TITULO: REVISTA FARMACIA - Moderna demanda a Pfizer y BioNTech por violación de sus patentes en la vacuna contra la covid ,.
REVISTA FARMACIA - Moderna demanda a Pfizer y BioNTech por violación de sus patentes en la vacuna contra la covid , fotos,.
Moderna demanda a Pfizer y BioNTech por violación de sus patentes en la vacuna contra la covid,.
La empresa acusa a sus competidores de copiar la tecnología de ARN mensajero sin permiso,.
La farmacéutica Moderna ha presentado hoy demandas por infracción de patentes contra Pfizer y BioNTech en un tribunal de Massachusetts (Estados Unidos) y en otro de Düsseldorf (Alemania). La firma considera que la vacuna contra la covid Comirnaty, de Pfizer y BioNTech, infringe las patentes que Moderna presentó entre 2010 y 2016 y que cubren la tecnología fundacional de ARNm de Moderna. “Pfizer y BioNTech copiaron esta tecnología, sin el permiso de Moderna”, asegura la empresa en una nota hecha pública este viernes.
El comunicado no especifica la cantidad que reclama Moderna, pero no pide su retirada del mercado. La vacuna contra la covid se ha convertido en la principal fuente de ingresos del gigante farmacéutico Pfizer, acaparando la mitad de su facturación. Pfizer prevé ingresar en 2022 más de 30.000 millones de dólares (una cifra similar en euros) por las ventas de la vacuna. Para Moderna, ha sido su primer producto relevante en el mercado.
“Estamos presentando estas demandas para proteger la innovadora plataforma tecnológica de ARNm en la que fuimos pioneros, en cuya creación invertimos miles de millones de dólares y que patentamos durante la década anterior a la pandemia de covid-19″, ha señalado en el comunicado el jefe de Moderna, Stéphane Bancel.
Su directora jurídica, Shannon Thyme Klinger, ha señalado: “Moderna espera que Pfizer y BioNTech compensen a Moderna por el uso continuado de Comirnaty de las tecnologías patentadas de Moderna. Nuestra misión de crear una nueva generación de medicamentos transformadores para los pacientes cumpliendo la promesa de la ciencia del ARNm no puede lograrse sin un sistema de patentes que recompense y proteja la innovación”.
Pfizer y BioNTech se Han declarado “sorprendidos por el litigio”. Su vacuna, aseguran, se basó en la tecnología de ARNm propiedad de BioNTech y fue desarrollada tanto por BioNTech como por Pfizer”. “Seguimos confiando en nuestra propiedad intelectual (…) y nos defenderemos enérgicamente contra las alegaciones de la demanda”, añaden en un comunicado.
Moderna cree que Pfizer y BioNTech copiaron dos características clave de sus tecnologías patentadas que son fundamentales para el éxito de las vacunas de ARN mensajero. “Cuando surgió la covid-19, ni Pfizer ni BioNTech tenían el nivel de experiencia de Moderna en el desarrollo de vacunas de ARNm para enfermedades infecciosas, y siguieron a sabiendas el camino de Moderna para desarrollar su propia vacuna”, afirma la empresa.
El ARN mensajero
El ARN es una molécula esencial para la vida. Tanto la vacuna de Moderna como la de Pfizer y BioNTech se basan en esta molécula, en concreto en un subtipo conocido como ARN mensajero. Su trabajo es transmitir el mensaje de la vida contenido en el ADN y convertirlo en todas las proteínas que nos permiten desempeñar todas las funciones vitales. Cualquier vacuna es una simulación de una infección para provocar una respuesta del sistema inmune ante un patógeno sin dejar que cause la enfermedad. Las vacunas de Moderna y BioNTech usan una técnica diferente a las convencionales, basadas en virus completos atenuados —sarampión—, desactivados —gripe— o en fragmentos de este. Las vacunas de ARN mensajero usan las células del cuerpo como biorreactores para que produzcan copias de la proteína S del coronavirus y que estas sean localizadas por el sistema inmune.
Según los argumentos de Moderna, Pfizer y BioNTech llevaron a ensayos clínicos cuatro candidatas a vacunas diferentes, que incluían opciones que se habrían alejado de la vía de Moderna. Sin embargo, Pfizer y BioNTech decidieron finalmente proceder con una vacuna que tiene la misma modificación química del ARNm que Spikevax, su propia vacuna. Los científicos de Moderna comenzaron a desarrollar esta modificación química que evita provocar una respuesta inmunitaria indeseable cuando el ARNm se introduce en el organismo en 2010 y fueron los primeros en validarla en ensayos con humanos en 2015, dice la empresa.
“En segundo lugar, y de nuevo a pesar de tener muchas opciones diferentes, Pfizer y BioNTech copiaron el enfoque de Moderna para codificar la proteína de espiga de longitud completa en una formulación de nanopartículas lipídicas para un coronavirus. Los científicos de Moderna desarrollaron este enfoque cuando crearon una vacuna para el coronavirus que causa el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) años antes de la aparición de COVID-19″, añade.
