El lunes -1- enero a las 22:00 en Telecinco, foto.
foto - Alaska, Fernando Tejero Niña Pastori y sus madres, en 'Mi casa es la tuya',.
- Protegidos por el anonimato, los troles acosan, provocan y en algunas ocasiones amenazan a sus blancos en internet.
- Muy pocas personas están preparadas para enfrentarse a las consecuencias de esta nueva e inquietante corriente radical de comportamiento.
- El troleo ha abierto un controvertido debate sobre la fina línea que separa la libertad de expresión del derecho a opinar sin barreras.
- “EL ATAQUE DE LOS TROLES”, se emite en DOCUMENTOS TV el martes 2 de enero de 2018 a las 23.45 horas en La 2,.
Las
cantantes Alaska y Niña Pastori y el actor Fernando Tejero serán los
próximos invitados de 'Mi casa es la tuya'. Pero... ¡No estarán solos!
Sus madres tendrán parte de protagonismo en esta cita especial navideña
que no te puedes perder.
TITULO: DOCUMENTOS TV - El ataque de los troles - MARTES -2- ENERO ,.
Los defensores del troleo piensan que si alguien interactúa en las redes y opina, se expone al insulto como el precio que hay que pagar por vivir en una sociedad democrática en la que cada uno puede expresarse en libertad. “Puedo opinar sobre lo que haces mientras no te amenace. Si te molesta, si la verdad te molesta, no es mi problema”. Es el punto de vista de un trol de internet.
TITULO: Comando Actualidad - Vivir de la literatura es una utopia, pero hay que seguir escribiendo Miguel Angel Carmona - MIERCOLES -3- ENERO,.
Comando Actualidad - MIERCOLES -3- ENERO,.
Comando Actualidad, la noticia de la semana a través de la mirada de varios reporteros. Todos los vídeos del programa Comando Actualidad en rtve.es. Miércoles-3 enero, 23 h. en La 1 Comando Actualidad.,
etc.
Vivir de la literatura es una utopia, pero hay que seguir escribiendo Miguel Angel Carmona,.
fotos,.
Cuando entiendes que buscar un editor implica hacer un trabajo de investigación y bucear en catálogos hasta dar con aquel sello en el que tu texto pueda encajar —un proceso largo y que requiere esfuerzo— empiezas a tener ciertas posibilidades de éxito. Uno no debe tirarle su manuscrito a veinte editores como si fuera una bomba de racimo. Debe encontrar a su editor y hacerle ver que ha escrito ese libro para su sello. Y tiene que ser verdad, porque el editor conoce mejor que tú su oficio y su catálogo. Y si lo consigues, sólo te falta un pequeño paso: le tiene que gustar tu libro. M.A.C.d.B.
1 ¿Cuándo comenzaste a escribir y con qué pretensiones?
Existen
pruebas documentales de incursiones en mi infancia, pero imagino que
como las de cualquier niño de esa edad, es decir, sin pretensiones.
Hasta mi adolescencia no empecé a escribir con la intención de zafarme
de la mediocridad. Un día me percaté de que se me daba ligeramente bien.
Al ser un adolescente que no destacaba en nada (lo que me procuró una
invisibilidad tremendamente cómoda, al menos ahora lo veo así), en
cuanto vi que podía agarrarme a algo para parecer más sofisticado, lo
hice. Después me di cuenta de que podía construir algo más sólido en
torno a esa habilidad, algo parecido a una manera de ser y de
relacionarme con el mundo.
2
¿Planificas los libros antes de sentarte a escribirlos o surgen sobre
la marcha, al hilo de tus pensamientos, sin planificación?
Al
principio me limitaba a escribir una frase y a continuar como fuera y
me encantaría poder seguir haciéndolo así. Sin embargo, ahora siento la
necesidad de planificar, e incluso disfruto planificando, pero después
me sobreviene una angustia estúpida cuando trato de desarrollar la trama
conforme a esa planificación. Creo que sucede algo parecido con los
viajes. Cuando eres más joven, coges el tren y no te preocupa nada más.
