Desterrada ya la decepción de no clasificarse para la final de Copa, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad sigue a lo suyo y sumó una ...foto,.
Sumó su decimosegunda victoria ante el Getafe y sigue la estela del Amics Castelló,.
Desterrada ya la decepción de no clasificarse para la final de Copa,
el Cáceres Patrimonio de la Humanidad sigue a lo suyo y sumó una nueva
victoria -y también cómoda- en el segundo partido de la segunda vuelta.
Lo hizo ante el Viten Getafe por 72-58. Un triunfo que le permite seguir
la intachable trayectoria del Amics Castelló, que ayer sufrió y mucho
para deshacerse del Zortnotza.
Ante el Viten Getafe, el primer cuarto fue de pura intensidad defensiva. Los del sur de Madrid llegaban precedidos por una de las vigilancias más severas sobre sus rivales. Sin embargo, ese exceso de celo en las zonas lo acabaron pagando con cuatro personales en los dos primeros minutos y cinco en el minuto 5. El Cáceres entendió que había que combatir la defensa con defensa y eso llevó a que los primeros diez minutos fueran una especie de guerra de trincheras en las pinturas. Por parte local, el principal damnificado fue Sebirumbi. Tras cuatro minutos en pista, se fue con dos personales al banquillo.
La falta de fluidez ofensiva, plasmada en alteraciones a cuentagotas en el electrónico, tuvo su origen en el trabajo de ambos equipos en sus respectivas canastas. Nadie era capaz de encadenar cuatro o cinco puntos seguidos ni en erigirse como referente ofensivo. En este sentido, Fernando Fernández exhibió carencias físicas como consecuencias de su lesión de espalda. Fue entonces cuando Ñete ordenó la entrada de Parejo y E.J. Kusnyer para desatascar el ataque y dar más recursos a la circulación de balón. Con 13-14 se cerró el primer cuarto.
El segundo parcial arrancó con susto para el Viten Getafe. En una acción fortuita con Kasse, Aramaburu cayó lesionado. El vasco estaba siendo el jugador más incisivo de cara al aro y su lesión, unida a la tercera de Spires, hizo sonar las alarmas en el banquillo madrileño. Armando Gómez ordenó la entrada de Deguara, techo del baloncesto nacional con 2,23 metros, pero su presencia en cancha fue meramente anecdótica.
Quizás por esas dudas en el juego interior, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad fue capaz de sacar partido en forma de puntos, con Rolandas Jakstas y Mansour Kasse como auténticos dominadores de las zonas, ya fuera en forma de puntos o de rebotes. Un triple de Añaterve Cruz y una racha de 14-0 parecían dejar el partido encarrilado en el minuto 19 (36-21), pero un postrero parcial de 0-5 dejó un hilo de vida al equipo visitante al descanso (36-26).
El segundo acto arrancó con energías renovadas para el Getafe. Desplegó sus mejores siete u ocho minutos de todo el partido y sólo la destreza de Añaterve Cruz impidió que los madrileños neutralizaran la desventaja. Olvidándose del perímetro y asumiendo sus malos porcentajes exteriores, decidieron asistir a sus hombres interiores para buscar canastas fáciles. Con Moungoro como principal estilete, fue capaz de situarse a cinco puntos (47-42). Pero en ese momento acudió de nuevo Jakstas al rescate para dar fortaleza a la defensa cacereña y al rebote ofensivo. Con esos pilares se sustentó un nuevo despegue local. Un triple de E.J. Kusnyer firmaba un parcial de 11-0 y daba al Cáceres la máxima momentánea del partido (58-42).
Los últimos diez minutos se iniciaron como lo hicieron los diez primeros. Con una intensidad defensiva extrema. O si se quiere, con respectivas nulidades en ataque. Los minutos se fueron disipando con ligerísimas alteraciones en el luminoso (parcial de 2-2 en los primeros cuatro minutos) para beneficio del Cáceres Patrimonio de la Humanidad.
En los instantes finales, con la victoria certificada en 72-58, lo más noticiable fue el 4 de 4 en triples de E.J. Kusnyer (5 de 5 en tiros de campo), que le dejó como uno de los máximos anotadores del Cáceres Patrimonio en este partido y le sitúa en posición de ventaja para renovar su contrato de dos meses próximo a expirar.
Ante el Viten Getafe, el primer cuarto fue de pura intensidad defensiva. Los del sur de Madrid llegaban precedidos por una de las vigilancias más severas sobre sus rivales. Sin embargo, ese exceso de celo en las zonas lo acabaron pagando con cuatro personales en los dos primeros minutos y cinco en el minuto 5. El Cáceres entendió que había que combatir la defensa con defensa y eso llevó a que los primeros diez minutos fueran una especie de guerra de trincheras en las pinturas. Por parte local, el principal damnificado fue Sebirumbi. Tras cuatro minutos en pista, se fue con dos personales al banquillo.
