¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR CADENA 100 !,.
Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate.,etc.
EN PRIMER PLANO - A FONDO - Amos Oz: "Judíos y palestinos somos dos familias desgraciadas y mal avenidas",.
Amos Oz: "Judíos y palestinos somos dos familias desgraciadas y mal avenidas", fotos.
Tras la victoria de Donald Trump, este gran escritor y pacifista israelí le escribió una carta a Angela Merkel: «Es usted ahora la única líder del mundo libre». Amos Oz, que lleva medio siglo abogando por crear un estado palestino, sabe que son malos tiempos para su causa… Y para muchas otras.
Amos Oz nos recibe en su modesta vivienda, situada en un duodécimo piso con vistas a la bahía de Tel Aviv.Este escritor israelí, eterno candidato al Nobel, es un peligroso radical para muchos de sus compatriotas. Para otros, sin embargo, representa la conciencia liberal de su país. A sus 77 años, Oz ha conocido de primera mano algunos de los grandes acontecimientos de la breve pero intensa historia de Israel defendiendo siempre con furia y pasión la convivencia con los palestinos. Ahora, con Donald Trump en la Casa Blanca, mira al futuro con pesimismo.
XLSemanal. Trump ha sido el primer presidente de Estados Unidos que ha dicho: «Aceptaré una solución de uno o dos Estados» para resolver el conflicto entre palestinos e israelíes. Usted, que lleva décadas abogando por la solución de dos Estados, ¿cómo recibió esas declaraciones?El escritor y activista israelí, premio Príncipe de Asturias en 2007, es también profesor de Literatura y miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes
Amos Oz. Me pareció un chiste grotesco. Vino a decir que le da igual un Estado que dos, que hagáis lo que queráis. Eso no es una declaración de política exterior que se pueda tomar en serio. Es más bien un encogerse de hombros. Trump no tiene la menor idea de qué hacer en Oriente Medio. Quizá necesite más tiempo o que le asesoren. Pero, eso sí, hay una cosa que no ha dicho en absoluto: «Señor Netanyahu, quédese con Cisjordania cuando quiera. Los americanos lo apoyamos en eso».
XL. Pero esa solución de dos Estados soberanos parece cada vez más lejana…
A.O. Sí, no corren buenos tiempos. A los que apoyamos esa solución nos atacan desde la extrema derecha y la extrema izquierda. Si fuese una persona paranoica, creería que ambas van de la mano. La derecha dice que debería haber un único Estado judío. La izquierda dice que deberíamos olvidarnos de la autodeterminación judía y vivir como una minoría dentro de un Estado árabe, algo parecido a los blancos en Sudáfrica. La palabra clave para ambos bandos es que la situación en Cisjordania es irreversible. Odio esa palabra.
XL. ¿Por qué?
A.O. Porque a lo largo de mi vida he visto que las cosas se pueden revertir. La mañana en la que me levanté con la noticia de que Trump acababa de ser elegido presidente de Estados Unidos, le escribí una carta a Angela Merkel. Le dije que, para mí, ella era ahora la única líder del mundo libre. Más de 70 años después de Hitler, una canciller alemana, una mujer, es para mí la líder del mundo libre… ¡Vamos, que no me vengan a hablar a mí de irreversibilidad!
Adiós a un líder y un amigo: el escritor pronunció un discurso en el funeral de Shimon Peres, último gran líder del sionismo de izquierdas, tendencia a la que pertenece Oz
XL. ¿Los métodos un tanto toscos de Trump podrían suponer una oportunidad?A.O. Ojalá alguien me dijera cuáles son los planes de Trump para Oriente Medio. Yo no los conozco. Cualquier cosa es posible.