La empresa asegura que por su compromiso con el acceso mundial equitativo a las vacunas, en octubre de 2020 se comprometió a no hacer valer sus patentes relacionadas con la covid mientras continuara la pandemia. En marzo de 2022, cuando la lucha colectiva contra la covid entró en una nueva fase y el suministro de la vacuna ya no era un obstáculo para el acceso en muchas partes del mundo, Moderna actualizó su compromiso, explica. La empresa dice que dejó claro que, aunque nunca haría valer sus patentes para cualquier vacuna contra la covid-19 que se utilizara en los 92 países de ingresos bajos y medios, esperaba que empresas como Pfizer y BioNTech respetaran sus derechos de propiedad intelectual y consideraría una licencia comercialmente razonable en caso de que la solicitaran para otros mercados. “Pfizer y BioNTech no lo han hecho”, concluye.
“Esta plataforma fundacional, que empezamos a construir en 2010, junto con nuestro trabajo patentado sobre los coronavirus en 2015 y 2016, nos permitió producir una vacuna segura y altamente eficaz contra la covid-19 en un tiempo récord tras la pandemia. Mientras trabajamos para combatir los retos sanitarios en el futuro, Moderna está utilizando nuestra plataforma tecnológica de ARNm para desarrollar medicamentos que podrían tratar y prevenir enfermedades infecciosas como la gripe y el VIH, así como enfermedades autoinmunes y cardiovasculares y formas raras de cáncer”, añade Bancel en el comunicado.
TITULO: CAFE, COPA Y Tierra de talento -María de la Colina nos emociona con sus sevillanas rocieras,.
El sabado - 8 , 15 - Octubre , a las 22:00 por Canal Sur, foto,.
María de la Colina nos emociona con sus sevillanas rocieras,.
La cantaora María de la Colina tiene sangre manriqueña por la familia de su padre y onubense por la de su madre. Además es nacida y criada en La Puebla del Río y ha hecho el camino siempre con la Hermandad de Triana. Una rociera de los pies a la cabeza.
Lo demuestra cantándole a la virgen unas sevillanas que ponen los vellos de punta, acompañada a la guitarra por Fernando Iglesias, "Mae" Y Francis Gómez, deleita con su fuerza y talento a todos los presentes.
TITULO: El escarabajo verde - Rescatan un buitre negro desorientado en el centro de Madrid,.
Rescatan un buitre negro desorientado en el centro de Madrid,.
El aver fue recogida por policías municipales y expertos del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona para su devolución a su hábitat natural,.
Agentes de la Unidad de Distrito de Ciudad Lineal de la Policía Municipal de Madrid rescataron esta semana a un buitre negro que se encontraba desorientado y aturdido en la calle, informó el cuerpo local en redes sociales.
En colaboración con personal especializado del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona (Grefa), el animal fue cubierto con una prenda para que no se alterase e introducido en una habitáculo en condiciones de seguridad. Luego fue trasladado al centro de valoración, donde se determinó que no se encontraba herido, por lo que será reintroducido en su hábitat natural.
El pasado mes de agosto los agentes rescataron a otro buitre desorientado y agotado en la calle Aduana, en pleno centro de Madrid. El animal se ha desorientado con la tormenta y, debido a la lluvia que le había caído encima, se encontraba agotado.
TITULO: Días de cine clásico - Cine - Superman . , Miercoles -12, 19 - Octubre,.
Este Miercoles - 12, 19 - Octubre a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.
Reparto Christopher Reeve, Marlon Brando, Gene Hackman, Margot Kidder, Ned Beatty, Jackie Cooper, Glenn Ford, Trevor Howard, Jack O'Halloran, Valerie Perrine, Maria Schell, Terence Stamp, Phyllis Thaxter,. Desde
una galaxia remota, un recién nacido es enviado por sus padres al
espacio debido a la inminente destrucción del planeta donde viven. La
nave aterriza en la Tierra, y el niño es adoptado por unos granjeros que
le inculcan los mejores valores humanos. Con los años, el joven se irá a
Metrópolis y allí usará sus poderes sobrenaturales para luchar contra
el mal.
TITULO:
Un país para escucharlo - El Museo del Turrón acoge la exposición fotográfica 'El Hilo de Ariadna' de Gabriel J. García,.
Un país para escucharlo,. Este martes- 11, 18 - Octubre , a las 23.00 por La 2, foto.
El Museo del Turrón acoge la exposición fotográfica 'El Hilo de Ariadna' de Gabriel J. García,.
Se podrá visitar del 6 al 24 de mayo,.
La sala 'Almazara' del Museo del Turrón acogerá hasta el martes 24 de mayo la exposición fotográfica 'El Hilo de Ariadna', del fotógrafo castuerense afincado en la población gaditana de San Fernando, Gabriel J. García.
El alcalde de Castuera, Francisco Martos, y la concejala de Cultura, Piedad Roso, acompañados del autor de las fotografías, inauguron oficialmente el pasado viernes 6 de mayo esta exposición en la que se recogen 40 retratos de gran formato de mujeres de todas las edades, desde los 12 hasta 80 años.
Al acto inaugural acudieron también amigos y familiares del fotógrafo, entre ellos su padre y su madre, a quienes dedicó unas emocionadas palabras.
