Dejó el periodismo y desde entonces habita un
mundo lleno de intrigas y convive con personajes
marcados por apasionantes acontecimientos
históricos. Por sus historias y sus columnas en
Mujer hoy, recibe este reconocimiento.
Desde que presentó
“Dispara, yo ya estoy
muerto” en septiembre,
la vida de-foto Julia Navarro
parece la de una
estrella de rock: entrevistas,
viajes, encuentros con los fans...
y un galardón que acoge con inmensa
alegría porque viene de sus lectoras, las
que leen sus magnífi cas novelas y las que
siguen con devoción, desde hace ocho
años, su columna en Mujer hoy. “Estoy
absolutamente agradecida. Tengo una relación
muy cotidiana con las lectoras y sé
que son muy exigentes, hay que conquistarlas
novela a novela. Así que solo puedo
sentir agradecimiento”.Mujer hoy. Ha escrito cinco novelas y ha conseguido grandes éxitos. ¿Por qué una periodista se lanza al ruedo de la novela?
Julia Navarro. En mi caso, fue la casualidad: quería haber sido bailarina de ballet y terminé siendo periodista; y luego me convertí en novelista. Había escrito libros de actualidad, pero nunca me había planteado escribir una novela. Pero se dieron las circunstancias: un verano con tiempo por delante, una noticia en un periódico, que pudiera escribir la novela y me la publicaran, que gustara... Todo fue inesperado.
P. Sus cinco novelas han estado entre las más vendidas, han sido “best-sellers”.
R. No me gusta esa palabra, creo que los “best-seller” no existen. Nadie te garantiza el éxito, tú escribes novelas y son los lectores los que juzgan y compran el libro. Para que un libro se venda, tiene que funcionar el boca-oreja. Puedes hacer la mejor promoción, pero si los lectores no recomiendan tu obra, nunca será un éxito. Ellos convierten en “best-seller” una novela. Nadie tiene la pócima de Merlín. Nunca sabes porqué, ante una mesa llena de libros, los lectores eligen uno y no otro.
P. ¿Por qué cree que gustan sus libros?
R. Si lo supiera tendría la fórmula, pero no existe la piedra fi losofal del éxito literario. Cada una de mis novelas es diferente: “La hermandad de la Sábana Santa” era un “thriller” puro y duro; “La Biblia de barro”, un “thriller” con un alegato contra la guerra. En “La sangre de los inocentes” había una refl exión sobre el fanatismo. En “Dime quién soy”, di un giro radical hacia una novela costumbrista y de personajes, que es lo que prentendía también con esta última. Yo intento describir personajes que los lectores puedan sentir cercanos, poliédricos, llenos de luces y sombras. Procuro, y es deformación como periodista, que mis novelas suenen reales, que lo que cuento no resulte extraño.
P. ¿De cuál se encuentra más satisfecha?
R. ¡Uff! Cada una responde a un momento de mi vida. Tengo un cariño inmenso a la primera, porque me abrió la puerta al mundo en el que vivo. La segunda era importante, porque había gente esperando con la escopeta cargada. La tercera fue la de la consolidación. Y la cuarta, jugármelo todo. En la editorial me dijeron que quizá los lectores no me seguirían, pero me dio muchísimas alegrías, vendimos más de un millón de ejemplares. Y esta última ha sido la más difícil, en la que tenía que manejar más documentación, en la que se me “escaparon” de la mano los personajes. Quería hacer una novela un poco orteguiana, sobre personajes sometidos al vaivén de las circunstancias y mecidos por ellas.
P. ¿Escribir es para usted un trabajo? ¿Cuántas horas le dedica cada día?
R. Sí, yo no puedo esperar a estar inspirada. Dedico al menos ocho horas diarias a la novela, soy muy disciplinada. Pero hasta que no tengo la historia clara de principio a fin, no me siento a escribir. De hecho, el primer capítulo de “Dispara...” que escribí fue el último. Luego cambias cosas que no te gustan o no funcionan, pero la novela está armada. Mi perro agradece mucho cuando me atasco, porque para aclarar las ideas salgo con él: dejo el móvil en casa y Argos y yo nos vamos a caminar.
