Gillian Anderson, foto,.
Gillian Anderson | ||
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Gillian Anderson en 2013 |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Gillian Leigh Anderson | |
Nacimiento | 9 de agosto de 1968 (48 años) Chicago, Illinois, Estados Unidos |
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Residencia | Londres, Inglaterra | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Familia | ||
Cónyuge | Clyde Klotz (1994-1997) Julian Ozanne (2004-2006) |
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Pareja | Mark Griffiths (2006-2012) | |
Hijos | Piper Maru Klotz (1994) Oscar Griffiths (2006) Felix Griffiths (2008) |
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Educación | ||
Alma máter |
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Información profesional | ||
Ocupación | Actriz, actriz de voz, activista | |
Año de debut | 1986 | |
Premios artísticos | ||
Globos de Oro | Mejor actriz de televisión - Drama 1997 The X-Files |
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Premios Emmy | Mejor actriz - Serie de drama 1997 The X-Files |
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Premios SAG | Mejor actriz de televisión - Drama 1996 The X-Files 1997 The X-Files |
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Distinciones | ||
Web | ||
Sitio web | ||
GillianAnderson | ||
GillianA | ||
Biografía
Primeros años
Anderson nació en Chicago, Illinois. Hija de Rosemary Anderson, una analista en informática y que desde 1988 es presidenta de una fundación de neurofibromatosis,2 y de Edward Anderson, quien dirigió una compañía de post-producción de películas.3 4 Su padre tiene ascendencia inglesa y su madre ascendencia irlandesa y alemana.5 Tiene dos hermanos menores, Aaron que falleció a los treinta años y que padeció de un desorden genético llamado neurofibromatosis quística y progresiva, y una hermana llamada Zoe, que apareció en un capítulo de la quinta temporada de The X-Files titulado Christmas Carol en el que interpretó a Dana Scully adolescente.6 7Poco después de su nacimiento, su familia se estableció por quince meses en Puerto Rico, luego se trasladaron al Reino Unido, donde vivió hasta los once años de edad.,2 Durante ese periodo residió cinco años en Rosebery Gardens, en Crouch End, Londres,8 y por quince meses en Albany Road, Stroud Green, Londres, para que así su padre pudiese estudiar una carrera relacionada al cine en London Film School.4 En esta etapa realizó sus estudios de escuela primaria en Coleridge Primary School. A los once años de edad, su familia se trasladó nuevamente, esta vez a Grand Rapids, Michigan.9 Allí asistió en principio a Fountain Elementary y posteriormente a City High-Middle School, una escuela de alto rendimiento para estudiantes dotados, con un programa de estudios con fuerte énfasis en Humanidades, donde se graduó en 1986.10
Anderson domina dos dialectos del mismo idioma, el inglés británico y el inglés estadounidense, al igual que los actores Linda Thorson y John Barrowman. Cuando su familia se estableció en Michigan sufrió de burlas en la escuela debido a su marcado acento británico y se sintió fuera de lugar, posteriormente adoptó la forma de hablar de la gente del Medio Oeste de Estados Unidos. El acento que emplea varía del lugar en el que se encuentra, de hecho en una entrevista con Jay Leno habló con acento estadounidense, pero en una entrevista con Michael Parkinson empleó el acento británico.11 2
Aunque en principio tenía interés en seguir una carrera en biología marina,12 la actuación llamó su atención y durante sus años en la preparatoria participó en varias producciones teatrales del colegio, también colaboró en un teatro comunitario y realizó prácticas en Grand Rapids Civic Theatre & School of Theatre Arts.13 Tras su graduación del colegio en 1986, ingresó en la facultad de teatro de la Universidad DePaul en Chicago y en 1990 obtuvo su Licenciatura en Bellas Artes.14 15 Asimismo participó en un programa de verano en el Royal National Theatre del Reino Unido impulsado por la Universidad Cornell., etc.
TITULO: 7 DIAS CITAS, SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - LA LECCION DE LOS ABUELOS,.
foto.
La lección de los abuelos
La crisis económica que hemos padecido y de la que, con tantas dificultades, vamos saliendo, habría sido mucho peor si no hubiéramos contado con los abuelos. Su exigua pensión ha permitido a muchas familias subsistir
La crisis económica que hemos
padecido y de la que, con tantas dificultades, vamos saliendo, habría
sido mucho peor si no hubiéramos contado con los abuelos. Su exigua
pensión ha permitido a muchas familias subsistir. Han abierto la puerta
de sus casas a hijos y nietos cuando estos han perdido sus pisos por no
poder pagar la hipoteca o el alquiler.
Los abuelos, generosos, han sido el mástil seguro donde agarrarse en medio de la tormenta. Por eso me pregunto cómo es posible que el egoísmo haya prendido de tal manera en nuestra sociedad; en cuanto los padres enferman o son dependientes, inmediatamente se les lleva a una residencia. Nos buscamos excusas: no tenemos tiempo a causa del trabajo; no disponemos de sitio en nuestras casas, más pequeñas que antaño; necesitan atención profesional. Y todo suele ser verdad, pero eso también esconde una nueva actitud ante la vida, el reflejo de una sociedad más hedonista, que no quiere hacer ciertos sacrificios.
Les confieso que las residencias de ancianos me encogen el corazón. Les veo tan desvalidos, tan solos, tan tristes... No digo que no les atiendan, pero una cosa es la atención y otra la ausencia de afecto que se respira. Veo a estos ancianos como niños que se quedan desolados cuando se van sus familiares, tras la visita de rigor. Yo viví con mis abuelos. Y creo que los mejores años de mi vida fueron los que pasé, siendo pequeña, teniendo en casa a mi abuela Teresa y a mi abuelo Jerónimo. Creo que crecer con los abuelos es una suerte, no solo porque son una fuente inacabable de cariño, sino por lo mucho que aprendes de ellos.
Mi abuelo Jerónimo era un lector empedernido. Empezaba el día leyendo los periódicos para luego enfrascarse en algún libro. Releía continuamente a los clásicos y yo le preguntaba si no se cansaba de El Quijote, de las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique, de Garcilaso, Quevedo, Góngora... Libros encuadernados en piel, desgastada por las muchas ocasiones en que habían sido leídos.
Mi abuela Teresa me enseño a leer antes de que yo fuera al colegio. Por la tarde, después de comer, me sentaba junto a ella y me hacía leer en voz alta durante un buen rato. Así nació mi amor por la lectura. No puedo imaginar que les hubieran llevado a una residencia. Creo que les habría rescatado y me habría fugado con ellos. Habría sido como si me hubieran arrancado lo mejor de mi infancia.
No juzgo a nadie, pero ¿de verdad, de verdad no podemos tener a nuestros padres y abuelos en casa?¿No será que, como sociedad, somos cada vez más egoístas y por eso les llevamos a una residencia, porque es más cómodo para nosotros? Nuestros mayores han dado una lección de generosidad cuando más les hemos necesitado, en medio de la crisis. No nos han cerrado la puerta en las narices, sino que han vuelto a compartir lo que tenían. Deberíamos reflexionar sobre ello.
TITULO: LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA - TAYLOR HILL,.
foto.
Este año ha sido genial para la modelo Taylor Hill de Victoria Secret porque consiguió sus alas de ángel, y se convirtió en uno de los nombres más reconocidos de la marca. Pero, la vida de Taylor no siempre ha sido hermosa y perfecta ya que dice que nadie la pelaba cuando iba en la secu de Colorado... You're kidding me! Es guapérrima!
"Era el centro de las bromas de todo el mundo (en ese entonces)", dijo a Cosmopolitan.com el lunes durante el evento de Victoria Secret en la tienda de New York.
Taylor firmó su contrato a los 14 años con la agencia de modelos IMG, a los 15 años dejó la secu y a los 16 la terminó. Ella dijo que no tiene muchos recuerdos de la secu pero se siente bien con eso.
¡Muy bien Taylor! ¡Nosotras te amamos y estamos contigo siempre! ¿O no niñas?,.
Los abuelos, generosos, han sido el mástil seguro donde agarrarse en medio de la tormenta. Por eso me pregunto cómo es posible que el egoísmo haya prendido de tal manera en nuestra sociedad; en cuanto los padres enferman o son dependientes, inmediatamente se les lleva a una residencia. Nos buscamos excusas: no tenemos tiempo a causa del trabajo; no disponemos de sitio en nuestras casas, más pequeñas que antaño; necesitan atención profesional. Y todo suele ser verdad, pero eso también esconde una nueva actitud ante la vida, el reflejo de una sociedad más hedonista, que no quiere hacer ciertos sacrificios.
