fotos,. Un trío en la cocina - Quiche de setas, almendras y trufa ,.
Quiche de setas, almendras y trufa ,.
Las claves
- Ingr. prin.: Masas y Hojaldres
- Plato: Primero
- Estilo: Cocina casera, Cocina de fiesta.
- Ambiente: Celebraciones, Friends, Navideña.
- Tiempo: alto
- Dificultad: alto
- Comensales: 4
- Programa: Un trío en la cocina
- Episodio: 22
- Le gusta a 9 personas
INGREDIENTES PRINCIPALES
- Para la masa:
- 300 g de harina común de trigo
- 180 g de mantequilla
- 1 Huevo grande
- Sal
- Para el relleno
- 200 g de nata para cocinar
- 1 Huevo
- 30 g de puré de trufa negra
- 100 g de queso parmesano
- Aceite de trufa
- Sal
- Pimienta
- 150 g de setas variadas
- Aceite de oliva virgen extra
- 100 g de queso emmental
- 60 g de almendras crudas peladas
Preparación de la receta
En el capítulo 22 de Un trío en la cocina, Gonzalo sorprende a Nicola y a Julius con este plato de aromas otoñales.
En primer lugar, en un bol mezclamos la mantequilla fría con la harina y la sal. Agregamos el huevo y mezclamos hasta que quede la masa uniforme.
Con la mesa enharinada amasamos la masa
que hemos preparado anteriormente y la hacemos una bola. Tapamos con
papel film la superficie de la masa. Inmediatamente dejamos enfriar en
la nevera durante 30 minutos.
Mientras, en un bol mezclamos bien la nata, el huevo, el puré de trufa, el queso parmesano y el aceite de trufa. Reservamos.
Por otro lado, en una sartén con aceite de oliva caliente salteamos las setas. Salpimentamos. Dejamos que se hagan durante 10 minutos.
Precalentamos el horno a 180ºC.
A continuación, sacamos la masa del
frigorífico. En un molde circular de 20-22cm de diámetro, extendemos la
masa. Cortamos los bordes sobrantes y pinchamos el fondo con un
tenedor.
Sobre la masa ponemos unas legumbres
secas o unas bolitas de hornear cerámicas si disponemos de ellas.
Introducimos la masa en el horno a 180ºC y dejamos cocinando 10 minutos a
una altura media.
Mientras se cocina la masa, con ayuda de un cuchillo troceamos las almendras crudas.
Cuando la masa esté lista, retiramos el peso y disponemos sobre ella las setas y el relleno. Espolvoreamos con el queso emmental y las almendras crudas troceadas. Cocinamos durante unos 20-25 minutos a 180ºC de nuevo en el horno.
Sacamos del horno la quiche
y la dejamos que repose unos minutos. La quiche se suele comer fría,
pero si no podemos esperarnos, ¡ten cuidado y no te quemes!,.
TITULO: Un país mágico -Morga ve justo que Guadalupe pase a la provincia eclesiástica extremeña,.
El sabado -5- Enero a las 18:30 por La 2, foto.
Morga ve justo que Guadalupe pase a la provincia eclesiástica extremeña,.
El arzobispo mantiene que será algo que reivindicará mientras continúe en su actual cargo,.
Celso Morga manifestó en una entrevista que entiende las dificultades que ese cambio de jurisdicción comporta, «al formar parte de un statu quo histórico muy fuerte aunque ello no es óbice para que desde el primer momento le pareciese una causa justa» por parte de la sociedad extremeña.
«Mientras esté aquí como arzobispo, y en comunión con Coria-Cáceres y Plasencia, reivindicaré que Guadalupe pase a una jurisdicción eclesiástica de Extremadura, pues es más justo», incidió.
Celso Morga valoró por otra parte el papel que tiene hoy la Iglesia extremeña y en este sentido destacó la «alegría» que ha supuesto la ordenación de José María Gil Tamayo como nuevo obispo de Ávila.
