martes, 25 de diciembre de 2018

Menudos Vecinos Canal Extremadura -Crean en Navalmoral una aplicación móvil para realizar trámites administrativos ,./ Minuto para Ganar KIDS - El ballet sí es cosa de chicos ,.

TITULO: Menudos Vecinos   Canal Extremadura -Crean en Navalmoral una aplicación móvil para realizar trámites administrativos ,.

Crean en Navalmoral una aplicación móvil para realizar trámites administrativos,.

Los creadores y el responsable del NCC, Cristian Moreno. :: HOY/
foto / Los creadores y el responsable del NCC, Cristian Moreno.

Usuarios del Nuevo Centro del Conocimiento han diseñado 'pAPPeleo', que permite acceder a las webs de la Seguridad Social, la Agencia Tributaria o SEPE,.

'pAPPeleo'. Ese es el nombre de la aplicación móvil que han creado usuarios del Nuevo Centro del Conocimiento de Navalmoral, en el marco de la actuación Laboratorio Social Digital que desarrolla el Plan de Alfabetización Tecnológica de Extremadura (PAT). Dicha aplicación facilita la realización de trámites administrativos vía Internet.
Pero hasta llegar a ese producto final, los participantes han debido cubrir una serie de etapas, según se detalla desde el PAT. La primera fue analizar y programar las tareas que llevan a cabo en su día a día, «ver en cual de ellas surgían determinados problemas y evaluar de qué manera las tecnologías de la información y la comunicación podrían hacer frente a la hora de resolver dicha problemática».
En ese trabajo en grupo se destacaron los trámites administrativos que pueden o deben hacerse vía 'online'. «Localizado el problema, buscaron la solución: desarrollar una aplicación móvil que facilite, agilice y reduzca el coste de tiempo y dinero para realizar los trámites identificados entre todos», se dice.
Y ahí entró la actuación Laboratorio Social Digital, que desde el PAT se viene incidiendo en los últimos meses como proyecto de innovación social, ya que a través de la misma los participantes han aprendido a «trabajar con sus certificados digitales, instalado en sus dispositivos móviles y creado su propia 'app', 'pAPPeleo', a través de la herramienta AppInventor».
Eso ha permitido a los usuarios iniciarse en el mundo de la programación mediante herramientas visuales, puesto que la 'app' está compuesta por varias ventanas con acceso a las webs del SEPE, Extremadura Trabaja, Salud Extremadura, Agencia Tributaria o Seguridad Social. Además cuenta con un apartado de ayuda con los pasos a seguir a la hora de solicitar una vida laboral, un certificado tributario o renovar la demanda de empleo.

En español y en árabe

El grupo de creadores estaba formado por personas de diferentes nacionalidades, hasta el punto de que en la aplicación se ha trabajado tanto en español como en árabe. El reto que tenían ante sí fue superado gracias a la «concreción, al trabajo en equipo y a la voluntad de seguir la senda de adquirir competencias digitales», añade el PAT.
El Laboratorio Social Digital se plantea como una alternativa para que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y las herramientas que brindan «ayuden a comprender las oportunidades de desarrollo para las personas y los territorios, de la mano de expertos en capacitación digital con talleres prácticos, charlas y proyectos de este tipo. Unas oportunidades que sólo podrán aprovecharse con una actitud basada en la confianza, la seguridad y la adquisición y potenciación de competencias digitales adecuadas»,.
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    Miguel Melchor Herrera, de 11 años, es el único niño del Conservatorio Profesional de Danza, que ha arrancado este curso. :: lorenzo cordero/
    Miguel Melchor Herrera, de 11 años, es el único niño del Conservatorio Profesional de Danza, que ha arrancado este curso.  / foto,.

    Miguel Melchor es el único alumno varón en el Conservatorio Profesional de Danza | A sus once años ha ido derribando poco a poco la extrañeza de su entorno al verle practicar una materia acaparada por las niñas,.

    Si uno duda de que el ser humano pueda flotar no tiene más que asomarse a una clase de danza clásica para corroborar que sí, que los cuerpos pueden alcanzar un estado de ingravidez que les permite ascender, girar y bullir como si fueran de otro mundo, ligeros ligeros. Es la penúltima tarde de clases en el Conservatorio Profesional de Danza antes de las vacaciones de Navidad y mientras el grupo se mueve es difícil que la mirada no se vaya directamente a Miguel, de 11 años, el único varón entre un bosque de chicas que se preparan para obtener su titulación oficial. Se le ve suelto y confiado, en su atmósfera.
    No hay nada que, sobre el papel, impida a los chicos dedicarse a la danza clásica, pero lo cierto es que aún sorprende encontrarse con ellos y suelen aparecer en una cuota mínima, rodeados de mujeres, ínfimamente representados. En pleno debate sobre los límites que establece el género éste es un ejemplo más de cómo condicionan todos los estereotipos que esta sociedad lleva amarrados y que se aprecian mucho en la infancia. Montse Franco, la directora del Conservatorio, que ha iniciado su actividad este curso, explica que en las pruebas de acceso de 71 aspirantes para 30 plazas (repartidas en dos cursos) solamente se presentaron dos niños, Miguel y otro más que aprobó aunque no consiguió la nota suficiente para entrar. Reconoce que el papel de los varones es muy importante para el equilibrio de los mensajes.
    Miguel Melchor no se siente una 'rara avis' entre sus 29 compañeras, sino totalmente integrado en un grupo que le arropa porque, además, es de los más pequeños. «No me importa que no haya más chicos, yo estoy bien». Parco en palabras, con cierta timidez propia de la edad, explica que su primer contacto con la danza clásica se produjo cuando le ofrecieron una clase de prueba en el Conservatorio Elemental de la Diputación de Cáceres hace cuatro años. La música está dentro del hogar de este muchacho, ya que su padre toca el laúd en un grupo de coros y danzas de Torrejoncillo, algo con lo que ha convivido desde su infancia. Hay un antecedente familiar lejano, una tía abuela que hizo danza clásica hasta que los rigores de la época le cortaron las alas y cuando se casó a los 21 años tuvo que dejar de practicarlo. A Miguel le cuesta describir los motivos por los cuales le apasiona este mundo, pero da a entender que siente mucha emoción cuando baila. «Me gusta mucho».
    Miguel Melchor: «Me gustaría dedicarme a esto, no lo veo solo como una afición»

