Existen
distintos tipos de okupas y uno de ellos son los que se conocen bajo el
nombre de "okupas de lujo". Esta gente escoge viviendas de alto nivel,
como casas en primera línea de playa o chalets en la Sierra de Madrid,
por las que no pagan nada y conviven como si fuese de su propiedad. El
broker inmobiliario, Andrés Martín, realiza un estudio de la cantidad de
gastos que se reducen al no hacerse cargo de los gastos de la vivienda.
Inmuebles que se vendieron, en su día, por más de quinientos mil euros
suman una cuota de dos mil euros al mes entre agua, luz, mantenimiento,
gas e hipoteca.
El
perfil de los okupas es muy variado. Aunque casi todos trabajan y si no
lo hacen, reconocen que tienen viviendas en posesión. Este es el caso
de una de las entrevistas del programa, que cuenta cómo ella tiene en propiedad más de dos casas pero que prefiere quedarse cobrando el alquiler y pagando su hipoteca.
Tras su divorcio, decidió usurpar una casa mientras tenía inquilinos en
las suyas. Ni siquiera se hacen cargo de los gastos, ya que se dedican a
robar la luz y el agua de los propietarios o inquilinos vecinos. Ellos
se quejan de esta situación y enseñan facturas que elevan su gastos
mensuales a más de mil tres cientos euros.
Las
zonas escogidas por los okupas están muy meditadas. En algunos casos,
antes de entrar en las viviendas, aparece un cartel en el que se puede
leer perfecta que, legalmente, la policía no puede irrumpir a menos que
tenga una orden de desalojo. Esto hace que el proceso legal para
recuperar un inmueble que ha sido ocupada sea largo, existen casos en
los que los ocupas llevan en el mismo sitio más de dos años. El programa
habla con unos chicos que se enfrentan a un juicio rápido.
La sentencia no imputa a todos los inquilinos y la sanción para aquellos que son considerados culpables, es una multa de ciento ochenta euros
y la orden de abandonar el lugar en el que están. Cuando han pasado
cuarenta y ocho horas desde que una casa ha sido ocupada y se ha
cambiado el bombín, se convierte en una vivienda. Esto es lo que uno de
los entrevistados explica y cuenta que en estos casos ya no hay
usurpación.
El programa también siguió de cerca al autobús naranja de 'Hazte oír'.
Su presidente, Ignacio Arsuaga, habla con el reportero de 'En el Punto
de Mira' y le confiesa que no pretende formar parte de la política.
Además, explica cuánto dinero ha costado la campaña publicitaria de
Nueva york y explica de dónde vienen los fondos que financian esta
plataforma. Dentro del vehículo, que no
consiguió llenarse en su visita a la gran manzana, se encontraba Gregori
Merch el directo de Citizen Go en Estados Unidos. Citizen Go es una
empresa creada por Arsuaga que se vende como un lobby y que presume de la influencia que tiene en distintos países.
Otro
de los temas que más preocupa a 'Hazte Oír' es la educación. Desde la
plataforma reconocen que la educación adoctrina sexualmente a los niños.
Para combatir esto, han creado un manual en el que explican hasta qué
punto dañan algunos dibujos, ilustraciones y cuentos a la hora de
aceptar la transexualidad de las personas. El catálogo lo mandan a
domicilio y aprovechan para pedir un donativo y lo envían a cualquier
parte de España. En algunos colegios, los padres se quejan porque se les
de voz a esta organización y 'En el punto de mira' habla con una de las
subdirectoras que ha sido criticada por poner tratar el tema en las
aulas.
Además,
la portada de este documento tiene mensajes ocultos en el que a través
de una imagen intentan concienciar al sistema educativo para que ponga
en práctica los puntos de los que se hablan en el manual de 'Hazte Oír'
sobre la transexualidad.
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