La falta de fluidez ofensiva, plasmada en alteraciones a cuentagotas en el electrónico, tuvo su origen en el trabajo de ambos equipos en sus respectivas canastas. Nadie era capaz de encadenar cuatro o cinco puntos seguidos ni en erigirse como referente ofensivo. En este sentido, Fernando Fernández exhibió carencias físicas como consecuencias de su lesión de espalda. Fue entonces cuando Ñete ordenó la entrada de Parejo y E.J. Kusnyer para desatascar el ataque y dar más recursos a la circulación de balón. Con 13-14 se cerró el primer cuarto.
El segundo parcial arrancó con susto para el Viten Getafe. En una acción fortuita con Kasse, Aramaburu cayó lesionado. El vasco estaba siendo el jugador más incisivo de cara al aro y su lesión, unida a la tercera de Spires, hizo sonar las alarmas en el banquillo madrileño. Armando Gómez ordenó la entrada de Deguara, techo del baloncesto nacional con 2,23 metros, pero su presencia en cancha fue meramente anecdótica.
Quizás por esas dudas en el juego interior, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad fue capaz de sacar partido en forma de puntos, con Rolandas Jakstas y Mansour Kasse como auténticos dominadores de las zonas, ya fuera en forma de puntos o de rebotes. Un triple de Añaterve Cruz y una racha de 14-0 parecían dejar el partido encarrilado en el minuto 19 (36-21), pero un postrero parcial de 0-5 dejó un hilo de vida al equipo visitante al descanso (36-26).
El segundo acto arrancó con energías renovadas para el Getafe. Desplegó sus mejores siete u ocho minutos de todo el partido y sólo la destreza de Añaterve Cruz impidió que los madrileños neutralizaran la desventaja. Olvidándose del perímetro y asumiendo sus malos porcentajes exteriores, decidieron asistir a sus hombres interiores para buscar canastas fáciles. Con Moungoro como principal estilete, fue capaz de situarse a cinco puntos (47-42). Pero en ese momento acudió de nuevo Jakstas al rescate para dar fortaleza a la defensa cacereña y al rebote ofensivo. Con esos pilares se sustentó un nuevo despegue local. Un triple de E.J. Kusnyer firmaba un parcial de 11-0 y daba al Cáceres la máxima momentánea del partido (58-42).
Los últimos diez minutos se iniciaron como lo hicieron los diez primeros. Con una intensidad defensiva extrema. O si se quiere, con respectivas nulidades en ataque. Los minutos se fueron disipando con ligerísimas alteraciones en el luminoso (parcial de 2-2 en los primeros cuatro minutos) para beneficio del Cáceres Patrimonio de la Humanidad.
En los instantes finales, con la victoria certificada en 72-58, lo más noticiable fue el 4 de 4 en triples de E.J. Kusnyer (5 de 5 en tiros de campo), que le dejó como uno de los máximos anotadores del Cáceres Patrimonio en este partido y le sitúa en posición de ventaja para renovar su contrato de dos meses próximo a expirar.
TÍTULO: PERIODICO EL FARO, LA ESENCIA DEL GOL,.
Rompió el empate de un partido que se había puesto cuesta arriba desde el principio. Un gol que valía tres puntos y un montón de tranquilidad. foto,.
Los cinco tantos de Mireya son una de las razones de la buena marcha del Santa Teresa,.
Hasta la semana pasada, el Santa Teresa sólo había marcado un gol
lejos de El Vivero, lo consiguió Marisina en Mallorca allá por
septiembre y no sirvió para sumar. El domingo pasado, las pacenses
rompieron esa mala racha con tres goles que esta vez sí valieron tres
puntos. Mireya fue la autora del primero y del tercero, el que rompió el
empate de un partido que se había puesto cuesta arriba desde el
principio. Un gol que valía tres puntos y un montón de tranquilidad.
Ese gol de Mireya seguramente sea el más importante de los 18 que han marcado las pacenses en la primera vuelta de su primera temporada en la máxima categoría de nuestro fútbol femenino. Carlos Antúnez dirá que el más importante será el que certifique la permanencia, pero mientras llega, el quinto de Mireya esta temporada es lo más parecido que vamos a encontrar.
Mireya García Boa (Isla Cristina, 13/08/1997) llegó a Badajoz a principio de temporada para marcar, y está cumpliendo con lo que se esperaba de ella. La menuda media punta es subcampeona de Europa y del Mundo con la selección nacional Sub-17, y llegaba del Sevilla donde fue una de las jugadoras más jóvenes en debutar en Superliga, lo hizo con 15 años, y donde era una de las más queridas por su afición, pero buscaba algo más. «El Sevilla me la ha dado todo, por eso fue difícil tomar la decisión, pero fue la acertada. Para mí ha sido un paso hacia la madurez que necesitaba», explica la onubense, que está encantada con la acogida que se le ha brindado en Badajoz. «Me acogieron muy bien sin conocerme y ahora no puedo estar más contenta con el club, que se preocupa mucho por nosotras, y con mis compañeras».
