Julia Stiles foto,.
Julia Stiles | ||
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Stiles en 2007. |
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Nombre de nacimiento | Julia O'Hara Stiles | |
Nacimiento | Nueva York, Nueva York, Estados Unidos 28 de marzo de 1981 (33 años) |
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Nacionalidad | Estadounidense | |
Ocupación | Actriz, modelo, activista | |
Años activo/a | 1993-presente | |
Características físicas | ||
Estatura | 1,70 m | |
Sitio oficial Ficha en IMDb |
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Biografía
La actriz se destacó por su papel en la serie Dexter, interpretando a Lumen Pierce. Además tiene de diversos proyectos propios, como la dirección de su primer cortometraje, Raven, en el que también figura como guionista.
Filmografía
- I Love You, I Love You Not (1996) de Billy Hopkins.
- La sombra del diablo (1997) de Alan J. Pakula
- Before Women Had Wings (1997) de Lloyd Kramer.
- Wide Awake (1998) de M. Night Shyamalan.
- Wicked (1998) de Michael Steinberg.
- 10 razones para odiarte (1999) de Gil Junger.
- State and Main (2000) de David Mamet.
- Down to You (2000) de Kris Isacsson.
- Espera al ultimo baile (2001) de Thomas Carter.
- The Business of Strangers (2001) de Patrick Stettner.
- Hamlet (2001) de Michael Almereyda.
- O (2001) de Tim Blake Nelson.
- The Bourne Identity (2002) de Doug Liman.
- A Guy Thing (2003) de Chris Koch.
- Carolina (2003) de Marleen Gorris.
- La sonrisa de Mona Lisa (2003) de Mike Newell.
- El príncipe y yo (2004) de Martha Coolidge.
- The Bourne Supremacy (2004) de Paul Greengrass.
- Edmond (2005) de Stuart Gordon.
- A Little Trip to Heaven (2005) de Baltasar Kormákur.
- La profecía (2006) de John Moore.
- The Bourne Ultimatum (2007) de Paul Greengrass.
- Gospel Hill (2008) de Giancarlo Esposito.
- Cry of the Owl (2009) de Jamie Thraves.
- Dexter (2010) de Michael Cuesta, Tony Goldwyn, Keith Gordon, Steve Shill, Marcos Siega y Robert Lieberman
- El lado bueno de las cosas (2012) de David O. Russell
- Desde la oscuridad (2015) de Lluis Quílez - Rodada en Colombia - Thriller, Suspenso, Terror
- TÍTULO: TAPAS Y BARRAS, EL BAR DE LA CASTA O EL BAR DE PODEMOS,.
Una duda revolotea por la parte antigua de Cáceres: ¿magdalena o bizcocho, Jardín o Corral? foto,.
Tengo el corazón partido. Desde hace 20 días vivo sin vivir en mí porque dudo y me debato y no sé a quién querer. Tengo el corazón partido y no es entre dos amores, ¡qué más quisiera yo!, sino entre dos bares. Uno se llama Corral, el otro se llama Jardín y yo me estoy volviendo loco entre El Corral y El Jardín. Mi suegra asegura que el dinero y el amor son imposibles de ocultar y algo de eso me está pasando a mí porque todo el mundo me nota taciturno y preocupado, se interesa por mi corazón partido y me pregunta que si prefiero El Corral o prefiero El Jardín.
Trabajo en la parte antigua de Cáceres y, hasta ahora, no tenía ningún problema a la hora de tomar café. Me acercaba a El Corral de las Cigüeñas y todo solucionado. Pero hace unas semanas ha abierto, justo debajo de mi trabajo, otra cafetería, El Jardín de Ulloa, y mi corazón duda cada mañana entre el uno y el otro.
Los dos son muy agradables, los dos tienen jardín, los dos hacen un café estupendo y si El Jardín empezó a servir unas deliciosas magdalenas caseras con el cortado, El Corral no le ha ido a la zaga e inmediatamente ha empezado a poner con el café delicados pedacitos de un rico bizcocho, que hornea cada mañana su camarero jefe.
Lo que me sucede a mí les pasa a muchos ciudadanos, que de pronto se han visto atrapados entre dos amores y cada mañana, a la hora del café, se debaten entre uno y otro bar. Los hay que han llevado la situación al ámbito de lo neurótico y disimulan sus preferencias dando un rodeo para que no los vean y nadie sepa si son de El Corral o de El Jardín. Ya saben, en provincias somos muy paranoicos con nuestras preferencias y nos abrazamos al dogma sagrado de la indefinición: que no se note, que no se mueva, que no traspase.
Para acabar de liarla, el imaginario colectivo y popular, tan capullo a veces, ha añadido un matiz político a la cuestión y en Cáceres llaman ya a El Jardín 'El Bar de la Casta' y a El Corral, 'El Bar de Podemos', amparándose en el dato incontestable de que el dueño del segundo es un destacado militante de los círculos de Pablo Iglesias, mientras que El Jardín fue inaugurado por las fuerzas vivas de la ciudad. Yo no hago esa distinción ni creo que sea cierta, pero sí es verdad que en El Corral los camareros hablan del paro, ironizan sobre la clase política y cuentan chistes iconoclastas y perversos. En El Jardín, el servicio parece más canónico, no interviene en las conversaciones de los clientes y, desde luego, la asepsia política es santo y seña del establecimiento.
A mí me gusta El Jardín de Ulloa porque, temprano, es un lugar silencioso con unas vistas magníficas hacia los palacios medievales y se lee el HOY con verdadero placer. No sé si eso me coloca en la casta. Tampoco sé si preferir El Corral de las Cigüeñas a mediodía, con más ganas de hablar que de leer, me acerca a Podemos. Y me gustan tanto los bizcochos como las magdalenas. En cuanto al servicio, pues a veces prefiero no hablar con nadie y otras me sucede todo lo contrario.
Los camareros de El Corral son lingüistas y hacen chistes de filólogos. Ayer contaban el caso de un niño que le preguntaba a su madre que si había gelatina y la señora le respondía: «Hay y griega y hay i latina, pero ge solo hay una». O una norma muy útil para explicar en los institutos cuándo llevan tilde los determinantes relativos, que es cuando después de cada uno de ellos se puede poner la palabra cojones: «¡Qué cojones haces yendo a la facultad con esa pinta! ¡Quién cojones es ese piojoso con el que vas al cine los miércoles!»
Frente a estos chistes de El Corral, contados con fondo de música brasileña, la armonía silenciosa de El Jardín. Y la ciudadanía con el corazón partido entre dos amores, entre dos bares, entre dos estilos. O sea, la vida misma.
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