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LAS HUCHAS DE LAS MONEDAS - La OCDE vuelve a rebajar el crecimiento de España para 2023 y avisa de que la creación de empleo será nula ,.
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La OCDE vuelve a rebajar el crecimiento de España para 2023 y avisa de que la creación de empleo será nula,.
Deja la cifra para el año que viene en apenas un 1,3% y, aunque también revisa al alza el dato 2022, constata la "desaceleración" económica. El paro, por su parte, se quedará anclado en el 12,9%,.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño,.
La OCDE ha vuelto a revisar a la baja el crecimiento de España para 2023 en apenas dos meses. En esta ocasión la rebaja no es tan pronunciada como la que acometió en septiembre, ya que en este caso son dos décimas menos mientras que después de verano el dato fue de siete décimas. Y, además, la modificación va a acompañada de una revisión al alza, de tres décimas, en la estimación de este año.
Pero lo que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos constata es que la situación económica española, y también en el conjunto de Europa, se sigue deteriorando. Que el contexto y la evolución de fondo son negativos, y que los efectos de la guerra en Ucrania pueden ser incluso peores. "Se espera que el crecimiento se desacelere en 2023 y se mantenga moderado en 2024", explica el organismo, debido principalmente a la pérdida de poder adquisitivo de las familias por la inflación y la menor demanda externa por la desaceleración de los socios comerciales. Todo ello tendrá también un claro y notable impacto sobre el mercado laboral, ya que el frenazo económico provocará que la creación de empleo sea nula.
El cuadro macroeconómico de la OCDE para España, con todo ello, queda de la siguiente manera. El Producto Interior Bruto (PIB) avanzará este año un 4,7%, mientras que en 2023 apenas repuntará un 1,3% y en 2024, un 1,7%. El resultado de este conjunto de cifras es que la economía española seguirá sin volver a los niveles de PIB previos a la pandemia hasta, al menos, comienzos de 2024. Queda más de un año para ello cuando la media de la Eurozona lo hizo ya al cierre de 2021.
La inflación seguirá golpeando a las familias, ya que el dato esperado para este año es del 8,6% y el próximo se mantendrá todavía en el 4,8%. en 2024 y, esto es muy relevante, la cifra seguirá en ese nivel. La tasa de paro, por su parte, retrocederá este año del 14,8% al 12,9%, y ahí se quedará anclada ya que la cifra prevista para 2023 es también exactamente la misma. En 2024 habrá un ligero retroceso al 12,7%. El mercado laboral, avisa la OCDE, se paralizará.
Todo ello, además, irá regado con las habituales buenas dosis de deuda y déficit. El pasivo público se mantendrá por encima del 110% del PIB en todo el periodo analizado, y llama la atención que entre 2022 y 2023 apenas habrá reducción: el dato en ambos año será del 115%. El déficit cerrará este año muy cerca del 5%, caerá al 4,2% en 2023 y será del 3,7% en 2023.
Estas cifras constatan lo que tantas veces han denunciado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y el Banco de España: que el Gobierno no hace absolutamente nada para contener la deuda, y que la reducción relativa en términos de PIB que se produce es por el propio crecimiento del Producto.
Presupuestos desfasados
La revisión negativa de la OCDE, además, se suma a la que recientemente también han acometido la Comisión Europea, el Banco de España o servicios de Estudios como BBVA Research o Funcas. Todos ellos han constatado, además de lo complejo del momento, que las estimaciones que el Gobierno plasmó en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se han quedado totalmente desfasadas antes incluso de que se aprueben las cuentas públicas.
El Gobierno, en concreto, estima que al crecimiento en 2023 será del 2,1%, cifra que por ejemplo más que dobla la previsión de Bruselas. Además, defiende que la vuelta de los niveles de PIB de 2019 se volverán a alcanzar en la segunda mitad del próximo año, y estima que la deuda pública se reducirá en tres puntos de PIB, hasta el 112%, con un déficit del 3,9%. Ningún organismo sostienes estas mismas afirmaciones.
Recesión en Alemania y Reino Unido
Las previsiones del organismo contemplan también que seis países erán reducido su producto interior bruto (PIB) en 2023, en particular por el impacto de la guerra en Ucrania: Alemania (-0,3%), Reino Unido (-0,4%), Chile (-0,5%), Suecia (-0,6%), Finlandia (-0,3%) y Letonia (-0,2%), informa EFE.
El PIB de la zona euro como conjunto sólo progresará un 0,5% (se esperaba un 1,6% en junio) y lo mismo ocurrirá con el de Estados Unidos (se anticipaba un 1,2%). La recuperación en ambos casos será muy tímida en 2024, con una progresión del 1,4% y del 1%, respectivamente.
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50€ BILLETES - BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - XBB, la nueva variante de ómicron, más peligrosa para personas vulnerables
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XBB, la nueva variante de ómicron, más peligrosa para personas vulnerables,.