Les confieso que las residencias de ancianos me encogen el corazón. Les veo tan desvalidos, tan solos, tan tristes... No digo que no les atiendan, pero una cosa es la atención y otra la ausencia de afecto que se respira. Veo a estos ancianos como niños que se quedan desolados cuando se van sus familiares, tras la visita de rigor. Yo viví con mis abuelos. Y creo que los mejores años de mi vida fueron los que pasé, siendo pequeña, teniendo en casa a mi abuela Teresa y a mi abuelo Jerónimo. Creo que crecer con los abuelos es una suerte, no solo porque son una fuente inacabable de cariño, sino por lo mucho que aprendes de ellos.
Mi abuelo Jerónimo era un lector empedernido. Empezaba el día leyendo los periódicos para luego enfrascarse en algún libro. Releía continuamente a los clásicos y yo le preguntaba si no se cansaba de El Quijote, de las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique, de Garcilaso, Quevedo, Góngora... Libros encuadernados en piel, desgastada por las muchas ocasiones en que habían sido leídos.
Mi abuela Teresa me enseño a leer antes de que yo fuera al colegio. Por la tarde, después de comer, me sentaba junto a ella y me hacía leer en voz alta durante un buen rato. Así nació mi amor por la lectura. No puedo imaginar que les hubieran llevado a una residencia. Creo que les habría rescatado y me habría fugado con ellos. Habría sido como si me hubieran arrancado lo mejor de mi infancia.
No juzgo a nadie, pero ¿de verdad, de verdad no podemos tener a nuestros padres y abuelos en casa?¿No será que, como sociedad, somos cada vez más egoístas y por eso les llevamos a una residencia, porque es más cómodo para nosotros? Nuestros mayores han dado una lección de generosidad cuando más les hemos necesitado, en medio de la crisis. No nos han cerrado la puerta en las narices, sino que han vuelto a compartir lo que tenían. Deberíamos reflexionar sobre ello.
TITULO: LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA - TAYLOR HILL,.
foto.
Este año ha sido genial para la modelo Taylor Hill de Victoria Secret porque consiguió sus alas de ángel, y se convirtió en uno de los nombres más reconocidos de la marca. Pero, la vida de Taylor no siempre ha sido hermosa y perfecta ya que dice que nadie la pelaba cuando iba en la secu de Colorado... You're kidding me! Es guapérrima!
"Era el centro de las bromas de todo el mundo (en ese entonces)", dijo a Cosmopolitan.com el lunes durante el evento de Victoria Secret en la tienda de New York.
Taylor firmó su contrato a los 14 años con la agencia de modelos IMG, a los 15 años dejó la secu y a los 16 la terminó. Ella dijo que no tiene muchos recuerdos de la secu pero se siente bien con eso.
"No me gustaba la escuela secundaria".
"Me sentía lista y quería que me pusieran en el centro del mundo, no me importaba. Soy una nerd y en mi escuela no me querían", dijo.
Por supuesto, ahora que es súper famosa y fue vista por millones de personas en el Fashion Show de Victoria Secret, ahora todos sus compañeros de la secu seguro están súper arrepentidos por hacerla menos. ¡Muy mal niños!
"Los chicos no me gustaban en ese entonces" y ahora todos son como, "Hey, yo fui a la escuela contigo", dijo.
"Antes
nadie se acordaba que iba con ellos. De hecho las personas se
sorprendieron cuando se enteraron que estudiaba en su escuela, porque
antes yo no existía como hoy".
Taylor está agradecida porque con las modelos de Victoria Secret ha mantenido una hermandad súper fuerte: "todas son muy cariñosas, amables, atentas y el ambiente es muy divertido".
Además se mantiene en alerta ante cualquier comentario negativo: "Trato de concentrarme en mi y en mi vida. Lo que hago me hace muy feliz, ¿así qué por qué arruinarlo?", dijo.
¡Muy bien Taylor! ¡Nosotras te amamos y estamos contigo siempre! ¿O no niñas?,.
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