'El Hilo de Ariadna' recopila también textos escritos por cada una las mujeres fotografiadas en los que se definen a ellas mismas.
El propio Gabriel J. García difinió esta selección de 40 fotografías de entre las centenares que realizó para realizar este proyecto como una «sinfonía de emociones», resultante de la mirada de las mujeres fotografiadas, cuyos rostros trasmiten en algunos casos, asombro, incomodidad, confusión, tristeza o dolor, y en otros, curiosidad, excitación, admiración, seguridad, calma, disfrute o alegría.
Sobre el proceso creativo, el autor explica que no lo considera sesiones, sino encuentros fotográficos, donde plantea un «viaje al interior», expresado con el cuerpo y la mirada de las mujeres anónimas que se han prestado a colaborar en este proyecto que comenzó su andadura en 2017.
En este sentido, Gabriel J. García, apunta que «las mujeres que han participado se expresan libremente con su ropa, con su cuerpo, con sus emociones, con su mirada, y en un escenario que siempre es el mismo, unas sábanas blancas, y «ellas ocupándolo, y viviendo el viaje a su propio laberinto».
TITULO: Documental - Rusia bombardea Chaplino, cuya estación estaba siendo utilizada por el Ejército ucranio,.
foto / Rusia bombardea Chaplino, cuya estación estaba siendo utilizada por el Ejército ucranio
Zelenski denunció una masacre de civiles debido a un misil ruso; los vecinos confirman que la instalación “estaba llena de soldados [ucranios]”,.
El misil ruso erró el objetivo por 200 metros. El cráter está allí, como la pisada de un gigante, entre los escombros de viviendas colindantes. A 200 metros se encuentra la estación de tren de Chaplino, en el este de Ucrania. El objetivo ruso eran unidades militares estacionadas en las vías, según los vecinos del pueblo. El ataque se produjo el 24 de agosto, día en el que Ucrania conmemora su independencia, una soberanía que Moscú quiere terminar a hierro y fuego. 25 personas fallecieron, según la oficina del presidente, Volodímir Zelenski. Uno de los muertos fue Vlad, un niño de 11 años que vivía a escasos metros del cráter. Dos días después, su padre había perdido la voz, afónico de tanto llorar.
Vera Yshenko era la abuela de Matvi, de 6 años, otro niño de Chaplino que murió bajo las bombas rusas. La mujer hacía guardia la mañana del viernes, horas antes del funeral de su nieto, frente al jardín de su casa con una corona mortuoria en el regazo y un juguete bajo el brazo, un pequeño robot que quería enterrar junto al féretro de su nieto. Yshenko siente rabia, no solo contra el invasor ruso, también contra el Ejército ucranio: “Para el día de la independencia avisaron de que los rusos podían intensificar los bombardeos, pero en la estación estaban esos trenes militares, y sabían que eran un objetivo. ¿Por qué los dejaron allí?”.
Chaplino es una pedanía humilde, de 3.700 habitantes, de casas de una planta diseminadas entre campos de girasoles, nogales y calles a medio asfaltar. El núcleo del municipio son las vías del tren y la estación. La mayoría de su población está vinculada laboralmente a la compañía ferroviaria ucrania, Ukrzaliznytsia. El pueblo es un eje ferroviario estratégico entre la ciudad de Dnipro y las provincias de Donetsk y Zaporiyia; estas últimas en pleno frente de guerra, con los rusos ocupando buena parte de ambos territorios. Chaplino se localiza a solo 40 kilómetros de las trincheras de Donetsk. Su estación ha sido un nodo de transporte de mercancías, sobre todo mineras, pero actualmente también es un enclave por el que circulan y operan convoyes militares. El viernes a mediodía, durante la visita de este diario, salió de Chaplino en dirección al oeste un tren cargado con piezas de artillería, blindados y camiones militares.
Las autoridades militares no dieron autorización a EL PAÍS para acceder a la estación, alegando que es una infraestructura estratégica. La decisión contrasta con el libre paso que el gobierno militar de Donetsk dio el pasado abril a los periodistas en la estación de tren de Kramatorsk, cuando misiles Toshka-U rusos asesinaron a más de 50 civiles, pasajeros que esperaban para ser evacuados lejos de la zona más caliente de la guerra.
Una responsable de prensa de la administración militar del distrito de Chaplino acompañó en todo momento a este diario durante el recorrido por el municipio. Ni ella ni sus superiores quisieron confirmar o desmentir que en la estación hubiera unidades militares en el momento del ataque. Tampoco han querido precisar si fallecieron o no soldados. Mikola Karnauch, representante de la administración municipal, aseguró que no podía detallar quiénes eran los 25 civiles fallecidos, más allá de los 5 muertos en Chaplino. Karnauch añadió que podía tratarse de pasajeros y personal de la compañía ferroviaria.