En EE UU advierten que es resistente al antiviral de AstraZeneca, llamado Evusheld y administrado en España a pacientes con cáncer o que han recibido trasplantes,.
En Estados Unidos la tercera parte de los contagios de covid se deben a la nueva variante de ómicron conocida como XBB.1.5, un tipo de coronavirus que ya se había mostrado más contagioso. Pero ahora una alerta de la agencia del medicamento norteamericana, la FDA, la señala también como más resistente que las anteriores. En una actualización de sus
comunicados en su página web asegura que el antiviral comercializado por la farmacéutica AztraZeneca, llamado Evusheld, no «neutralizaría» a la cepa XBB, «debido a su similitud» con otras variantes ante las que este fármaco era menos eficaz. Definido como una «combinación de anticuerpos monoclonales» por la Agencia Española del Medicamento (Aemps), Evusheld podría «no estar activo» contra XBB.1.5.
«Esto significa que es posible que Evusheld no brinde protección contra el desarrollo de covid-19 a las personas que la recibieron y luego se exponen» a esta variante, mantiene la FDA. «Proporcionaremos más actualizaciones a medida que haya nueva información disponible».
En España este antiviral fue aprobado en febrero de 2022 y recomendado para «las personas de 12 y más años que pesen al menos 40 kilogramos con condiciones que cursan con alto grado de inmunosupresión, ya sea debido a una patología o a un tratamiento, y que no responden adecuadamente a la vacunación», concretaba la Aemps.
Advertir al paciente
El anuncio de la FDA exige las autoridades sanitarias que informen de este hallazgo a los pacientes a los que se les suministró y que por sus enfermedades resultan más vulnerables a los efectos del virus. Entre los principales pacientes con estas dosis en España estaban los que habían recibido trasplantes o padecían cáncer.
Desde el mes pasado, tanto Evusheld como bebtelovimab (otro tratamiento monoclonal) dejaron de recomendarse en algunas instituciones de EE UU como terapia preventiva para personas con sistemas inmunitarios débiles, indicaba el Smithsonian. Tampoco es ya una opción de profilaxis previa a la exposición de covid-19.
TITULO:LOS LIMONES - EL BOMBON DE HELADO - PAPELES QUEMADOS - Chimenea - Burbujas con tiempo vino -¡Una copa por favor! ,.
LOS LIMONES - EL BOMBON DE HELADO - PAPELES QUEMADOS - Chimenea - Burbujas con tiempo vino -¡Una copa por favor! , fotos,.
Burbujas con tiempo vino -¡Una copa por favor! ,.
La copa ha desterrado al vaso en el vino y la cerveza se está apuntando a la moda,.
Tomar una copita de buen vino pone en alerta los sentidos. La vista, el gusto... ¡y hasta el oído! «Un brindis en copa suena mejor que en vaso». Lo dice alguien que fabrica medio millón de vasos al día. Con Fernando Bermejillo, director general de la empresa vizcaína Vicrila –130 años en el negocio, exporta a cuarenta países– repasamos las modas que han desfilado por la barra del bar. «La copa ha ganado definitivamente el terreno. Hace treinta años era una rareza, algo solo de sitios de mucho nivel pero hoy en día el vaso está desterrado para el vino».
Confirma la tendencia José Luis Yzuel, Presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España. «En el vino ya es casi obligatoria la copa. De hecho, hace poco hicieron una campaña dirigida a jóvenes que ponía en valor quedar con los amigos a tomar algo. El eslogan era 'Chateemos', en referencia a los antiguos 'chatos' de vino, esos vasos pequeñitos, y aquello del vaso sentó como una patada a los hosteleros». Jesús Solanas, vicepresidente de la Asociación de Sumilleres de Aragón, se apunta también a la copa, «aunque si es para promocionar el consumo de vino, como si se bebe en porrón».
– Hay consenso respecto a la copa pero, ¿qué tipo de copa?
– Lo estándar es un cristal lo más fino posible, con un diámetro de pie idéntico a la abertura, sin bordes redondeados sino lisos, de manera que el contacto de los labios con el cristal sea el mínimo. Debe tener la parte superior ligeramente cerrada, nunca abierta. Y el tallo, proporcional al tamaño total de la pieza, ni muy grande ni muy pequeño. Una copa que aúne estabilidad y estética –resume Solanas, propietario del restaurante Absinthium de Zaragoza–.
Esto de la estética explica, más que otra cosa, que se haya empezado también a servir la cerveza en copa. No es una moda mayoritaria, pero se va imponiendo. «Si hace quince años alguien me sirve una caña en copa habría pensado: '¡Menuda tontería!', pero ya no», dice
Yzuel. Aunque así como en el vino todas las voces van a una, aquí el gusto está repartido: «A mí personalmente la cerveza me gusta en vaso», señala. En vaso ancho, porque el 'tubo' está casi extinguido. «De Madrid para arriba rara vez se ven. Además, echas tres hielos y se acabó». Servir ahí un gintonic, por ejemplo, «sería casi un insulto, igual que un whisky en un vaso grande. El whisky se bebe en vaso ancho y bajito; el coñac lo verás siempre en copa; el Bayleys en vaso ancho con hielo o en vaso de chupito...», ilustra Bermejillo.
Un recipiente para cada bebida
Champán: «Para mantener las burbujas durante más tiempo es mejor la copa de boca pequeña. Hace unos años el champán se servía en copas de boca muy abierta pero ya no porque, a mayor abertura, más fácilmente pierde la presión».
Cerveza: «La copa gana cada vez más adeptos, pero la cerveza sigue siendo todavía una bebida de vaso. Además, admite varios tamaños».
Coñac: «Solo en España se bebe en esta copa. Debería ser más pequeña porque se pierden aromas, y que se cerrara y volviera a abrirse».
Vino: «La tendencia es indudablemente copa. Fina, sin bordes redondeados, que se cierre ligeramente y que tenga un tallo proporcionado al tamaño total».
Martini: «Es pequeña porque debe servirse poca cantidad (para beber en dos o tres tragos) y se llena hasta el borde. La boca abierta hace que pierda aromas, pero aquí importa más el gusto».
Aunque lo del chupito, dicen los hosteleros, ya es casi 'vintage'. «Tuvieron su momento, en los años 80 y un poco después, y fue exagerado. Había licores de melón, de manzana, de sandía... algunos realmente de calidad. Y se tomaban siguiendo el ritual del chupito: un trago y todos a la vez. Aquellos vasitos fueron una revolución en el mercado, pero hoy quedan de manera residual y asociados a la restauración clásica: para el orujo de hierbas que te pone el restaurante con el café. Tradicionalmente se ha ofrecido como obsequio y aunque sigue existiendo, cada vez ha ido a menos. Yo tengo un local donde lo ponemos solo para acompañar», explica el presidente de la Confederación de hosteleros.
Desterrar los 'mazacotes'
Y a propósito de rarezas se acuerda Yzuel de aquel vaso hexagonal en el que servían los cubatas en un pub que regentó hace ya años. «Era un tubo con seis caras, me gustó porque te diferenciaba de otros bares de copas. No sé cuántos vasos de aquellos nos robaron... ¡cientos! A la gente le hacía gracia y se lo llevaban de recuerdo. A mí no me importaba porque era una manera de que se acordaran de mi bar».
Hoy los innovadores explotan el mundo de la copa, que se ve que da de sí. «Hay una creatividad tremenda y se hacen copas con el 'tallo' en forma de espiral, por ejemplo», explican en Vicrila. Muy original, muy bonito... Pero, ¿hay por dónde cogerlo? Porque hasta para eso hay técnica. «Hay quien coge la copa como si fuese un puñal, agarrando el tallo de manera poco estética. Otros la sujetan por el pie, pero así resulta difícil de manejar y de llevarla a la boca. Y muchas son tan grandes que no permiten abrazarla», plantea el dilema Bermejillo. ¿Entonces? Sin volverse locos, «se coge como a uno le resulte más cómodo, de la manera que mejor se adapte a la forma de la mano».
Un 'problema' que no surge con los vasos, al menos con los de tamaño normal. Aunque el futuro nos encamina a «vasos enormes» al estilo de las cervecerías alemanas. Alemanes y holandeses representan «la vanguardia europea» de la vajilla de bar pero en España no ha calado la jarra gorda que allá tanto se estila. «No gusta», confirma Yzuel. «Como mucho para el tinto de verano», anota Bermejillo. Y confirma que la tendencia es la contraria: «el vidrio, fino. Adiós a esos antiguos mazacotes». Fino pero resistente. «Nosotros fabricamos en vídrio templado, que ofrece una dureza y resistencia cinco veces superior al normal».
– ¿Alguna extravagancia?
– No es extravagancia, pero sí una cosa llamativa: vuelve el vidrio facetado. Esos vasos con grabados en forma de rombitos, por ejemplo, que se veían antes.
Un tazón de cobre con asa, así se toma el cóctel de moda
Ni vaso ni copa. Un tazón de cobre con asa. ¿Para el desayuno? No, para el Moscow mule (mula de Moscú es la desconcertante traducción al castellano), una bebida con vodka, lima y ginger beer que se sirve en este curioso recipiente. «Está muy de moda», asegura Jesús Solanas, vicepresidente de los sumilleres aragoneses. El experto defiende que cada bebida tiene su recipiente y lamenta que a veces no se sirva en el adecuado. «En España se identifica volumen con calidad y ponen los brandis en copas 'balón', demasiado grandes, lo que hace que pierdan los aromas. Lo adecuado sería una copa pequeña que se cierre y vuelva a abrir y mitigue esa sensación del alcohol. En copa pequeña un brandi resulta agradable; en una grande, ardiente».
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