DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - Fernando Guallar: Imanol Arias me imponía mucho,./ FIESTA DE TOROS - PELEA SECRETA DE GALLITOS,.
TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - Fernando Guallar: Imanol Arias me imponía mucho,.
DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - Fernando Guallar: Imanol Arias me imponía mucho, fotos.
Fernando Guallar: Imanol Arias me imponía mucho,.
El
nuevo galán de 'Velvet Colección' llega para ocupar el hueco que deja
libre Miguel Ángel Silvestre en la nueva etapa de la serie en Movistar+.
«Es un antihéroe»
Ninguna
serie de época puede estar exenta de un galán. En la nueva etapa de
'Velvet Colección' en Movistar+ (se estrena el próximo 22 de
septiembre), ese papel le ha tocado al actor cordobés Fernando Guallar,
Sergio Godó en la ficción, que viene a llenar el hueco que dejó libre
Miguel Ángel Silvestre. Él prefiere no compararse, aunque deja bien
claro la receta para seducirle: «Con mucha paz».
- Dicen que es el nuevo galán de la serie. -
Pero el público no lo va a ver entrar de la manera que lo haría un
galán y eso es muy interesante. Es verdad que Sergio viene a ocupar ese
hueco que dejó el personaje de Miguel Ángel Silvestre, pero es el
antihéroe, no se va a conocer verdaderamente hasta más adelante. Él está
perdido desde el minuto uno y se tendrá que ir encontrando.
- ¿En qué tramas le veremos?
-
Sobre todo él va a estar relacionado con la familia Godó, la de los
empresarios que vienen a invertir en las galerías. La familia está un
poco rota y cada uno de sus miembros tendrá distintos roles. Su punto de
apoyo será Clara, el personaje de Marta Hazas.
- Entonces Imanol Arias será su padre...
-
¡Y el primer día me imponía muchísimo! No te voy a engañar. Pero voy
aprendiendo del oficio gracias a él, sobre todo a cómo funciona esto.
Ten en cuenta de que este es mi primer papel protagonista, yo venía de
'Amar es para siempre', donde hacía un papel secundario muy cómodo.
Imanol siempre me ha ayudado con eso, no solo a nivel interpretativo,
también como persona. Es muy generoso.
- ¿Cómo se ve con la moda de los 70? -
Aquí me visten bastante clásico, que es un estilo que no suele cambiar
mucho, así que me gustaría que también se viera a un Sergio más de estar
por casa. Creo que es más desenfadado pero tiene la obligación de
vestir así porque se desenvuelve en el mundo empresarial de la alta
sociedad catalana. Es curioso, porque en 'Amar es para siempre'
estábamos en el mismo año que en 'Velvet', pero todo era distinto allí.
-¿Le gustan las series de época?
- Sí, pero me apetece hacer algo más actual en un futuro.
Terminar arquitectura
- Usted también ha trabajado como modelo.
-
Sí, pero para la moda soy un desastre, creo que he sido el peor modelo
de España (risas). Empecé a estudiar arquitectura y ya en el primer año
de carrera me puse a poner copas y a trabajar como azafato, y a través
de esa agencia me contrataron para modelo. Al principio acepté porque
eran unos ingresos fáciles, pero no me seducía mucho. Cuando supuso
perder clase tuve que decidir dejarlo. No me considero modelo, la
verdad.
- ¿Qué ganará, la arquitectura o la interpretación?
-
Este verano me tocó defender el proyecto de fin de carrera porque me
propuse que iba a terminar arquitectura. Pero gana la interpretación.
- ¿Está preparado para el fenómeno fan?
-
No lo estoy y creo que voy a tener que pasar por un proceso de
adaptación a eso. Miedo no me da, pero sí asusta un poquito. La tele
supone una exposición brutal y soy bastante celoso de mi vida privada,
aunque hay que saber gestionarlo y disfrutarlo. Tengo que respetarlo
porque yo también he sido fan.
- ¿Cómo se conquista a un galán?
- Con mucha paz. Dentro de la vida caótica que llevo desde hace un año y medio, es lo que más me seduce.
TITULO: FIESTA DE TOROS - PELEA SECRETA DE GALLITOS,.
PELEA SECRETA DE GALLITOS, foto.
Toros
Pelea secreta de gallitos
Roca Rey saluda a Illunbe, que lo proclamó triunfador de una tarde sin demasiada fortuna taurina.
Se
barrunta una competencia provocadora entre Roca Rey y Ginés Marín. El
primer capítulo, en Illunbe, poco relevante. Una corrida sin fortuna de
Zalduendo
La
corrida de Zalduendo que cerró hace un año la Semana Grande fue
bastante mejor que esta otra que abrió ayer abono. Ni las hechuras ni el
trapío ni el cuajo ni el son de entonces, no de toda la corrida, pero
sí de una mitad más que suficiente. Roca Rey asustó al miedo aquella
tarde, la de su presentación en Illunbe, y Talavante y Castella también.
No fueron parejos los seis zalduendos de la última edición, pero hubo
tres en tipo. Y tres cornalones.
En el tipo más o menos infalible
de la ganadería saltó esta vez tan solo un toro, cuarto de sorteo, 500
kilos, rico cuajo, poderoso cuello, cuerna apaisada. Solo que ese toro
tan bien hecho –sin contar la cara tan abierta– dio enseguida muestras
de flaqueza. Un frágil tambaleo, amagos de claudicar, equilibrio
inestable. Morante lo había saludado en tablas con dos bellos y
aparatosos lances de manos altas, pero enseguida hizo gestos de
contrariedad. El toro se empleó en el caballo, y
en la primera vara mejor que cualquier otro, pero salió del puyazo
apoyándose en las manos. Fue más el querer que el poder. Derrengado de
cuartos traseros, muy codicioso. José Antonio Carretero le pegó no menos
de quince capotazos de brega. Hacía tiempo que no pegaba tantos. Todos
buenos, pero demasiados. Del segundo puyazo, apenas señalado, salió el
toro más que acalambrado. Arrastraba una pata, la izquierda.
Roca Rey, de berenjena y oro, muestra la muleta a ‘Sisón’ buscando un derechazo largo y templado. No
llegó a caerse, pero la gente reclamó la devolución. Por frágil, y por
perder las manos, ya se había devuelto el segundo de corrida. Este
cuarto pasó la aduana. Morante le pegó cuatro hermosos muletazos de
tanteo, por alto y ayudados, muestra linda del toreo a dos manos. Estaba
por saberse si el toro iba a empeñarse, pero solo la segunda vez que se
descaró Morante se le vino a la barriga y se acabó la película. Media
docena de muletazos no de pitón a pitón sino de tocarle los costados al
toro. La mayoría los tuvo por un desaire o un renuncio. Todo antes que
aburrir: es máxima que Morante cumple fielmente. Creció un ambiente de
bronca contra el torero. Tres pinchazos, media caída. Y adiós.
No
se sabe si la gente estaba en los toros por Morante, que es torero con
clientela propia, o por Roca Rey, y esperando al mismo Roca Rey de hace
un año, o por Ginés Marín, que venía de novedad rigurosa en su temporada
rampante. El primero de corrida, el más justo de todo de los seis, se
vino abajo a las primeras de cambio pero se llevó la firma de cuatro
lances de Morante de buen compás y una brevísima faena entre inspirada y
desganada rematada con un recorte por abajo muy singular.
Entre
toro y toro de los turnos de Morante libraron sin apenas eco ni ruido
una especie de pelea de gallos Roca Rey y Ginés Marín. Son los dos
gallos del escalafón que viene. Ginés, enrachado, y eso se dejó sentir
desde que se hizo en plaza. No parecía el mismo de hace un año Roca, tan
castigado por los toros el curso pasado y nada más arrancar este
verano: serios percances en Badajoz y, en la corrida de la reaparición,
en Pamplona hace poco más de un mes.
Ginés Marín alarga con la franela la embestida de ‘Dicastillo’, su primer toro colardo, listón desteñido. Al
enterrar pitones se lastimó el primero de Roca Rey, el toro devuelto.
No se jugó entonces el sobrero -un temible cinqueño, feo con ganas,
frentudo, cornipaso, descarado, mazorcas bastísimas- sino que se corrió
turno. El toro corrido era cinqueño también y tuvo trato. Marín quitó en
su turno por saltilleras -una suerte de capa que el propio Roca Rey
desempolvó del arca el año pasado- y Roca replicó con un atrevido quite
capote a la espalda y mixto, abrochado con revolera y un desplante de su
repertorio. Ya no volvieron a verse las caras porque el sobrero que
escarbó y hasta pareció afligirse no invitó a nada ni a nadie.
Los
dos zalduendos de mejor aire fueron segundo bis y tercero. El segundo,
por noble; el tercero, por son, el de embestidas más claras y largas.
Roca y Marín cumplieron con su papel. La faena de Roca, abierta con dos o
tres temeridades -cambiados por la espalda apurando la reunión-, fue de
aire circunstancial y ligero. Tuvo por mérito escondido su facilidad y,
por escaparate final, un alarde de toreo encimista pero sosegado. El
juego fue perder pasos con oficio, y hacer rodar la cosa para mantener a
la gente en tensión. El toro, a menos, acabó rebotándose al venir a
engaño.
Ginés acertó al ir abriendo al tercero de corrida, único
colorado de envío, el más largo de los seis o siete, y llegó a mecerlo
en muletazos de asiento y dibujo, muy caligráficos. Cuando esa faena
perdió de repente fuelle -exceso de pausas-, Ginés optó por la vía
popular: bernadinas desangeladas, un molinete de rodillas y, en fin, el
de pecho, excelente. Roca mató de pinchazo en los bajos y media
lagartijera. Marín, de tres pinchazos y una sobresaliente estocada hasta
el puño.
Ante la protesta del público, el de La Puebla le hace el trasteo final a ‘Chillón’, su primer toro, negro zaino.Roca
tumbó al quinto de estocada ligeramente tendida y cinco descabellos.
Marín, de media y descabello al sexto. Ninguno de esos dos toros se
prestó a mayores glorias. El sobrero, por lo mucho que escarbó sin
disimular su intención de rajarse. El sexto, con el que Marín abrió
faena en una hermosa tanda de muletazos genuflexos, porque, muy justas
las fuerzas, se quedó cortito al cabo de apenas diez viajes. Entre
pitones se plantó Marín en un trabajito para la galería.
No te pierdas
‘Festara’ en cuatro barrios de la ciudad
Martes, 0.00h. En la medianoche del lunes al martes, cuatro
agrupaciones corales entonarán el ‘Festara’ en otros tantos puntos de la
ciudad: Parque Aitzol, Plaza Alfonso XIII, Plaza Cataluña y calle
Virgen del Coro.
En Semana Grande, también pintxo-pote
Jueves, 19.00. Un plan tremendamente popular en la ciudad,
como es el pintxo-pote de los jueves en Gros, forma también parte de la
programación de estas fiestas. Una docena de bares se han sumado a la
iniciativa.
‘Agur Asteari’, nuestro particular ‘Pobre de mí’
Sábado, 19.00. Este año, la Semana Grande tendrá un fin de
fiesta en la Plaza Zuloaga, donde se dará un pregón de despedida a la
Aste Nagusia y se entonará el ‘Agur Asteari’, una canción con música de
Xabier Zabala y letra de Andoni Egaña.
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