Hay tres san lázaros en Cuba. Uno es el católico, reconocido por la Iglesia de Roma, el de Betania, al que resucitó Jesús y que aparece con ...foto y los ceniceros,.
Hay tres 'san lázaros' en Cuba. Uno es el católico,
reconocido por la Iglesia de Roma, el de Betania, al que resucitó Jesús y
que aparece con los típicos ropajes lujosos de santo. Otro es su
'equivalente' en la religión yoruba, Babalú Ayé, deidad de la viruela,
la lepra y el resto de afecciones de la piel. Y luego está el resultante
del sincretismo entre estos dos credos, al que representan como un
mendigo medio inválido y en harapos al que acompañan dos perros. Éste es
el que arrastra mayoritariamente a los 2.000 visitantes diarios que
llegan al santuario de El Rincón, situado en Santiago de las Vegas, a 30
kilómetros de La Habana. Ahora, entre el 16 y 17 de diciembre, día de
San Lázaro, se acercan más de 50.000 personas. Casi un millón de
peregrinos al año.
El fervor es enorme, los devotos hacen promesas al 'Viejo',
como le llaman cariñosamente, para que les ayude. Y, según cuentan los
más entusiastas, San Lázaro siempre cumple. Luego les toca a ellos: le
pagan con extraños y a veces violentos rituales que repiten cada año.
Dejan que la cera derretida de las velas se derrame por su piel, se
arrastran de mil maneras durante kilómetros hasta llegar al santuario
cargados de piedras, descalzos, vestidos con sacos... A veces deben
intervenir los equipos sanitarios. Junto a la virgen del Cobre, patrona
de la isla, «es la figura más venerada», dice Jorge Suardiaz, diácono de
la archidiócesis habanera. Las escenas son impresionantes. Un joven
exhausto serpentea panza arriba por el suelo empujando un carrito:
«Llevo esta promesa de salud. Es muy dura, pero él sabe lo que ha hecho
por mí y yo por él, y tengo que pagarle. Le prometí que si mi hija se
'paraba' (levantaba) de la cama, yo iba a hacer esto todos los años.
Llevo mucho rato en el camino, con fe y con cariño yo llego al
Rincón...». Y llora.
Otros no se lo toman tan a la tremenda, como Benjamín
Salgueiro, que acude cada diciembre con su perrillo en brazos: «Soy muy
creyente de San Lázaro, siempre me ha ayudado mucho». O Rafaela
Gutiérrez: «Llevo 25 años viniendo, porque hice una promesa cuando salí
de Cuba para ir con mi familia». Ileana Hodge, experta en Religión e
Historia, explica que el fervor reside en que la gente «cree de verdad
que el santo hace milagros. Lo primero por lo que se le pide es la
salud, luego por asuntos legales y cuestiones de migración interna y
externa. También hay parejas que no tienen hijos y vienen a suplicarle
uno al santo».
Un puerco de dos cabezas
La Iglesia católica no aceptaba el culto a la figura de las
muletas y los perros, y en 1925 apartó su imagen del altar principal,
dando el protagonismo al San Lázaro obispo. Pero sabían que debían
rectificar. Así, en agosto, el párroco, Sergio Cabrera, retornó la talla
a la urna que ocupó antaño. Investigó en la Biblia y en archivos y
colocó a la imagen una campana (para pedir limosna), un zurrón y los
ropajes pobres de la escultura original, de 1702, cuando se fundó El
Rincón. También los perros, aunque no las muletas, porque no halló datos
en el texto bíblico: «Los peregrinos llegaban buscando una imagen que
está en su pensamiento, y no encontraban esa imagen, sino otra». «En
Cuba hay varias formas de religiosidad -admite el diácono Suardiaz-, y
debemos respetar la popular, la fe sencilla de esas personas. No se les
puede ofender, aceptamos su homenaje y tratamos de enseñarles que lo
importante es Jesucristo, que el santo es alguien que tuvo una vida
ejemplar, pero que el centro de su fe no debe ser eso».
Cumplida su promesa, los devotos quedan libres para
disfrutar del ambiente. Hay una fuente donde introducen zonas del cuerpo
para sanarlas y se llevan agua en botellas. La calle es un hervidero,
la leprosería -el sanatorio para enfermedades de la piel en la trasera
del santuario-, recibe estos días muchas donaciones. Puestos de flores,
imágenes del santo, bocadillos, carne a la plancha, guaraperas donde
degustar el refrescante jugo de la caña de azúcar. En una casa, un
curioso anuncio promete emociones aún más fuertes: «Pasen para que vean
un perro con seis patas, acompañado por un puerco que tiene dos cabezas y
cuatro ojos, y la Famosa Marieta, con dos cabezas, cuatro ojos y tres
orejas.».
TÍTULO: LOS PAPELES QUEMADOS, EL MINISTRO YOGURÍN,.
El ministro 'yogurín'-foto- los papeles quemados,.
Con 25 años hacía campaña en una
discoteca de Viena. A los 27, el austriaco Sebastian Kurz es el miembro
más joven de un Gobierno europeo. Le han dado la cartera de Asuntos
Exteriores y todavía no ha terminado la carrera de Derecho
En los años 80, la vía más corta hacia la cumbre
del éxito era Wall Street. En los 90, el ladrillo. Hoy en día, las
autopistas hacia el cielo son las juventudes de los partidos políticos.
Las asociaciones que aglutinan a los cachorros del poder son auténticas
'metralletas' que lanzan a los suyos cada vez más lejos, cada vez más
alto, con menos años y con más aire de genios locos. El último en
ponerse en órbita es el ministro de Asuntos Exteriores e Integración de
Austria, que tiene 27 años y es ya el más joven de la Eurozona.
Se llama Sebastián Kurz y no ha terminado los
estudios de Derecho. No porque estuviera en los bares persiguiendo
chicas, algo más propio de esos años, si no porque solo tenía tiempo
para su carrera política en el Partido Popular, ÖVP. El más tierno de
los 16 miembros del nuevo Ejecutivo de coalición, que acaba de jurar el
cargo ante al presidente Heinz Fischer, es hijo de un ingeniero y una
maestra de Viena que creció en un barrio de clase media. Antes de que la
política lo convirtiera en un personaje engominado, educadísimo,
telegénico, enérgico y que siempre tiene algo que decir, era un chaval
normal. Ahora encarna la esperanza del PP austriaco, amenazado por la
pérdida de votos entre los más mayores.
Las encuestas, que son las que mandan en los
gobiernos, confirman que Kurz toca las fibras sensibles de los votantes
jóvenes en un electorado inmerso en el desencanto. El dato, traducido en
intención de voto, es oro, aunque al cuerpo diplomático le rechinen los
dientes al pensar que el hombre que se jugará los cuartos del país con,
pongamos, John Kerry, no tiene ninguna experiencia en la resbaladiza
moqueta de las relaciones internacionales. En comparación, Bibiana Aido
tenía cuatro años más cuando accedió en 2008 a la cartera de Igualdad en
el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero, y su ministerio era un
patio de colegio comparado con el de Asuntos Exteriores.
La prensa austriaca, que no ha hecho una
carnicería con el asunto, lo considera «sexy» para el partido y para los
votantes. Ese mismo atractivo físico, multado solamente por las orejas
que destacan los caricaturistas, ha sido un factor ilusionante, incluso
refrescante, germen de una carrera más que veloz. Comienza en 2008,
cuando Kurz aparece de relleno en una lista al parlamento. No es
elegido. En 2009, pasa a las filas de las juventudes del ÖVP y en 2010
hace campaña a las elecciones en el parlamento de Viena.
Con un Hummer negro
La foto de la campaña, tal vez la de su vida, al
menos hasta su investidura, es la siguiente: Sebastian Kurz aparece
sentado en el capó de un todoterreno Hummer negro. Se escribió de él que
su aspecto recordaba a un híbrido entre una vedette de cine y un capo
de la droga. La caravana -cuyo lema era «Lo negro mola», en referencia
al color corporativo de su partido-, estaba aparcada ante Le Moulin
Rouge, un club discoteca de Viena, al que habían cambiado el nombre por
Le Moulin Noir. Dentro, al ritmo del DJ, Kurz repartía su propaganda
política y dictaba las directrices de su decidido mensaje en una fiesta
tecno, en la que él reinaba asomado al generoso escote de sus
colaboradoras.
Entonces, la oposición con la que hoy gobierna
dijo de él que hacía política-disco. Se equivocaron. Hace un par de años
ya fue nombrado secretario de Estado de Integración, un puesto de nuevo
cuño en un país en el que la inmigración es un tema espinoso (el
ultraderechista FPÖ es tercero en las votaciones) y comenzó a aplicar
una política que ha sido de todo menos timorata. El hombre que no había
terminado sus estudios de Derecho impuso durísimos exámenes de lengua
para los inmigrantes que querían conseguir beneficios como, por ejemplo,
el acceso a la escuela. La oposición le ha recriminado que esos
exámenes no los hubieran aprobado ni algunos austriacos. Su política,
polémica por las deportaciones, se enfocó hacia la «integración a través
del esfuerzo». En adelante, los inmigrantes tendrían que demostrar que
aportaban valor y trabajo, a veces en tareas de voluntariado, para
Austria. La medida, que hubiera levantado ampollas en España, le supuso
una lluvia de elogios. El año pasado era uno de los miembros más
valorados del gabinete. Ya casi nadie le recordaba que no había
terminado la carrera.
TÍTULO: EL FUTBOLIN,..Fallece el inventor del futbolín,.
Fallece el inventor del futbolín-FOTOS
Alexandre Campos Ramírez (Finisterre, Coruña, 1919 - Zamora, 2007), más conocido como Alexandre de Fisterra, era republicano, escritor, editor, albacea del poeta León Felipe e inventor. Era un hombre completo, autodidacta en muchos campos, pero, sobre todo, es el inventor del futbolín. Como solía decir cuando alguien le preguntaba "inventé el futbolín por culpa de una bomba nazi". La historia de su invento más conocido, al que Os Diplomáticos de Montealto dedicaron una canción en el programa Xabarín Club de la TVG, surge a raíz de un bombardeo sobre Madrid en 1936. Alexandre queda sepultado bajo los escombros y es trasladado primero a Valencia y después a Montserrat. La cojera que le quedó a consecuencia del bombardeo le impedía jugar al fútbol, por lo que decidió crear un fútbol de mesa.
Con la llegada de las tropas franquistas a Barcelona, Alexandre, como tantos otros, se ve obligado a huir a Francia. Contaba que en su "macuto sólo llevaba la patente, una lata de sardinas y dos obras de teatro", pero la lluvia que no dejó de caer durante los diez días que duró toda la travesía de los Pirineos acabó convirtiendo el papel en pulpa y dejándole sin patente.
De París pasó a Ecuador y de allí a Guatemala, donde mejoró el futbolín y empezó a fabricarlos con caoba que trabajaban los indígenas hasta que el coronel Castillo Armas dio un golpe de estado en el país centroamericano. Al cabo de los años, este gallego itinerante, fue homenajeado en Oporto por su invento con motivo de la Eurocopa de Portugal.
Hoy, tras su fallecimiento en Zamora a causa de una úlcera de duodeno, sólo queda recordar al de Finisterre jugando unas partidas al futbolín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario