El sabado -26- Enero a las 16:00 por Telecinco , foto,.
Ivan Martin sedujo con los concertantes de Chopin,.
Flora Guerra ha sido nombrada Profesora
Emérita de la Universidad de Chile. Momento oportuno para el recuerdo y
el homenaje. Para hacer justicia a su enorme entrega a la música. Alumna
de Rosita Renard, Florita, como le llama cariñosamente su discípula
Elisa Alsina, forma parte de un heroico grupo de mujeres pianistas
nacionales que desafiaron las limitaciones del medio local y se
aventuraron con éxito en los escenarios mundiales. Quizas todo nació en
las tertulias que realizaban José Arrieta Cañas y José Miguel Besoaín
con el cambio de siglo en el Santiago autocomplaciente que vivía o
padecía a su manera, su propia “belle epoque”. A ellas asistía
regularmente Julio Guerra, primer violín del Teatro Municipal, futuro
padre de Flora, a conversar, a evocar o ejecutar secretas melodías
melancólicas; seguramente obras para iniciados, de compositores sólo
para repertorios selectos… Su fotografía, fiel retrato de época, nos
remite, “por libre asociación”, a aquellas memorables páginas
proustianas, en que el autor nos relata sus ansiosas visitas donde los
Verdurín, en busca de aquella sensibilidad y glamour que él autor ya ve
desvanecidos de los salones de la aristocracia parisina.
Tal vez, Flora Guerra ya asistía a las
tertulias de la casa de José Arrieta a través de su padre y, tal vez,
pudo sentir desde ignoradas dimensiones, un presagio de lo que sería la
prolongación de un espíritu que pronto se encarnaría en ella. Hija,
madre y abuela de músicos, sólo ella en el piano. El resto, su padre
Julio, su hijo Cristobal y su nieta Alejandra, en los instrumentos de
cuerda. Nada ha surgido de la improvisación, ni ha existido en esta
familia de músicos de disciplina y rigor el “síndrome mozartiano”, de la
caprichosa precocidad. El culto a la música, nace de una profunda fe en
su universalidad más que de una visión delirante y fugaz. Desde niña
Flora asistirá, para aprender sus primeras técnicas, a la casa de Rosita
Renard. Ella viene llegando de Alemania donde ha terminado sus estudios
con Martín Krause, el maestro de Arrau. Será su alumna predilecta y
pronto la lanzará a las salas de conciertos para que muestre sus dotes
artísticas y su calidad técnica. Con Rosita, Flora y Elvira Savi las
mujeres se atreven a seguir la carrera profesional de concertista. Luego
vendrán otras; Elisa Alsina, Edith Fischer…Dejan de ser un adorno para
la reunión familiar, la intimidad romántica o la tertulia exquisita y
buscan la fama, desafiando el mundo masculino de la crítica y el
público. Serán pioneras de titánicas empresas musicales. Rosita y Flora
son las dos primeras hijas de esta tierra que se atreven a ejecutar el
ciclo completo de las 32 sonatas de Beethoven. “Admiraba a la Renard,
nos dice Elvira Savi, no sólo por sus dotes de maestra sino por su
entrega completa a la música. Siempre quiso repetir sus propios logros”.
Sin Arrau, Chile vivirá por años de sus mujeres pianistas, que nunca se
dejaron abatir ante la luz a ratos cegadora que irradiaba el maestro.
Flora viaja a Estados Unidos y es la primera intérprete latinoamericana
que graba para las nacientes cadenas de televisión NBS y CBS, en 1948.
Conciente de las posibilidades que
brindan los medios de comunicación de masas, utilizará asiduamente la
radio para dar a conocer sus versiones. En 1959 grabará para la radio
Minería los Preludios de Chopin; en Europa lo hará para la BBC en
Londres, la ORTF de Francia, la Radio Polaca y Radio Moscú. Las giras
comenzaron pronto. Su repertorio era amplio. Mozart, Chopin, Beethoven,
Schubert, Ravel, Debussy, Bach, Schumann, los autores universales. Con
ellos viajará por Estados Unidos, Europa, la ex URSS, América Latina y
Central. Legendaria es su versión del concierto para dos manos de Ravel
con el que cautivó a los amantes de la música moderna. Igor Markevitch
la llamó ´´la exquisita intérprete de Ravel´´. Actuó con grandes
directores de orquesta. Además de Markevitch, Jochum, Skrovaczewsky,
Wislocki y Whitney. Pero sus energías nunca se agotaron en la sola
promoción individual a través de la ejecución de autores universales.