En este sentido, y a tenor de las palabras de José María Gil Tamayo, quien en su toma de posesión considerase injusto querer extender un velo de sospecha sobre los sacerdotes, Celso Morga recordó que dentro del drama que supone un solo caso de pederastia, en la Iglesia española se han dado pocos casos.
«Decir que como hay muchos casos en la Iglesia en el mundo también en España debe haberlos es un silogismo que no responde a la realidad», afirmó.
En cuanto al papel de los obispos en Cataluña y sobre las críticas que reciben desde algunos ámbitos, el arzobispo de Mérida-Badajoz entiende las dificultades que un pastor se encuentra en esa comunidad autónoma pero «lo que no se puede nunca es posicionarse por alguna de las partes -aclaró-, pues se ha de ser pastor de todos».
«El derecho canónico indica a sacerdotes y obispos no hacer política, lo que responde a la prudencia de la Iglesia desde hace siglos, y en este sentido cuando un pastor hace política nunca es positivo», dijo.
Celso Morga hizo un balance muy positivo de su etapa al frente del Arzobispado de Mérida-Badajoz, aunque afirmó que se deben resolver diversos retos y a este respecto ha recordado que este año «ha habido problemas para cubrir alguna parroquia».
Según expresó, el problema de escasez de clero acontece en todo el mundo occidental, situación que no obstante se está superando en bastantes diócesis.
Por otra parte, recordó las dificultades económicas que padecen hoy muchas familias, para poner el especial foco en las personas mayores que viven con una pensión mínima y en las familias a quienes el sueldo no les llega para atender a sus hijos.
Aunque organismos como Cáritas atestiguan que la crisis ha disminuido, «permanecen aún muchas bolsas de pobreza», lamentó.
Celso Morga también se refirió al convenio firmado entre el Arzobispado y la Diputación de Badajoz para la restauración de distintas iglesias en pueblos de la provincia, cuyas obras han permitido ya distintas actuaciones. Así, se recuperan ya distintos templos, actuaciones que han servido incluso para encontrar en Almendral, por ejemplo, una pieza del periodo visigodo.
TITULO: Diario de un nómada -Aventurero lleva 12 años recorriendo el mundo en bicicleta,.
El domingo -6- Enero a las 19:00 por La 2 , foto.
Aventurero lleva 12 años recorriendo el mundo en bicicleta,.
Imagínate
pasar 12 años de tu vida viajando por los cinco continentes en una
bicicleta. Esa es la historia del argentino Pablo García, quien hasta
ahora lleva 127,000 kilómetros recorridos y 82 países, pero aún le
faltan 2 años y medio para completar su sueño.Pablo recorre 100 kilómetros al día y su estancia en cada lugar depende de la belleza, el costo de vida y si se puede trabajar ahí.
Acompañado de su bicicleta llena de banderitas, unos prendedores muy lindos de muñequitas que le envían de Brasil y lo más importante, su documental, se para en la 5ta. Avenida de Playa del Carmen para vender sus productos. Ahí fue donde me contó su historia.
¿Qué hacías antes de lanzarte a ver el mundo? ¿Cómo tomaste esa decisión?
Antes de empezar el viaje vivía en Brasil y ahí tenía una agencia de turismo, estudié para guía también. Junto con otros dos argentinos montamos una agencia y trabajamos con turismo argentino en una época, hay mucho turismo argentino en el norte de Brasil y estuve casi cinco años viviendo ahí.
Un día me cansé y dije ‘si no salgo nunca de acá, no me voy a ir nunca más’. Porque cada vez eran más responsabilidades, más obligaciones y dije ‘no hay nada que me ate más que mi trabajo…quiero viajar’. En esa época tenía 25 años, no me conformaba con poco, quería viajar por todo el mundo y me preguntaba cómo sería Mongolia, China, Vietnam.
Pensé cómo podría hacer un viaje diferente, involucrar tu cuerpo y tu alma y bueno ahí pensé que la bicicleta era eso, que me permitía llegar a lugares más adentro, no en una manera convencional y la gente te recibe de otra manera. Aparte la bici te da libertad porque podés llevar todo lo que necesitás, podés detenerte e irte cuando tu quieras. Pensé que con la bici iba a ser una buena manera de viajar.
¿Qué empacas en una mochila para recorrer el mundo en una bici?
Para mí lo más importante es la tienda de campaña y la estufa para cocinar porque con eso puedo dormir en cualquier lado y comer.
Debe ser muy difícil desprenderte de tus cosas, ese momento de desapego
Y si, no tuve muchas cosas, obviamente que si dejás la casa y te vas a viajar llevas lo justo, porque lo tenés que cargar.
Cómo decidiste que fueran tantos años, cómo te mantienes económicamente
Sucedió accidentalmente. Yo dije que me iba a ir y pensaba que iba a dar la vuelta al mundo en dos años y medio, esa fue mi idea, pero claramente no tenía ni idea de lo que estaba pensando hacer y aparte que después me quedé sin patrocinadores y empecé a contactar empresas a lo largo de mi viaje, eso me sucedió en África y a lo largo de África comencé a contactar empresas y conseguí, pero me llevaba tiempo a veces.
Salí con empresas argentinas, pero después ya no tenía nada de las empresas argentinas, por una crisis del 2001, el famoso corralito. Yo había salido antes del corralito, pero luego que salí perdí los patrocinadores argentinos y empecé a contactar empresas africanas y al cabo de dos años me fue bárbaro porque conseguí que me den dinero, en África.
Cómo llegabas con los empresarios, en qué idioma hablabas ¿Te recibían?
En las capitales, los empresarios siempre hablaban inglés, a veces llegaba con la bici y trataba de impactar, se me abrían las puertas y aprovechaba eso. Sino llamaba por teléfono y pedía entrevistas, pero era difícil porque yo no hablaba bien inglés en esa época, en el teléfono no me entendían y entendía menos yo, me resultaba más fácil cara a cara.
¿Dónde te hospedas cuando llegas a un lugar?
Depende, yo llegué aquí a Playa del Carmen con la idea de ir a un hostal, pero antes de ahí, me fui al Palacio Municipal, y pedí un permiso para trabajar aquí en la calle, ahí me hicieron hablar con diez personas más o menos hasta que conseguí el permiso. Ahí mismo me atendió la Secretaría de Deporte que me terminó invitando el alojamiento en un hotel gratis con pensión completa los tres primeros días. Buenísimo ha sido el recibimiento en Playa, sino contacto gente por Internet también. Hay sitios para viajeros con bicicleta y hay gente que recibe viajeros, a veces me hospedan así, sino me voy a hotel, al alojamiento más barato. Pero en la ruta por lo general acampo o voy al Departamento de Bomberos, aquí en Latinoamérica se puede viajar de esa manera, yendo al Departamento de Bomberos, a las iglesias, ellos te reciben, en otros países no.
¿Qué país ha sido el más difícil?
El primero, Sudáfrica. Yo salí de Buenos Aires después de organizar todo el viaje, me tomé un avión a Sudáfrica y habían pasado sólo siete años del Apartheid y yo venía de convivir con negros brasileños cinco años y de repente me encontré con que el negro sudafricano no era el mismo que el brasileño, que no había buena onda entre los blancos y los negros en ese país, fue lo que sentí todo el recorrido. Después cuando crucé la frontera de Mozambique para arriba, ya ellos comenzaron a sonreír a lo largo de África, a pesar de la pobreza que hay ahí.
¿Por qué decidiste empezar por África?
Yo pensé que si empezaba por África, si podía pedalear toda África, ya podía pedalear por el mundo, era como una prueba. Dije ‘si fracaso, si me quiebro en algún momento, me quiebro ya’. Aparte era lo exótico, para que me iba a poner pedalear por Europa.
