ME RESVALA - AQUEMARROPA ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - Zola: corazón de novelista, bolsillo de cuentista , fotos.
Zola: corazón de novelista, bolsillo de cuentista,.
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La editorial Páginas de Espuma reúne de la mano del traductor Mauro Armiño los relatos cortos del autor de 'Germinal',.
Los escritores franceses del siglo XIX sabían que las novelas les podían dar la gloria literaria, pero necesitaban los cuentos para llevar la comida a la mesa. Apoyado en una prensa que vendía millones de ejemplares, el género breve enganchó a los lectores y convirtió en celebridades a Balzac, Dumas, Flaubert, George Sand o Maupassant. Y también a Émile Zola. La editorial Páginas de Espuma reúne por primera vez en España todos los relatos cortos del autor galo de la mano del prestigioso traductor Mauro Armiño, dos veces Premio Nacional de Traducción y experto en la literatura francesa del XIX. Dividido en cinco apartados, el volumen, de casi 1.000 páginas, reúne 60 cuentos.
Zola (1840-1902) comenzó a escribir relatos en 1859 y solo dejó el género alrededor de 1890, apenas una década antes de su muerte, cuando se centró en las novelas por las que ha pasado a la historia. Armiño divide la producción breve del autor francés en tres grupos: los cuentos 'negros' (trágicos), los 'rosas' (más amables) y los más periodísticos, en los que se mezcla el cuento y la crónica. Su incursión en la opinión política le causó no pocos problemas, sobre todo en 1872, cuando un artículo irónico contra el Gobierno publicado en la prensa de París le llevó al ostracismo durante tres años, hasta que la revista rusa 'El mensajero de Europa' lo rescató en 1875, con doce novelas cortas que recoge en los volúmenes 'El capitán Burle' y 'Näis Micoulin', cada uno con seis relatos.
El dramatismo, los trágicos destinos humanos y la participación en la guerra franco-prusiana o en la Comuna de París son algunos de los rasgos que comparten los personajes masculinos, mientras que los femeninos son retratados en muchas ocasiones como manipuladores. En general, el autor se centra en la vida de la burguesía de la ciudad, aunque hace incursiones en la situación de los proletarios. Y eso sí, siempre con una voluntad de estilo, la claridad. «Toda la literatura francesa del siglo XIX se hace gracias al periodismo y si no se entienden cinco palabras, el texto no se publica, así que el lenguaje debe adaptarse a un lector culto, pero no cultísimo», subraya el traductor.
Zola fue el gran maestro de la literatura naturalista. En sus novelas los personajes están regidos por las «leyes de la herencia», una especie de destino fatal que les marca desde la cuna hasta la sepultura. En los cuentos su visión es más abierta, menos determinista. «Aquí no se cumplen exactamente estas leyes e incluso en los últimos relatos hay un intento de psicoanalizar a los personajes», asevera Armiño.
Pero al autor de 'Thérèse Raquin' y 'Nana' se le recordará sobre todo por el 'Yo acuso' en el 'caso Dreyfuss', en 1898, su alegato a favor del militar de origen judío acusado sin pruebas de traición y rehabilitado en 1905, ya tras la muerte del escritor. Aquel texto que desnudaba el antisemitismo de la sociedad francesa lo convirtió en un héroe político «por accidente»: fue encarcelado y luego se marchó al exilio de Londres. «El suceso no repercutió en su escritura ni le alteró en el plano literario, hay que pensar que escribió 4.000 páginas siempre en el mismo registro. Pero se convirtió en una gloria nacional y ganó mucho dinero y fama», destaca Armiño.
La muerte de Zola, intoxicado por el monóxido de carbono de su chimenea, fue vista como un asesinato, una conspiración de aquellos que habían sido fustigados por su pluma. Su entierro fue multitudinario: 50.000 personas salieron a la calle a despedirlo y los mineros que había retratado en sus obras llevaron flores a su tumba gritando «Germinal, Germinal», como el nombre de su novela más conocida. Pero literariamente, Zola no dejó herederos. Tras su novela realista, cuenta Mauro Armiño, llegó la nueva novela, más literaria. Tampoco en España. «De hecho», bromea el traductor, «Zola se escandalizaba de que aquí la escritora naturalista fuera Emilia Pardo Bazán, ¡tan católica!».
UNA CAÑA - Jorge Brazalez, del Atlético a concursante en MasterChef , fotos.
Jorge Brazalez, del Atlético a concursante en MasterChef
El exdelantero militó en las filas de equipos como el Atlético de Madrid, Las Palmas o el América de Cali.
Sin haber cumplido la treintena, Brazalez decidió colgar las botas y a partir de el pasado domingo se le puede ver semanalmente en MasterChef como uno de los 15 participantes que quedan en la que ya es la quinta edición del programa presentado por Eva González.
La trayectoria deportiva de Brazalez comenzó con 15 años como canterano del Atlético de Madrid y abarca diversos equipos españoles y una aventura en Colombia, país al que se dirigió en 2014 cuando fichó por el América de Cali, convirtiéndose en uno de los primeros jugadores españoles en jugar en los escarlata. Hasta allí llegó procedente del Linares y de la mano de Salvador Suay, antiguo asistente técnico del Atlético de Madrid y en aquella época director deportivo del América.
Gimnástica Torrelavega, Puertollano, Linares, Loja o la Sociedad Deportiva Formentera -último escudo que defendió- son algunos de los equipos en los que ejerció de delantero. Pese a que Brazalez tenía la intención de dedicarse al negocio familiar de finanzas y seguros, la cocina se interpuso a su vida tras colgar las botas. Su reciente nueva afición le ha llevado a convertirse en uno de los elegidos para competir en MasterChef y quizá para iniciar una nueva carrera entre fogones.
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