P. ¿Cuánto tiempo le dedica a una novela?
R. En esta he tardado tres años. Mi buró es como un campo de batalla, lleno de libros de consulta, de notas... La historia se convierte en una obsesión, los personajes forman parte de mi vida. Trabajo en ella sábados, domingos, fi estas...
P. ¿Y cuándo escribe la columna de Mujer hoy?
R. Lo hago fuera de esas ocho horas.
P. ¿Echa de menos el periodismo?
R. [Tajante] No, nada. Le dediqué más de 35 años, escribí información política, cubrí guerras... pero cuando empecé a escribir novela hacía mucho tiempo que no hacía información: escribía opinión, iba a tertulias... Ha sido un tránsito muy natural, no tengo la sensación de haber dejado nada. Y mi artículo en Mujer hoy me ayuda a creer que sigo vinculada al periodismo, sobre todo por la enorme repercusión que tiene y que me recuerdan las lectoras.
P. ¿Tiene aún muchas historias por contar?
R. Ya tengo la próxima. Empezaré a escribir después de Navidad, tras unos días de vacaciones con los que sueño.
Muy personal
-Nacida en Madrid en 1953, su
vocación le vino desde la cuna: su padre era el conocido periodista
Felipe Navarro, “Yale”. Está casada y tiene un hijo.
-Durante más de 30 años hizo información
política en el diario Pueblo, la agencia Europa Press, la revista Tiempo
y distintas emisoras de radio y TV. Escribe en Mujer hoy desde 2005.
-Ha publicado cinco novelas, traducidas a más de 30
idiomas. “La Hermandad de la Sábana Santa”, la primera, salió en 2004.
Ha recibido numerosos premios,.
-foto-Teresa lleva vestido azul de Max Mara y pendientes y anillo de Helena Rohner,.
En los tiempos que corren, se ha arriesgado a
poner en marcha una incubadora de nuevos
proyectos científi cos y de jóvenes talentos.
¿Puede haber mayor osadía?
Teresa le apasionan los retos. Por eso esta científica que busca terapias contra el cáncer y el sida decidió cumplir su sueño en plena crisis: crear una empresa comprometida con la sociedad, que ahora tiene entre sus objetivos poner en circulación un tratamiento tópico que frene el avance del VIH. Doctora en Biomedicina, y con honores, por la Universidad de Groningen (Holanda) y coautora de dos patentes mundiales, tiene la obsesión de que el avance científico no se quede sobre el papel. Con este propósito trabaja y sigue poniendo en marcha el lema que rige su día a día: continuar aprendiendo.
Mujer hoy. Hace dos años recibió el premio
MIT Technology Review Innovadores
Menores de 35 y fue elegida Innovadora
Solidaria. Antes, consiguió el primer
galardón de la Fundación Genoma España.
¿Cómo valora que ahora sean los lectores
de Mujer hoy quienes reconozcan su labor? Teresa le apasionan los retos. Por eso esta científica que busca terapias contra el cáncer y el sida decidió cumplir su sueño en plena crisis: crear una empresa comprometida con la sociedad, que ahora tiene entre sus objetivos poner en circulación un tratamiento tópico que frene el avance del VIH. Doctora en Biomedicina, y con honores, por la Universidad de Groningen (Holanda) y coautora de dos patentes mundiales, tiene la obsesión de que el avance científico no se quede sobre el papel. Con este propósito trabaja y sigue poniendo en marcha el lema que rige su día a día: continuar aprendiendo.
Teresa Gonzalo. Es increíble, me he llevado una enorme sorpresa, porque es una buenísima noticia que la ciencia sea de interés para todo el mundo. Que los lectores hayan reconocido mi trayectoria y el proyecto en el que estoy involucrada es de un valor impresionante para mí. Signifi ca que la gente sí se preocupa por aspectos interesantes de la salud y de la ciencia, y por cómo nos impactan en el día a día.
P. ¿Cuándo y cómo nació su interés por la investigación?
R. Desde pequeña me encantaba indagar, saber los porqués de todo. Me gustaba hacerme preguntas e intentar buscar las respuestas. Pero fue estudiando en Holanda cuando descubrí que me apasionaba de verdad la investigación, porque podía tener efectos prácticos. Así que cuando volví a España, quise poner en marcha un proyecto útil, y como eso requería un desarrollo empresarial, estudié un MBA para poder hacerlo realidad.
P. ¿Así fue, entonces, como surgió su propia empresa, Ambiox Biotech?
R. Sí, pensé que si no la creábamos nosotros [tiene otros tres socios investigadores], todo el trabajo que hacemos en el laboratorio quedaría en un artículo científi co. Este es un problema que ha habido durante mucho tiempo en España: el científi co no iba más allá, porque su labor era exclusivamente investigar y no se permitía la transferencia a la comercialización, con lo que toda la sociedad perdía ese benefi cio. No solo por el producto en sí, sino también porque se crea una empresa que puede acoger a otros especialistas. De hecho, nuestro objetivo es que también podamos asumir jóvenes talentos.
P. ¿Cuál es su proyecto más inmediato?
R. Poner en circulación un gel de uso tópico que prevenga las cinco millones de nuevas infecciones por VIH que se producen cada año en el mundo. Tenemos que terminar todos los estudios de la fase preclínica para después pasar al estudio en humanos. Ahora mismo necesitaríamos asociarnos con una empresa farmacéutica que tenga capacidad para afrontar unos costes que están entre los 500 millones y un billón de euros.
P. Es investigadora, empresaria y mentora de jóvenes en el Venture Lab de IE Business School. ¿Con qué se queda?
R. Ahora me siento más identifi cada con el desarrollo empresarial. De todas formas, estas áreas no están tan desconectadas. La búsqueda de nuevos negocios se parece a los experimentos que hacemos: se trata de ver cuál es la hipótesis que más se acerca al mercado. Hay algo en común, que es la ambición y las ganas de que los proyectos funcionen. Partes de cero en ambos casos, tienes que construirte el camino y estás todo el tiempo lidiando con la incertidumbre y el alto riesgo, y en ninguno de los dos casos puedes dormirte en los laureles. Me parece apasionante describir un problema, intentar solucionarlo y ponerse manos a la obra con un equipo lleno de profesionalidad. Es un reto al que me gusta enfrentarme.
P. ¿Condiciona de alguna forma el hecho de ser mujer en el campo científico?
R. Depende de cada uno. Quien quiera luchar, demostrar sus méritos y trabajar para ello, puede conseguir lo que se proponga. Es cierto que sigue habiendo menos puestos directivos ocupados por mujeres, pero las puertas están abiertas. Es cuestión de demostrar tu valía. ¿Cree que el talento investigador está infravalorado en España? Con los recortes, se está destruyendo muchísimo valor que se había creado durante años, y es un conocimiento que no se adquiere en dos días. Todos perdemos, no solo los científi cos. Pero creo que el público en general sí valora la investigación, porque en las encuestas recibimos una valoración muy alta. Sin embargo, en los órganos de poder estamos infravalorados, si tenemos en cuenta cómo se trata la investigación en los presupuestos. Así es totalmente comprensible que compañeros con mucho talento acaben marchándose. Y que conste que a mí me parece fantástico poder pasar un tiempo en otro país investigando, en eso estoy totalmente a favor y lo fomentaré con mis hijos, pero no es admisible que si quieren volver no tengan opciones. Y no las hay.
P. ¿Es fácil conciliar vida laboral y familiar?
R. Tengo dos hijos pequeños y creo que es difi cilísimo. Quien diga lo contrario, miente. Pero yo no lo tengo más complicado que cualquier otra madre trabajadora. La apuesta de proyecto que he hecho es de altísimo riesgo a nivel laboral en cuanto a estabilidad, pero todas las profesionales estamos en la misma liga.
Muy personal
-Nació en Madrid en 1977. Está casada y tiene dos hijos, de siete y tres años. Es doctora en Biomedicina y licenciada en Farmacia.
-Fue coordinadora de Innovación y Gestión de I+D en Nanomedicina del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
-Es coautora de dos patentes, resultado de la investigación en el proyecto CENIT de la Univ. de Santiago y PharmaMar.
-Es socia de Ambiox Biotech, junto a otros tres investigadores
No hay comentarios:
Publicar un comentario