En el transcurso de la entrevista se detenían turistas a leer el cartel donde promueve lo que hace, Pablo aprovechaba el momento para decirles que ha viajado durante 12 años. “It´s a long time!” exclama un turista, Pablo sonríe y me sigue contando “Lo primero que digo a la gente cuando se acerca es que son 12 años que estoy viajando, ahí es el asombro, porque es increíble, 12 años viajando en una bicicleta, a mí me cuesta creerlo. Pero ya te digo, no lo programé, sucedió”, relata con su aún marcado acento argentino.
El destino te llevó a eso
Mira si sabía que iba a ser así, no lo haría. No lo hubiese hecho sencillamente.
¿Hay momentos en los que has flaqueado, al borde de llorar, de decir ‘qué hice con mi vida’?
No, por ahí hubo momentos que sí que me quebré, pero nunca me pregunté qué hice con mi vida.
¿No te arrepientes?
No, acá llegué solito, no vale de nada arrepentirse. A lo sumo me digo ‘¿cómo voy a salir de ésta?’ Pero bueno, solito llegué, solito tengo que salir.
Hay momentos que por más que te preguntes, no encontrás la respuesta y te entregás a la misericordia de quien mande, sabés que solamente un milagro te puede salvar de ahí.
¿Cuál es la experiencia más fea que hayas tenido?
Hay varias, pero te puedo contar la de Irán, una vez buscando un lugar para acampar, vi una fogata a lo lejos de la ruta y me acerqué a la familia, que estaba alrededor de la fogata, y que yo vi de lejos, para pedirle para acampar. Pero resulta que a oscuras, por un camino de tierra, en silencio llegué y de repente irrumpí en la fogata y no era una familia, eran 8, 9 ó 10 tipos contando dinero, estaban haciendo tráfico. Se me tiraron la mitad de los tipos encima, la otra mitad escondió el dinero y me empezaron a hablar en farsi, yo no entendía nada, de forma agresiva.
Me había metido al lugar equivocado y por más que pensaba cómo iba a salir de ésta, estás entregado a lo que te dispone el destino, llámalo como quieras, no me tocaba. ¿Cómo salí de esa? Se me ocurrió agarrar la botella de agua que estaba vacía y pedirles agua. Fueron 15 minutos que me tuvieron ahí, debatiendo ellos qué iban a hacer conmigo.
¿Con qué momento te quedarías de todos estos años de viaje? Un momento fotográfico
Un recuerdo fotográfico en el lago de Malaui, que es el tercer lago más grande de África. Después de haber estado largo tiempo pedaleando por el interior de África, llegué a ese lago y tenía esos atardeceres que dices ‘esto lo paga todo’.
‘Lo que más te queda del viaje’, qué pregunta esa eh (dice sonriendo y se queda pensativo), la gente que conocés, sí.
¿Qué cultura es la más hospitalaria?
Los árabes. Te diría todo el mundo musulmán, los turcos no son árabes, ni los paquistaníes, ni los persas, por llamarlos así, pero igual los árabes junto con estos países que nombré, son bien hospitalarios, basta con llegar a una casa y golpear la puerta y con señas decirles ‘dormir, frío’ y estás adentro, es gente hospitalaria, lo dice el Corán para ellos, es gente de fe, religiosa, que ayuda al que necesite.
¿Ahora qué te impresiona después de haber visto el mundo?
Paisajes cada vez menos. Me impresiona ver como está el mundo, el haber viajado por todos estos países me permitió conocer un poco de historia, ver las realidades que por ahí otra gente o no la ve o no le toca experimentar.
¿Qué va a pasar cuando termines? ¿Cuál es tu siguiente reto?
Tal vez hacer más documentales, dar charlas motivacionales, hacer galerías de fotos, un libro.
Pablo García llegó a México a través de Tijuana, bajó a La Paz y cruzó a Mazatlán, de ahí a Guadalajara, Guanajuato, Veracruz, Villahermosa, Mérida, hasta la Riviera Maya y continuará pedaleando por más países los próximos dos años.
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