El ministerio de Defensa ruso afirmó que un misil Iskander había matado en Chaplino a 200 soldados reservistas que eran transportados al frente de Donetsk, además de destruir 10 armas de gran calibre. Un vídeo difundido por cuentas propagandistas rusas, obtenido de una persona que grabó las tareas de extinción del fuego, mostraba que por lo menos en uno de los trenes calcinados se estarían transportando camiones militares. El primer cohete que cayó en Chaplino impactó en la zona residencial y acabó con la vida del pequeño Vlad. Una hora más tarde, a las 14.45 del miércoles, los rusos corrigieron las coordenadas y una segunda una ronda de misiles impactó en las instalaciones de la estación.
Los servicios de emergencia informaron a la agencia estatal ucrania Ukrinform que ocho proyectiles impactaron en Chaplino, todos de poca precisión: además de los Iskander, la artillería rusa habría utilizado misiles de multilanzandera Smerch y bombas de racimo, una munición que distribuye su impacto en múltiples pequeños explosivos y que están prohibidas por 110 países por el daño indiscriminado que causan en un amplio radio.
Bombas de racimo en el patio
Elena Budnik, vecina de la estación, vio caer las bombas de racimo. El viernes, día siguiente al ataque, Budnik, de 65 años, aún recoge fragmentos de proyectiles que cayeron en su patio, cubierto por la sombra de unos manzanos y de una parra. Esta antigua empleada de la sala de cine del municipio habla en ruso y recuerda que ella estudió ingeniería en San Petersburgo. Budnik recalca esas pinceladas biográficas para añadir entre lágrimas: “Ya no queremos saber nada de Rusia, queremos ser libres”. Por la radio de un coche aparcado frente a la verja de su domicilio suena una emisora local de la provincia de Dnipro. La radio emite un anuncio de las Fuerzas Armadas ucranias, que se repite cada media hora, destinado a los posibles soldados rusos que estuvieran escuchando la frecuencia: “Rendíos, seréis tratados con dignidad, no tenéis que morir por el régimen de Vladímir Putin”.
Budnik admite que se imaginaba que algo grave podía suceder en Chaplino, porque la carga y descarga de equipamiento militar es constante: “Ya hubo otros intentos de destruir la estación, pero las defensas antiaéreas habían funcionado”. Vera Yshenko recuerda que por lo menos el pasado abril las baterías antiaéreas próximas a Chaplino derribaron varios misiles.
Lidia Cherenitshenko, empleada jubilada de la compañía de ferrocarriles de Ucrania, recoge los cristales rotos de las ventanas de su casa, un destrozo causado por la onda expansiva de un misil. Preguntada por los motivos por los que cree que Rusia atacó Chaplino, Cherenitshenko se toma unos largos segundos para secarse las lágrimas y meditar sus palabras. Tiene miedo de que vuelva a producirse un ataque. Observa con desconfianza a la representante de prensa de la administración militar, pero al final habla: “La estación estaba llena de soldados”Elena Budnik muestra los restos de un misil ruso que cayeron en su patio, el 24 de agosto en Chaplino, Ucrania.CRISTIAN SEGURA
Un informe de Amnistía Internacional provocó el pasado julio un gran revuelo en Ucrania al advertir a sus Fuerzas Armadas de que establecer unidades militares en zonas urbanas podía causar muertes civiles. También es habitual que los destacamentos militares no pernocten en los cuarteles, por temor a los bombardeos rusos, y los soldados sean distribuidos en hoteles y edificios de viviendas próximos a la base. Así lo ha podido comprobar este diario en Dnipro, Járkov y también en Donetsk. El Gobierno ucranio esgrime que en la línea cero del frente, donde los dos Ejércitos luchan frente a frente —no es el caso de Chaplino—, es imposible combatir evitando núcleos civiles, por lo que la evacuación ha pasado a ser prácticamente obligatoria. El distrito donde se ubica Chaplino no está dentro de las zonas de evacuación.
“Solo Dios sabe lo que los rusos harán”, dice Olena Maniko, edil de la localidad, mientras reparte paquetes de alimentos, la jornada siguiente al ataque, que entidades cristianas habían donado a las familias de las víctimas. Visiblemente afectada, pide un ansiolítico. En un comunicado que publicó en mayo en el perfil de Facebook de la comunidad de Chaplino, la concejala ya instaba a los residentes que vivían cerca de las vías que durante las alarmas aéreas se alejaran de la infraestructura.
Más de 5.500 civiles muertos
La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU había confirmado hasta el pasado 22 de agosto que más de 5.500 civiles habían perdido la vida en la guerra de Ucrania, entre ellos 446 menores de edad. Este organismo da por hecho que el número real es “considerablemente superior”.
TITULO:
Un país para escucharlo - El Museo del Turrón acoge la exposición fotográfica 'El Hilo de Ariadna' de Gabriel J. García,.
Un país para escucharlo,. Este martes- 11, 18 - Octubre , a las 23.00 por La 2, foto.
El Museo del Turrón acoge la exposición fotográfica 'El Hilo de Ariadna' de Gabriel J. García,.
Se podrá visitar del 6 al 24 de mayo,.
La sala 'Almazara' del Museo del Turrón acogerá hasta el martes 24 de mayo la exposición fotográfica 'El Hilo de Ariadna', del fotógrafo castuerense afincado en la población gaditana de San Fernando, Gabriel J. García.