Los primeros pasos del Santa Teresa esta temporada no fueron fáciles. Muchas caras nuevas y una nueva categoría, que Mireya ya conocía, pero a la que su nuevo equipo tuvo que adaptarse. «Poco a poco nos hemos ido haciendo con la categoría. Hemos trabajado mucho para llegar hasta donde estamos y ahora tenemos que aprovechar ese buen momento, sobre todo en los próximos partidos en los que nos enfrentamos con rivales directos», explica.
Y aunque está satisfecha, Mireya reconoce que no todo ha sido fácil. «Atravesé una mala racha de la que afortunadamente ya he salido», confiesa. Ha jugado todos los partidos de la presente temporada, sólo Chica ha jugado más minutos que ella, y ha recibido muchos piropos por su juego y entrega, pero ella es su más feroz crítico. «Me exijo mucho. Cuando me dicen que lo he hecho bien, yo lo que pienso es que podría haberlo hecho mejor». Y esa autoexigencia lastró una moral que dice ya haber recuperado.
Por edad, Mireya ya no entra en los planes de la selección Sub-17, y aunque ya ha sido convocada en una ocasión con la Sub-19, reconoce que el salto es difícil. «Ya estuve en Lituania, pero es difícil mantenerse en las convocatorias, hay que ser muy constante», asume Mireya, que trabaja con ilusión para que la llamada de Jorge Vilda, aunque su primer objetivo es conseguir cuanto antes la permanencia con el Santa Teresa con sus goles o con los de sus compañeras. «Marcar es importante, pero lo importante es el equipo». sentencia.
Después de 15 jornadas, el Santa Teresa ha marcado 18 goles. Estefa es la máxima realizadora con seis, seguida de Mireya con cinco y de Chica con dos. Marisina, patri, Marta Parralejo, Sara y Vania han marcado uno cada una.
Ese gol de Mireya seguramente sea el más importante de los 18 que han marcado las pacenses en la primera vuelta de su primera temporada en la máxima categoría de nuestro fútbol femenino. Carlos Antúnez dirá que el más importante será el que certifique la permanencia, pero mientras llega, el quinto de Mireya esta temporada es lo más parecido que vamos a encontrar.
Mireya García Boa (Isla Cristina, 13/08/1997) llegó a Badajoz a principio de temporada para marcar, y está cumpliendo con lo que se esperaba de ella. La menuda media punta es subcampeona de Europa y del Mundo con la selección nacional Sub-17, y llegaba del Sevilla donde fue una de las jugadoras más jóvenes en debutar en Superliga, lo hizo con 15 años, y donde era una de las más queridas por su afición, pero buscaba algo más. «El Sevilla me la ha dado todo, por eso fue difícil tomar la decisión, pero fue la acertada. Para mí ha sido un paso hacia la madurez que necesitaba», explica la onubense, que está encantada con la acogida que se le ha brindado en Badajoz. «Me acogieron muy bien sin conocerme y ahora no puedo estar más contenta con el club, que se preocupa mucho por nosotras, y con mis compañeras».
Los primeros pasos del Santa Teresa esta temporada no fueron fáciles. Muchas caras nuevas y una nueva categoría, que Mireya ya conocía, pero a la que su nuevo equipo tuvo que adaptarse. «Poco a poco nos hemos ido haciendo con la categoría. Hemos trabajado mucho para llegar hasta donde estamos y ahora tenemos que aprovechar ese buen momento, sobre todo en los próximos partidos en los que nos enfrentamos con rivales directos», explica.
Y aunque está satisfecha, Mireya reconoce que no todo ha sido fácil. «Atravesé una mala racha de la que afortunadamente ya he salido», confiesa. Ha jugado todos los partidos de la presente temporada, sólo Chica ha jugado más minutos que ella, y ha recibido muchos piropos por su juego y entrega, pero ella es su más feroz crítico. «Me exijo mucho. Cuando me dicen que lo he hecho bien, yo lo que pienso es que podría haberlo hecho mejor». Y esa autoexigencia lastró una moral que dice ya haber recuperado.
Por edad, Mireya ya no entra en los planes de la selección Sub-17, y aunque ya ha sido convocada en una ocasión con la Sub-19, reconoce que el salto es difícil. «Ya estuve en Lituania, pero es difícil mantenerse en las convocatorias, hay que ser muy constante», asume Mireya, que trabaja con ilusión para que la llamada de Jorge Vilda, aunque su primer objetivo es conseguir cuanto antes la permanencia con el Santa Teresa con sus goles o con los de sus compañeras. «Marcar es importante, pero lo importante es el equipo». sentencia.
Después de 15 jornadas, el Santa Teresa ha marcado 18 goles. Estefa es la máxima realizadora con seis, seguida de Mireya con cinco y de Chica con dos. Marisina, patri, Marta Parralejo, Sara y Vania han marcado uno cada una.
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