- Caso de Juan Manuel Valentín Tejero. Investigador: Francisco Javier Galache"Acatamos la sentencia de estrasburgo, pero nos da mucha ...
En primer plano -foto-Violadores Caso (re)abierto
Los violadores son fríos, calculadores, escurridizos, reincidentes y peligrosos. Y lograr la prueba definitiva que los ponga entre rejas es tarea minuciosa y difícil. Al dolor de las víctimas se une siempre la alarma social. Tres investigadores que estuvieron detrás de alguno de los casos más sonados de los últimos años reviven aquellos días de pesquisas en medio de la polémica por su excarcelación.Caso de Juan Manuel Valentín Tejero. Investigador: Francisco Javier Galache "Acatamos la sentencia de estrasburgo, pero nos da mucha pena el resultado. no lo esperábamos"
En 1992 descubren, cerca de Valladolid, el cadáver de una niña de nueve años. Se llamaba Olga Sangrador. Había sido violada. Este agente logró que el asesino confesara. Se trataba de un condenado por abuso de menores con permiso penitenciario.
La imagen apareció en los telediarios de la época. Es un breve vídeo de aficionado de dudosa calidad, pero tan elocuente que no hace falta más: es de noche, varios guardias civiles, algunos de paisano, acompañan a un detenido de espesa barba. La luz es dura, tanto como los rostros que se ven en la grabación. El hombre, esposado, trata de desviar la mirada, pero uno de sus vigilantes le impide hacerlo: «¡Mírala, mírala!», exclama, al tiempo que, agarrándole el rostro con las manos, lo obliga a girar la cara. La cámara no lo recoge, pero a sus pies se encuentra el cadáver de la pequeña Olga Sangrador, de nueve años de edad. Estamos a finales de junio de 1992.
En la noche del 25 de junio fue secuestrada, violada y asesinada por Juan Manuel Valentín Tejero, que disfrutaba de un breve permiso penitenciario tras ser condenado por dos violaciones, abusos sexuales a menores y exhibicionismo. «Sí, es ella», musita. «Esta investigación me impresionó mucho», cuenta hoy el coronel de la Guardia Civil Francisco Javier Galache, en la reserva desde finales de 2010; él fue quien obligó al verdugo a mirar a su víctima. «Yo tengo una hija de la misma edad de Olga Sangrador y pasé una época muy preocupado por que le pudiera ocurrir algo parecido». Hoy entiende la alarma producida por la excarcelación de Valentín Tejero, libre desde el pasado 27 de octubre a raíz de la derogación de la doctrina Parot por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo: de haberse aplicado, hubiese permanecido entre rejas hasta 2025. «Acatamos, claro. Es una sentencia muy bien justificada, pero a nosotros nos produce mucha pena el resultado. No lo esperábamos», concluye.El asesino, que hoy tiene 52 años, salió de la cárcel de Herrera de la Mancha con gorra, larga melena y una barba que le cubría el rostro.
Unas gafas de sol ocultaban sus ojos, pero Galache no los ha olvidado: «Desde que salió, no he querido saber nada. Pero no tengo la menor duda de que es mala persona, tiene el odio dentro y en mi opinión volverá a hacerlo si tiene oportunidad. Ha estado completamente aislado todos estos años, sin hablar con nadie ni recibir visitas. Y en nuestros interrogatorios lanzaba una mirada cada vez que le hacías una pregunta... Claro, que las nuestras eran más duras». «Estábamos seguros de que era él, lo habían visto merodeando en el pueblo la noche antes de los hechos, y conocíamos sus antecedentes; solo necesitábamos su confesión o reunir las pruebas suficientes para poder demostrarlo en el juicio», relata Galache. Durante 48 horas, no soltó prenda. Tenían que conseguir que hablara o se verían obligados a dejarlo en libertad a las 72 horas de su detención.
Tras consultarlo con el juez, decidieron realizar una reconstrucción de los hechos en Villalón de Campos (Valladolid), la localidad natal de la pequeña. Había que actuar con discreción: sus habitantes, volcados en la búsqueda de la menor -aún tenían la esperanza de encontrarla con vida-, querían venganza. «Con un par de bemoles lo llevamos al bar donde había estado antes de salir a por la pequeña. Incluso practicamos estrategias de distracción: hicimos creer a la gente que había una pista a las afueras del pueblo, para que se fueran para allá. Iba esposado de manera discreta, para que no se notara que era el detenido, pero él tenía miedo de que lo reconocieran: en realidad son unos cobardes. Allí se empezó a derrumbar». Unas horas más tarde, lo confesaría todo. En el juicio, que se celebraría al año siguiente, se lo condenó a 50 años por el caso de Olga Sangrador; lo que, sumado a otras condenas por abuso de menores, dio un total de 64 años y nueve meses de condena. A raíz de la sentencia de Estrasburgo se han quedado en 21 años de cárcel. Unos días antes que él, abandonaba la prisión de Alcalá Meco (Madrid) el Violador del Ascensor, condenado a 273 años de cárcel por 18 delitos de agresión sexual y dos asesinatos. Uno de ellos, el de la joven Leticia Lebrato, de 17 años, ocurrió en Valladolid y el mismo Francisco Javier Galache participó en la investigación. Hoy, ambos están libres. El caso del 'violador del portal'. Investigadora: Mariluz Carro Pereira "Los violadores en serie son como depredadores a la espera de su presa. y siempre van a más"
'El Sucio' y 'el Limpio'. Así llamaban esta investigadora y sus colegas a Pablo García Ribado y Antonio Barroso Mingo antes de su detención. Un total de 74 violaciones en tres años. Siempre en portales. La agente Mariluz Carro nunca olvidará aquellos días. Los violadores en serie son como depredadores a la espera de su presa. Y siempre van a más», dice Mariluz Carro, oficial de policía del Servicio de Atención a la Mujer de Madrid. Y sabe de lo que habla: lleva en el cuerpo más de 26 años y ha trabajado en casos como el del Violador de Pirámides: «Fue terrible, porque yo estaba embarazada. Todavía recuerdo la llamada de una menor, que tenía la edad que ahora tiene mi hija». O aquel pederasta que, en el momento de la detención, dijo que los estaba esperando: solo así sería capaz de parar. También pateó las calles de Madrid tras los pasos de Pablo García Ribado, el Violador del Portal. «Llegar hasta ellos implica muchas noches de guardia, buscando algún indicio, algo de lo que empezar a tirar. Especialmente si, como en este caso, no tenemos nada».
Las víctimas no los reconocían en los álbumes de fotos: no tenían antecedentes. Tampoco es fácil obtener datos: «Imagina cómo nos llega una mujer que acaba de sufrir una agresión sexual». Demasiadas veces no denuncian, y las que lo hacen llegan traumatizadas, en estado de shock. «Había mucha prisa, porque iban a más: llegaron a cometer más de una violación por noche». Fueron meses de calle y analizando las declaraciones en busca de detalles que se hubieran pasado por alto. Una noche se cruzaron con un individuo que coincidía con las descripciones. Le piden la documentación. «Al identificarlos, incluso en la detención, ellos siguen tan normales. Es gente muy fría. Su cabeza no funciona como la nuestra». Pablo García Ribado y Antonio Barroso Mingo; el Limpio y el Sucio, como los apodaron los investigadores. El primero iba desaliñado y tenía las manos muy sucias: era mecánico. Su compinche iba repeinado y perfumado. García Ribado fue condenado a 1721 años de prisión por 74 violaciones, seis agresiones sexuales y diez delitos de robo. El 13 de noviembre quedó en libertad. Tiene 44 años. «Dicen que no está rehabilitado. Yo no opino. Solo me importa que no se vuelva a repetir. El caso del violador Antonio García Carbonell. Investigador: Reyes Benítez "Actuaban con mucha agresividad. se llevaban a las víctimas a un lugar apartado. violaban a la chica y golpeaban al chico"
Cinco años estuvo tras la pista de unos casos de violación que aterrorizaban a Cataluña. Su empeño logró reabrir un expediente cerrado y llevar a la cárcel al verdadero culpable.
Es tal el rechazo que suscitan ciertos casos que a menudo no hay nadie esperando a la salida de la prisión. A Antonio García Carbonell, casado y con diez hijos, lo esperaba un nutrido grupo de familiares, armados con amplias sonrisas y botellas de güisqui. Libre desde el pasado 24 de octubre, fue el primer preso común en quedar en libertad tras la derogación de la doctrina Parot. Tiene 76 años -lo que reduce notablemente el riesgo de reincidencia- y ha pasado 18 en prisión: en 1996 fue condenado a 230 años de cárcel por robo, detención ilegal y violación. «Todo empezó el 1 de noviembre de 1991. Es el día de la castañada en Cataluña y estaba celebrándolo cuando me sonó el busca», explica Reyes Benítez, destinado entonces en la Policía Judicial de Martorell. Se había producido una agresión sexual. La primera de una serie de ataques similares: dos individuos se acercan a vehículos aparcados en zonas apartadas, se identifican como policías y asaltan con mucha violencia a la pareja. «Se los llevaban a otro lugar, donde violaban por turnos a la chica mientras el otro golpeaba brutalmente al chico». Las víctimas dijeron que hablaban árabe y dos ciudadanos marroquíes -Abderrazak Mounib y Ahmed Tommouch- fueron detenidos y condenados a más de un siglo de prisión. «Qué ocurre, que en 1995, estando ambos en prisión, comienzan a producirse una serie de violaciones casi idénticas. A mí, como a muchos otros compañeros, el tema nos había olido mal desde un principio». Así que decidió hacer una prueba: mostró a las víctimas la foto de Ahmed Tommouch... Y lo identifican. «¡Pero él estaba en prisión! El culpable estaba libre y se seguían produciendo violaciones». Siguieron meses de investigaciones. Poco a poco obtienen algunos datos, como sus vehículos: un Renault 5, un Volkswagen, una furgoneta... Peinando una amplia zona -se movían en varias provincias catalanas- logran localizar uno de los coches en una estación de tren. Se monta un dispositivo, «hasta que una persona, muy parecida a Tommouch, se acerca. Logró escapar, pero al registrar el vehículo encontramos algunos objetos empleados en los hechos -como una pistola falsa o una barra de hierro- y material sustraído a las víctimas... de 1991». Finalmente detienen a Antonio García Carbonell: de etnia gitana, hablaba caló con su compinche. «La primera vez que lo vi fue en el cuartel de la Guardia Civil de Terrasa. Era clavado a Tommouch». A los primeros acusados se los exculpó de una de las violaciones: la única donde se conservaban muestras de ADN, que demostraron la culpabilidad de Carbonell. Por las demás, cumplieron su pena. Mounib falleció en prisión, por un infarto. Tommouch, ya libre tras cumplir una condena de 14 años, reclama un indulto que no llega.TÍTULO: REVISTA XL SEMANAL, PORTADA, MARC MARQUEZ, TU RIVAL NO PUEDE SER TU AMIGO,.En portada Marc Márquez: "Tu rival directo no puede ser tu amigo"
Con 20 años se ha convertido en el campeón del mundo de Moto GP más joven de la historia. Su sonrisa ha sido lo más fotografiado en los circuitos este año, pero ha habido momentos duros: caídas serias, críticas por su agresividad, enfados... De todo ello hablamos con el chico de Cervera (Lérida) que se quería comer el mundo. Y lo hizo.Rechaza amablemente beber o picar alguno de los sándwiches del catering, pero, cuando ve una bandeja llena de chuches, se le encienden los ojillos. «¡Ostras, esto sí!». La anécdota viene a reforzar ese comentario tan extendido cada vez que se habla de Marc Márquez: «¡Si es un crío!». Y es cierto. Pero solo en parte. Su físico menudo (1,68 metros y 58 kilos de peso), su rostro barbilampiño y, sobre todo, su sonrisa enorme y franca refuerzan ese aspecto infantil. Pero Marc tiene 'ya' 20 años y, cuando se lleva compitiendo desde los 14, la madurez va por dentro... y se nota: en su trato profesional y cariñoso con su equipo, que ellos no se cansan de elogiar; en sus respuestas sinceras pero comedidas a cualquier pregunta; en su paciencia y esfuerzo posando aunque a veces no sepa qué hacer con las manos... y todo ello sin dejar de reír. Marc parece un crío y así, camuflado detrás de su sonrisa, les arrebató el mundial a Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.