Pero cuando vas creciendo, disfrutas mucho planificando el itinerario,
el equipaje, etc., aunque después el viaje en sí rara vez cubre tus
expectativas. También, con el tiempo, las lecturas y el estudio, se te
cuelan en la mente muchas supuestas reglas de “cómo deberían ser las
cosas”, reglas que si no las destilas liberando el excedente en alguna
cloaca, te contaminan. Lo primero que hacen es matar cualquier cosa que
viva en tus textos y convertirla en una suma de coordenadas. Sin
embargo, esas reglas o más bien el conocimiento necesario para
destilarlas, es lo único que te permite avanzar en el oficio y no
quedarte atrapado en una presunta genialidad que, normalmente, tiene
mucho más de autocomplacencia y de benevolencia de tus seres queridos
que de verdadero talento.
3 ¿Cuál es tu género preferido como escritor y cuál como lector?
No
tengo ni idea. Soy un lector errático y un escritor vampiro. Lo que leo
me influye mucho en mi estilo. Ahora me interesa mucho esa voz que
habla en Claus y Lucas, de Agota Kristoff, pero que también encuentro en
Signor Hoffman, de Eduardo Halfon, o incluso en Jack Black o Choukri.
Pero también amo a Steinbeck y a Flannery, y en menor grado a Mailer,
Carver, Cheever, Héctor Manjarrez, Fontanarrossa o José Ignacio Aldecoa,
y, aunque me siento más alejado de ellos ahora precisamente por el uso
de la tercera persona, disfruto mucho con sus textos.
4 ¿Escribes pensando en un lector específico o crees que cualquier persona es un lector en potencia de tu obra?
Sinceramente,
no escribo pensando en ningún lector. Al escribir en primera persona,
lo único que me importa es no falsear la voz del personaje. Podría decir
que escribo pensando en el personaje como si él fuera mi lector. Si a
él le vale, a mí también.
5 ¿Te costó mucho encontrar editor para tu primer libro?
Creo
que en el verbo que utilizas en la pregunta está la clave. Cuando
entiendes que buscar un editor implica hacer un trabajo de investigación
y bucear en catálogos hasta dar con aquel sello en el que tu texto
pueda encajar —un proceso largo y que requiere esfuerzo— empiezas a
tener ciertas posibilidades de éxito. Uno no debe tirarle su manuscrito a
veinte editores como si fuera una bomba de racimo. Debe encontrar a su
editor y hacerle ver que ha escrito ese libro para su sello. Y tiene que
ser verdad, porque el editor conoce mejor que tú su oficio y su
catálogo. Y si lo consigues, sólo te falta un pequeño paso: le tiene que
gustar tu libro.
En
mi caso no podría decir si me costó mucho o poco. Fue un proceso largo,
pero publicar con Salto de Página pasó de ser un sueño a un objetivo y,
después, una realidad.
6 ¿Qué opinas de los muchos premios literarios que se convocan hoy día?
Creo
que son útiles para el escritor. Pueden suponer una fuente de ingresos
mucho más lucrativa que los derechos de autor y también una manera de
que el escritor genere o apuntale su confianza en momentos de bajón. Y
si no los ganas, no pierdes nada, así que, ¿quién podría tener algo en
contra de ellos?
7 ¿Vivir de la literatura es una utopía?
Vivir
de la literatura es posible. Otra cosa es qué tipo de vida estás
dispuesto a llevar, que tipo de jubilación quieres tener, etc. Quizá
sean cosas que uno no se plantea con veinte años, pero con unos pocos
más y dos niños, desde luego que sí. Claro que, vivir de la literatura
implica cualquier cosa que tenga que ver con los libros: talleres,
charlas, correcciones, artículos, concursos, proyectos culturales para
las administraciones, etc. Lo que ocurre es que hay que dedicarle tantas
horas al día que no tienes tiempo para escribir y, si no escribes, no
mantienes el prestigio que te permite cobrar por hacer todas esas cosas.
Es un círculo vicioso de estrés e insatisfacción que sólo puede
compensarse con grandes chutes de ego cuando ves tu libro en los
escaparates de las librerías, en los recomendados, en las reseñas de los
principales medios.
Lo
que para mí no está tan claro que vivir de la literatura sea deseable.
Para mí, la literatura es un vicio que me pago trabajando en una
oficina. Soy libre de escribir o no, y lo hago únicamente porque yo soy
eso, escritor. Me parece que sentirme libre para actuar conforme a lo
que soy es sano y recomendable.
8 ¿Qué diferencias encuentras entre el mundo editorial de tus inicios como escritor y el actual?
Puede decirse que me he iniciado en el mundo editorial en este tiempo.
9 ¿En qué medida crees que pueden ayudar las redes sociales a difundir la obra de un escritor?
Para
un autor como yo, que vive en Badajoz a un par de años de distancia de
Madrid, las redes son útiles para establecer y mantener contactos con
otros escritores, librerías, editoriales. Por lo demás, me parece que
las redes sirven para que la gente que ya te lee sepa que sigues vivo,
pero muy poco para que la gente que no te conoce decida leerte.
Para
mí, el problema es que todo me resta tiempo para escribir. Cuando el
único rato que tienes para trabajar en tu novela es de cinco de la
mañana a siete, antes de irte a la oficina, cualquier tarea que te robe
un minuto de ese tiempo no es bienvenida. Creo que la clave es estar
bien asesorado y ceñirse a unos objetivos prefijados. Parece que basta
con decir la frase: las redes son una herramienta, para parecer un
experto. Pero no es ningún mérito darse cuenta de eso. La motosierra
también lo es. Sin embargo, a nadie se le ocurre ponerse a talar un
bosque sin saber cómo se maneja sólo porque se ha dado cuenta de que es
una herramienta. Yo estoy en ese proceso de aprender a manejarlas aunque
a veces tengo ganas de regresar a los noventa.
10 ¿Qué opinas del libro digital?
Como
lector, no me interesa si se limita a reproducir el libro tradicional
sin aportar nada nuevo. Ahora, Páginas de Espuma ha lanzado Relatos
Revueltos, un portal en el cual puedes comprar relatos sueltos, como
cigarrillos de kiosko, y hasta armar tu propia colección. Eso sí me
parece interesante como lector, y también como coordinador de talleres
de escritura.
11 ¿Qué opinas de la autoedición?
Para
empezar, creo que en este país se le llama autoedición a lo que no es.
Autoedición —y hablo así porque publiqué tres novelas por este método—
es aprender a maquetar con InDesign y Photoshop, aprender a negociar con
imprentas, a darles los ferros listos para impresión, ir a recoger tus
libros en tu coche y pasearlos por las distintas ciudades concertando
tus propias presentaciones con los libreros, y que tu distribuidora sea
un transportín comprado en el LIDL cargado de cajas. La autoedición me
dio muchas satisfacciones y también muchos quebraderos de cabeza, y no
elegí ese camino porque todas las editoriales rechazaran mis
manuscritos. Lo elegí porque no tenía ni idea de cómo dirigirme a ellas.
Lo
que me sorprende es que escritores éditos y con cierto prestigio
arremetan contra los autores principiantes que optan por la autoedición,
como si fuera algo deshonesto, algo de perdedores. Su principal
argumento es que si un editor no ha confiado en tu obra, no deberías
pagar para que fuera publicada. Y digo que me sorprende porque dudo que
alguien que considera que el reconocimiento externo es más importante
que el propio pueda escribir ni siquiera un buen cuento. En el tiempo en
que yo autoedité nunca me encontré con uno de estos trolls, pero no me
gusta la idea de que alguien que decide hoy invertir su dinero en ver su
libro publicado, sea pagándole a otro o aprendiendo él mismo a imprimir
y distribuirlo, tenga que aguantar críticas injustificadas.
12 ¿Consideras positivos los talleres de escritura creativa o piensas que no se puede enseñar a escribir?
Ambas cosas. Hace cuatro años fundé el CELARD,
la única escuela de escritura de Badajoz, y en este tiempo han pasado
más de cien alumnos por mis talleres. Lo primero que les digo es: no
toméis lo que digo por cierto. Yo no puedo enseñaros cómo se escribe.
Sólo puedo deciros cómo lo hago yo.
No
creo que se pueda enseñar a escribir. Creo que se puede ayudar a
aprender, despertando el interés por reflexionar sobre determinados
aspectos del proceso creativo, poniéndole nombre a recursos, técnicas,
etc., creando alicientes para que los alumnos escriban, fomentando la
autocrítica. También asesorando sobre un corpus de lecturas, ecléctico,
útil. Pero me parece fundamental que el taller sea un espacio de
aprendizaje colaborativo y no una clase magistral.
13
Con el paso de los años algunos escritores acaban eliminando ciertos
títulos de su semblanza. Aunque no precisamos conocer el nombre, ¿hay
algún libro de los tuyos que te satisficiera en tus inicios, pero que
ahora preferirías no haber escrito?
La
verdad es que no. Aunque a mí me guste más lo que hago ahora, tengo la
sensación de que tendría más futuro si siguiera con esos narradores
omniscientes, jueces y parte en la historia. Si considero Manual de autoayuda
mi primer libro es porque los otros están escritos desde un lugar al
que ahora mismo no pienso regresar, pero que tiene su público, sin duda.
De hecho, muchos lectores a quienes esas novelas les gustaron han
reaccionado con extrañeza a Manual de autoayuda.
Por eso me parece importante poner distancia, no por vergüenza, ni
mucho menos, sino por coherencia, para no despistar a los lectores.
14
Para ese lector que aún no ha leído nada tuyo, por favor, recomiéndanos
uno de tus libros. Cuéntanos brevemente cómo fue el proceso de creación
y por qué has elegido ese título y no otro con vistas a nuevos lectores
de tu obra.
Bueno, esta es fácil: Manual de autoayuda.
Es un libro compuesto por dieciocho relatos cortos, todos escritos en
presente y en primera persona, que originalmente fue concebido como un
catálogo de seres afectados por un trastorno de la personalidad o una
crisis de identidad. Mi intención era destruir la barrera que hay entre
el personaje/narrador y el lector, esa cuarta pared del teatro. Borja
González, amigo e ilustrador, me dijo cuando discutíamos sobre la idea
de la cubierta, que mis personajes se definen en relación a sí mismos y
no en relación a su entorno. Creo que eso define bastante bien la idea
de Manual de autoayuda. Personajes que
confrontan la visión que tienen de sí mismos con lo que son en realidad,
o con lo que querrían ser, y que buscan, en ese viaje, su identidad.
15
Recomiéndanos, por favor, dos libros cuya lectura te haya impactado.
Uno de un autor clásico y otro de un autor contemporáneo. (Da igual el
género).
No es un clásico en sentido estricto, pero ya hace casi un siglo que se escribió, así que ahí la dejo: Las uvas de la ira,
de Steinbeck. A veces me sorprendía preguntándome: ¿por qué estoy tan
inquieto si no está pasando nada? Con el tiempo eso se convirtió para mí
en la experiencia lectora a conseguir con mis textos.
Contemporáneos
y españoles, podría recomendar títulos concretos de Luisgé Martín, Juan
Gómez Bárcena, Eloy Tizón, Sara Mesa o la ópera prima de Beatriz García
Guirado, pero voy a quedarme con una novela que se publicó el año
pasado y que quizá no obtuvo la repercusión merecida, teniendo en cuenta
lo grande que es: Polaris, de Fernando Clemot. Si alguien
quiere pasar este verano entre los glaciares islandeses, esta es una
opción muy barata y que no tiene nada que envidiar al viaje real.
Muchas gracias. Te deseamos mucha suerte en todos tus proyectos literarios.
Ha sido un placer. Gracias a vosotros por el esfuerzo y el tiempo invertido en el fomento de la lectura.
Miguel Ángel Carmona del Barco (Badajoz, 1979) es licenciado en Humanidades y diplomado en Biblioteconomía y Documentación. En 2013 publicó su primera novela, La dignidad dormida, y ha sido receptor por tres años consecutivos de la Beca de Creación Literaria de la Junta de Extremadura. Actualmente dirige el Centro de Estudios Literarios Antonio Román Díez (CELARD), donde imparte talleres y cursos de escritura. También es colaborador habitual en diversos medios de radio y prensa escrita. Manual de autoayuda es su primer libro de cuentos.