El alcalde de Castuera, Francisco Martos, y la concejala de Cultura, Piedad Roso, acompañados del autor de las fotografías, inauguron oficialmente el pasado viernes 6 de mayo esta exposición en la que se recogen 40 retratos de gran formato de mujeres de todas las edades, desde los 12 hasta 80 años.
Al acto inaugural acudieron también amigos y familiares del fotógrafo, entre ellos su padre y su madre, a quienes dedicó unas emocionadas palabras.
'El Hilo de Ariadna' recopila también textos escritos por cada una las mujeres fotografiadas en los que se definen a ellas mismas.
El propio Gabriel J. García difinió esta selección de 40 fotografías de entre las centenares que realizó para realizar este proyecto como una «sinfonía de emociones», resultante de la mirada de las mujeres fotografiadas, cuyos rostros trasmiten en algunos casos, asombro, incomodidad, confusión, tristeza o dolor, y en otros, curiosidad, excitación, admiración, seguridad, calma, disfrute o alegría.
Sobre el proceso creativo, el autor explica que no lo considera sesiones, sino encuentros fotográficos, donde plantea un «viaje al interior», expresado con el cuerpo y la mirada de las mujeres anónimas que se han prestado a colaborar en este proyecto que comenzó su andadura en 2017.
En este sentido, Gabriel J. García, apunta que «las mujeres que han participado se expresan libremente con su ropa, con su cuerpo, con sus emociones, con su mirada, y en un escenario que siempre es el mismo, unas sábanas blancas, y «ellas ocupándolo, y viviendo el viaje a su propio laberinto».
TITULO: Documental - Rusia bombardea Chaplino, cuya estación estaba siendo utilizada por el Ejército ucranio,.
foto / Rusia bombardea Chaplino, cuya estación estaba siendo utilizada por el Ejército ucranio
Zelenski denunció una masacre de civiles debido a un misil ruso; los vecinos confirman que la instalación “estaba llena de soldados [ucranios]”,.
El misil ruso erró el objetivo por 200 metros. El cráter está allí, como la pisada de un gigante, entre los escombros de viviendas colindantes. A 200 metros se encuentra la estación de tren de Chaplino, en el este de Ucrania. El objetivo ruso eran unidades militares estacionadas en las vías, según los vecinos del pueblo. El ataque se produjo el 24 de agosto, día en el que Ucrania conmemora su independencia, una soberanía que Moscú quiere terminar a hierro y fuego. 25 personas fallecieron, según la oficina del presidente, Volodímir Zelenski. Uno de los muertos fue Vlad, un niño de 11 años que vivía a escasos metros del cráter. Dos días después, su padre había perdido la voz, afónico de tanto llorar.
Vera Yshenko era la abuela de Matvi, de 6 años, otro niño de Chaplino que murió bajo las bombas rusas. La mujer hacía guardia la mañana del viernes, horas antes del funeral de su nieto, frente al jardín de su casa con una corona mortuoria en el regazo y un juguete bajo el brazo, un pequeño robot que quería enterrar junto al féretro de su nieto. Yshenko siente rabia, no solo contra el invasor ruso, también contra el Ejército ucranio: “Para el día de la independencia avisaron de que los rusos podían intensificar los bombardeos, pero en la estación estaban esos trenes militares, y sabían que eran un objetivo. ¿Por qué los dejaron allí?”.
Chaplino es una pedanía humilde, de 3.700 habitantes, de casas de una planta diseminadas entre campos de girasoles, nogales y calles a medio asfaltar. El núcleo del municipio son las vías del tren y la estación. La mayoría de su población está vinculada laboralmente a la compañía ferroviaria ucrania, Ukrzaliznytsia. El pueblo es un eje ferroviario estratégico entre la ciudad de Dnipro y las provincias de Donetsk y Zaporiyia; estas últimas en pleno frente de guerra, con los rusos ocupando buena parte de ambos territorios. Chaplino se localiza a solo 40 kilómetros de las trincheras de Donetsk. Su estación ha sido un nodo de transporte de mercancías, sobre todo mineras, pero actualmente también es un enclave por el que circulan y operan convoyes militares. El viernes a mediodía, durante la visita de este diario, salió de Chaplino en dirección al oeste un tren cargado con piezas de artillería, blindados y camiones militares.
Las autoridades militares no dieron autorización a EL PAÍS para acceder a la estación, alegando que es una infraestructura estratégica. La decisión contrasta con el libre paso que el gobierno militar de Donetsk dio el pasado abril a los periodistas en la estación de tren de Kramatorsk, cuando misiles Toshka-U rusos asesinaron a más de 50 civiles, pasajeros que esperaban para ser evacuados lejos de la zona más caliente de la guerra.
Una responsable de prensa de la administración militar del distrito de Chaplino acompañó en todo momento a este diario durante el recorrido por el municipio. Ni ella ni sus superiores quisieron confirmar o desmentir que en la estación hubiera unidades militares en el momento del ataque. Tampoco han querido precisar si fallecieron o no soldados. Mikola Karnauch, representante de la administración municipal, aseguró que no podía detallar quiénes eran los 25 civiles fallecidos, más allá de los 5 muertos en Chaplino. Karnauch añadió que podía tratarse de pasajeros y personal de la compañía ferroviaria.