XLSemanal. Lo llaman el nuevo Valentino Rossi. Lo comparan con Alonso, Nadal y Gasol. No está mal a su edad. ¿Cómo lleva el éxito?
Marc Márquez. Intento llevarlo con normalidad. Quizá depende de cómo te hayan educado.
XL. ¿Cómo lo han educado a usted?
M.M. Me remarcaron que hay que ser agradecido con quien te ayuda. Y que hay que escuchar a todo el mundo, aunque después de analizar las cosas solo te quedes con las partes que te interesen. Yo sigo rodeado de la misma gente desde que empecé en el mundial, hace seis años: Emilio Alzamora, mi mánager; mi familia, mi hermano, el técnico, el telemetrista, los mecánicos... Luego vas incorporando gente para otras tareas porque hay más exigencias, claro, pero ese núcleo se mantiene. Saben que mis éxitos son los suyos.
XL. ¿Han cambiado las cosas con este mundial?
M.M. Está claro que es otra dimensión de popularidad. Antes, me conocían los aficionados; ahora, todo el mundo. Los niños, sobre todo. Hay que atender a más medios. Eso pesa un poco: se debe tener más cuidado con lo que se dice, pero sin dejar de ser uno mismo. Cuando no eres tú mismo, se nota. Aunque es imposible gustarle a todo el mundo...
XL. ¿Cómo ha llevado las críticas a su pilotaje, que algunos han considerado demasiado agresivo?
M.M. Las recibes, las escuchas, las respetas... Algunas no me gustan, de otras tengo que tomar nota.
XL. ¿Cómo se lleva realmente con Jorge Lorenzo, a quien ha arrebatado el trono?
M.M. Empezamos bien, pero con el paso de la temporada cada vez hablábamos menos, porque la rivalidad iba creciendo. En los momentos de mayor enfrentamiento, nos limitábamos a saludarnos y felicitarnos. Luego, al terminar el campeonato, ya es diferente: comentamos algunas cosas, todo está más relajado. Hasta que vuelva el mundial, imagino.
XL. ¿Ha llegado a haber una tensión fuerte?
M.M. No, creo que no. Es una tensión sana. Uno no se hace grande solo ganando: le hacen grandes los demás. Una buena rivalidad da el verdadero sabor al triunfo.
XL. ¿Y con Pedrosa?
M.M. Yo creo que se ha querido malmeter un poco. Después de la carrera de Aragón pasamos unas semanas en que no hablamos mucho. Luego, la cosa volvió a normalizarse. Después del campeonato, en la fiesta, terminamos bailando juntos... No pegados, ¿eh? Es un buen compañero y nos tenemos mucho respeto.
XL. ¿Es posible tener amigos entre los rivales?
M.M. Creo que entre los rivales directos, no. Al final, te juntas con gente que está en otro grupo, que disputa otra categoría. Yo, amigos de verdad, entre los pilotos, solo tengo a Tito Rabat, que está en Moto 2, con el que entreno muchas veces. Luego hay gente con la que me llevo muy bien, con los que salgo a veces: Álvaro Bautista o Julián Simón, por ejemplo. Pero siempre es gente con la que no tengo una rivalidad directa.
XL. ¿Ha sido más difícil con Lorenzo y Pedrosa porque era su primer año y no lo esperaban?
M.M. Me imagino que tiene que ser complicado que llegue un chaval nuevo y... Yo me pongo en su lugar y seguro que me pasa a mí en el futuro. Posiblemente tuve la ventaja de que no pensaban en mí como un rival claro.
XL. ¿Cómo puede ser tan calculador sobre la moto con solo 20 años?
M.M. La verdad es que paso casi toda la temporada con un nivel determinado de tensión. Llego a él y no bajo. No me pongo más nervioso. Tengo la ayuda de un gran preparador físico para sobrellevarla. En el rato previo a mi carrera, me relaja ver las pruebas de Moto 3 y Moto 2.
XL. ¿No le cuesta dormir tras una prueba?
M.M. Es raro, porque se me hace más difícil cuando gano. Mis mecánicos alucinan con cómo duermo cuando me va mal. Ya sé que debería ser al revés.
XL. ¿Y no le da vueltas a algunas acciones temerarias?
M.M. Se pasa más miedo recordándolo luego que en la propia pista, sí. ¿Arrepentirme? Tiendo a pensar que, si he tomado una decisión en ese momento, ha sido por algo. Pero es cierto que mi mentalidad de siempre querer más me ha jugado malas pasadas. Se va aprendiendo de los errores.
XL. ¿Qué le gusta hacer al margen del trabajo?
M.M. Me engancho a todos los deportes que pruebo. Me gusta participar en carreras de coches de aficionados, montar en bici de montaña, hacer motocross... También el fútbol, jugar pachanguitas con los amigos. Salir con ellos cuando se puede o echar una partida de videojuegos. Lo normal: FIFA, Call of Duty...
XL. ¿Qué tal los estudios? ¿Qué habría sido si no llega a piloto?
M.M. Era buen estudiante. Pero, a medida que participaba más en competición, mis notas fueron bajando. No llegué a suspender, pero lo tuve que dejar. Siempre tuve claro que habría sido mecánico si no llego a piloto. Todavía hoy me quedo embobado a veces viendo trabajar a los mecánicos de mi equipo.
XL. ¿Y cómo va la vida sentimental?
M.M. Ahora mismo no tengo novia, ni ninguna amiga especial o similar. Tenía novia, pero lo dejamos en mayo.
XL. ¿Mejor esperar a que termine su carrera deportiva?
M.M. No hay ningún plan. Nunca se sabe. Yo estaba bien teniendo pareja; era ella la que tenía la parte más complicada: yo no estaba nunca y en los paréntesis en que nos veíamos andaba entretenido, mientras a ella le tocaba esperar.
XL. De todos los sitios que ha recorrido con el mundial, ¿dónde se iría a vivir?
M.M. Bueno, antes que nada, yo en Cervera estoy fenomenal. Siempre va a ser mi casa y siempre voy a volver allí. Pero bueno... quizá me gustaría tener una casa también en algún sitio con calorcito, con playa. No puedo decir ninguno que haya visto con el mundial, porque la verdad es que no te da tiempo a nada: vas del aeropuerto al circuito y eso es todo. Me gusta mucho ir a Australia porque el circuito está en un sitio tranquilo. Aunque mi circuito favorito es Alcañiz: tanto por el trazado como por el apoyo del público. Viene mucha gente de Lérida, y los aragoneses me tratan como a un paisano.
XL. ¿Le gusta la Navidad?
M.M. Sí, sí, ya lo creo. Nos juntamos bastante familia. Es época de ver a los amigos y estar en casa. Yo la paso siempre allí, también la Nochevieja. Es agradable que por unas semanas la gente esté más contenta, se olvide un poco de la situación del país.
XL. ¿Pide los regalos o prefiere que le sorprendan?
M.M. Antes solía pedir, pero ahora... La verdad, tengo de todo. Soy un privilegiado y lo sé, lo tengo asumido, y no puedo decir que me falte de nada. De verdad que lo único que puedo pedir es salud. Así que prefiero que me sorprendan con algún detalle.
XL. ¿Qué le gusta regalar?
M.M. Buf, soy un desastre. Escoger regalos me da más miedo que un adelantamiento. Me quedo indeciso. Le pregunto a mi madre y me contesta aquello de: «Pues tú sabrás...». Luego, me quedo mirando las caras cuando abren los paquetes para ver si he acertado.
domingo, 22 de diciembre de 2013
EN PRIMER PLANO, VIOLADORES, CASO ( RE) ABIERTO,./ REVISTA XL SEMANAL, PORTADA MARC MARQUEZ, TU RIVAL NO PUEDE SER TU AMIGO,.
TÍTULO: EN PRIMER PLANO, VIOLADORES, CASO ( RE) ABIERTO,.
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