El árbol de la vida, fotos.
Es un árbol sagrado para todas las religiones que han entrado en contacto con él: los musulmanes, los cristianos, los bosquimanos… Llega a vivir miles de años y en su interior guarda un tesoro que salva vidas. Es el baobab de Madagascar.
El primer árbol que creó Dios fue el baobab. Lo hizo grande y poderoso y le dio una forma admirable. El baobab, satisfecho, contempló la sabana y pensó que sí, que había quedado muy bien. A continuación, Dios se puso a dar forma a una palmera. Cuando el baobab vio la palmera, se quejó al Creador. Quería ser más alto que ella. Así que Dios hizo al baobab un poco más alto.Las columnas del templo de la naturaleza. La descomunal especie Adansonia grandidieri llega a medir 20 metros de altura; los ejemplares de mayor tamaño pesan como un Airbus A380. Cerca de la ciudad de Monrovia, al oeste de Madagascar, estos árboles forman un paisaje espectacular
Después, dio vida al flamboyán. El baobab se quedó mirando las vistosas flores de su nuevo vecino. ¿Por qué él no tenía nada de adorno? Se volvió a quejar a Dios, que le dio flores, unas muy fragantes, que además se abrían al anochecer.Dios regresó a su tarea y creó la higuera. Y de nuevo el baobab se sintió contrariado. ¿Por qué él no tenía unos frutos tan carnosos y dulces? Volvió a quejarse al Creador. Pero incluso la paciencia divina tiene un límite: Dios arrancó al baobab de la tierra y volvió a plantarlo, solo que esta vez lo hizo cabeza abajo. Al menos, así lo cuenta una leyenda africana.Según una leyenda africana, Dios castigó la soberbia del baobab arrancándolo del suelo y volviéndolo a plantar cabeza abajo
Un coloso caído: Cuando este árbol gigante envejece, en su tronco se forman oquedades en las que se deposita agua de lluvia que, en las épocas de sequía, es consumida por hombres y animales
El explorador británico David Livingstone dijo que el baobab -también conocido como ‘árbol del pan del mono’ o ‘árbol botella’- era una «zanahoria enorme puesta del revés». Zanahoria o gigante haciendo el pino, se mire como se mire, el baobab es un milagro.Multitud de mitos han surgido y crecido en torno a su figura. Originariamente, procede de Madagascar, el lugar donde se da la mayor parte de las variantes: seis en total. Fueron las corrientes marinas que recorren el océano Índico las que se encargaron de llevarlo también hasta el continente africano y Australia.
Hasta el último centímetro: Si un ejemplar cae, la gente se abalanza inmediatamente sobre él en busca de la madera y la corteza
Su reproducción resulta sorprendente. En un momento dado, imposible de anticipar, sus semillas brotan en el lugar más insospechado. Y es que necesitan algo más que luz y un buen suelo, precisan de un poquito de estrés: un incendio, una sequía, un golpe o los agresivos ácidos y jugos del sistema digestivo de los animales que se alimentan de sus frutos. El baobab también cuenta con la ayuda de los pájaros, que extraen las semillas de los excrementos de los elefantes o los babuinos y las transportan hasta lugares distantes.El árbol de los espíritus
El baobab es un árbol sagrado para todas las religiones con las que ha entrado en contacto: los musulmanes fabrican con él los recipientes que usan en la ruptura del ayuno; los cristianos tallan con su madera los cuencos que emplean para los bautizos. Los bosquimanos de Sudáfrica creen, por su parte, que las flores que el baobab ofrece albergan espíritus. Afirman por eso que aquel que ose arrancar alguna de esas flores será devorado por un león.Al baobab le encantan los récords. Alcanza los 20 metros de altura y el perímetro de su tronco llega a los 5 metros. El ejemplar más grande del mundo se encuentra en Sudáfrica; tiene una antigüedad de 6000 años y su tronco ronda los 47 metros de perímetro.El ejemplar más grande del mundo tiene 6000 años y su tronco ronda los 47 metros de perímetro
El abrazo de 12 personas: Hace falta una docena de personas para poder rodear el tronco de este espectacular ejemplar de la especie Adansonia grandidieri. Su perímetro mínimo supera los cinco metros
Dicen que un baobab no consigue un aspecto verdaderamente vistoso hasta que llega a los 800 años, pero útil, lo que se dice útil, lo es desde mucho antes. Y tiene su lógica: si eres una criatura condenada a vivir cabeza abajo desde la Creación, lo mejor que puedes hacer es congraciarte con tu comunidad haciendo algo de penitencia. Durante la temporada de lluvias, el baobab almacena hasta 120.000 litros de agua en su tronco. Para los animales de la sabana, este árbol es algo así como una estación de servicio salvadora en mitad de la sabana. Los elefantes huelen el agua que almacena en su tronco, arrancan la corteza con sus poderosos colmillos y mastican la madera. El baobab también es un benefactor para el ser humano.De su corteza se obtienen unas fibras muy resistentes, con las que luego se elaboran cuerdas, redes y cestas. Su polen se usa como adhesivo; las semillas se tuestan como granos de café y con su corteza se fabrica una especie de cerveza que exige tener una constitución a prueba de bombas.Durante la época de lluvias, el baobab almacena hasta 120.000 litros de agua en su tronco
La salvación de 800 familias
En algunas regiones de Madagascar, donde solo llueve dos o tres veces al año, llevaban generaciones usando el árbol como cisterna viviente. Los nativos de la zona eligen un ejemplar que tenga un tronco especialmente voluminoso, le presentan sus respetos y le hacen ofrendas. A continuación, perforan su corteza empleando pequeñas hachuelas.Una fibra superresistente: De su corteza se obtiene fibra para cuerdas y cestas. En la imagen, esteras de baobab secándose al sol
En el sur de la isla hay alrededor de un centenar de árboles cisterna de este tipo. Durante la estación seca abastecen de agua dulce a más de 800 familias.TITULO: REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - HUAWEI, LA REVOLUCIÓN DE LOS MÓVILES CHINOS,.
HUAWEI, LA REVOLUCIÓN DE LOS MÓVILES CHINOS, fotos.
Seguro que este nombre ya empieza a sonarle. No en vano Huawei es la tercera empresa que más móviles vende en todo el mundo: fue fundada en China hace 30 años por Ren Zhengfei, un ex-ingeniero del Ejército.
Circulan rumores de que en nuestra empresa hay gente que quiere jubilarse a los 34 años. Me pregunto quién les va a pagar la pensión. Huawei no tiene dinero para esas cosas. Si no seguimos luchando, nos hundiremos».Así las gasta Ren Zhengfei, de 72 años, antiguo oficial del Ejército Popular chino, miembro del Partido Comunista y fundador de Huawei, la tecnológica más rara del mundo.
Ren Zhengfei es un hombre poderoso en China, como muestra esta imagen de 2015, cuando el presidente chino Xi Jinping visitó sus oficinas en Londres aprovechando una visita de Estado
Todo es peculiar en Huawei, un gigante con 30 años de historia que, convertido en el tercer vendedor mundial de teléfonos inteligentes, ya le pisa los talones a Samsung y Apple. Una hazaña con un mérito añadido, ya que tiene vetado el acceso a Estados Unidos -está en la lista negra del Gobierno-, el país donde se venden más móviles de gama alta, por sus presuntos lazos con el espionaje chino, que el empresario niega.Zhengfei es un tipo curioso. Apenas aparece en los medios, pero escribe largas cartas a sus 180.000 empleados donde, entre floridas metáforas y dolorosas collejas, ejerce de abuelo cascarrabias. Ya no está al mando, pero todo en Huawei está impregnado de su filosofía.
En una de sus últimas misivas acusa a sus trabajadores de perezosos. Lo cual tiene su miga, pues son frecuentes las semanas de 60 horas. Y la inquietud se ha extendido entre la plantilla. «Gano más de lo que nunca hubiese imaginado -confiesa un empleado de marketing-. Pero no sé cuánto más aguantaré. Aquí, nadie se atreve a coger vacaciones porque los jefes tampoco lo hacen».La presidencia cambia cada seis meses: varios ejecutivos se turnan en el puesto. Así la firma no depende de un solo individuo
La paradoja es que el sueño de cualquier universitario chino es trabajar en Huawei, cuyo prestigio equivale al de Google o Facebook en Estados Unidos. Su cuartel general se ubica en Shenzhen, la Silicon Valley china, en un campus moderno y estiloso. Recluta a los mejores ingenieros, paga sueldos muy poco ‘chinos’ y la edad media de la plantilla es jovencísima: 27 años.
Otra rareza. Los dueños son sus empleados, ya que es una especie de cooperativa que no cotiza en Bolsa. Los únicos accionistas son los trabajadores, que tienen participaciones que no pueden vender y que les son adjudicadas de acuerdo con su puesto.“Gano más de lo que nunca imaginé -dice un empleado-. Pero Aquí nadie se atreve a coger vacaciones porque los jefes tampoco lo hacen”
Además, la presidencia es rotatoria, un legado de Zhengfei para que el liderazgo no dependiese de un solo individuo. El puesto de CEO se va turnando cada seis meses entre un grupillo de ejecutivos en el que no están los hijos de Zhengfei, aunque trabajen en Huawei. Según el patriarca, «no tienen lo que hay que tener» para sucederlo. Es decir: visión, ambición y carácter, además de una perspectiva global y sabiduría para llevar el timón. «Los miembros de mi familia no poseen esas cualidades -asegura- y nunca estarán al mando».
El actual consejero delegado, Eric Xu, dijo hace poco que no le ve utilidad a los relojes inteligentes, tan de moda. Y eso que su empresa los fabrica. Que alguien con tanta responsabilidad ponga en duda la necesidad de sacar un gadget rompedor cada poco tiempo, uno de los legados de Steve Jobs, prueba que en Huawei funcionan de otra manera.
Trabajar en Huawei, cuya sede está en el distrito Longgang de Shenzhen -el Silicon Valley chino-, es una aspiración para millones de chinos
El fundador, por cierto, se pasea por la sede como un fantasma. «Mi mujer dice que soy un cabezota, pero no tengo hobbies y, si no trabajase, mi vida sería aburrida. Voy a la oficina, hablo con mis colegas, los escucho; eso hace mi vida interesante -confiesa-. La gente me pregunta por qué me paso todo el día por allí sin nada que hacer. Les digo que estoy al mando de la presa del río Yangtsé. No tengo nada que hacer si no hay una riada. Si la riada es pequeña, tampoco es asunto mío. Pero nadie en Huawei quiere ver una riada grande». Porque en el feroz mundo de la tecnología las riadas son devastadoras. Que se lo pregunten a los directivos de BlackBerry o Nokia.Aprovechar el mal ajeno
Huawei intenta aprovechar el annus horribilis de Samsung -suspendió la venta y producción del Galaxy Note 7, cuyas baterías ardían, con unas pérdidas de 5000 millones de euros- para disputarle la supremacía. Las ventas de Samsung, sin embargo, resisten, aunque según los analistas deberá cambiar su estructura corporativa, casi feudal, donde no hay críticas a los superiores y los problemas se guardan en el cajón. El resultado: un fallo garrafal en las baterías que nadie se atrevió a mencionar. En comparación, Huawei es menos rígida, aunque también le crecen los enanos. Por la gama baja. Los móviles Oppo ya los superan en ventas en China.No es algo que preocupe a Zhengfei, que para situar a su compañía como la décima tecnológica del mundo -con un valor de 25.000 millones de dólares y crecimiento del 28 por ciento- y jugar en la misma liga que Google, Microsoft, Amazon o Alibaba tuvo que sacudirse el sambenito de los productos chinos: barato, pero deleznable. «Precios bajos, baja calidad y bajos costes destruirán nuestra competitividad. Un negocio debe tener márgenes de beneficio razonables y una inversión continua. Recortar demasiado esos márgenes arruinará el desarrollo de productos», explica.
Por eso, casi la mitad de la plantilla se dedica a investigación y desarrollo. A pesar de las acusaciones de espionaje industrial, en Huawei presumen de haber presentado decenas de miles de patentes. Y, así, de repente, allá por 2010, los consumidores se percataron de que los móviles Huawei tenían un precio competitivo y que sus prestaciones también lo eran. Fue el despegue.
En sus inicios, allá por 1987, ni siquiera fabricaba móviles. Solo era un proveedor de telecomunicaciones. Se abrió paso con muchas dificultades. Las redes urbanas se adjudicaban a compañías estatales o, con la apertura del sistema económico, a empresas extranjeras. Así que Huawei se tuvo que conformar con las sobras.
Suculentas, eso sí: el inmenso mercado rural chino, entonces muy pobre. Que las ratas no se comieran los cables era la prioridad. Huawei se ganó una reputación de solucionar problemas y de adaptarse a los clientes, por muy remota que fuera la aldea.La presidencia cambia cada seis meses. Varios ejecutivos se turnan en el puesto. Así la firma no depende de un solo individuo
Zhengfei, el mayor de siete hermanos, ya tenía fama de habilidoso y con recursos en sus días como ingeniero en el Ejército. Su abuelo era cocinero experto en curar jamones; su padre, contable; y su madre, profesora. La familia emigró a Cantón con la ocupación japonesa. Ren estudió en la Universidad de Chongqing y luego se alistó. Los recortes en 1982 lo obligaron a abandonar la milicia y se mudó con su mujer y sus hijos a Shenzhen, donde abrió un negocio de electrónica.
Hoy, Huawei es el mayor proveedor de servicios de telecomunicaciones para operadores de telefonía, con presencia en 140 países. Conecta a un tercio de los teléfonos móviles del mundo. Sigue siendo su negocio principal. Y su ventaja se puede incrementar con las nuevas redes 5G, pues levanta la infraestructura que luego usan sus propios dispositivos. Para asaltar definitivamente los cielos, confía en el Huawei P10, con una cámara Leica incorporada. Deberá competir con el nuevo Galaxy S8 y con el iPhone. Sus ingenieros trabajan en dotar a los smartphones de un asistente digital, como el Siri de Apple; mientras en Samsung preparan en secreto el lanzamiento de un móvil plegable que se convierte en tableta. Huawei ha fichado a Messi para la publicidad. Y a la marca Porsche para el diseño.
Pero Zhengfei tiene los pies en el suelo, aunque compare el destino de su país con el de su empresa. «La vida en China era muy simple. Por ejemplo, no sabíamos que podía haber retretes dentro de las casas. ¡Y mantenerlas limpias además! Estábamos aislados. Uno de los principios de la termodinámica es que los sistemas aislados terminan por colapsar. Es lo que se conoce como ‘muerte por entropía’ o ‘muerte térmica’. La temperatura baja y no queda energía libre para crear y mantener la vida. En las sociedades pasa lo mismo. Necesitan estar abiertas, intercambios de energía, tecnologías de otros países, maneras diferentes de dirigir, nuevas ideologías… El impacto ideológico puede ser positivo o negativo, pero la prosperidad de China en los últimos 30 años indica que ha sido positivo, aunque haya algunos efectos negativos».Para sacudirse el sambenito de los productos chinos: barato, pero malo, casi la mitad de la plantilla se dedica a I+D
Los tres grandes en China
Oppo R9SA los chinos les encantan los dispositivos de Oppo, que de momento no están disponibles en Europa.
Vivo V5 plus
Vivo también forma parte del triunvirato de las marcas en ascenso.
Huawei P10
Del nuevo smartphone premium se dice que podría plantarle cara al iPhone.
Las marcas tecnológicas más valiosas del mundo
Variaciones con respecto al año anterior y valor de mercado en miles de millones de dólares.Google. +24% 110
Apple. -27% 107
Amazon. +53% 106
Microsoft. +13% 76
Facebook. +82% 62
Samsung. +12% 51
IBM. +14% 36
Alibaba. +94% 35
Oracle. +17% 26
Huawei. +28% 25
Mercado mundial de Smartphones (Procentaje 2016)
- Samsung 21
- Apple 14
- Huawei 9
- Oppo 6
- Otros 50
SAMSUNG CONTRA HUAWEI
Samsung
Propietarios
Aunque es una empresa que cotiza en Bolsa, el poder lo sigue ejerciendo la saga fundadora de los Lee.
Nuevos Productos
El Galaxy S8 es el último smartphone de Samsung. Todavía no ha sido presentado oficialmente.
Empleados
489.000
Divisiòn
Samsung es un consorcio mixto que, además de smartphones, también fabrica barcos, motores y dispositivos electrónicos de todo tipo, a lo que se une su actividad en el negocio de los seguros.
Planes
El mundo aguarda con expectación la llegada del móvil plegable. Desplegado, se convertiría en una tableta.
Colaboradores
Samsung acaba de desarrollar el Galaxy Book con Windows. Para su publicidad cuenta con Cristiano Ronaldo.
Huawei
Propietarios
Los trabajadores poseen el 98,6 por ciento de las participaciones. El fundador, Ren Zhengfei, solo conserve el 1,4 por ciento.
Nuevos Productos
El smartphone Huawei P10 pretende ganar puntos con una cámara Leica especialmente buena.
Empleados
180.000
División
Huawei es el número tres en el mercado de los smartphones, pero el mayor proveedor del mundo de servicios de redes. Su ventaja podría incrementarse aún más con las nuevas 5G.
Planes
Un asistente digital, como Siri de Apple, hará que los smartphones de Huawei sean más inteligentes.
Colaboradores
Entre los socios de Huawei figuran Leica y Porsche Design. La firma acaba de fichar como imagen a Leo Messi.
TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - RAMÓN, RAMÓN, RAMÓN,.
RAMÓN, RAMÓN, RAMÓN,.
foto, reloj,.
Se cumplen cien años de la publicación de Senos, el libro de Ramón Gómez de la Serna que en su día cabreó lo mismo a las feministas que a los puritanos. Yo, cuando todavía era mozo, rendí homenaje a Ramón con mi primer libro, en el que repetí la fórmula aunque bajase un poco el punto de mira; y volvió a sucederme exactamente lo mismo. Hay gentes que nacen amargadas; y necesitan envolverlo todo en los cilicios y mazmorras de su angostura mental.
Siempre he sido un rendido devoto de Ramón; y he vivido absorto en su juego malabar y palabrista. Dicen los petardos que Ramón es un escritor con prosa de sonajero; y también que su literatura es aburrida y empalagosa. A mí, en cambio, los libros de Ramón siempre me han parecido amenos como el paraíso terrenal; y tan dulces que me he quedado para siempre atrapado en su dulzor, como el niño lactante se queda atrapado en el sopor de sus digestiones, recostadito en la teta materna.
Ruano describió a Ramón con una imagen que vale por todos los tratados y exégesis que los especialistas han perpetrado a costa de su obra: «Todos los aciertos de finura de Ramón salen de un fondo gordo de agua gorda y vida gorda. Es como un botijo que pare inesperadamente porcelanas de Sèvres». Quizá Ruano, al ensayar esta definición, sólo tuviese presente la condición física de su autor (un tanto rechoncha o redondeada), pero yo prefiero pensar que la mención a tanta gordura proviene de una interpretación psicológica. Porque, en efecto, la obra de Ramón desconoce el andamiaje y la complicación intelectual; y todo en ella tiene una procedencia gruesa, rudimentaria y primitiva. Ramón pertenece a esa estirpe espiritual de escritores para quienes el contacto con la realidad no se realiza a través de operaciones mentales, sino desde la intuición candorosa e irreverente de la imagen poética. En Ramón, los sentidos (incluido ese sexto sentido suyo, que dispara greguerías con el vértigo de una ametralladora) no están sometidos a las facultades intelectivas, sino que empapan las cosas con la misma naturalidad con que el aire anega los pulmones.
Este procedimiento creativo, primitivo pero a la vez modernísimo, se extiende por igual a las greguerías y a las novelas ramonianas, pero quizá sea en libros como Senos donde alcanza su expresión más regocijante. Las greguerías de Ramón pueden llegar a resultarnos fatigosas, porque la novedad de sus imágenes se disuelve ante la reiteración de un mismo esquema; sus novelas pueden llegar a causarnos cierta sensación de agotamiento, porque poseen una textura gelatinosa que obstaculiza el avance de la acción. Pero en libros de naturaleza híbrida como Senos la escritura de Ramón ya no se halla subordinada al esqueleto más o menos ortopédico de un argumento ni tampoco se queda prisionera del mero chisporroteo de sus ocurrencias; y así logra brindarnos su nota más amena, un festín de palabras en desbandada donde nuestro autor puede destripar literariamente el mundo, como un relojero que en vez de trabajar con engranajes y ruedecillas lo hiciese con metáforas arborescentes que vuelven cuanto tocan perfumado y suculento.
Sabemos que Ramón era, por naturaleza y vocación, un coleccionista de monstruos y rarezas, un fetichista compulsivo que abarrotaba sus apartamentos con cachivaches y giliporcelanas varias. Esta misma impresión nos la causa su literatura, tan atestada de hallazgos que apenas puede uno rebullirse. Ramón no contempla los senos de las mujeres con mirada lúbrica, sino con guiño de poeta, como un xilofonista de metáforas que, a la vez que los acaricia y celebra, los envuelve en algodón de azúcar, en plumón de ángel, en dulcísimo almíbar, para que boguen en su salsa como melocotones orondos y brillen como madréporas o porcelanas de Sèvres. Ramón catalogaba los senos de las mujeres con la misma paciencia y la misma devoción, con la misma falta de lujuria y lubricidad, con que un anticuario cataloga estatuas de mármol venusinas, que también tienen senos, aunque el tiempo les haya mellado los pezones. Pero váyale a una feminista o a un puritano con estas delicadezas.
Creo que la novedad que aportó Ramón a nuestra literatura, su modernidad primitiva y fetichista, aún no ha sido suficientemente valorada. Ojalá su magisterio fecundo algún día sea reconocido, aunque sea dentro de cien años. Nada haría más feliz a un discípulo convencido como yo, que tantos homenajes explícitos o secretos ha rendido a su prosa, ese paraíso terrenal e inagotable.
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