Flora Guerra desarrolló desde joven una auténtica vocación de
“pregonadora” de los autores americanos, dándolos a conocer en Europa a
un público que los desconocía casi por completo. Los caprichos del
chileno Carlos Botto, los “Prode do Bebe” de Héctor Villa-lobos o las
sonatas de Ginastera, sonaron en los escenarios del viejo continente,
tal vez por primera vez en las manos de Flora Guerra. Sonidos y ritmos
modernos, caribeños, trasladados a las partituras clásicas. Otros
autores chilenos, Amengual, Orrego, Leng, Soro, siempre estuvieron en
sus repertorios y en sus cátedras. Y viceversa. Dio a conocer en nuestro
país obras hasta entonces desconocidas del grueso público. Britten,
Stravinski y algunos compositores polacos como Lutoslawski,
Serochi-Sulawski y Twardovski, “que tuvieron un impacto apreciable en la
música europaa partir de la década de los 60”.
TITULO:
VIVA LA VIDA -Mar Romera: «Los profesores que no están motivados deberían salir de las escuelas» ,. DOMINGO -27- Enero,.
El domingo -27- Enero a las 16:00 por Telecinco , foto,.
TITULO: VIVA LA VIDA -Mar Romera: «Los profesores que no están motivados deberían salir de las escuelas» ,. DOMINGO -27- Enero,.
El domingo -27- Enero a las 16:00 por Telecinco , foto,.
Mar Romera: «Los profesores que no están motivados deberían salir de las escuelas»,.
La profesora y pedagoga resalta la importancia de los docentes y los padres en la educación de los niños en su nuevo libro, 'La escuela que quiero',.
Romera cree que la pedagogía del siglo XXI necesita un nuevo enfoque. «Educamos desde pequeños a nuestros hijos pensando en que el objetivo debe ser que saquen buenas notas en la universidad, cuando en el futuro, lo más importante para que sean personas competentes es que desarrollen la capacidad de interpretar la información y de adaptarse a los cambios», cuenta.
Esta adaptación no pasa necesariamente por una educación basada en las nuevas tecnologías, opina Romera. «Tienen que formar parte del acto de la educación, pero no pueden sustituir a los referentes humanos. No podemos expulsar de las aulas la literatura o el arte. La tecnología es importante, pero los docentes lo son mucho más», afirma. «Un niño con un artefacto digital puede aprender los colores, pero no así no se respeta su proceso de madurez. Para madurar, necesita tiempo, jugar, tratar con iguales... Y el siglo XXI nos ha robado a los iguales y nos ha robado el tiempo», indica.
En su opinión, «los profesores que no estén motivados no deberían estar en las escuelas». «La formación universitaria de magisterio debe cambiar y la sociedad tiene que querer y respetar mucho a los profesores», subraya.
La autora incide en la necesidad de que los padres tomen conciencia de su papel en la educación de los niños, más importante que el de la escuela. «Los hijos van a ver y a escuchar siempre a sus padres, que deben ser sus referentes seguros, no sus amigos, poniendo límites y normas basados en el respeto y en el amor incondicional», subraya. Los pequeños no tienen que estar «ni sobreprotegidso ni sobreestimulados», dice Romera, que aconseja a los padres algo muy sencillo a la hora de buscar un colegio para sus hijos: «El que esté más cerca de casa. Vivimos una época de marketing y las escuelas no son ajenas a ello. Todas quieren estar arriba en los rankings y se ponen en venta, vendiendo, a su vez, recursos que no son importantes».
En el debate de los deberes, la posición de Romera es clara: «No se puede decir que no a los deberes por decreto. Tenemos que hacer que la escuela sea tan estimulante que lo que ocurra ahí lo cuenten luego a los padres en casa y al revés, que lo que ocurra en casa lo cuenten en la escuela. De esta manera, los niños van a pedir siempre más información y van a querer aprender sin deberes».