    Ni baloncesto ni fútbol

    Cuenta Carmen Herrera, su madre, que el curso que su hijo entró en el Conservatorio Elemental de Música, en el que ha estado desde los siete años, costaba hacer entender al entorno del niño, como a los compañeros de clase, que la extraescolar elegida por Miguel no era baloncesto ni fútbol, sino ballet. «Ahora vas a su clase y a los niños les da igual que Miguel haga lo que haga, está muy aceptado, pero al principio no le gustaba mucho que se hablara de ello», explica Carmen. Procedentes de Torrejoncillo, según cuenta Ángel Luis Melchor, al principio en el pueblo prefería contar que hacía alpinismo antes que explicar la verdad. «Su maestra del colegio fue a verle a una actuación y salió tan emocionada que al día siguiente lo comentó en clase, pero algunos niños no supieron gestionar el tema». Algunos de ellos acudieron a una clase abierta y se percataron de que el ballet no es una cosa suave, sino que se requiere una importante resistencia física. Esa fue una buena forma de hacerles conocer esa disciplina. «Allí cerramos bocas, yo siempre le he dicho que el arte y la cultura no tienen sexo, siempre le hemos machacado con ello».
    Otra de las situaciones paradójicas que se le presentan a Miguel Melchor es el de comprar la ropa para entrenar. Por Internet ahora es todo más sencillo, pero tampoco es habitual que en las tiendas más cercanas pueda adquirirse ropa de ballet para niños.
    ¿Cuál es el papel de los padres cuando su hijo decide optar por una actividad no prototípica ni esperada? Muy célebre es la película Billy Eliott, que cuenta los avatares de un niño británico que, durante los años 80, en plena crisis minera, lucha contra su destino por dedicarse a lo que más le gusta. En este caso el padre de Eliott no acepta esta vocación. Recientemente la cineasta Icíar Bollain ha recreado en 'Yuli' la historia real del bailarín cubano Carlos Acosta, con un padre que incluso llegó a maltratar a su hijo para subirlo al Olimpo de los dioses de la danza. «Nosotros estamos en medio de esas dos posturas, él está porque le gusta, estamos encantados que él haga ballet pero tiene que disfrutarlo», señala Ángel Luis Melchor.
    No es un camino el de la danza que se pueda hacer sin un esfuerzo considerable, sin dejarse un poco de la vida, tiempo libre y ocio. Los alumnos del Conservatorio profesional de Danza dedican 18 horas semanales, de lunes a viernes, a formarse. Es una disciplina exigente que no permite hacer ninguna otra actividad extraescolar. «Él es muy disciplinado, pero saca buenas notas, sabemos que el fin de semana tenemos que apretar», explica su madre mientras el niño la observa silencioso y observador. Estudia 6º de Primaria en el Giner de los Ríos. «Cuando tengo tiempo de terminar los deberes en el colegio los hago allí y así ya adelanto», explica.
    La formación dura seis años. Miguel lo tiene claro: quiere dedicarse profesionalmente al mundo de la danza. «Sí me gustaría trabajar en esto, no lo veo solamente como un hobbie o una afición, no tengo ninguna otra idea pensada». Sus padres preferirían que además del baile Miguel tuviera alguna otra opción profesional, sobre todo porque «el tiempo del ballet es limitado, es una carrera corta».

    Emoción

    Estos padres reconocen que la primera vez que le vieron actual les impresionó. «Fue en la Gimnastrada, salió de Neptuno entre todas las niñas, eso te impresiona». Recientemente el alumnado de 1º y 2º de este Conservatorio llevó a cabo su primera gala de Navidad, en donde representaron 'El sueño de Clara', basado en la obra 'El Cascanueces' de Tchaicovsky y también sintieron esa emoción de ver a su hijo totalmente entregado a una pasión que no piensa abandonar. «Cuando actúe en el Teatro Real le vuelves a llama», sugiere su padre. El sueño puede hacerse realidad.

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