XL. ¿Estamos asistiendo a un retroceso en materia de democracia y progreso?
A.O. Mire, Stalin y Hitler nos hicieron sin saberlo un ‘regalo’ maravilloso. Nos legaron 60 años de rechazo y resistencia ante la violencia, el racismo y el militarismo. Nos hicieron, de alguna manera, inmunes a esas tendencias. Pero todo apunta a que ese ‘regalo’ de Stalin y Hitler ha alcanzado su fecha de caducidad. Nos hemos malacostumbrado, hemos vivido en una relativa edad de oro. Relativa porque tuvimos un Vietnam y una Sudáfrica, y también una Yugoslavia. Pero en general se puede decir que tuvimos una buena época entre el final de la Segunda Guerra Mundial y el 11-S.
XL. Pero en todos esos años, apenas se avanzó en la resolución del conflicto de Oriente Medio. ¿Sigue creyendo que dos Estados es el único camino hacia la paz?“Judíos y palestinos somos dos familias desgraciadas y mal avenidas. ¡Dividamos la casa y así quizá aprendamos!”
A.O. Por mucha pena que me dé, no veo otra posibilidad. Solo se me ocurre un ejemplo de Estado plurinacional que funcione, y ese es Suiza. En todos los demás, en Chipre, Yugoslavia, la Unión Soviética, acabaron en terribles baños de sangre. Los palestinos no tienen adónde ir. Los judíos israelíes tampoco se van a marchar. Pero tampoco podemos convertirnos en una sola familia, feliz y bien avenida. Somos dos familias desgraciadas y mal avenidas. Lo que tendríamos que hacer es dividir la casa en dos apartamentos pequeños y aprender a darnos los buenos días cuando nos encontremos por la mañana en el portal. Quizá así algún día hasta llegaríamos a tomarnos un café juntos. Pero necesitamos esa casa para dos familias.
XL. Usted ha afirmado que ahora hay más indiferencia y apatía en la sociedad israelí que hace cincuenta años. ¿A qué se debe?
A.O. Este sangriento conflicto dura ya demasiado. Winston Churchill dijo en 1940 que la guerra le había dado a Gran Bretaña su mejor hora, pero una guerra prolongada como esta tiene un efecto debilitador: arruina el espíritu de la población y el del Estado. Está teniendo efectos terribles sobre nosotros y sobre los palestinos. Uno de esos efectos es la indiferencia. Las personas de a pie dicen que da igual, que ellos no pueden hacer nada. Simplemente esperan que de un día para otro la cosa se arregle y, mientras tanto, quieren vivir su vida.
XL. Usted ha escrito que lo que ocurre en Cisjordania bordea los crímenes de guerra. La mayor parte de los israelíes lo ve de otra manera…
A.O. La gente quiere sentirse bien, pero no solo aquí, en todas partes. En muchos medios de comunicación se habla de las cosas terribles que los colonos y los soldados israelíes les hacen a los palestinos. Eso no les parece bien a muchos de mis compatriotas, pero también quieren seguir con sus vidas. Se dicen a sí mismos que, comparada con Siria o con Irak, Cisjordania es un paraíso. Fui uno de los primeros en advertir, tras la Guerra de los Seis Días, de que esta ocupación nos haría mucho daño. Es una situación que corrompe tanto al ocupante como al ocupado.
XL. ¿Qué quiere decir con eso?
A.O. Es un error darle una ametralladora a un soldado de 18 años y hacerle sentirse el amo de una aldea árabe. Ningún hombre debería tener ese poder sobre la vida y la muerte de individuos indefensos, ese poder te corrompe. Y entre los ocupados provoca una violencia desesperada, salvaje. Hace 50 años, la Guerra de los Seis Días sentó las bases de un profundo odio. Ya lo dije entonces, cuando muchos celebraban que habían liberado la tierra de sus antepasados. Solo se puede liberar a personas, no a países. No llegamos como libertadores, llegamos como ocupantes.
Activismo a pie de campo: Oz apoya la creación de un Estado palestino y se precia de tener amigos palestinos. En la foto, recolectando aceitunas en Cisjordania en 2002
XL. Usted combatió en esa guerra, en el Sinaí. ¿Le transformó la experiencia?A.O. Sí, la guerra me transformó, me convirtió en un obstinado activista a favor de la paz. Es extraño, pero nunca he escrito sobre aquella guerra. Por encima de todo, el campo de batalla es un lugar dominado por olores indescriptibles, más que por imágenes o sonidos. No es fácil escribir sobre eso…
XL. ¿Conserva muchos recuerdos de aquella guerra?
A.O. Sí, tengo uno muy curioso. El primer día estaba con otros soldados sentado en la pendiente de una duna. De repente, nos dispararon desde otra duna justo enfrente. Vi a aquellas pequeñas figuras en la distancia, apuntándonos. Mi primer impulso fue llamar a la policía. Pensé que estaban chiflados, ¿cómo se les ocurría disparar en nuestra dirección si veían perfectamente que estábamos ahí? Fue la última reacción humana que tuve en aquella guerra.
XL. El primer ministro Netanyahu vuelve a ser investigando por corrupción. ¿Cree que está en una situación delicada?
A.O. Creo que esta vez sí que está metido en problemas. Parece que tiene unas exigencias morales totalmente diferentes a las de los políticos que lo precedieron. ¿Qué me gustaría que pasara? Me encantaría ver cómo este Gobierno se va al infierno. También me habría encantado que se fuera al infierno el anterior.
XL. Pero lo cierto es que buena parte de la población israelí sigue apoyándole.
A.O. No creo que los israelíes sean más tolerantes a la corrupción que en Francia, Italia o Estados Unidos. Pero existe el Israel del día y el de la noche. El primero tiene confianza en sí mismo, es atrevido, apasionado, como cualquier otro país mediterráneo. Es hedonista, materialista y casi arrogante. En el de la noche, la gente es asustadiza, vive afligida por todo tipo de preocupaciones existenciales.
XL. ¿A qué tipo de preocupaciones se refiere?“Es un error darle una ametralladora a un soldado de 18 años y hacerle sentirse el amo de una aldea árabe”
A.O. Esas preocupaciones no carecen de fundamento. Es verdad que el pueblo judío tiene un aliado firme en Estados Unidos, pero también que no forma parte de una familia más amplia, como la familia europea o la árabe musulmana. El que no entienda esta ambivalencia no entiende a Israel. Tampoco entenderá por qué Netanyahu pudo ganar las elecciones diciendo: Irán quiere destruirnos, el Estado Islámico viene a por nosotros, los árabes vienen a por nosotros, el mundo entero nos odia.
XL. ¿Así que Netanyahu puede volver a sobrevivir políticamente a estas nuevas investigaciones en su contra?
A.O. No lo sé. La democracia está atravesando una profunda crisis en otros muchos lugares del mundo. La política se ha convertido en parte de la industria del entretenimiento. La gente ya no elige a los mejores políticos, sino a los candidatos más entretenidos, a los que más gracia le hacen.
XL. ¿Se refiere a Estados Unidos?
A.O. No solo. Por desgracia, también me refiero a nuestra querida Europa.
XL. ¿Qué esperanzas hay para la paz en Oriente Medio?
A.O. Creo que habrá una escalada de la violencia o bien un cambio radical en todo el escenario de Oriente Medio. Es muy posible, y es algo que también les digo a mis amigos árabes, que los palestinos hayan dejado pasar una ocasión histórica. Hubo un tiempo en que la opinión pública mundial y la mayor parte de la población de Israel estaban de su lado. Pero llegó el Estado Islámico y el fundamentalismo islamista, y a los políticos israelíes les resultó muy fácil meter la lucha de los palestinos por un Estado propio en el mismo saco que esos movimientos fundamentalistas.
XL. ¿Y eso significó el final de la solución de los dos Estados, como se asegura desde la derecha en Israel?
A.O. No, pero es posible que a los palestinos se les acabe imponiendo un Estado. Podría ser parte de un acuerdo entre Israel y los países árabes moderados, pero no directamente entre Israel y los palestinos.
Con su esposa, Nily Zuckerman. Se casaron en 1960 y tienen tres hijos
XL. ¿Cómo describiría su estado de ánimo personal estos días? ¿Se siente más pesimista que de costumbre?A.O. Me gustaría dejarles a mis hijos y nietos un mundo mejor que este. Pero cuando me paro a pensar en el mundo que me dejaron a mí, un mundo con Hitler, Mussolini y Franco, el de ahora ya no me parece tan malo.