Los políticos, afirma Romera, tienen «muy buenas intenciones», admite, pero se preocupan «por buenos resultados y estadísticas». «Pero lo que debemos mirar de verdad es que ningún niño se quede fuera del sistema, aunque tenga necesidades especiales: en ese caso, hay que proporcionarle lo que necesite. Cuando un alumno fracasa, es el sistema el que está fracasando», agrega. ¿Consenso entre los partidos para las leyes educativas? «Es imprescindible, aunque muy difícil de conseguir. No podemos pedirles consensos cuando nosotros, los ciudadanos, no somos capaces de llegar a casi ningún acuerdo porque estamos perdiendo la capacidad de escuchar», subraya.
TITULO: Ese programa del que usted me habla con -Vino extremeño: una DO o seis,. ,.
El martes -22- enero por La 2 a las 21:30,foto,.
Vino extremeño: una DO o seis,.
Regiones más pequeñas que Extremadura tienen hasta 11 denominaciones distintas,.
Es verdad, nunca parece buen momento para plantear ese tema, quizás porque ya no tenga sentido o porque no tiene solución o porque englobar toda la producción bajo un mismo epígrafe fue una decisión política de la que mejor no disentir. ¿Pero de verdad ha sido bueno para Extremadura contar con una sola denominación de origen en vinos?
Nuestro caso solo se repite en las comunidades de La Rioja, Navarra y Madrid. Pero en La Rioja hay 5.000 kilómetros cuadrados, Navarra tiene 10.000 y Madrid, 8.000. En los 41.635 kilómetros cuadrados de Extremadura hay una sola DO del vino, mientras que en las comunidades con un tamaño más cercano al nuestro, hay 11, en el caso de Cataluña, y cuatro, en el caso de Aragón. Castilla y León no es solo Ribera del Duero, aunque el río sea el epicentro de la región, sino que cuenta con 9 DO. En Castilla la Mancha, además de Valdepeñas, hay otras 7 DO vitivinícolas. En Andalucía hay seis y hasta una región tan pequeña como Baleares tiene dos. Incluso el País Vasco, que solo produce txakolí, ha sabido entender que al comprador le gustan los matices y tiene tres denominaciones solo para el txakolí. Si nosotros fuéramos Euskadi, seguro que teníamos media docena de ellas para el pitarra.
Sin embargo, ya ven, da lo mismo un vino de Trujillo que otro de Sierra de Gata, Don Benito o Puebla de Sancho Pérez. Aquí, todo es Ribera del Guadiana, mientras que en comunidades más pequeñas como Murcia o Valencia, distinguen matices, diversifican la oferta y tienen en cada una tres DO.
Sacar este tema, así, de pronto, parece fuera de lugar, incluso hasta podría parecer electoralista, pero, sinceramente, responde a la rabia que me da viajar a Galicia y disfrutar de los matices de un Ribeiro, un Rías Baixas, un Ribeira Sacra, un Monterrey o un Valdeorras, cada uno con su gracia y su diferencia. Seguramente, podrían haberse llamado todos Ribera del Miño, al fin y al cabo, predominan los blancos, las uvas godello y albariño se dan en varias denominaciones y son todos muy afrutados. Pero no, nada de eso, tienen cinco denominaciones porque cada vino regala una gracia y es un placer comparar matices y descubrir tesoros en bodegas de Ribadavia, Verín o Cambados.
En Extremadura, sin embargo, uniformidad y eso no funciona hoy en un mercado cada vez más sofisticado y amigo de los detalles diferenciadores. No señor, no es lo mismo un vino de Cañamero que uno de Maguilla. Es lógico, ¿cómo van a ser lo mismo? E igual se podría decir de un vino de Gata frente a uno de Matanegra o un tinto de Oliva de la Frontera frente a un tinto de Oliva de Mérida. No hay igualdad, sino sugerencias, riqueza, detalles y es una pena que todo se venda en el mismo paquete. Vino de Riolobos y vino de Los Santos de Maimona... Es ridículo que ambos puedan estar amparados bajo el mismo epígrafe. No encierra el mismo atractivo vender un tinto de Alía y un tinto de Plasencia dentro del mismo bloque que hacerlo distinguiendo ya desde su DO.
Nadie puede negar el gran trabajo hecho por el consejo regulador, eso no se cuestiona. Lo que nos preguntamos es si los vinos extremeños resultan más atractivos perteneciendo a la DO Ribera del Guadiana o perteneciendo a seis denominaciones: Trujillo-Montánchez, Cañamero, Gata, Tierra de Barros-Ribera del Guadiana, Matanegra y un apartado o denominación para el pitarra, que no es menos que el txakolí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario