c.c., se requería un examen teórico y una práctico en circuito y en la calle. Pero quien llevase más de dos años con otro permiso estaba exento del examen práctico de calle; bastaba con la prueba teórica específica sobre motos y la práctica en el circuito.
A partir de septiembre, para obtener la licencia de ciclomotor será necesario una prueba de conocimientos específicos y una prueba de destreza en pista cerrada. Los cursos de autoescuela y colegios desaparecen.
Respecto a los nuevos exámenes de los permisos A y A1, se suprimen las exenciones por lo que todos los aspirantes deberán realizar las pruebas de destreza y circulación.
Las maniobras a realizar en la prueba de destreza en pista cerrada son las siguientes: zigzag entre jalones (lento), circular sobre una franja (lento), zigzag entre conos (rápido: 30 km/h.), evitar un obstáculo (rápido: a 50 km/h.), aceleración y frenado (rápido: a 30 km/h.) y frenado de emergencia controlado (a 50 km/h.).
Mamen Hernández, profesora de la autoescuela NASA, cree que este nuevo sistema será muy positivo y que «ayudará a evitar muchos accidentes». Mamen piensa que ahora hay mucha gente que monta en moto y «son un peligro porque no saben».
La media de permisos A expedidos, evidentemente, ha crecido. Según José Miguel Bláez, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, «es como cuando sabemos que va a subir el gasoil, intentamos llenar antes el depósito».
Nuevo permiso 'A2'
Y eso que la Dirección General de Tráfico ha decidido retrasar la medida que iba a elevar la edad para conducir ciclomotores de 14 a 15 años, que también debería haber entrado en vigor en próximo 1 de septiembre.
La Dirección General de Tráfico también ha anunciado la creación del nuevo permiso 'A2', que permite conducir motos de hasta 400 c.c. a partir de los 18 años, aunque para ello es obligatorio acreditar una experiencia de dos años conduciendo motos de 125 c.c.
Además, esta nueva licencia supone que para circular con motos de cualquier cilindrada (más de 400 c.c.) sea necesario tener al menos 20 años. Y ello porque para lograr el carné A, el que permite conducir motos de cilindrada superior a los 400 c.c., se exigirá haber circulado al menos durante dos años con el nuevo permiso 'A2'. A no ser que se tengan más de 24 años. A esa edad, sin haberse subido a una moto en la vida, cualquiera podrá hacerlo con pasar los exámenes pertinentes.
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