El ministerio de Defensa ruso afirmó que un misil Iskander había matado en Chaplino a 200 soldados reservistas que eran transportados al frente de Donetsk, además de destruir 10 armas de gran calibre. Un vídeo difundido por cuentas propagandistas rusas, obtenido de una persona que grabó las tareas de extinción del fuego, mostraba que por lo menos en uno de los trenes calcinados se estarían transportando camiones militares. El primer cohete que cayó en Chaplino impactó en la zona residencial y acabó con la vida del pequeño Vlad. Una hora más tarde, a las 14.45 del miércoles, los rusos corrigieron las coordenadas y una segunda una ronda de misiles impactó en las instalaciones de la estación.
Los servicios de emergencia informaron a la agencia estatal ucrania Ukrinform que ocho proyectiles impactaron en Chaplino, todos de poca precisión: además de los Iskander, la artillería rusa habría utilizado misiles de multilanzandera Smerch y bombas de racimo, una munición que distribuye su impacto en múltiples pequeños explosivos y que están prohibidas por 110 países por el daño indiscriminado que causan en un amplio radio.
Bombas de racimo en el patio
Elena Budnik, vecina de la estación, vio caer las bombas de racimo. El viernes, día siguiente al ataque, Budnik, de 65 años, aún recoge fragmentos de proyectiles que cayeron en su patio, cubierto por la sombra de unos manzanos y de una parra. Esta antigua empleada de la sala de cine del municipio habla en ruso y recuerda que ella estudió ingeniería en San Petersburgo. Budnik recalca esas pinceladas biográficas para añadir entre lágrimas: “Ya no queremos saber nada de Rusia, queremos ser libres”. Por la radio de un coche aparcado frente a la verja de su domicilio suena una emisora local de la provincia de Dnipro. La radio emite un anuncio de las Fuerzas Armadas ucranias, que se repite cada media hora, destinado a los posibles soldados rusos que estuvieran escuchando la frecuencia: “Rendíos, seréis tratados con dignidad, no tenéis que morir por el régimen de Vladímir Putin”.
Budnik admite que se imaginaba que algo grave podía suceder en Chaplino, porque la carga y descarga de equipamiento militar es constante: “Ya hubo otros intentos de destruir la estación, pero las defensas antiaéreas habían funcionado”. Vera Yshenko recuerda que por lo menos el pasado abril las baterías antiaéreas próximas a Chaplino derribaron varios misiles.
Lidia Cherenitshenko, empleada jubilada de la compañía de ferrocarriles de Ucrania, recoge los cristales rotos de las ventanas de su casa, un destrozo causado por la onda expansiva de un misil. Preguntada por los motivos por los que cree que Rusia atacó Chaplino, Cherenitshenko se toma unos largos segundos para secarse las lágrimas y meditar sus palabras. Tiene miedo de que vuelva a producirse un ataque. Observa con desconfianza a la representante de prensa de la administración militar, pero al final habla: “La estación estaba llena de soldados”Elena Budnik muestra los restos de un misil ruso que cayeron en su patio, el 24 de agosto en Chaplino, Ucrania.CRISTIAN SEGURA
Un informe de Amnistía Internacional provocó el pasado julio un gran revuelo en Ucrania al advertir a sus Fuerzas Armadas de que establecer unidades militares en zonas urbanas podía causar muertes civiles. También es habitual que los destacamentos militares no pernocten en los cuarteles, por temor a los bombardeos rusos, y los soldados sean distribuidos en hoteles y edificios de viviendas próximos a la base. Así lo ha podido comprobar este diario en Dnipro, Járkov y también en Donetsk. El Gobierno ucranio esgrime que en la línea cero del frente, donde los dos Ejércitos luchan frente a frente —no es el caso de Chaplino—, es imposible combatir evitando núcleos civiles, por lo que la evacuación ha pasado a ser prácticamente obligatoria. El distrito donde se ubica Chaplino no está dentro de las zonas de evacuación.
“Solo Dios sabe lo que los rusos harán”, dice Olena Maniko, edil de la localidad, mientras reparte paquetes de alimentos, la jornada siguiente al ataque, que entidades cristianas habían donado a las familias de las víctimas. Visiblemente afectada, pide un ansiolítico. En un comunicado que publicó en mayo en el perfil de Facebook de la comunidad de Chaplino, la concejala ya instaba a los residentes que vivían cerca de las vías que durante las alarmas aéreas se alejaran de la infraestructura.
Más de 5.500 civiles muertos
La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU había confirmado hasta el pasado 22 de agosto que más de 5.500 civiles habían perdido la vida en la guerra de Ucrania, entre ellos 446 menores de edad. Este organismo da por hecho que el número real es “considerablemente superior”.
Este martes- 11, 18 - Octubre , a las 23.00 por La 2, foto.
El Museo del Turrón acoge la exposición fotográfica 'El Hilo de Ariadna' de Gabriel J. García,.
Se podrá visitar del 6 al 24 de mayo,.
La sala 'Almazara' del Museo del Turrón acogerá hasta el martes 24 de mayo la exposición fotográfica 'El Hilo de Ariadna', del fotógrafo castuerense afincado en la población gaditana de San Fernando, Gabriel J. García.
El alcalde de Castuera, Francisco Martos, y la concejala de Cultura, Piedad Roso, acompañados del autor de las fotografías, inauguron oficialmente el pasado viernes 6 de mayo esta exposición en la que se recogen 40 retratos de gran formato de mujeres de todas las edades, desde los 12 hasta 80 años.
Al acto inaugural acudieron también amigos y familiares del fotógrafo, entre ellos su padre y su madre, a quienes dedicó unas emocionadas palabras.
'El Hilo de Ariadna' recopila también textos escritos por cada una las mujeres fotografiadas en los que se definen a ellas mismas.
El propio Gabriel J. García difinió esta selección de 40 fotografías de entre las centenares que realizó para realizar este proyecto como una «sinfonía de emociones», resultante de la mirada de las mujeres fotografiadas, cuyos rostros trasmiten en algunos casos, asombro, incomodidad, confusión, tristeza o dolor, y en otros, curiosidad, excitación, admiración, seguridad, calma, disfrute o alegría.
Sobre el proceso creativo, el autor explica que no lo considera sesiones, sino encuentros fotográficos, donde plantea un «viaje al interior», expresado con el cuerpo y la mirada de las mujeres anónimas que se han prestado a colaborar en este proyecto que comenzó su andadura en 2017.
En este sentido, Gabriel J. García, apunta que «las mujeres que han participado se expresan libremente con su ropa, con su cuerpo, con sus emociones, con su mirada, y en un escenario que siempre es el mismo, unas sábanas blancas, y «ellas ocupándolo, y viviendo el viaje a su propio laberinto».
TITULO: Documental - Rusia bombardea Chaplino, cuya estación estaba siendo utilizada por el Ejército ucranio,.
foto / Rusia bombardea Chaplino, cuya estación estaba siendo utilizada por el Ejército ucranio
Zelenski denunció una masacre de civiles debido a un misil ruso; los vecinos confirman que la instalación “estaba llena de soldados [ucranios]”,.
El misil ruso erró el objetivo por 200 metros. El cráter está allí, como la pisada de un gigante, entre los escombros de viviendas colindantes. A 200 metros se encuentra la estación de tren de Chaplino, en el este de Ucrania. El objetivo ruso eran unidades militares estacionadas en las vías, según los vecinos del pueblo. El ataque se produjo el 24 de agosto, día en el que Ucrania conmemora su independencia, una soberanía que Moscú quiere terminar a hierro y fuego. 25 personas fallecieron, según la oficina del presidente, Volodímir Zelenski. Uno de los muertos fue Vlad, un niño de 11 años que vivía a escasos metros del cráter. Dos días después, su padre había perdido la voz, afónico de tanto llorar.
Vera Yshenko era la abuela de Matvi, de 6 años, otro niño de Chaplino que murió bajo las bombas rusas. La mujer hacía guardia la mañana del viernes, horas antes del funeral de su nieto, frente al jardín de su casa con una corona mortuoria en el regazo y un juguete bajo el brazo, un pequeño robot que quería enterrar junto al féretro de su nieto. Yshenko siente rabia, no solo contra el invasor ruso, también contra el Ejército ucranio: “Para el día de la independencia avisaron de que los rusos podían intensificar los bombardeos, pero en la estación estaban esos trenes militares, y sabían que eran un objetivo. ¿Por qué los dejaron allí?”.
Chaplino es una pedanía humilde, de 3.700 habitantes, de casas de una planta diseminadas entre campos de girasoles, nogales y calles a medio asfaltar. El núcleo del municipio son las vías del tren y la estación. La mayoría de su población está vinculada laboralmente a la compañía ferroviaria ucrania, Ukrzaliznytsia. El pueblo es un eje ferroviario estratégico entre la ciudad de Dnipro y las provincias de Donetsk y Zaporiyia; estas últimas en pleno frente de guerra, con los rusos ocupando buena parte de ambos territorios. Chaplino se localiza a solo 40 kilómetros de las trincheras de Donetsk. Su estación ha sido un nodo de transporte de mercancías, sobre todo mineras, pero actualmente también es un enclave por el que circulan y operan convoyes militares. El viernes a mediodía, durante la visita de este diario, salió de Chaplino en dirección al oeste un tren cargado con piezas de artillería, blindados y camiones militares.
Las autoridades militares no dieron autorización a EL PAÍS para acceder a la estación, alegando que es una infraestructura estratégica. La decisión contrasta con el libre paso que el gobierno militar de Donetsk dio el pasado abril a los periodistas en la estación de tren de Kramatorsk, cuando misiles Toshka-U rusos asesinaron a más de 50 civiles, pasajeros que esperaban para ser evacuados lejos de la zona más caliente de la guerra.
Una responsable de prensa de la administración militar del distrito de Chaplino acompañó en todo momento a este diario durante el recorrido por el municipio. Ni ella ni sus superiores quisieron confirmar o desmentir que en la estación hubiera unidades militares en el momento del ataque. Tampoco han querido precisar si fallecieron o no soldados. Mikola Karnauch, representante de la administración municipal, aseguró que no podía detallar quiénes eran los 25 civiles fallecidos, más allá de los 5 muertos en Chaplino. Karnauch añadió que podía tratarse de pasajeros y personal de la compañía ferroviaria.
El ministerio de Defensa ruso afirmó que un misil Iskander había matado en Chaplino a 200 soldados reservistas que eran transportados al frente de Donetsk, además de destruir 10 armas de gran calibre. Un vídeo difundido por cuentas propagandistas rusas, obtenido de una persona que grabó las tareas de extinción del fuego, mostraba que por lo menos en uno de los trenes calcinados se estarían transportando camiones militares. El primer cohete que cayó en Chaplino impactó en la zona residencial y acabó con la vida del pequeño Vlad. Una hora más tarde, a las 14.45 del miércoles, los rusos corrigieron las coordenadas y una segunda una ronda de misiles impactó en las instalaciones de la estación.
Los servicios de emergencia informaron a la agencia estatal ucrania Ukrinform que ocho proyectiles impactaron en Chaplino, todos de poca precisión: además de los Iskander, la artillería rusa habría utilizado misiles de multilanzandera Smerch y bombas de racimo, una munición que distribuye su impacto en múltiples pequeños explosivos y que están prohibidas por 110 países por el daño indiscriminado que causan en un amplio radio.
Bombas de racimo en el patio
Elena Budnik, vecina de la estación, vio caer las bombas de racimo. El viernes, día siguiente al ataque, Budnik, de 65 años, aún recoge fragmentos de proyectiles que cayeron en su patio, cubierto por la sombra de unos manzanos y de una parra. Esta antigua empleada de la sala de cine del municipio habla en ruso y recuerda que ella estudió ingeniería en San Petersburgo. Budnik recalca esas pinceladas biográficas para añadir entre lágrimas: “Ya no queremos saber nada de Rusia, queremos ser libres”. Por la radio de un coche aparcado frente a la verja de su domicilio suena una emisora local de la provincia de Dnipro. La radio emite un anuncio de las Fuerzas Armadas ucranias, que se repite cada media hora, destinado a los posibles soldados rusos que estuvieran escuchando la frecuencia: “Rendíos, seréis tratados con dignidad, no tenéis que morir por el régimen de Vladímir Putin”.
Budnik admite que se imaginaba que algo grave podía suceder en Chaplino, porque la carga y descarga de equipamiento militar es constante: “Ya hubo otros intentos de destruir la estación, pero las defensas antiaéreas habían funcionado”. Vera Yshenko recuerda que por lo menos el pasado abril las baterías antiaéreas próximas a Chaplino derribaron varios misiles.
Lidia Cherenitshenko, empleada jubilada de la compañía de ferrocarriles de Ucrania, recoge los cristales rotos de las ventanas de su casa, un destrozo causado por la onda expansiva de un misil. Preguntada por los motivos por los que cree que Rusia atacó Chaplino, Cherenitshenko se toma unos largos segundos para secarse las lágrimas y meditar sus palabras. Tiene miedo de que vuelva a producirse un ataque. Observa con desconfianza a la representante de prensa de la administración militar, pero al final habla: “La estación estaba llena de soldados”Elena Budnik muestra los restos de un misil ruso que cayeron en su patio, el 24 de agosto en Chaplino, Ucrania.CRISTIAN SEGURA
Un informe de Amnistía Internacional provocó el pasado julio un gran revuelo en Ucrania al advertir a sus Fuerzas Armadas de que establecer unidades militares en zonas urbanas podía causar muertes civiles. También es habitual que los destacamentos militares no pernocten en los cuarteles, por temor a los bombardeos rusos, y los soldados sean distribuidos en hoteles y edificios de viviendas próximos a la base. Así lo ha podido comprobar este diario en Dnipro, Járkov y también en Donetsk. El Gobierno ucranio esgrime que en la línea cero del frente, donde los dos Ejércitos luchan frente a frente —no es el caso de Chaplino—, es imposible combatir evitando núcleos civiles, por lo que la evacuación ha pasado a ser prácticamente obligatoria. El distrito donde se ubica Chaplino no está dentro de las zonas de evacuación.
“Solo Dios sabe lo que los rusos harán”, dice Olena Maniko, edil de la localidad, mientras reparte paquetes de alimentos, la jornada siguiente al ataque, que entidades cristianas habían donado a las familias de las víctimas. Visiblemente afectada, pide un ansiolítico. En un comunicado que publicó en mayo en el perfil de Facebook de la comunidad de Chaplino, la concejala ya instaba a los residentes que vivían cerca de las vías que durante las alarmas aéreas se alejaran de la infraestructura.
Más de 5.500 civiles muertos
La Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU había confirmado hasta el pasado 22 de agosto que más de 5.500 civiles habían perdido la vida en la guerra de Ucrania, entre ellos 446 menores de edad. Este organismo da por hecho que el número real es “considerablemente superior”.
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