Malos tiempos para la Paz… con Trump
Trump encargó a su yerno Jared Kushner, cuya familia financia asentamientos en los territorios ocupados, retomar el proceso de paz.
Trump ha nombrado embajador en Israel a David Friedman, declarado defensor de las colonias en Cisjordania.
Días antes de que Trump recibiera a Netanyahu, el parlamento dio un gran paso hacia La legalización de facto de las colonias en Cisjordania.
Hoy viven allí 600.000 judíos, el doble que en 2009, cuando Netanyahu llegó al poder.
TITULO: REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE - EL EPICENTRO DEL BREXIT,.
¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE ,.
¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.
REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - EL EPICENTRO DEL BREXIT,.
Boston (Lincolnshire): el epicentro del 'brexit', fotos.
En esta ciudad rural inglesa, el ‘brexit‘ arrasó, con el 75 por ciento de los votos, el porcentaje más alto de todo el país. Ante el inicio de las negociaciones visitamos este microcosmos para tratar de entender a esa Inglaterra que no quiere seguir en la Unión Europea.
La estación de Nottingham es vetusta y herrumbrosa. De allí sale el tren a Boston -el inglés, en el condado de Lincolnshire, del que partieron los colonos que fundaron el Boston de Estados Unidos-. El convoy, de dos vagones, recuerda a los cercanías que circulaban por las vías de las grandes ciudades españolas en los años ochenta.
Ancianos y polacos: en las calles de Boston abunda el contraste generacional. La población inglesa es mayor, mientras que la juventud la representan chicas jóvenes polacas con sus carritos de bebé
La primera impresión transmite decadencia. Como un viaje en el tiempo. Al pasado. Se ven fábricas ruinosas que deben de llevar allí desde los tiempos de Dickens; carreteras estrechas y bacheadas; la campiña salpicada de campos de rugby; los bosques donde acechaban los bandidos, Robin Hood el más famoso… El paisaje se transforma conforme nos acercamos a nuestro destino: una sucesión de labrantíos -repollos y coliflores- y factorías de procesado de alimentos. La versión británica de los campos de Murcia y Almería, regada por el río Witham.El portazo
Bienvenidos a Boston. La capital del brexit. La Inglaterra profunda que forzó el divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE). Aquí el 75,6 por ciento votó en junio por darle puerta a la UE (la media nacional fue del 52). Lo de Boston fue un portazo.El porcentaje más alto de euroescépticos en un país que está dividido casi mitad y mitad. Pero en Boston el bando del Leave (‘Vayámonos’) arrasó. Uno asume que deben tenerlo muy claro, pero una visita al pueblo depara más de una sorpresa.La población extranjera ha crecido un 500 por ciento en los últimos años… sobre todo polacos
¿Qué piensan sus habitantes ante el pistoletazo de unas negociaciones que serán a cara de perro y que, a la vuelta de dos años, consumarán la separación? Los bostonianos no es que se arrepientan, pero afloran las primeras dudas. Y no pocas contradicciones.Jonathan Noble: “Como Bruselas nos haga pagar cara nuestra salida, haremos un ‘simpa'”
Jonathan Noble, profesor, líder local del UKIP (a favor del ‘brexit’)
«Los ingleses tenemos una democracia muy antigua y no queremos que nuestro Parlamento pierda poder o que nuestras leyes las dicten en Bruselas comisarios que no hemos elegido. Los extranjeros que viven aquí no tendrán que irse. Pero a partir de ahora solo vendrán los que necesitemos»
El brexit los ha puesto en el mapa, incluso ante sus compatriotas. Llegan parlamentarios desde Londres para preguntarles qué les pasa. Eso es algo que las gentes de Boston ven con suspicacia. Porque lo normal es que la metrópoli los ignore. Llegan periodistas y lo mismo. Los tabloides, favorables a la ruptura, vocean sus titulares: «¡El pueblo que ya ha tenido suficiente!», clamó el Daily Mail en alusión a la inmigración, que aquí se esgrime como la razón fundamental del cisma. Recuperar el control de las fronteras es un mantra.
El meridiano de Greenwich, la línea simbólica que divide el planeta, como si fuera un melón, en dos mitades, este y oeste, atraviesa el pueblo. Y es una metáfora de la escisión mental que separa a insulares de continentales. Desde 2001, cuando el 98 por ciento de los habitantes eran ingleses de pura cepa, la población extranjera ha crecido casi un 500 por ciento. Hoy, unos 10.000 de sus 65.000 habitantes son inmigrantes; la mayoría, de Polonia, Letonia y Lituania. Mano de obra barata para el campo. Es un seísmo demográfico. Pero no es muy diferente a lo que ha pasado en otros lares, en España, sin ir más lejos. ¿Por qué aquí se lleva peor?Dicen que los inmigrantes se emborrachan, que roban, pero es difícil encontrar iglesias que recolecten coles a diez euros la hora
Ya no parece Inglaterra
En los pubs y las tiendas dicen que los inmigrantes se emborrachan los sábados; que usan los ordenadores de la biblioteca pública para jugar al póker on-line; que ha aumentado la delincuencia; que hay calles por las que da miedo pasar a ciertas horas… Cuentan también que los salarios han caído desde que llegaron y que, por el contrario, los alquileres están por las nubes. En fin, que muchos no saben ni hablar inglés. Que forman guetos. Que hay colas en el hospital y que en los colegios hay que contratar a maestros de apoyo para los escolares del Este. En resumen, que Inglaterra ya no parece Inglaterra.Son los argumentos que han convertido Boston en uno de los bastiones del UKIP, el Partido por la Independencia del Reino Unido, cuyo discurso populista y antieuropeo ha calado hondo. No hay matices que valgan en su argumentario. Se puede objetar que los salarios ya eran de los más bajos del país antes de que llegasen los foráneos: al cambio, unos 1288 euros al mes. Y que es difícil encontrar ingleses que estén dispuestos a deslomarse recolectando coles a diez euros la hora. Que los empresarios agrícolas algo tendrán de responsabilidad en esos sueldos. Y los caseros que meten a 15 o 20 extranjeros en una casa también tendrán algo que ver con el alto coste de la vivienda.
Paul Gleeson, concejal laborista. Lideró la campaña contra el ‘brexit’
«Es difícil para las familias ganarse la vida aquí, tanto inglesas como de fuera, porque los salarios son muy bajos. Es un lugar sin alicientes, con mala fama. Estamos dando argumentos a la extrema derecha en Holanda, en Francia, en Alemania… Y la UE ha mantenido la paz en Europa durante décadas»
También se puede considerar que no hay apenas paro: un 4,4 por ciento. Así que la mano de obra forastera no parece que sobre. Solo 600 personas cobran la prestación por desempleo, aunque es verdad que muchos más reciben un complemento salarial de los servicios sociales. Pero también es cierto que no es lo mismo cuando llegan varones solos y viven hacinados que cuando se casan y forman una familia.
‘Baby boom’
De paseo por Market Place, la plaza del pueblo, se aprecia un contraste generacional. La población inglesa es bastante mayor; y la extranjera, envidiablemente joven. Ancianos de Boston que toman el tímido sol o pasean en motos eléctricas y que se cruzan con rubias panienkas que empujan carricoches. La Seguridad Social no ha cerrado la maternidad del hospital local, como pretendía, porque el pueblo experimenta un baby boom. Y casi la mitad de los bebés tienen padres de fuera. Un hospital, por cierto, que estaría corto de plantilla de no ser por las enfermeras españolas, portuguesas e italianas. Y en la calle Oeste, la zona comercial, una calle fantasma durante la crisis, hay panaderías y restaurantes bálticos, carnicerías búlgaras, escaparates decorados con la bandera azul de la UE.Así que la economía del pueblo depende en buena medida de los que ahora son vistos como intrusos. ¿Se está pegando Boston un tiro en el pie, teniendo en cuenta además que el principal mercado de sus verduras es Europa? Las consecuencias del brexit, entre ellas la devaluación de la libra, que ha encarecido la cesta de la compra, ya empiezan a notarse. Incluso los que votaron por el brexit temen un acuerdo «duro». Y Bruselas no está por la labor de ablandarlo, porque los euroescépticos en otros países tomarían nota.Incluso los que votaron por el ‘brexit’ temen un acuerdo duro. Aunque no se arrepienten, empiezan las dudas
The Economist tiene su propia teoría. Considera que Boston es un microcosmos de «Brexitlandia», en contraposición a «Londonia», las grandes ciudades cosmopolitas -Londres, Mánchester…-, y que la brecha entre ambas es cultural y emocional. «La sensación en Boston es que la globalización ha convertido el mundo en un lugar incontrolable e irreconocible». El voto por el brexit fue «el voto del miedo», concluye el semanario.
Unos parroquianos que ya llevan unas cuantas pintas en el pub The Moon, que comparte tabique con un kebab turco, hablan pestes de Tony Blair, que aparece en la tele recién salido de las catacumbas para pedir un nuevo referéndum. Entre el grupo de amigos, solo uno votó contra el brexit. Pero incluso él dice que «a lo hecho, pecho»: «La democracia es así. No hay marcha atrás, aunque la vida sea más cara. Tenemos que presentar un frente común. O nuestra salida de Europa será un desastre».
Calum James Balfour (informático en paro) y su novia
“Ahora negociaremos con quien queramos”«Me parece bien el brexit por el control de las fronteras, aunque mi novia es polaca. Ambos pensamos que la inmigración legal es buena, pero no la ilegal y descontrolada. El atasco en los servicios sociales se debe, en parte, a la inmigración. Quizá en otros países europeos no entiendan el brexit, pero es nuestro modo de pensar. Saldrán acuerdos comerciales, negociaremos con quien queramos. No veo el futuro mal y no creo que sea una buena idea un nuevo referéndum».
Richard Austin (empresario jubilado)
“La gente envidia las carreteras españolas. Somos donantes netos de la Unión y las nuestras son peores”«Es comprensible que la gente mire con envidia las carreteras españolas, tan buenas en comparación con las nuestras, y se pregunte adónde ha ido a parar nuestro dinero. Porque nosotros somos donantes netos a la UE. Y también vemos la corrupción en otros países, cuando aquí se mira cada gasto con lupa. Pero la gente de Boston que votó por el brexit se va a quedar muy decepcionada, porque los inmigrantes no se van a ir. Los extranjeros han cambiado el pueblo. Y a la gente de aquí no le han gustado los cambios. Fue un voto de protesta. Pero no se puede volver atrás el reloj. El brexit nos hará más pobres. Así que soy pesimista».
Peter Bedford, ejecutivo retirado de Michelin, líder del partido conservador
“La gente aquí es mayor y se siente intimidada. Piensan que los extranjeros nos están invadiendo”«Le seré sincero. Yo voté por quedarnos dentro, aunque fue mi partido el que promovió el referéndum. Los negocios en Boston no pueden sobrevivir sin la población inmigrante. Los que pretenden meter a los polacos en un barco y mandarlos a su tierra se van a llevar un chasco. Sin embargo, habrá que restringir las nuevas llegadas de algún modo. Tenemos escuelas donde se hablan más de 40 idiomas. La gente mayor se siente intimidada. Boston era un pueblo silencioso. Y los extranjeros pegan gritos. Parece algo menor. Pero la gente piensa que nos están invadiendo».
Paul y Linda Britchford, empresarios, regentan un museo de la Segunda Guerra Mundial
“Es una cuestión de orgullo. Los británicos somos as픫En el fondo, los ingleses hemos votado irnos de la UE por una cuestión de orgullo. Nosotros somos así. Pero si en Bruselas nos hubieran escuchado un poco más, en vez de dictar las leyes sin contar con nadie, el resultado hubiera sido diferente».
No hay comentarios:
Publicar un comentario