miércoles, 25 de octubre de 2017

DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES -El hombre objeto ,./ AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - ME RESBALA - ¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! - EL HORMIGUERO VIERNES -27- OCTUBRE -Un bombero emeritense: el coleccionista de premios,.

TITULO: DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES -El hombre objeto ,.

DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES -El hombre objeto , fotos.

El hombre objeto,.


Dominantes. La campaña presenta a mujeres fuertes y a los hombres en posturas ridículas.

La firma holandesa Suistudio siembra la polémica al desnudar a modelos masculinos y tratarlos como sujetos decorativos y sumisos,.



Resultat d'imatges de chuletas de cordero con patatas fritas
Resultat d'imatges de cafe con churros gordosSalvo Jon Kortajarena, que ha vuelto a desnudarse en la última y provocadora campaña de Balmain (el bilbaíno aparece orinando junto a otros compañeros enfrente de los escaparates parisinos de la lujosa tienda francesa), pocos modelos suelen quedarse en cueros. Este papel parece reservado casi en exclusiva a las mujeres, a las que diseñadores como Roberto Cavalli y Peter Dundas transforman habitualmente en objetos sexuales para disparar las ventas. El difunto Yves Saint Laurent puso patas arriba la moda y desencadenó un escándalo en 1971 al protagonizar un desnudo integral en el lanzamiento de uno de sus primeros perfumes. Marc Jacobs emuló al genio francés y posó en 2011 sin nada de ropa encima de una cama para promocionar la fragancia 'Bang'. La sangre no llegó al río con el diseñador neoyorquino, pero la campaña ametralló los códigos de una industria que emplea distintas varas de medir.
Todo lo que tiene de conservadora con el género masculino, donde no se aparta un milímetro de lo políticamente correcto, se transforma en sumisión y humillación cuando trabaja con tops. A muchas, independientemente de su edad y caché, les ha tocado interpretar en infinidad de ocasiones el papel de esclavas sexuales, sometidas al poder machista de un negocio que exhibe alegremente pechos y traseros femeninos, pero rara vez los órganos sexuales masculinos.

Solo el tejano Tom Ford va por libre con anuncios subidos de tono, en los que lo mismo despelota a hombres que a mujeres. Son, en cualquier caso, excepción los hombres que muestran sus partes más íntimas. Por eso sorprende la polémica creada -¿deliberadamente?- por la marca holandesa Suistudio. Varones desnudos, mujeres vestidas. Este es el punto de partida de una campaña que ha dado la vuelta al mundo y al machismo reinante en el mercado de la publicidad.

Clavando los tacones

Mientras los hombres forman parte del decorado de un lujoso apartamento, como si fuesen un mueble más, ellas, enfundadas en trajes de corte masculino, clavan sus afilados tacones en sus genitales o les manosean las nalgas. Los mismos valores que exalta la publicidad moderna, pero con los roles invertidos. ¿Casualidad o no? La compañía fundada en 2000 juega al despiste, mientras crecen las sospechas acerca del supuesto lavado de imagen con el que intentaría sacudirse las acusaciones sexistas y de machismo recibidas años atrás cuando mostraba a muchachas con las faldas levantadas o en posturas provocadoras.
¿Cómo busca redimirse? Relegando a los hombres a un papel desconocido y secundario. Les tapa de forma deliberada el rostro, cuando no son los propios modelos los que cierran los ojos, como si no quisiesen ver lo que se les viene encima. Ellas, por el contrario, aparecen retadoras y nada vulnerables. Con un aire desafiante y dominante, juegan el tradicional papel de los hombres. Sin concesiones de ningún tipo para escotes pronunciados, las mujeres llevan los pantalones y hasta se anudan corbatas como símbolo de su dominio. Se apropian del estilo varonil, frente a unos hombres que, despojados de ropa, dan la sensación de andar perdidos. Personajes de segunda fila que emprenden una huida hacia no se sabe dónde o se asoman a un abismo frente a la indiferencia de sus parejas. Retratados en posturas ridículas, pierden su sitio ante una nueva generación de féminas que simula cortarles la respiración oprimiéndoles las garganta con sus largas piernas.
Esta atmósfera opresiva y viralizada a través de la cuenta oficial de Instagram de la marca pretende, en teoría, dibujar un nuevo escenario. La campaña 'Not Dressing Men (No vestir a los hombres) reflexiona sobre el uso de los cuerpos en la publicidad. Kristina Barricelli, vicepresidenta de la compañía, interpreta el trabajo como una «llamada a la audiencia para que reconsidere los rígidos roles de género que se han reforzado a través de los anuncios» durante años. Este cambio de roles, sin embargo, reincide, para muchos expertos, en «la cosificación humana» y en nada favorece la igualdad de géneros. Reafirmaría el absurdo de la sexualización presentando a los hombres como un accesorio extra para ensalzar el empoderamiento femenino. En medio de tanta controversia, la firma holandesa disfruta viendo cómo casi todo el mundo ha vuelto a picar su anzuelo con algo tan absurdo como poner a los modelos con el culo al aire.


TITULO: AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - ME RESBALA - ¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! - EL HORMIGUERO VIERNES -27- OCTUBRE  - Un bombero emeritense: el coleccionista de premios,.
 

 ¡ QUE GRANDE ES EL CINE !,.
 

 ¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2., etc.
  

AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - ME RESBALA -  EL HORMIGUERO VIERNES -27- OCTUBRE - Un bombero emeritense: el coleccionista de premios,.
 

  AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - ME RESBALA -  EL HORMIGUERO VIERNES -27- OCTUBRE - Un bombero emeritense: el coleccionista de premios , fotos.

Un bombero emeritense: el coleccionista de premios,.

Luis muestra en el parque de bomberos la imagen de una entrevista reciente que le hicieron en televisión.

Luis Ortega, un bombero de Mérida, acumula centenares de obsequios en sorteos de productos de supermercado. Ha ganado 5 coches, 10 motos, 7 viajes y multitud de consolas. Acaba de abrir una administración de lotería


Resultat d'imatges de ME RESBALALa info del perfil de WhatsApp de Luis Ortega incluye un escueto 'La buena suerte' acompañado del emoticono de un trébol de cuatro hojas. Conjuro, sortilegio, reclamo o simple carta de presentación, lo cierto es que texto y dibujo resultan muy apropiados. Luis no ha ganado nunca bonolotos, primitivas, euromillones ni otro tipo de lotería; tampoco alguno de los envidiables botes acumulados que de vez en cuando reparten concursos televisivos como 'Pasapalabra' o 'Saber y ganar'. Lo de este bombero de Mérida, de 48 años, son premios por lo general más modestos pero más constantes. En realidad, permanentes. Y siempre en promociones publicitarias de marcas de todo tipo, especialmente de productos de supermercado: refrescos, conservas, yogures, bollería... Esos números, boletos o códigos de barras que hay que enviar para tomar parte en el sorteo de... una cámara de fotos, pongamos por caso. Señuelos que a menudo ignoramos. Él, no. Granito a granito, recortando, rellenando y activando miles de envases de toda clase, Luis se ha hecho desde el año 2003 con cinco coches, diez motos, un viaje para el Mundial de Fútbol de Sudáfrica en 2010, otro a Punta Cana, uno más a Bora Bora, cuatro a Nueva York, un Iphone 6, decenas de PlayStation, abonos para festivales de música, dotaciones en metálico por un valor total superior a los 30.000 euros... La lista es tan amplia que ha perdido la cuenta. Alcanza los centenares de recompensas, en todo caso. «Ya no llevo un registro, aunque es raro el mes que no gano algo», dice. Lo último, «hace dos semanas», una bicicleta de montaña de más de dos mil euros.
¿La fórmula? Inversión. De tiempo y de dinero. «Hasta ahora he tenido bastante suerte», se arranca Luis Ortega, aunque, a continuación, matiza: «Esa fortuna hay que trabajarla». El bombero de la suerte, como se le conoce en Mérida, compra un montón de unidades de un producto determinado y luego emplea un taco de horas en enviar sus datos a la empresa titular de la promoción, casi siempre por internet. Para lo primero hace falta capital; para lo segundo, muchos ratos libres. Su profesión le ayuda con un calendario benigno: una jornada de trabajo de 24 horas, seguida de cuatro días festivos. «Esta circunstancia me viene de lujo» y le permite al funcionario emeritense desplazarse. Por ejemplo hasta Vigo, como hizo en cierta ocasión, «porque los códigos del concurso para una moto estaban allí». Y ganó, por supuesto.
De hecho, Luis afirma haber perdido una sola vez en los catorce años que lleva jugando. Se trataba del que hubiera sido su quinto viaje 'por la cara' a Nueva York. «El premio eran cinco días allí para cinco personas y nos quedamos sin él porque un amigo decidió que invirtiéramos solo 150 euros cada uno en comprar el producto. Con 160 nos lo hubiéramos llevado. Yo siempre trato de asegurar comprando un poco más de lo que considero suficiente. Se trata de un cálculo de probabilidades que me hago un poco a voleo». Por esto, el bombero extremeño puede llegar a pagar 6.000 euros por varios palés de una marca de cerveza -lo que le reportó un 'Mini'-, pero ni se plantea participar en rifas masivas. «En el sueldo vitalicio de Nescafé participan cada año entre siete y ocho millones de personas. Ahí no entro porque las posibilidades son mucho menores que en la lotería incluso».
«Soy poco amigo de las cosas materiales; lo más bonito son los viajes»

Legal y sin ludopatía

Ortega ha empleado mucho dinero en este 'hobby', pero hasta ahora le ha salido rentable. Acumula premios en metálico por un valor superior a los 30.000 euros. Además, «he vendido los cinco coches y ahí he sacado un beneficio económico». Con todo, repite que su hábito es solo una afición. «No necesito esto para vivir, ni mucho menos. Y tampoco soy amigo de las cosas materiales, les doy poca importancia. Lo más bonito de los premios son los viajes».
- ¿Pero está seguro de que detrás no hay una cierta adicción?
- Sí. Lo que ocurre es que mientras otros en casa se dedican a ver la tele, yo hago esto. Siempre he huido de lo que puede llevar a la ludopatía. De la misma forma que solo participo en sorteos y concursos legales y con bases notariales.
Luis y su mujer regentaron un hostal durante seis años y acaban de montar, hace dos meses, un estanco y administración de lotería con su hijo. Un negocio familiar que espera quede bendecido también por el éxito. «Igual ahora el bombero de la suerte empieza a dar premios», bromea entre risas. «Estamos deseando hacerlo. Me haría una ilusión tremenda dar el Gordo de Navidad». Si lo hace, Luis Ortega habrá rizado el rizo.


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