Gonzalo Giner novela el desconocido papel de los canes en las guerras del siglo XX en 'Pacto de lealtad',.
España, 1937. En pleno fragor bélico y con ayuda
de un coronel español, los nazis se dedican a reclutar perros para
adiestrarlos en su país como máquinas de matar. Los animales vuelan
hacia Alemania en los mismos aviones de la temible Legión Cóndor que
arrasaron Guernica y otras localidades españolas. Es solo uno de los
desconocidos episodios que se recrean en 'Pacto de lealtad' (Planeta),
una novela en la que se aborda por primera vez el papel de los canes en
los conflictos bélicos del siglo XX. Su autor es Gonzalo Giner (Madrid,
1965) veterinario en activo y autor de éxitos de ventas sin
proponérselo.
Giner es lo que los técnicos definen como «autor
de best-sellers silenciosos», esos libros que triunfan por el boca-oreja
sin necesidad de promoción. Y es que antes de esta novela -reimpresa el
mismo día que llega a las librerías- Giner ha vendido más de medio
millón de copias de 'El sanador de caballos', donde investigó el origen
de su profesión, y 'El jinete del silencio', en la que exploraba la
creación de los purasangres españoles en el siglo XVI.
«El perro ha sido durante 17.000 años el ser más
leal y cercano a los humanos; nos ha ayudado a cazar y a sobrevivir,
pero nosotros le pagamos con la peor moneda y le hacemos las mayores
perrerías, llegando a adiestrarles en la barbarie», lamenta Giner.
Especialista en nutrición vacuna, se levanta cada día a las cuatro de la
mañana y dedica tres horas a escribir antes de abordar sus
interminables jornadas veterinarias «de muchas horas y cientos de
kilómetros en los que se van armando las novelas». Activo en el serrano
norte de Madrid y en las provincias de Ávila y Segovia, tras muchos años
de labor aún sigue fascinado «por la contagiosa honestidad de los
animales».
Giner conocía bien el uso militar de los canes en
las dos guerras mundiales, en las que los perros «tendieron cables,
localizaron e hicieron estallar minas, tiraron de carros con armamento y
vigilaron presos en los campos de exterminio». «En todos los bandos,
cientos de miles de perros perdieron la vida en estos conflictos,
algunos de forma muy cruel, como los canes rusos a los que acostumbraban
a comer bajo un tanque y enviaban luego a buscar alimento cargados de
explosivos bajo los tanques enemigos que volaban con ellos». Fue en la
Guerra Civil española donde se dio a los perros un uso humanitario y
sanitario y la Cruz Roja implantó sus Unidades Caninas de Rescate.
Comenzó Giner a investigar el papel de los perros
en la incivil contienda española y tirando de un hilo sin muchos cabos
armó la historia de un capitán prusiano, criador de perros pastores que
reconvirtió su nomenclatura a pastores alemanes. 'Campeón', un chucho
con un enorme instinto de protección, «un mil leches» en el argot
veterinario, es el protagonista canino de «esta novela de aventuras» en
la que se establece un insobornable pacto de lealtad entre el animal y
Zoe Urgazi, «una joven viuda empeñada en ser veterinaria en la España
republicana en un tiempo en que al profesión estaba vedada a las
mujeres».
«Es un anti-héroe, un mestizo en las antípodas de
la pureza de sangre que los alemanes también buscaban para sus perros»,
explica Giner. La historia transcurre entre España y el sur de Alemania,
y en ella juega un importante papel un Goering empeñado en hacer de los
perros máquinas de guerra. Y aparece Adolf Hitler, «que era
paradójicamente un gran amante de los perros y mató a Blondi, su pastor
alemán, poco antes de suicidarse en el búnker de Berlín».
Giner ha creado a su can protagonista inspirándose
en 'Salero' «un perro que estuvo en 1934 en la revolución de Asturias y
en la IV bandera de la Legión en Marruecos». «Hay testimonios de cómo
en la guerra corrió entre las balas por las trincheras, de que participó
en la toma de Badajoz y en la batalla de Madrid, donde mataron a su
amo, y de cómo reapareció solitario al final de la guerra en Soria»,
explica.
El fiel chucho será el baluarte de la vida de Zoe,
que se desmorona poco antes del estallido de la guerra, cuando su
marido muere en la revolución asturiana al tiempo que ella descubre su
infidelidad; su padre, además, es encarcelado. Sin ingresos ni
patrimonio será desahuciada del palacete madrileño donde reside e
intentará sobrevivir en un país turbulento junto a 'Campeón', el perro
sin estirpe, que le ayudará a sortear los peligros de la guerra.
«Es una historia de emociones, de acción y de
aventuras», insiste Giner, fascinado desde su juventud por la lectura de
'Todas las criaturas grandes y pequeñas', de James Herriot y a quien la
literatura empujó «para ser veterinario». En algo más de 600 páginas
entrecruza ahora historias de espías, amor, traiciones y experimentos
secretos en pos del perro perfecto en el periodo más dramático del siglo
XX.
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