Recorrimos Almendralejo haciendo la ruta del desayuno extremeño,.
Juan Gil preparando un caldero de migas en Almendralejo.fotos
No eres de la provincia de Badajoz si no distingues entre caldillo y cachuela. En ambos casos, se mezclan hígado de cerdo, especias, manteca de cerdo y pimentón de la Vera. La diferencia estriba en que el caldillo lleva tropezones de hígado y la cachuela es más molida.Tampoco eres de Badajoz si no tienes la costumbre de desayunar en la calle ni sabes que el caldillo se llama en algunas zonas de la provincia menudillo, picadillo o refrito.
Uno, como es de Cáceres y entiende mucho de churros, pero nada de caldillos, ha venido a Almendralejo a conocer la historia del auténtico desayuno extremeño que, dicen, nació aquí. ¡Ya saben cómo son los de Almendralejo!
Así que tengo ante mí, en una mesa del bar El Abuelo, dos tostadas inmensas de un pan hecho ex profeso para desayunos. Sobre una, se extiende una pasta oscura con trozos de hígado. Sobre la otra, una crema de ajo, aceite y sal y unos ajos castaños y piporros de Aceuchal. Al lado, unas migas con cabezas de ajo, pimientos y huevo frito, unas pringadas con vino y azúcar, una botella de cava y lo único que forma parte de mis desayunos habituales: un café con leche.
Me acompañan históricos del desayuno extremeño, que me cuentan cómo, en los años 60, los vendimiadores o los aceituneros, antes de salir temprano al campo, desayunaban contundentemente, pero en casa. «Esto de los desayunos en los bares empezó en los 70 y ahora es un boom», especifica Raúl Honrado, 35 años, heredero de una saga de hosteleros que llegó a Almendralejo desde La Siberia en 1966.
El abuelo Clemente, al que apodaban El Rojo por su tez colorada y que acaba de cumplir los 86, vivía en Villarta de los Montes hasta que lo convencieron para que se fuera a Almendralejo. «Cogió a sus hijos y se vino en 1966. Abrió el bar Extremadura en la carretera de Sevilla y, en 1970, compró una casa a 50 metros y abrió El Cazador. Se especializó en churros y tostadas y empezó la moda de los desayunos fuera de casa», relata su nieto Raúl.
En esa época, otra saga de hosteleros se apuntaba a la explosión del desayuno en Almendralejo. Eran los Gil. El bisabuelo Antonio había tenido desde 1920 una taberna en la zona de Casas Nuevas, por el antiguo campo de fútbol del Extremadura. El abuelo Joaquín abrió el bar El Abuelo en la plaza de la Hierba en 1968. El nieto, Juan, inauguró en 1971 el bar Los Nietos, de 30 metros cuadrados, frente al mercado de abastos, que reformó y amplió en 1985 y hoy regenta su hijo, y bisnieto de Antonio, Joaquín Gil.
En El Cazador, Clemente Honrado, su mujer, Manuela, y sus hijos, Prudencio y Enrique, se especializaron en la que es considerada por muchos como la mejor tostada extremeña al estilo antiguo: ajo de Aceuchal, aceite de oliva y sal en la batidora, la crema resultante se extendía sobre una rebanada de pan redondo de leña y luego, la tostada se escaldaba en una sartén con aceite muy caliente. El resultado era una costra crujiente y deliciosa.
Mientras Clemente El Rojo triunfaba con su tostada a la antigua, los Gil arrasaban con sus migas y su caldillo con tropezones. Hoy, Joaquín Gil despacha en El Abuelo hasta 35 tipos diferentes de tostadas. ¿Pero no se repite tanto ajo a lo largo de la mañana... Y estos desayunos tremendos no te noquean?
«El ajo castaño de Aceuchal, de los piporros, sabe mucho, pero no se repite, y luego tomamos aguardiente Espino o uno casero macerado con pepino, que enjuagan y son digestivos», explica Raúl Honrado.
Convencidos de las virtudes de estas tostadas de caldillo y de ajo y aceite, de estas migas con huevo frito y de estas pringadas con vino, nos lo comemos todo, cambiamos el aguardiente por cava de Almendralejo y disfrutamos como si fuéramos de Badajoz. No repetimos el ajo, pero ese día, literalmente, no comimos y solo pudimos cenar fruta.
TÍTULO: UN PAIS PARA COMERSELO, La dehesa extremeña se esconde en un jardín ,.
El espacio verde reúne 35 especies vegetales de diferentes ecosistemas junto al nuevo edificio de Promedio, en Pardaleras,.
Vista general del interior del jardín del recinto de Promedio, foto.
El campo extremeño ha saltado a Pardaleras. En un pequeño rincón de esta barriada pacense se cobija un trozo de dehesa extremeña. Junto a él se puede encontrar también una zona de monte mediterráneo, un pedazo de bosque de ribera y hasta un área hortofrutícola. Todos estos ecosistemas conviven en el mismo espacio de apenas unos 800 metros cuadrados.Esta singular combinación se esconde en el recinto donde se ubica el nuevo edificio de Promedio, frente a la Plaza de Toros. El jardín que se ha diseñado para embellecer el entorno de este inmueble de la Diputación de Badajoz reúne 35 especies pertenecientes a diferentes ecosistemas de la región. Es similar a los jardines del campus universitario de Badajoz.
En el caso de Promedio, para conseguirlo se han tenido en cuenta las condiciones de orientación de sombra y exposición solar. En la zona que tapa la cubierta volada de la construcción, orientada hacia la fachada principal, se sitúa la vegetación de ribera. En ella existe un pequeño riachuelo artificial que se alimenta con el agua que expulsan unas pequeñas fuentes. Ahí crecen los alisos, fresnos, bambú o lirios, entre otros.
En la parte descubierta de este espacio verde están plantadas las especies hortofrutícolas como naranjo, limonero, almendro, peral, vid y olivo. Junto a ellas están instaladas las especies olorosas como romero, tomillo o lavanda.
En el extremo del recinto más próximo a la parcela en la que se está levantado el nuevo colegio Nuestra Señora de Bótoa están las zonas de pastizal y monte mediterráneo. En este punto se ubican el enebro o el taraje. Frente a los aparcamientos que se han habilitado durante la obra para construir el edificio de Promedio se sitúa el sector en el que se agrupa el alcornoque, la encina, el quejigo o la jara, árboles y plantas propias de la dehesa.
La red de riego que se utiliza para mantener el jardín es sostenible. El agua que se utiliza para regar las plantas se almacena en un aljibe situado en la cubierta del edificio. Allí se recoge la lluvia que posteriormente se utiliza. Las zonas húmedas también cuentan con un sistema de riego por nebulización. Funciona mediante unos aspersores instalados en la cubierta bajo la que se resguarda la vegetación. «El objetivo es que este espacio verde sea lo más ecológico posible», explica Jorge Morgado, técnico de comunicación de Promedio.
Morgado apunta que en breve instalarán carteles informativos de cada una de las especies al pie de las plantas. En ellos se recogerá su nombre científico, su descripción y algunas curiosidades.
También está previsto colocar un panel explicativo que especificará en un mapa del jardín las especies vegetales que se pueden observar en cada ecosistema. Por el otro lado se hará referencia a las aves urbanas que pasan por este jardín como por ejemplo el mirlo, el gorrión, el avión común o la tórtola. Igualmente se informará sobre los reptiles e insectos más habituales.
Los técnicos de Promedio crearán un huerto urbano en el área que permanece sin plantas y sólo hay césped. Se instalarán entre tres y cuatro mesas de cultivo en altura para poder sembrar. «Serán similares a las que ya hemos instalado en cinco colegios de la provincia. El objetivo es poder utilizarlo de cara a desarrollar actividades de concienciación dirigidas a los escolares. Se trata de difundir la educación ambiental entre los jóvenes», manifiesta Morgado.
Se van a colocar varias cajas nidos para los pájaros en los árboles que crecen en este recinto, donde también habrá papeleras para reciclar y una compostadora. El fin es que los trabajadores de este servicio depositen allí los residuos orgánicos que generen así como los resto de poda. El compost que consigan producir se utilizará para el huerto.
Visitas
Tal y como señaló el presidente de la Diputación de Badajoz, Valentín
Cortés, durante la inauguración del nuevo edificio, el jardín estará a
disposición de todos los vecinos que deseen visitarlo. Las puertas de
este particular espacio permanecerán abiertas de 9 a 14 horas.El presidente vecinal de Pardaleras, Juan José Martín, afirma que cualquier zona verde que se habilite en el barrio es bien recibida por los vecinos, «porque hay muy pocos parques en el barrio», destaca.
Quienes residen en la zona tienen muy cerca una parte del corredor verde del Rivillas, pero para Martín no es suficiente. «Dentro de Pardaleras no hay nada», dice.
Critica el estado de la plaza de Antonio Cortés Lavado, cuyas jardineras permanecen vacías y sin flores. «Sólo tienen tierra y no las arreglan. Además, no hay juegos infantiles para niños. Por este motivo es necesario que la remodelen. Si la preparasen bien podríamos sacarle más partido. Igualmente, apoyamos la idea propuesta por la Asociación Cívica para abrir al público los jardines del Meiac», asevera.
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