DESAYUNO - CENA - JUEVES -El niño prodigio de los banquillos- fotos .
El técnico emeritense Diego Merino rompe todos los esquemas de precocidad y con 26 años ha llevado al Rayo juvenil a la conquista del título por delante del Madrid,.
Extremadura también exporta talento en los banquillos. El emeritense Diego Merino acaba de elevar al Rayo Vallecano al olimpo del fútbol de cantera tras hacerle campeón del grupo 5 de División de Honor Juvenil. «El triunfo de la humildad», lo define el responsable de una hazaña memorable. Pero también es el éxito de un técnico que rompe todos los esquemas de precocidad. Sólo tiene 26 años y en su segunda temporada al frente del juvenil A rayista lo ha llevado a la conquista del título por delante de estructuras más potentes como Real Madrid y Atlético de Madrid, en un grupo de exigencia máxima como refleja el hecho de acabar con los mejores segundo y tercero de toda la categoría. «Es la segunda vez que pasa en la historia», apunta. La otra ocasión en la que el Rayo alcanzó la gloria como campeón juvenil fue en la temporada 2007-08.Diego Merino Rivera (Mérida, 19 de junio de 1988) protagoniza un caso insólito en el fútbol español. A sus 26 años ha escrito una de las páginas más brillantes en la historia del fútbol base vallecano. Una edad más apropiada para vestirse de corto y saltar al césped que de dibujar variantes tácticas en la pizarra del vestuario y dar instrucciones a pie de campo. Su edad y aspecto juvenil contrasta con la madurez de su discurso. «Quiero ser entrenador a nivel senior, llegar al fútbol profesional. Soy una persona muy ambiciosa, pero para llegar hay que trabajar mucho. Tengo claro que el trabajo es el que te da todo», sostiene.
Paso a paso
Aterrizó en Vallecas hace tres temporadas con 23 años para dirigir al
juvenil B en Liga Nacional con el que ganó la Copa Federación. Lleva
dos al frente del equipo de División de Honor en una fulgurante
trayectoria que acaba de rubricar con el título de liga. Una magnífica
labor que ha situado a la cantera rayista entre las mejores del país. En
ese sentido, después de tres años exitosos en Vallecas resulta
inevitable la referencia a la posibilidad de dirigir al primer equipo
del Rayo, opción que se presenta como una ilusión de futuro. «Soy
consciente de que tengo que ir poco a poco. Me motiva mucho, pero es
complicado. Trato de formarme para estar preparado», expone Diego
Merino. Su evolución natural pasaría por el Rayo B, que en la actualidad
lucha por mantenerse en Segunda B. «Quiero seguir dando pasos hacia
adelante. Siempre me ha gustado el fútbol senior. Estos años en la
cantera de un equipo de Primera como el Rayo han sido muy importantes en
mi carrera. Han sido años de preparación que he ido completando en el
Rayo. Se ha culminado un trabajo y ahora hay que dar otro paso. Estoy
muy contento en el Rayo, pero creo que se ha cumplido un ciclo en el
juvenil».Diego Merino es el chico de oro de los banquillos. Con 23 años cogió al Valdelacalzada en Tercera y lo dejó en la mitad de la tabla en su primera experiencia como entrenador. «El ser tan joven llamó la atención del Rayo y me vine con 23 años con toda la ilusión del mundo», recuerda. «En la primera reunión con el director del fútbol base del Rayo se llevaron una sorpresa cuando me vieron, entonces tenía 23 años, pero es verdad que tengo un físico que parezco todavía más joven. Lo que más les llamó la atención fue que entrenara jugadores mayores que yo. Confiaron en mí, me dieron todo para seguir creciendo y poder desarrollar mi trabajo con tranquilidad», añade. Para Diego Merino el Rayo Vallecano es como una gran familia. «El Rayo es especial. Es un club muy familiar y muy cercano. Se trabaja muy cómodo y sorprende la cercanía a pesar de ser un club de Primera División. En cualquier equipo de la cantera puedes desarrollar tu trabajo con todos los medios a tu alcance y tiene una Ciudad Deportiva con todas las comodidades. El Rayo cuida mucho de los chavales y al ser un club humilde el primer equipo no puede hacer grandes fichajes, por lo que tira mucho de la cantera».
El técnico emeritense no para de crecer. Su proyección no tiene límites. Por eso no es extraño que le lluevan ofertas. «Todo ha sido muy rápido. Ahora quiero saborear el título de liga. Alguna cosa hay por ahí, pero esos temas los lleva mi representante José Lorenzo y ya veremos».
Con Paco Jémez le une una amistad más allá de coincidir en gustos futbolísticos. «Tenemos una relación muy buena. Le debo mucho por el trato que ha tenido conmigo en estos tres años. Cuando ganamos el título ya me estaba llamando antes de subirnos al autobús y me nombró para felicitarme públicamente en una rueda de prensa del primer equipo». Y define su manual de estilo. «Mi pensamiento es que el fútbol es de los futbolistas. Los entrenadores tenemos que adaptarnos a los jugadores que tengamos. Está claro que mientras más vistoso mejor para el aficionado, pero el fútbol es eficacia. Me gusta el juego combinativo y que mis equipos tengan el control del juego». Con 26 años es el entrenador de moda, pero su éxito no tiene secretos. Su máxima es la preparación día a día. «Trabajo día y noche para que el equipo sea lo más competitivo y eficaz posible. Luego los goles y los triunfos hacen que los jugadores se contagien y haya esa ilusión», expone Diego Merino.
El joven técnico emeritense subraya el gran valor del título. «Es el fruto del trabajo y esfuerzo de los chicos y del cuerpo técnico. Para mí supone una alegría grandísima y más sabiendo que hemos peleado en inferioridad de condiciones con equipos como el Madrid o el Atlético en un grupo de un potencial grande. Este título llena de prestigio al Rayo y también teniendo la plantilla más joven». Otra de sus mayores satisfacciones ha sido ver dar el salto al primer equipo a algunos de sus futbolistas. «El primer año tuve a Isi que debutó en el Camp Nou y este año Pablo Clavería jugó con el Rayo en Liga en Mestalla», precisa.
Diego Merino está pendiente de la actualidad del fútbol extremeño y desea que recupere su sitio en la élite. «Sigo mucho el fútbol extremeño. Me siento muy orgulloso de ser extremeño y espero que pronto se pueda poner el nombre de Extremadura donde se merece. Añoro mucho mi tierra». En cuanto a las opciones del equipo de su ciudad tiene claro que es el momento de dar el salto a Segunda B. «El Mérida tiene que subir porque se lo merece la ciudad y su afición. Tiene una masa social que ya le gustaría a algunos equipos profesionales. Creo que puede hacer un proyecto interesante en Segunda B».
Copa de Campeones
El Rayo Vallecano de Diego Merino se enfrentará al Málaga en cuartos de final de la Copa de Campeones, que se disputará del 3 al 9 de mayo en la localidad granadina de Almuñécar. El equipo de Diego Merino se medirá al Málaga el lunes 4 de mayo a las 17.00 horas en el estadio Francisco Bonet. El sorteo celebrado el pasado martes determinó que el ganador de esta eliminatoria se mida en semifinales al vencedor del Villarreal-Real Sociedad, el miércoles 6 de mayo a las 19.30 horas.
Real Madrid-Celta abrirá la competición a las 10.00 horas. Los otros cruces deparó los duelos de Las Palmas-Espanyol (12.30 horas) y Villarreal-Real Sociedad (19.30 horas).
Para el miércoles, 6 de mayo están fijadas las semifinales:
17.00 horas: Vencedor Real Madrid/Celta-Vencedor Las Palmas/Espanyol
19.30 horas: Vencedor Málaga/Rayo Vallecano-Vencedor Villarreal/Real Sociedad
La final se jugará el día 9 de mayo a las 19.00 horas. La 21 edición de la Copa de Campeones de División de Honor Juvenil se celebrará entre los días 3 y 9 de mayo de 2015 en el estadio Municipal Francisco Bonet de la localidad granadina de Almuñécar.
Copa del Rey
Además, este martes también se sorteó la primera eliminatoria de la
Copa del Rey. El Rayo Juvenil se enfrentará en octavos al Tenerife. La
ida se disputará en Caanrias el 17 de mayo y la vuelta en Vallecas el
día 24. El resto de emparejamientos de octavos es el siguiente: Athletic Club-Celta de Vigo, Deportivo de La Coruña-Real Sociedad, Las Palmas-Getafe, Real Madrid-Laguna, Málaga-Damm, Espanyol-Valencia y Villarreal-Sevilla.
TÍTULO: CRONICAS,.
La pregunta,./ foto
- La ola', una reflexión sobre el comportamiento humano,.
- Jueves, 23 de abril, a las 23,45h. en La 2,.
- Hace
casi cincuenta años, un joven profesor estadounidense puso en marcha
con sus alumnos un experimento para intentar dar respuesta al fenómeno
de los totalitarismos y convirtió a aquellos jóvenes adolescentes en un
grupo disciplinado, obediente y uniformado bajo el nombre de “La Tercera
Ola”.
El programa Crónicas invita a la
reflexión desde un escenario que reproduce la experiencia de aquel
profesor en los años 60, y de algunos de sus alumnos. “La Ola” es un
espectáculo que ya ha pasado por Barcelona y Madrid, y ante el que nadie
ha quedado indiferente.
A veces el teatro nos obliga a mirar. Dicen algunos que desde la distancia adecuada.
La Ola es el nombre de la adaptación teatral de una experiencia pedagógica, de un “experimento”, que un joven profesor recién salido de la Universidad llevó a cabo con sus alumnos adolescentes en un Instituto de California hace casi cincuenta años. En aquella experiencia se formó un movimiento, “La Tercera Ola”, nombre que hacía referencia al ambiente surfista de la época; la “tercera ola” es la que llega con más fuerza. Y con fuerza caló la propuesta del profesor Jones entre aquellos jóvenes.
La fuerza de la disciplina, la fuerza de la comunidad, la fuerza de la acción….O, lo que es lo mismo, los conceptos que Jones les quiso inculcar durante aquella experiencia: el poder de la disciplina, el poder de la comunidad, el poder de la acción….Llegó a ser su “saludo” oficial, con gesto incluido. Se convirtieron en un grupo obediente, disciplinado y uniformado. Y cuando la violencia y la radicalización se hicieron presentes, fue necesario parar. El experimento tenía que llegar a su fin. La filósofa Amelia Valcárcel nos habla sobre los grupos, una necesidad para todo ser humano,. - Hace
casi cincuenta años, un joven profesor estadounidense puso en marcha
con sus alumnos un experimento para intentar dar respuesta al fenómeno
de los totalitarismos y convirtió a aquellos jóvenes adolescentes en un
grupo disciplinado, obediente y uniformado bajo el nombre de “La Tercera
Ola”.
El programa Crónicas invita a la
reflexión desde un escenario que reproduce la experiencia de aquel
profesor en los años 60, y de algunos de sus alumnos. “La Ola” es un
espectáculo que ya ha pasado por Barcelona y Madrid, y ante el que nadie
ha quedado indiferente.
A veces el teatro nos obliga a mirar. Dicen algunos que desde la distancia adecuada.
La Ola es el nombre de la adaptación teatral de una experiencia pedagógica, de un “experimento”, que un joven profesor recién salido de la Universidad llevó a cabo con sus alumnos adolescentes en un Instituto de California hace casi cincuenta años. En aquella experiencia se formó un movimiento, “La Tercera Ola”, nombre que hacía referencia al ambiente surfista de la época; la “tercera ola” es la que llega con más fuerza. Y con fuerza caló la propuesta del profesor Jones entre aquellos jóvenes.
La fuerza de la disciplina, la fuerza de la comunidad, la fuerza de la acción….O, lo que es lo mismo, los conceptos que Jones les quiso inculcar durante aquella experiencia: el poder de la disciplina, el poder de la comunidad, el poder de la acción….Llegó a ser su “saludo” oficial, con gesto incluido. Se convirtieron en un grupo obediente, disciplinado y uniformado. Y cuando la violencia y la radicalización se hicieron presentes, fue necesario parar. El experimento tenía que llegar a su fin. La filósofa Amelia Valcárcel nos habla sobre los grupos, una necesidad para todo ser humano,.
En enero se conmemoraron los 70 años de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau…. Una ocasión más para no olvidar y recordar. Para hacerse preguntas y seguir buscando respuestas. Desde Crónicas recordamos hace unas semanas a Francesc Boix, conocido como el fotógrafo de Mauthausen, el único español testigo en el Tribunal Internacional de Nuremberg. Boix logró sacar del campo negativos fotográficos realizados por los propios nazis, que fueron fundamentales para las condenas de este Proceso.
Esta vez a través del teatro, recordamos aquel Holocausto para reflexionar sobre el comportamiento humano y la utilización del poder.
Marc Montserrat, director de La Ola : ”La Ola parte del Holocausto como memoria histórica…”
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