miércoles, 12 de diciembre de 2018

Viva la vida - Alicia Borrachero: "Sólo le dejaría leer mi móvil a mi madre" ,.SABADO -15- DICIEMBRE ,./ VIVA LA VIDA - Ben Temple: un americano en Madrid,. DOMINGO -16- DICIEMBRE ,.

TITULO: Viva la vida - Alicia Borrachero: "Sólo le dejaría leer mi móvil a mi madre" ,.-  SABADO -15- DICIEMBRE ,.

El sabado -15- diciembre  2018 a las 16:00 por Telecinco , fotos,.

Resultat d'imatges de entrevista digital alicia borrachero el pais Alicia Borrachero: "Sólo le dejaría leer mi móvil a mi madre",.

 La actriz regresa a las tablas con 'Perfectos desconocidos', la adaptación escénica de la exitosa película de Álex de la Iglesia, dirigida por Daniel Guzmán,.

Con 18 millones de euros de recaudación, Perfectos desconocidos, de Álex de la Iglesia, se ha convertido en uno de los grandes éxitos recientes del cine español. Ahora, su adaptación escénica llega al Teatro Reina Victoria dirigida por Daniel Guzmán y con un reparto encabezado por Alicia Borrachero (Madrid, 1968). La actriz se hace cargo del papel de Belén Rueda, en una cena en la que se destapan los secretos de un grupo de amigos cuando éstos dejan ver los mensajes que llegan a sus móviles. Con este montaje, vuelve a la comedia tras dramas como Agosto, de Gerardo Vera, o Tierra de nadie, de Tolcachir.
¿Por qué crees que 'Perfectos desconocidos' tuvo tanto éxito en el cine?
Es una historia con la que hoy en día se pueden identificar muchas generaciones. Tanto los jóvenes que han nacido con la tecnología incorporada a sus vidas, como las intermedias que nos hemos tenido que ir manejando con ella e incluso mayores. Porque, al final, lo de los móviles es la excusa para hablar de la amistad.
También de la mentira y la infidelidad...
Sí, pero para mí esta obra va más allá. Habla de lo que no nos contamos entre amigos, de esos secretos que todos tenemos. Se plantea hasta qué punto es bueno tener una parcela privada, que sea tuya nada más. Moralmente cada uno puede tener un punto de vista. A veces, uno descubre que su íntimo amigo tiene algo que no le ha contado nunca y aquí está esa reflexión de ¿por qué hay que ser sincero? ¿Hasta qué punto hay que serlo?
¿Supone mucha responsabilidad hacerse cargo de un éxito de este calibre? ¿Da un extra de responsabilidad?
Sí, se te pasa por la cabeza eso. Pero, después, te das cuenta de que siempre es así. Cuando hice Tierra del fuego, tuve una responsabilidad muy grande pensando en cómo retratar con justicia a víctimas de terrorismo. Y qué te voy a decir de Agosto, que había sido un exitazo mundial y si aquí no lo era... Pues qué mal. Pero aquí espero que ayude a que la gente venga al teatro.
¿Cómo es trabajar con Daniel Guzmán como director?
Precisamente, trabajar con él fue una de las cosas que me motivó a aceptar este papel. Primero, porque le quiero muchísimo personalmente y estoy en un momento en el que intento trabajar con gente que me haga sentir bien. Después, cuando vi su película (A cambio de nada) me quedé conmocionada y supe que quería colaborar con él. Para mí, hizo algo espectacular.
La función plantea algo que pone muy nervioso: dejar que otros miren tu móvil. ¿Te prestarías a algo así?
Ufff... Hace tres meses te hubiera dicho que claro, que no tengo nada que esconder. Ahora mismo, pues no lo sé. Creo que sólo se lo dejaría a mi madre. Hubo un día que le planteamos a Daniel que igual no era muy creíble que todo el rato sonaran móviles. Nos propuso ponerles el sonido a todos mientras ensayábamos y no imaginas lo que fue aquello. Mucho peor que en la película. Llegó un montón de cosas...
¿Por qué tenemos esa dependencia de los móviles? ¿O a ti no te ocurre?
Sí, yo he intentado quitarme pero no he podido. Nos han creado esa necesidad y, a veces, es maravilloso porque te pueden salvar la vida. Pero sales de casa sin él y es como si te dejaras la cartera. Es tremendo.
Este año se cumple el 20 aniversario de 'Periodistas', ¿cómo te sientes?
La verdad es que estuoy muy agradecida a esa serie. La gente la vio con muchísimo cariño y pasaron muchas cosas muy especiales. Fue una época muy bonita en la que disfrutamos mucho. Sólo queda la pena por los que ya no están... Cómo se echa de menos a Álex Angulo.
 
 TITULO:   VIVA LA VIDA - Ben Temple: un americano en Madrid ,. DOMINGO -16- DICIEMBRE ,.

El domingo -16- diciembre  2018 a las 16:00 por Telecinco , foto,.

  Ben Temple: un americano en Madrid,.

Neoyorquino, marido de la actriz Alicia Borrachero, y rostro presente en una veintena de series españolas, disfruta de su primer papel protagonista en la gran pantalla,.

Resultat d'imatges de entrevista digital Ben Temple el paisLlegó a España en 1991. El amor le hizo cruzar el océano junto a su compañera de clase de interpretación, una tal Alicia Borrachero. Cinco años más tarde decidió volver a su país, a buscarse la vida, pero las dificultades que entrañaba una relación a distancia (“es lo más duro que hay”) y la feroz competitividad que se respiraba en Los Ángeles (“no me sentía identificado con ese mundo, no me sentía feliz”) le hicieron regresar. Eso y algo más, sorprendente: “Me di cuenta de que ya era más español que norteamericano, era un extranjero en mi propia tierra”. Instalado definitivamente en nuestro país desde 1999, la carrera de Ben Temple (Nueva York, 1969) ha sido de fondo: “Sabía que aquí se reducían mis posibilidades de trabajar como actor, pero buscaba mi felicidad. En Estados Unidos tenía un mayor abanico de personajes a mi alcance, pero también mucha más competencia. 16 años después sigo pensando lo mismo, no hay otro sitio en el que quiera estar”.
Casado con la popular protagonista de series como 'Periodistas' o la reciente 'Bajo sospecha' (son padres de un niño, Alejandro, que está a punto de cumplir casi 10 años), Temple ha asomado en mil y una producciones televisivas ('Policías', 'El comisario', 'Amar en tiempos revueltos', 'Cazadores de hombres', 'Crematorio', 'Hospital Central', 'Víctor Ros', 'El Ministerio del Tiempo' o 'Refugiados'), y en una veintena de largometrajes ('El viaje de Carol', 'El misterio Galíndez', 'Romasanta', '[REC]', 'La Caja Kovak' o 'La ignorancia de la sangre'). Muchos roles de villano, un puñado de muertes vividas en la ficción: “Una de las claves ha sido aprovecharme del encasillamiento en determinado tipo de personajes, no verlo como una desventaja. Mi acento, un aspecto que no es exactamente el de un gaditano de La Línea de la Concepción, todo lo que me hace diferente...”

Ahora, disfruta de su primer papel protagonista en cine: en 'Matar el tiempo' interpreta a un norteamericano que pasa un par de semanas en Madrid haciendo una auditoría en un banco. “Es un tipo solitario que se refugia en el trabajo. No consigue conectar con su hija, tiene una madre en estado catatónico, es viudo... no tiene nada más que su trabajo. Es alguien que se siente culpable y que ha perdido el norte”, explica. Todo cambiará cuando contacta con una prostituta en un videochat y, tras pasar una noche con ella, se ve implicado en una turbia trama mafiosa.
Por fin tiene un personaje protagonista.
Empecé a trabajarlo como con cualquier otro personaje: viendo en qué mundo anda, qué lo motiva, qué le reprime, por qué actúa como actúa y por qué reacciona según las circunstancias que se le presentan... Honestamente, cuando vi la película pensé: “¡Dios mío, soy el protagonista!”. No creo que fuera demasiado consciente de ello durante el trabajo, y casi mejor, así no me acojonaba...
¿Cómo le llegó el momento?
Coincidí con Antonio Hernández en la serie 'La fuga', en una o dos escenas, y luego hice un corto ('Das Kind') con su mano derecha, Manu Gómez. Antonio lo vio, le encantó y a los pocos meses me llamó, me dijo que tenía una historia y que me tenía en mente. Un mes más tarde me pasó el guión, me contó que lo había escrito para mí, para Aitor Luna y para Yon González. A ese halago se le sumaba que era un personaje muy diferente de lo que solía hacer: de ruso, malvado, y casi siempre muriendo. Aquí era el héroe inesperado de la historia. Buscó la financiación y unos meses después estábamos rodando.
Hernández (director de 'En la ciudad sin límites' o 'Lisboa') ha sacado petróleo de una producción muy pequeña...
Sí, es cierto. Maneja la parte técnica de maravilla, y es capaz de sacar petróleo de donde no hay. Pero, por encima de todo eso, destacaría que le gusta mucho estar y trabajar con los actores. Notas que disfruta de esa parte de su trabajo: él era actor, pero siempre dice que muy malo y que por eso se dedica a la dirección. Tiene mucha experiencia y sabe cuándo intervenir y cuándo dejar que vueles solo, dejando un espacio para tu creatividad. Y lo anima y alimenta cuando hace falta. Es una gozada. Con él te sientes en buenas manos, y hace que te relajes. Y sabiendo que su planificación va a funcionar, y que rueda tan bien, siempre al servicio de la historia, uno piensa que si no llega a dónde debería, él lo podrá salvar.
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Un rodaje pequeño, con pocos actores (Temple, los hermanos Luna & González, Frank Feys y la magnífica debutante Esther Méndez sostienen la trama). ¿Qué destacaría de la experiencia?
La generosidad de los compañeros, que se ofrecían para lo que fuera. Eso, y la manera de trabajar de Antonio Hernández, ayudó a potenciar el ambiente de experimentación, muy libre, y la constante propuesta de ideas. Con una filmación tan apretada (rodaron durante sólo tres semanas), algo así resulta imprescindible.
La televisión ya le habrá entrenado en lo de tener planes de rodaje apretados...
En la tele, muchas veces la cuestión es resolver. Como sea. No hay tiempo para más. Aquí pudimos ensayar antes, y Antonio lo tenía muy claro, así que todo fluyó. Pero la tele es una práctica maravillosa para un trabajo así, da mucho oficio, muchas tablas. Si no hubiera hecho mucha tele, hubiera sufrido mucho más.
Ha dirigido dos cortos ('Padre' y 'La petición de mano'). ¿Es algo olvidado?
No, no, tengo muchísimas ganas de volver a dirigir, y de hecho tengo un par de proyectos para hacer con Alicia, pero aún están muy verdes...
Temple confiesa lo dulce del momento: “Quiero aprovecharlo, tengo mi lado ambicioso, no hay nada malo en ello... Me beneficia que aquí se ruede cada vez más en inglés, y que lleguen producciones extranjeras. Pero hay que seguir paso a paso, eso es algo que aprendí en Nueva York: para tener una carrera de largo recorrido hay que construir la casa ladrillo a ladrillo. Que mi trabajo hable por mí mismo, que me llamen porque me han visto, es estupendo cuando un director quiere repetir conmigo...”
Aún disfruta de la experiencia de las representaciones de la obra de Strindberg 'Hambre, locura y genio', que le permitió reencontrarse con su maestro en sus primeros años en España, Juan Carlos Corazza (“volver a sus manos, a las raíces, siempre resulta un aprendizaje, del arte y de la vida”). Acaba de rodar con Fernando León de Aranoa (tiene un pequeño rol en 'Un día perfecto') y con Isabel Coixet (en 'Nadie quiere la noche'), y destaca las dos escenas de 'Wild Oats' (film estadounidense rodado en las Canarias) en las que da vida al médico de Shirley MacLaine: “Las hicimos el día de mi cumpleaños, y después de filmarlas se me quedó mirando y me cantó el cumpleaños feliz. Sólo por eso... Eran dos secuencias muy sencillas, pero ¡con Shirley MacLaine es mucho decir! Es una mujer estupenda, muy muy grande”. Pequeños grandes pasos con los que Ben Temple sigue construyendo su casa, ladrillo a ladrillo,.

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