¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE ,.
¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.
Menéndez Salmón: «Incluso la deshumanización es humana»,
Menéndez Salmón: «Incluso la deshumanización es humana»,.
El escritor gijonés reflexiona en 'Homo Lubitz', su nuevo libro, sobre un mundo que cambia a gran velocidad y retrata al hombre de hoy
«Creo que estos rasgos son la anomia (sensación de angustia ante el vacío), la espectacularidad (todo puede ser retransmitible) y un nihilismo vacío que se agota en el propio gesto», describe Menéndez Salmón. Un gesto nihilista y vacío como el de Lubitz, haciendo estrellar un avión contra las montañas y un ejemplo de esa sociedad «que asiste a su destrucción como una obra de arte».
Rechaza el escritor asturiano que actos como el de Lubitz se califiquen como «inhumanos». «Lo que hizo Lubitz no es un acto monstruoso, es un acto humano porque solo los seres humanos pueden hacer determinadas cosas y eso es lo que hace a nuestra especie singular. Incluso la deshumanización es humana», apunta Menéndez Salmón, que considera, eso sí, que los viejos paradigmas para describir lo moral o lo inmoral «han quedado obsoletos». «El proyecto de la Ilustración fracasó y tenemos que buscar nuevos paradigmas», sostiene el escritor, que ve en su nueva obra lazos con otras anteriores como 'El sistema', con el mundo contemporáneo como una constante temática. «Hoy estamos perpetuamente conectados a la espectacularidad y hay una especie de urgencia por estar conectados al suceso», subraya.
TITULO: VIAJANDO CON CHESTER - LA TELEVISION QUE CURA,.
VIAJANDO CON CHESTER
Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.
LA TELEVISION QUE CURA,.
La televisión que cura, foto.
'Centro Médico' ha abordado en TVE 1.570 casos clínicos reales, entrelazando tramas de ficción con consejos de salud. «También ejercemos la medicina», explica la actriz Ana Cela,.
«Cuando le das la chapa a alguien con conceptos médicos te deja de atender. Sin embargo, si pones eso en un lenguaje cercano dicho por tus actores favoritos te quedas con el mensaje. Esa es la clave. Hay muchos espectadores que nos mandan correos diciendo que gracias a lo que han visto en el programa se han acercado a su centro de salud y han puesto remedio a tiempo a problemas que de otra forma se hubieran agravado», explica a este periódico Paloma Borregón, la coordinadora del equipo de ocho asesores médicos con los que cuenta 'Centro Médico'. Ella es especialista en Dermatología y compagina su labor en la serie con la práctica de la medicina.
Después de más de 770 capítulos, en los que han abordado 1.570 casos clínicos, los guionistas fácilmente podrían aprobar primero de Medicina. Sin embargo, mantienen un contacto constante con los asesores las 24 horas del día. «Todos son casos reales que llevamos a la pantalla. La parte crucial es saber escribir el guion para que el público aprenda. Tenemos un chat que funciona las 24 horas con los guionistas, en el que nos preguntan toda clase de dudas. Parece realmente un chat de médicos. Nosotros recomendamos cómo puede ser el caso para que sea verdad, para que se puedan sacar enseñanzas, consejos, maniobras», añade Borregón.
Hasta el estreno de 'Centro Médico', en octubre de 2015, los espectadores españoles estaban acostumbrados a ver a doctores como 'House' tratando enfermedades extrañas como el lupus, las relaciones amorosas de 'Hospital Central' o a George Clooney atendiendo a pacientes de forma frenética en 'Urgencias'. No se daban explicaciones, lo importante era el espectáculo televisivo. «En otras series la parte médica es puro atrezo, para aparentar; en nuestra serie, se exponen enfermedades que afectan a una gran parte de la población, los espectadores se sienten identificados con los actores que hacen de pacientes. El punto de partida siempre es un caso real, con continuidad y coherencia durante toda la trama de ficción. Es complicado mantener el rigor, pero se consigue. Muchos guionistas me cuentan que es la serie más difícil en la que han trabajado», confiesa la actriz Ana Cela, que interpreta a la médico Silvia Marco, con la que tiene en común que ambas son licenciadas en Medicina.
- Esta es otra forma de ejercer la medicina.
- Completamente. Estoy haciendo una labor cómo médico desde esta serie. Intento siempre cambiar los términos rimbombantes para que el espectador se quede con los conceptos día tras día, y estoy completamente segura de que calan. La gente nos tiene mucho cariño. El otro día, una enfermera del Hospital Doce de Octubre nos daba las gracias por nuestra labor. Eso es síntoma de que lo hacemos bien, y una motivación.Todo es tan real que hasta el plató en el que ruedan es un antiguo hospital, la Clínica Nuevo Parque de Madrid, que ahora está viviendo una segunda juventud después de ser cerrada en 2009 por falta de presupuesto. Fuera se pueden observar a figurantes vestidos de celadores y enfermeros fumando en sus ratos libres, por eso en alguna ocasión han tenido que cortar una secuencia porque algún ciudadano despistado se ha colado para pedir que le atiendan. Por cierto, la casualidad ha querido que el lugar de trabajo de Ana Cela sea la misma planta de maternidad en la que nació, en 1983.
Época de gripe
«Nuestro hospital es como cualquier otro real. Tiene muchísimo sentido que estemos en Televisión Española por la labor de servicio público que hacemos, es un privilegio para nosotros como médicos. Es importante que los ciudadanos sepan cuándo deben acudir a su centro de salud y cuándo no, porque ahorra recursos, por ejemplo, en plena época de gripe. Como en la serie vamos por estaciones, ahora estamos con ella. Nuestro mensaje es que los mayores de 75 años y las mujeres embarazadas se deben vacunar, y que solo hay que tratarla con antibióticos si te los receta tu médico. Para nosotros no hay enfermedades, sino pacientes», resume Paloma Borregón, a la que todavía no se le han agotado las ideas.TITULO: ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! CADENA 100 - PESSOA, FINGIDOR DE RARAS MODERNIZADES,.
¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR ! CADENA 100 ,.
Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar , etc,.
Pessoa, fingidor de raras modernidades,.
El poeta de los heterónimos alentó con su obra la vanguardia plástica portuguesa
En ese océano de manuscritos y en revistas como 'A Águia' y 'Orpheu' están algunas claves de la modernidad plástica lusa que retorció movimientos como el cubismo y el futurismo´, convertidos por Pessoa y sus coetáneos en interseccionismo, paulismo o sensacionismo. «Las ideas son sensaciones», escribe.
El Reina Sofía los explorará en febrero en 'Todo arte es una forma de literatura', muestra para la que ha sido crucial la colaboración con la Fundación Calouste Gulbenkian. Sus comisarios Ana Ara y João Fernandes recurren a Pessoa como hilo de las corrientes estéticas lusas de la primera mitad del siglo XX. Reunirá más de 160 obras de 20 artistas y material documental de colecciones privadas e instituciones como la Gulbenkian -que cede 56 obras-, o el Centre Georges Pompidou.
En su apertura de temporada y con Manuel Borja Villel recién renovado en la dirección, el museo recreará la dinámica de la mal conocida escena vanguardista portuguesa entre 1914 y 1936. Cómo Pessoa fue el insólito y teórico motor de una extraña modernidad a través de sus osadas y versátiles propuestas artísticas, sus escritos bajo tantas identidades -heterónimos, ortónimos y seudómimos- y sus conexiones con artistas y otros letraheridos. Una cita de Álvaro de Campos, uno de sus más vanguardistas heterónimos, da título a la muestra, con piezas de José de Almada Negreiros, Amadeo de Souza-Cardoso, Eduardo Viana, Sarah Affonso o Júlio. Obras que se verán junto a manifiestos, libros y revistas, correspondencia y folletos que sustentaron teóricamente la peculiar y atractiva vanguardia lusa.
Sin gran afición por el arte, Pessoa teorizó y alimentó en su poliédrica obra el florecimiento de aquella modernidad. Conceptualizó movimientos e innovadores 'ismos', Unas corrientes que acusan la inevitable influencia del cubismo, el futurismo, o el orfismo, en boga en una Europa en guerra que se reformulan en Portugal.
El retrato 'interseccionista' de Pessoa realizado por su amigo José Almada Negreiros en 1964, icono de la Gulbenkian y espejo de otro pintado en 1954 para una céntrica cafetería de Lisboa, abrirá la exposición. Es el icono de un espacio dedicado a la figura y el pensamiento de un Pessoa que se siente «múltiple». «No sé quien soy ni cómo es mi alma (...) Soy muy distinto de esos otros que tampoco sé si existen», escribe en sus diarios.
«Intuyó que una vanguardia puede ser cosmopolita sin dejar de ser local, lo que fue una premonición determinante para su entorno» explica João Fernandes, subdirector del Reina Sofía, en la casa museo del poeta, en el barrio de Campo de Ourique, en la que pasó los últimos quince años de su vida, consagrada a su estudio desde 1993.
El esotérico Álvaro de Campos, el filosófico Alberto Caeiro y el perfeccionista y amante de los clásicos Ricado Reis son los heterónimos fundamentales de un Pessoa disociado en mil identidades. Muchas de ellas con biografía, caligrafía, firma, familia, y carta astral propia. Con cinco años, a la muerte de su padre, creó a Chevalier de Pas -El Caballero del No-, amigo imaginario y semilla de su rico y poblado universo poético. A su única amada, Ofélia Queirós, se dirigía a través de sus otros yoes. Jamás quiso un empleo fijo. Le bastaba con su labor como traductor comercial autónomo para distintas firmas. Según Wikipedia, pagaba sus elegantes trajes, el vino y los 1.300 libros que también paseó por los cuartuchos lisboetas.
Figura crucial de las letras universales, solo publicó en vida un libro, 'Messagem'. Su obra fundamental, 'El libro del desasosiego', apareció en 1982, casi medio siglo después de su muerte. «No sé qué pasará mañana» fueron la últimas palabras que escribió en inglés Fernando Antònio Nogueira Pessoa, nacido el 13 de junio de 1888 en el cuarto piso del largo de San Carlos, frente al coqueto teatro de ópera homónimo en el que se deleitaba su padre Joaquim Pessoa, crítico musical y funcionario. A esa plaza y al muy cercano café A Brasileira, en El Chiado, llegan turistas en masa para fotografiarse abrazados a su busto de bronce, sentado y fumando, en un velador de la Rua Garrett.
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